Domestic Girlfriend

Poco después de Gurren Lagann, vi Domestic Girlfriend.

Se aplican las de siempre.

Domestic Girlfriend

Domestic Girlfriend

Domestic Girlfriend es un animé ecchi; nadie pone eso en duda y no está a discusión: la serie es arrecha de forma directa y honesta. Dicho sea eso, el que sea arrecha se puede discutir que es lo apropiado: varias veces los personajes tienen sexo; hay senos que literalmente brincan a la vista en múltiples escenas; y hay una más que saludable dosis de fanservice; pero todo esto ocurre de manera orgánica: las muchachas enseñan los calzones en general porque están a punto de coger, no nada más para enseñarlos. Y dentro de lo que cabe Domestic Girlfriend ni siquiera es muy extrema; nada es de excesivo mal gusto, en mi opinión… que estoy seguro no todo mundo compartirá.

Esto no es lo que hace que a mucha gente le desagradara Domestic Girlfriend; es la historia la que genera sentimientos encontrados y extremos entre los espectadores.

Natsuo es un estudiante preparatoriano de 17 años (o sea, ilegal, pero apenas) que está perdidamente enamorado de su joven profesora, Hina. El muchacho sensatamente siente que no tiene ninguna oportunidad con una mujer tan hermosa e “inteligente” como Hina, entonces cuando sus amigos lo invitan a un mixin, que son básicamente reuniones sociales que tienen los japoneses con el propósito explícito de ligar (generalmente en un karaoke o un bar cuando son adultos), Natsuo decide ir a ver si la experiencia al menos lo distrae. Por supuesto esto no ocurre; el muchacho se siente terriblemente incómodo, y cuando ve a una muchacha que al parecer está igual de incómoda que él, va a hacerle la plática cuando ella rellena su refresco. Mientras lo hace, se percata de que la muchacha, Rui, se parece un poco a Hina.

Después de platicar banalidades, Rui le pregunta a Natsuo si quiere irse de la reunión; de ahí procede a pedirle que le haga un favor; llevárselo a su casa, a su recámara y a su cama; y desvirgarlo mientras ella misma pierde la virginidad. De hecho así empieza la serie: la primera escena es Rui y Natsuo post coito, ambos con cara de no saber exactamente qué procede después de haberse acostado menos de cuatro horas después de haberse conocido; cómo se conocen y acuestan se muestra inmediatamente después. Rui sencillamente quería ver qué se sentía tener sexo, y Natsuo le dio un aire tan extremadamente virgen (porque lo tenía) que decidió usarlo para tener su primera experiencia sexual, suponiendo que sería relativamente seguro/equilibrado de esa manera. También, evidentemente, porque le resulta suficientemente atractivo.

Hasta aquí todo normal; es un poco raro que un animé que no sea hentai comience de inmediato con sexo, pero de hecho se agradece (hay un montón de series donde ni siquiera se dan un beso los protagonistas). Lo que procede en la historia es lo que genera la reacción negativa a la serie.

A los pocos días, y después de un par de pláticas entre Natsuo y Hina, donde el muchacho comienza a hacerse la ilusión de que tal vez sí tenga una esperanza de ligársela, el papá de Natsuo le sale con la noticia de que se casó de nuevo… con la mamá de Hina y Rui, que son por supuesto hermanas. Y ahora los cinco van a vivir juntos, porque claro que eso va a pasar.

La serie, en sus misericordiosos pocos episodios, relata las relaciones de Natuso con Rui, Hina y un par más de sus compañeras en la prepa. Hay quienes tienen una reacción casi instintivamente repulsiva al hecho de que Natsuo y Rei tengan relaciones sexuales en la serie, porque técnicamente son hermanos. De verdad no entiendo eso: no son hermanos de sangre y (tal vez más importante) no crecieron juntos. Sólo por culpa de sus papás los dos (y los quince millones de hormonas alborotadas que como adolescentes tienen) ahora viven bajo el mismo techo y pueden escabullirse fácilmente entre sus recámaras cuando los demás duermen o no están en la casa (los demás son adultos y trabajan).

La otra queja es la relación, que eventualmente se vuelve sexual, entre Natsuo y Hina. Eso lo entiendo más, porque es ilegal, y definitivamente es terriblemente impropio que una profesora se acueste con un estudiante, por joven que sea Hina (que sí es muy joven, tiene 22 años). Sin embargo, durante la serie absolutamente todo mundo (comenzando por Natsuo y Hina) están conscientes de que lo que están haciendo está mal; y cuando inevitablemente los cachan en la prepa, Hina tiene que rogar literalmente de rodillas para que la dejen transferirse a otra prepa y que no hagan público el escándalo, principalmente para protejer a Natsuo (y la reputación de la escuela, que es realmente por lo que aceptan).

La postración de Hina

La postración de Hina

La transferencia de escuela resulta en que Hina se tenga que mudar de la casa de Natsuo, lo que le da a Rui la oportunidad de hacer su movida, porque por supuesto que Rui también quiere a Natsuo para ella.

Entiendo la crítica al personaje de Hina; entiendo incluso también que se critique que no reciba un castigo más severo (perder su licencia de profesora; tal vez incluso ir a prisión). Pero no creo que estas decisiones creativas demeriten a la obra; la mayor parte de las películas exitosas de asaltos a una bóveda aplauden las acciones de criminales: no veo por qué no hacer lo mismo con una profesora joven e inmadura que comete un crimen por amor (desde su evidentemente dañada perspectiva).

Dicho todo lo anterior, tampoco es que Domestic Girlfriend sea una obra de arte elevadísimo: es terriblemente melodramática; está llena de clichés; los personajes cometen acciones que no tienen sentido en la cabeza de cualquier ser humano con dos dedos de frente; y es, usando el término muy diplomáticamente, increíblemente telenovelesca.

Y me encantó como no tienen idea.

Los diseños de personajes están padrísimos: Rui, Hina y el resto del harén (la unidad básica familiar del animé) de Natsuo son bellísimas y sexys; las escenas sexuales me parecen razonablemente eróticas (y sí, voy a incluir ahí la escena donde a Rui le da una fiebre muy alta y Natsuo, siguiendo las instrucciones de su madastra, le administra un supositorio); la serie está bien animada y dirigida; y (tal vez por encima de todo) musicalmente este animé tiene una de las aperturas más espectaculares de los últimos años… que es todavía más espectacular cuando uno se entera de que la compositora e intérprete tenía 17 años cuando compuso y grabó la rola.

Y sí, es telenovelesca y melodramática; pero a mí me encanta eso. Me encantan los celos que se tienen las hermanas sobre Natsuo; me encanta que Hina hipócritamente le prohíba a Rui acostarse con Natsuo porque es su “hermano” (“if not blood related, is good to be dated”); me encanta la alegremente promiscua Momo y que Natsuo se niegue a acostarse con ella; es de verdad, para mis gustos, para lamerse los dedos.

Así que yo sí la recomiendo; ampliamente, de hecho: nada más vale la pena por escuchar esa apertura al inicio de cada capítulo (que repito, son pocos); pero además si les gusta el drama, el romance adolescente, y una actitud bastante positiva hacia el sexo entre adolescentes (y una muy joven, inmadura y bruta adulta), me parece que también les va a gustar.

El animé termina razonablemente bien, con Natsuo y Hina terminando su relación y Rui básicamente dándole entender al muchacho que se prepare, porque se le va a aventar con todo. Tengo entendido que el manga tiene mucho más drama y que el final es delirante (bodas, embarazos, accidentes que dejan a los protagonistas en coma); pero ya no tengo edad (ni tiempo) de estar leyendo los mangas sobre los que se basan los animés, así que yo me quedo nada más con la serie, muchas gracias.

Está en Crunchyroll, si les interesa.

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Las tres categorías del animé para adultos

Hay varios animés que planeo reseñar que entran en la categoría de animé para adultos. Aunque esto le haga pensar a un montón de gente en básicamente tentáculos, muchachas adolescentes en uniformes de marinerito y a lo que todos sabemos que esto lleva, hay un montón de animé para adultos que no tiene nada de sexual; únicamente está pensado para adultos. Y por supuesto, también hay muchos más animés que cubren todo el rango desde sexualmente juguetón (imaginen el equivalente de múltiples películas de Marilyn Monroe), hasta básicamente pornografía que no sólo es hardcore, sino que abarca cosas mucho más depravadas que cualquier película pornográfica con seres humanos pudiera cubrir, porque es justo la libertad que da el dibujar las escenas: la imaginación es el único límite (una vez más: tentáculos).

No voy a cubrir pornografía en mis reseñas: pero sí voy a cubrir múltiples animés que me parecen sí son para adultos (como de hecho creo que lo son Citrus y Goblin Slayer, que ya reseñé); y un par que si somos sinceros probablemente rayen en la pornografía… si bien todos han sido transmitidos en la televisión abierta en Japón (aunque este par que menciono generalmente de madrugada).

Todo lo que sigue es lo que yo entiendo del medio; sin duda alguna puedo equivocarme y a lo mejor doy algunas de definiciones mal. Se aceptan correcciones.

En animé básicamente se tienen tres categorías para adultos: la primera, animé que sencillamente está pensado para adultos, por los temas que cubre, pero que no tiene contenido sexual, siguiendo la idea mocha de que ver un humano destrozado de la manera más violenta no es tan “grave” como mostrar un par de nalgas o un triste pezón.

En la segunda categoría básicamente puede haber desnudos (pero nunca genitales; particularmente en Japón… aunque cagadamente genitales de niños varones chiquitos se consideran casi como chistes), pero no hay nunca sexo explícito. A lo más una pareja puede abrazarse y besarse poco antes o poco después del coito, pero el acto mismo no se muestra… aunque a veces se escucha mientras la cámara enfoca una esquina del cuarto, o las caras de los participantes… o sus pies, como la famosa escena de Shinji viendo las memorias de Misato teniendo sexo con Ryoji en End of Evangelion.

Los pies de Misato

Los pies de Misato

Esta segunda categoría también abarca los animés que simpáticamente evitan desnudos utilizando trucos de cámara para ocultar pezones y/o genitales. Como siempre, Evangelion vuelve a dar aquí un buen ejemplo, en este caso en la segunda parte de Rebuild of Evangelion, Evangelion 2.0: You Can (Not) Advance.

Asuka y las cervezas

Asuka y las cervezas

A esta segunda categoría, que es básicamente todo lo que cubre a imágenes sexualmente sugestivas más que explícitas, se le suele denominar (al menos fuera de Japón) ecchi, y es la gran mayoría del animé para adultos que se transmite en la televisión abierta en Japón. Como digo arriba, hay animé para adultos sin contenido sexual, generalmente porque trata cosas como alta violencia, uso de drogas y cosas por el estilo; y también hay animé para adultos que sencillamente no está pensado para niños: de cualquier manera, todo esté animé para adultos sin contenido sexual está en la minoría.

Ahora: contenido sexual no necesariamente quiere decir contenido sexual. Dentro de ecchi se suele aventar, junto con pegado, a todo el animé (que se puede discutir es la mayoría) que utiliza el famoso fan service, en mayor o menor medida. El fan service ha evolucionado, en particular fuera de Japón; hoy en día por ejemplo, la escena con Dr. Strange en Thor: Ragnarok se le puede clasificar como fan service porque es literalmente en servicio de los fans. En Japón y con animé en particular, sin embargo, fan service es básicamente muchachas bonitas enseñando los calzones o el inigualablemente imposible zangoloteo de senos que produce la animación japonesa. Obviamente hay más variedad, pero en general son panty shots, muchachas (casi invariablemente muchachas) en vestimenta ridículamente reveladora y/o ceñida en poses sugestivas, o el antes mencionado imposible zangoloteo de senos como si estuvieran hechos de gelatina.

Aunque no es el 100%, el fan service sí permea a casi todo el animé; incluyendo múltiples series indiscutiblemente para niños y que la enorme mayoría de los espectadores no necesariamente clasificaríamos como ecchi. Para bien o para mal, es como ha sido el medio básicamente desde el inicio, y no se ve que vaya a cambiar pronto: pero sí es importante señalar que existen animés (muy buenos varios) que no tienen absolutamente nada de ecchi ni de fan service.

La tercera categoría es básicamente dibujos animados pornográficos; el sexo es explícito (aunque, hilarantemente, con genitales pixelados, por varias leyes arcaicas en Japón) y en un porcentaje no pequeño de los animés en esta categoría la historia es nada más un pretexto para mostrar encuentros sexuales entre los protagonistas… justamente como en las películas pornográficas; aunque también hay varios con historias muy buenas. A esta categoría se le conoce (de nuevo, fuera de Japón) como hentai, y exceptuando un puñado de casos nebulosos, los animés en esta categoría nunca se transmiten en televisión abierta en Japón; las series se compran vía Blu-ray (me parece que no hay realmente distribución digital).

La línea divisora entre las distintas categorías es borrosa, por decir lo menos, y como muchas cosas en la vida todo depende del cristal con que se mira: como ya mencioné, hay animé que tiene fan service pero es discutible si realmente es ecchi nada más por mostrar de vez en cuando calzones de muchachas; y animé ecchi que bajo cualquier definición legalera de pornografía debería ser hentai, si no fuera por el hecho de que habemos muchos que sentimos literalmente en las tripas que el animé en cuestión merece más que esa categorización. Como decía Potter Stewart, juez de la suprema corte gringa: “I could never succeed in intelligibly [define hardcore pornography…] But I know it when I see it“.

¿Por qué estoy dedicando tantos pixeles a tratar de enmarcar estas categorías? En primer lugar, porque me parece que cualquier expresión artística tiene el derecho de existir (módulo la paradoja de la tolerancia), incluso si la intención del o los artistas que la crearon sólo era ganar dinero. En segundo lugar, porque creo sinceramente que muchos animés ecchi (y un puñado de hentai) no tienen únicamente la intención de excitar a adolescentes urgidos; sino que sinceramente intentan ser sexo positivos, que me parece es algo que el mundo podría hacer más uso de (especialmente ciertos sectores de las izquierdas en todas las culturas 1). Y en tercer lugar, porque mucha gente tiene la idea de que todo el animé es inherentemente ecchi (si no es que hentai); esta idea, en defensa de quienes la tienen, se la ha ganado Japón a pulso, porque ciertamente la enorme mayoría del animé es al menos un poquito arrecho2… pero como ya dije no todo el animé es así: mi serie favorita de todos los tiempos, Cardcaptor Sakura no tiene nada de arrecha, así como tampoco, por ejemplo, Violet Evergarden… aunque, paradójicamente, Violet es sin duda alguna adulta, nada más sin temas sexuales (excepto una insinuación de abuso sexual).

Obviamente que una expresión artística tenga el derecho de existir automáticamente implica que todo mundo tiene derecho de criticarla; y dicha crítica puede ser tan inmisericorde como el mismo crítico decida. Eso es perfectamente válido: lo que no es válido es llamar a la censura bajo ninguna circunstancia (entendiendo que clasificar algo como “sólo para adultos” no es censurar); mucho menos satanizar al creador, que tiene el derecho de expresarse de todas las maneras que quiera (módulo la paradoja de la tolerancia); y mucho menos el caer en kinkshaming. Los fetiches y perversiones de cada quien, siempre y cuando sean con el consentimiento de todos los involucrados y sin violar los derechos de nadie, son asunto individual de cada persona, y nadie tiene el derecho de criticar a nadie más por ellos.

¿Es mucho del animé que existe (y que probablemente seguirá existiendo) arrecho? Eso es indiscutible; se puede incluso argumentar si es una característica semidefinitoria del medio. ¿Es esto algo malo? No necesariamente; que es justamente el punto de esta clasificación que planeo utilizar en mis reseñas: un montón de animé del que he escrito y del que escribiré es sin duda alguna arrecho: pero eso no es en sí mismo algo malo, y en muchos casos (como cuando es sinceramente sexo positivo) de hecho es algo bueno, me parece. Y, lo siento, sé que es juvenil y que puede hacer sentirse incómodas a ciertas personas, pero a veces que una muchacha enseñe los calzones sí es honestamente divertido. No digo que sea el paragón del humor inteligente; pero sí puede ser fuente sincera de humor bien intencionado.

¿Hay animé misógino? Por supuesto que hay animé misógino; en una cultura tan machista, conservadora, conformista y tradicional como la japonesa, sería absurdo imaginar que mensajes o tendencias misóginas no se filtraran en uno de los productos más emblemáticos de dicha cultura: los personajes femeninos son rutinariamente cosificados; las mujeres que suelen ser ostentosamente sexuales son casi invariablemente villanas; y en el siglo XXI el ideal femenino sigue siendo (con sus debidas excepciones) la mujer callada, abnegada, sumisa y buena para las labores del hogar. Y no sólo hay misoginia; hay una tradición ya añeja en el animé de mensajes homofóbicos y transfóbicos, donde los personajes codificados como queer son representados como sujetos de los cuales hay que desconfiar o tenerles cierta repulsión, incluso cuando son aliados de los héroes, como Leeron Littner en Gurren Lagann; o son de plano villanos deformes, como el Barón Ashner en Mazinger Z.

Leeron Littner y el Barón Ashner

Leeron Littner y el Barón Ashner

Y dejen ustedes la misoginia, homofobia y transfobia; la japonesa es una cultura históricamente xenofóbica y racista, incluso (o particularmente) contra “razas” cercanas como los chinos y koreanos, ya no digamos contra negros, donde en el animé suelen ser, valga la rebuznancia, una caricatura, como Mr. Popo en Dragon Ball; que paradójicamente es una serie en general adorada por los negros gringos.

Mr. Popo

Mr. Popo

Todo esto es cierto: hay mucha misoginia, homofobia, transfobia, xenofobia y racismo en el animé: los ejemplos abundan y en muchos casos hay personajes profundamente insultantes a un montón de sectores en todo el mundo. Nada de eso, necesariamente, afecta la calidad de un animé. Se vale criticar estos aspectos, por supuesto, pero los mismos no necesariamente demeritan a una serie en su conjunto.

Se está dando una tendencia desde hace varios años ya en este siglo, en círculos académicos y de gente educada y “progresista”, de tratar de clasificar como “mala” a toda expresión artística que no incluya los mensajes “correctos” de los árbitros de la moral moderna; donde se espera que toda historia incluya personajes diversos y la representación de todos los grupos sea “apropiada”, donde sepa la chingada qué quiere decir “apropiado”, pero lo que sea que definan probablemente esté mal para múltiples personas y/o grupos. Peor aún, se trata de “cancelar” a los creadores que producen cualquier tipo de contenido que no cumpla esta imposiblemente alta vara de medir, donde los postes se van moviendo constantemente de cuál es el mensaje “correcto” que una expresión artística debe tener. O peor aún, si un creador abre el hocico y dice alguna estupidez, hoy en día hay quien aboga por casi casi destruir sus obras o al menos satanizarlas (retroactivamente en muchos casos, además).

En mi humilde opinión, esto es una bola de pendejadas.

Mi novela favorita de todos los tiempos, Cien Años de Soledad, se puede discutir que es básicamente misógina, donde todas las mujeres son santas o putas (o santas bien putas). Una de mis novelas favoritas de ciencia ficción, Starship Troopers es básicamente un ensayo en favor del fascismo, e incluso se podría discutir que raya en la paradoja de la tolerancia (yo no creo que sea así, pero se puede discutir). Gone With the Wind es innegablemente racista y pro esclavitud, y parte del mensaje absurdo de la causa perdida de la confederación gringa. Todos esos son ejemplos de obras de arte innegablemente buenas (aunque me da hueva Gone With the Wind; debería durar 45 minutos menos); el mensaje de las mismas incluye estos componentes misóginos, fascistas y racistas, pero su calidad como expresión artística es ortogonal a esto.

O el caso de J. K. Rowling, que lleva ya varios años sin poder cerrar el hocico de la bola de pendejadas transfóbicas que se le ocurren, lo que ha causado que haya quienes quisieran básicamente quemar los libros de Harry Potter. Con todo respeto, váyanse mucho al carajo: en primer lugar los libros de Harry Potter son increíbles; en segundo lugar los mismos tienen varios de los mensajes más liberales, de izquierda y progresista de las últimas décadas; y en tercer y más importante lugar, sólo los Nazis queman libros.

Critiquen los componentes que merezcan la pena ser criticados de una obra; pero eso no necesariamente define a la obra en su conjunto. Critiquen a los creadores, si lo consideran pertinente, pero lo que dicen y hacen los creadores es en general ortogonal a la calidad de las obras que producen, y las mismas deben ser criticadas por su valor innato. Y ciertamente no critiquen a los fans de ciertas obras/medios/genéros, si los mismos no se meten con nadie. Es una extensión de que hacer kinkshaming está mal: si una persona no infringe los derechos de nadie más, no le hace daño a nadie, entonces nadie más tiene el derecho de criticarlos porque tienen ciertos gustos. Cada quien.

Y de hecho, si ciertas expresiones artísticas les parece tienen un mensaje incorrecto o los hace sentir incómodos, por supuesto están en su derecho de analizar y criticar dichas expresiones, si bien no de llamar a que se censuren o que se destruyan. Pero, ¿no sería más sencillo (y productivo) si no consumieran dichas expresiones en primer lugar? Que es el otro factor moderno problemático: la cultura de hoy en día de “compartir” y mezquinamente pelear por likes y similares recompensa mucho más la crítica destructiva (entre más vociferante mejor), que el alegremente platicar de las pendejadas que nos gustan sin meternos con los gustos de los demás. Sin duda alguna se va a generar más tráfico si me pongo a explicar, de la forma más agresiva o condescendiente posible, por qué ésto que le gusta a ciertas personas está mal, y encima por qué ellos fallan como seres humanos por tener esos gustos.

Ésta era la clara diferencia entre ser liberal y conservador hace unas décadas; los conservadores eran los que querían controlar qué pensaban y qué gustos tenían las personas: de ahí las “terapias de conversión” para los homosexuales; literalmente la idea era “cambiarles el gusto” para que quisieran andar con el sexo opuesto. Los liberales eran los que abogábamos por la libertad de cada quien de cómo pensar y de tener nuestros propios gustos, siempre y cuando no se infringieran los derechos de nadie más.

Ahora hay un sector no pequeño de gente que se autodenomina de izquierda, liberal y “progresista” que literalmente quiere humillar a otras personas por los gustos que tengan aunque no le hagan daño a nadie. Critiquen a las obras en su conjunto, no nada más por un aspecto que no les gusta (es su gusto; no el de todos); critiquen a los creadores, pero entiendan que las obras existen independientemente de los creadores (y siguen existiendo mucho después de que los creadores mueran); y definitivamente no critiquen a la gente que disfruta estas obras, si los mismos no le hacen daño a nadie.

Yo no quiero que los productos culturales que consumo tengan mensajes idílicos y los personajes en los mismos sean ejemplos intachables de cómo se deben comportar los seres humanos perfectos (bajo sepan ustedes qué definición de “perfecto”); quiero héroes y villanos dañados y falibles, que realicen acciones que yo nunca podría llevar a cabo, y con historias cuyos mensajes puedan contradecir lo que pienso y lo que digo, incluso cuando dichos mensajes estén mal. Si no qué hueva.

Y por supuesto me reservo el derecho a criticar inmisericordemente todas estas obras; o a no hacerlo si sólo ciertos aspectos son criticables y en su conjunto las encuentro de mi agrado.

No voy a ser parte de esta policía moral que se comporta como lo hacen los conservadores: tratando de determinar qué es o no lo “correcto” en ficción, y criticando a gente nada más por sus gustos. Así que en mis reseñas de cualquier tipo, pero particularmente de animé, porque ahí se darán los ejemplos más “controversiales”, no necesariamente mencionaré estos aspectos “negativos” si me parece que en general no demeritan a la obra en su conjunto.

Eso sí, siempre diré en cuál de las tres categorías del animé para adultos pertenecen, en mi opinión. Y si son o no arrechos, porque me encanta el término y quiero usarlo más seguido.

1Hablando de eso, vayan y vean Sex Education en Netflix: es espectacular y un ejemplo excelente de qué es ser sexo positivo.
1El término en inglés es, por supuesto, horny; la traducción obvia al español sería caliente, pero además de que no me parece que encapsule exactamente lo que quiero decir, el término usado en la Costa Chica de Guerrero (de donde es mi padre) es arrecho (especialmente cuando es aplicado a una mujer, arrecha), y creo que es un término que vale la pena que se recupere en español.
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Tengen Toppa Gurren Lagann

Tengen Toppa Gurren Lagann lo vi durante la pandemia, años después de que saliera. Había oído hablar de él, marginalmente; pero sí sabía que para mucha gente es de los mejores animés que se han hecho, y en particular de mechas.

Spoilers: no lo creo, realmente. Pero es muy divertido.

Tengen Toppa Gurren Lagann

Tengen Toppa Gurren Lagann

Simon y Kamina, dos muchachos de unos 14 y 21 años que son amigos pero se tratan como hermanos, viven en una aldea subterránea, pero tienen el sueño de excavar a la superficie, lo cual es tabú por razones que ya nadie recuerda. Un día encuentran un pequeño mecha enterrado, y gracias a él consiguen escapar a la superficie, ayudados por Yoko, una hermosa muchacha que pelea en la superficie contra los hombres bestia, que mantienen a toda la humanidad bajo tierra.

Yoko

Yoko

Los muchachos comienzan a aumentar a Lagann, el pequeño mecha, inicialmente con Gurren, un mecha más grande (de ahí Gurren Lagann); pero después lo aumentan con un buque de guerra; después con una base planetaria; y hacia el final de la serie con básicamente galaxias enteras (como matrioshkas), porque la serie no tiene el menor sentido en lo que respecta a leyes de la física o de dónde sale la energía para todo, dando una nebulosa explicación de que es “energía de espiral” de todos los seres vivos con ADN en doble hélice (o “espiral”, supongo). Los villanos cambian conforme avanza la serie, comenzando con los hombres bestia; pero a la mitad resulta que éstos son realmente refugiados, huyendo de otros seres que son los (imaginativamente llamados) “anti espirales” y que persiguen y exterminan a los seres vivos con “energía de espiral”.

La historia es estupidísima, al grado de que sería insultante si no fuera porque los personajes son entrañables; en particular Kamina, que es demasiado asombroso, guapo y simpático como para que pudiera permanecer vivo, por lo que inevitablemente lo matan como a la tercera parte de la serie, dejando devastados a Simon (que pierde a su mejor amigo/hermano/figura paterna) y a Yoko, cuando el correspondiente arroz ya estaba a punto de cocerse.

Kamina

Kamina

Además de los entrañables personajes, la serie está llena de acción frenética, si no exactamente hermosamente, animada; y un humor repleto de sinsentidos del estilo de Buster Keaton o Charlie Chaplin en sus mejores épocas. Y a pesar de ese humor, la serie sabe ponerse seria y dramática cuando es necesario; como cuando matan a Kamina; o cuando matan a Kittan cerca del final, dejando de nuevo devastada a Yoko, cuando el correspondiente arroz ya estaba a punto de cocerse. Para lo que importe, la música está bastante padre también.

Supongo que en su momento la serie fue muy original, en especial en el género de óperas del espacio y de mechas gigantes, donde cosas como Macross, Gundam y Evangelion habían marcado la pauta de ser terriblemente serios y dramáticos. Tengen Toppa Gurren Lagann es en gran medida una comedia, y ciertamente una muy divertida. Pero la historia de verdad no tiene sentido; y yo no entiendo como hay gente que prefiere a Tengen Toppa Gurren Lagann sobre Darling in the FRANXX. Entiendo que haya quien se burle de Zero Two Mecha Chichis; pero no me cabe en la cabeza que esa misma gente no se burle también de la batalla final de Gurren Lagann, donde dos mechas con el poder del universo se lanzan mútuamente galaxias como proyectiles.

Galaxy weapons

Galaxy weapons

Como sea; el animé está divertido y los personajes son entrañables, si bien la historia es estúpida hasta gritar basta. Además (y esto para mí sí le baja puntos, considerablemente), el romance es casi inexistente, y cuando existe suele ser trágico; como los prontamente asesinados proto novios de Yoko; o Simon y Nia, que él la logra salvar para que se casen, pero inmediatamente después ella se desvanece en polvito, como la mitad del universo en Endgame, porque púdranse si querían que personajes entrañables sobrevivieran o tuvieran finales felices.

Así que la recomiendo, pero tibiamente; está en Netflix, si la quieren ver.

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Goblin Slayer

En los primeros meses de la pandemia vi Goblin Slayer; esto fue importante, porque una vez que mis cursos se acomodaron a ser en línea (nunca se acomodaron 100%, pero eso es otra discusión), el estar encerrado todo el tiempo y ya nunca ir al cine sí causó que volviera a ver animé como si fuera una venganza. Este último año y medio ha sido cuando más animé he visto en mi vida, hablando del ritmo en que lo veo. Y eso está padre, porque hay unas series fabulosas que han salido en los últimos años: y Goblin Slayer es una de ellas.

Goblin Slayer

Goblin Slayer

La premisa de Goblin Slayer es relativamente sencilla; en un mundo de fantasía (elfos, enanos, hechizos y aventureros), los goblins (que traduciré a orcos, porque de hecho en el canon de la serie así les dicen los elfos) son seres malignos que atacan a los humanos; por diversión, para obtener armas y alimentos, pero en gran medida para raptar y violar humanas, embarazándolas en el proceso. Al parecer es su principal medio de reproducción.

Un niño humano por pura suerte está fuera de su pueblo un día que atacan los orcos, lo que resulta en que todo su pueblo y su familia sean asesinados y sus parientes mujeres violadas y asesinadas. Esto ocurre porque, aunque todo mundo sabe del comportamiento de los orcos, los aventureros en general no aceptan labores que consistan en cazarlos, porque son enemigos relativamente débiles y el perseguirlos no suele producir muchas ganancias, ni mucho menos fama y prestigio, que les interesa mucho a los aventureros. Los orcos se aprovechan de esto, atacando pueblos pequeños y alejados que al parecer no a muchos les importa sean sus habitantes asesinados y sus mujeres violadas y asesinadas.

El niño sobreviviente entrena toda su vida para convertirse en aventurero, y se dedica exclusivamente a aceptar labores que consistan en exterminar orcos, lo que le hace ganarse el titular nombre de Goblin Slayer. Muchos aventureros lo miran con desprecio, porque justamente no ven como algo loable el dedicarse a destripar orcos; aún así, Goblin Slayer tiene el tercer grado más alto que pueden tener los aventureros, y los aventureros más experimentados en general lo respetan y admiran. También en general se corre su fama, lo que hace que cualquiera que esté interesado en destripar orcos vaya y lo busque. Si orcos es tu problema, Goblin Slayer siempre es la solución.

Todo esto que acabo de escribir se explica en la serie de manera extremadamente lenta; la historia en sí comienza con una sacerdotisa novata, que se une a un grupo de aventureros casi igual de novatos que ella que aceptan una tarea de limpiar un nido de orcos, creyendo que será muy fácil, e ignorando las advertencias de la chica recepcionista del gremio de aventureros. Por supuesto su grupo termina siendo emboscado, masacrado y las mujeres violadas y asesinadas; excepto una, que sobrevive para vivir traumatizada el resto de su vida, un destino al parecer no muy raro para las mujeres violadas pero no asesinadas por los orcos.

Cuando los orcos están a punto de violar a la sacerdotisa es justo que aparece Goblin Slayer y procede a hacer lo que él hace: destripar orcos. En el proceso la salva a ella y su compañera violada, y después se despide como si le hubiera ayudado a cruzar la calle. La sacerdorisa, traumada de la experiencia pero deseando cumplir su deseo de ser aventurera, le pide a Goblin Slayer que la deje acompañarlo en sus aventuras, lo que él acepta pero dejando claro que a él sólo le interesa destripar orcos. La historia en general los sigue a ellos dos, unidos más adelante por una arquera elfa, un shamán enano y un sacerdote lagarto, estos últimos tres al mismo nivel que Goblin Slayer.

Este animé es espectacular: el diseño de personajes es fabuloso; la animación es muy buena en las casi ininterrumpidas peleas (y que siempre incluyen a Goblin Slayer destripando orcos); la música está increíble; y la historia es mucho más compleja y profunda de lo que uno esperaría al inicio. Los personajes nunca usan sus nombres, usando más bien sus razas, profesiones, o fama (como Goblin Slayer); esto daría pie a que dichos personajes fueran terriblemente unidimensionales, pero es justamente lo contrario: cada uno de ellos tiene su propia personalidad, deseos y necesidades, y en general todos crecen a lo largo de la historia, aunque por supuesto los que más lo hacen son Sacerdotisa y Goblin Slayer.

En romance es más o menos complicado; a un nivel superficial, este animé tiene la unidad familiar básica del medio, el harén.

Harén

Harén

En los hechos sin embargo, Sacerdotisa ve a Goblin Slayer como una combinación de mentor, amigo y figura paterna; sí hay algo de atracción también (el tipo es tan ridículamente estoico y masculino que yo me siento atraído a él), pero su relación es primordialmente profesional. La Chica del Gremio (así le llaman, Guild Girl) está sin duda infatuada con él, pero en los hechos se limita echarle miraditas coquetas y suspirar cada vez que se va a destripar orcos. La Arquera Elfa lo ve como un colega y un amigo, y aunque (de nuevo) hay algo de atracción, es demasiado orgullosa como para ni siquiera admitírselo a sí misma. La Doncella de la Espada podría ser un interés romántico, pero en ese caso además de los traumas de Goblin Slayer habría que superar los traumas de la misma Doncella de la Espada, así que no se ve que pudiera avanzar mucho el asunto.

Sword Maiden

Sword Maiden

Lo que nos deja con la Chica Vaquera; no en el sentido de pistolera, sino literalmente de ordeñar vacas. La Chica Vaquera es la amiga de la infancia de Goblin Slayer, y la única otra sobreviviente de la masacre de su pueblo. Goblin Slayer siente una responsabilidad casi religiosa de protegerla, y cuando descansa (que es raro), lo hace en el rancho de la Chica Vaquera.

Cow Girl

Cow Girl

Casualmente, contrario a la Chica del Gremio o a la Doncella de la Espada, la Chica Vaquera nunca muestra ningún interés romántico por Goblin Slayer; no porque no lo tenga, sino probablemente porque es la única que entiende el profundo trauma que sufre Goblin Slayer y que no le permite tener ninguna relación amorosa. No es que su trauma no lo deje; ni siquiera le puede pasar por la cabeza. De manera muy similar a Batman, Goblin Slayer es monotemático y unilineal: tiene un misión que cumplir, y esa misión es destripar orcos.

Destripando orcos

Destripando orcos

Además de los increíbles personajes y los arcos que tienen donde los podemos ver crecer, hay una historia detrás de la historia, que deja entrever que el mundo de Goblin Slayer es realmente un juego de rol (probablemente Dungeons & Dragons), donde los jugadores de ese juego funcionan como dioses en el mundo de Goblin Slayer; pero que él en particular, como decía la Sonora Santanera, se enfrenta al destino (los dados en los juegos de rol) y le gana.

Me encantó la serie; es brutalmente violenta (contra mujeres en particular, por el comportamiento de los orcos), pero es de las mejores series que vi en el año de la pandemia. La película que salió después de la primera temporada es bastante buena, aunque hicieron trampa y realmente sólo tiene como 40 minutos de material nuevo, siendo el inicio un recuento de la primera temporada. La segunda temporada ya fue anunciada, y yo tengo muchas ganas de verla; es un mundo y unos personajes que merecen ser más explorados.

Yo la recomiendo ampliamente; está en Crunchyroll si les interesa.

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Darling in the FRANXX

Después de Citrus, fue el turno de Darling in the FRANXX. Este animé lo vi en el 2019, pero no estoy seguro de cuándo exactamente; lo que sí es que había entrado en un nuevo periodo de casi no ver animé, que puedo confirmar porque no vi ningún otro ese año.

Darling in the FRANXX

Darling in the FRANXX

Me avergonzaría lo mucho que disfruté este animé, si no fuera por el hecho de que no tengo vergüenza.

La serie, al salir, fue muy comparada con Neon Genesis Evangelion; y ciertamente hay múltiples elementos en común, pero no entraré en ellos aquí. No se preocupen, cubriremos a Eva en su momento, pero lo único que diré aquí es que al final me dejó mucho más satisfecho Darling que Eva.

Podría dar una sinopsis de la historia, pero eso probablemente sea un error (especialmente porque entre más avanza la misma menos sentido tiene); sólo sepan que son mechas piloteados por parejas de adolescentes, utilizando el poder de la posición de perrito.

Doggy Style

Doggy Style

Hey, qué bueno que alguien decidió explotar ese recurso natural.

La serie tiene más fan service que el que pediría el adolescente más urgido del universo; y como digo arriba la historia general comienza a deshacerse por las costuras conforme más avanza la trama, culminando cerca del final, donde Zero Two (una de las más espectaculares waifus que nos han dado los dioses del animé) termina transformada en nave espacial, con senos que podrían confundirse con montañas, como decía Shakira; y maquillaje, porque por supuesto que sí.

Zero Two Mecha Chichis

Zero Two Mecha Chichis

¿Porqué digo entonces que la disfruté tanto? Porque la historia de mechas y klaxosaurios y extraterrestres y el destino de la humanidad es un pretexto muy elaborado para contar la historia de múltiples romances, la mayor parte adolescentes: que por supuesto incluyen el de Zero Two y Hiro, su famoso Darling; pero también el de Hiro e Ichigo (que cómo se esfuerza la muchacha); el de Ichigo y Goro (que cómo se esfuerza el muchacho); el de Hiro y Mitsuru (que él no se esfuerza, realmente); el de Futoshi y Kokoro (que ella hace lo que sea que es lo contrario de esforzarse, lo que lleva a); el de Kokoro y Mitsuru; el de Zorome y Miku; el de Ikuno y Naomi; el de Nana y Hachi; y sí, incluso el del Dr. Franxx y la Dra. Milsa.

También, y aunque la historia sí se cae a pedazos hacia el final de la serie, el inicio está muy bien con un mundo fascinante y una premisa fabulosa; la acción es impecable durante todos los episodios (y sí, incluyendo a Zero-Two-nave-espacial-chichimontañas); la música es espectacular; y el diseño de personajes es encantador.

Zero Two e Ichigo

Zero Two e Ichigo

Encima de esto, y aunque repito por enésima vez que la historia no tiene el menor sentido hacia el final, el núcleo de la misma (el romance de Zero Two y Hiro, inevitable desde el fatídico día en que se conocieron, así como el resto de las relaciones entre todos los personajes) sí lo amarran muy bien. La historia de mechas y klaxosaurios y extraterrestres y el destino de la humanidad es la que se quiebra bajo su mismo peso; pero como digo al inicio, es sólo un pretexto elaborado para relatar las relaciones entre los muchachos y el puñado de adultos que los cuidan.

A mí me encantó, porque los personajes están muy bien definidos y en general a lo largo de la historia uno puede entender perfectamente qué es lo que quieren y qué es lo que necesitan; y lo que es más, la historia (centrándonos en los personajes), satisface esos deseos y necesidades muy bien; que haciéndolo satisface al espectador (digo yo).

Y sí, incluyo en eso el final feliz de Zero Two y Hiro cientos de años en el futuro, al reencarnar después de sacrificarse para salvar a la humanidad. No digo que tenga mucho sentido; pero sí es satisfactorio; o al menos lo fue para mí.

Pero además es una serie que es, además de la acción, básicamente puro romance adolescente, con los deseos, dudas, tribulaciones y decepciones que eso conlleva; a mí en particular me encantó Ichigo, la amiga de la infancia de Hiro, que por supuesto está enamorada de él y que por supuesto inicialmente detesta a Zero Two, porque la advenediza muchacha se lo quita de inmediato y sin ningún tipo de cuartel.

Ichigo

Ichigo

Las confrontaciones entre ambas son fabulosas, porque aunque Zero Two es mejor piloto, más alta y mucho más fuerte que Ichigo (es más fuerte que todos; es básicamente un klaxosaurio en forma humana), la pequeña muchachita se le pone al tiro en múltiples ocasiones, ignorando siempre el hecho de que Zero Two puede literalmente matarla con una mano.

Este triángulo amoroso (uno de los múltiples en la serie, pero sin duda el mejor) resulta en una de mis secuencias favoritas; no sólo en Darling in the FRANXX, sino en todo el animé que yo haya visto. En un punto en la historia, separan a Zero Two y Hiro, por razones; esto por supuesto alegra a Ichigo y destroza a Hiro, pero entonces ella se da cuenta de cómo lo está afectando. Cuando él comienza a correr para ir detrás (inútilmente) de Zero Two, Ichigo lo abraza y le dice que no se lo va a permitir: que si va detrás de ella terminará convirtiéndose en un monstruo; que ella preferiría morir antes de permitir que eso ocurra. Cuando Hiro comienza a contradecirla, Ichigo lo besa y le dice que quiere estar con él para siempre; que puede hacer lo que sea por él; que lo es todo para ella. Que lo ama.

La confesión de Ichigo

La confesión de Ichigo

Varios fans de la serie reaccionaron con ira ante el hecho de que Ichigo hiciera una movida sobre Hiro justo en su momento más vulnerable; pero por supuesto que lo iba a hacer. Es la líder del escuadrón, por supuesto que va a luchar por el hombre que ama; por supuesto que va a hacer su lucha.

De forma completamente inútil; porque Hiro procede a seguir lamentando la partida de Zero Two. Es brutal y fabuloso; pero todavía más fabuloso es cómo la serie arma un final feliz para Ichigo (y para Goro, que supongo es importante para él). Y no es barato o apresurado; es orgánico y metódico, con Goro dándole espacio y tiempo a Ichigo para superar su dolor y que pueda verlo como una pareja romántica.

Goro e Ichigo

Goro e Ichigo

El que a hierro mata.

Me encantó la serie; con todo y sus múltiples problemas (en particular la historia global hacia el final). Es un buen animé; no tan bueno como Eva (pocos lo son), pero de hecho más satisfactorio en cómo desarrolla a los personajes y cómo les permite alcanzar algo similar a la felicidad hacia el final, especialmente después de los infiernos que les hace atravesar.

Así que yo sí lo recomiendo, con todo y Zero Two chichimontañas; lo pueden ver en Crunchyroll, si les interesa.

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Citrus

Después de Kakegurui vi Citrus; la verdad no recuerdo exactamente cuándo, pero debió ser en 2018 porque ese año se estrenó.

Citrus

Citrus

Hay muchas cosas que soy, pero una lesbiana adolescente preparatoriana no es una de ellas. En ese sentido, Citrus es un animé que defintivamente no está pensado para mí.

Yuzu es una encantadora muchachita, que su mamá se casa de nuevo y por lo tanto se muda y entra a una nueva prepa para mujeres. Yuzu me recuerda mucho a varias de mis compañeras de la secundaria, que hacían todo lo que estaba a su alcance para darle la vuelta a todas las reglas que había respecto cómo debían vestir el uniforme y no usar spray en el cabello o maquillaje; Yuzu dobla la falda del uniforme para que se vuelva mini falda, utiliza una blusa de color lila para enseñar su modesto escote, y de plano se niega a usar la corbata negra del uniforme, prefiriendo usar un coqueto moño. Además, utiliza maquillaje, aretes colgantes y una amplia variedad de peinados que resaltan su cabello oxigenado. Todo esto causa que de inmediato entre en conflicto con la presidenta del concejo estudiantil, Mei, en cuyas manos recae aplicar las reglas del uniforme y maquillaje. Consecuente con su papel, Mei sigue al pie de la letra las reglas del uniforme, además de que siempre se comporta de manera propia y fría, contrastando con la personalidad alegre y bulliciosa de Yuzu.

Por supuesto, resulta que Mei es la hija del nuevo esposo de la mamá de Yuzu (y nieta del director de la escuela), y las dos muchachitas terminan compartiendo recámara (y una cama matrimonial, por razones) en la nueva casa de ambas. Cómo pasa la narrativa de que estas dos hermosas adolescentes pudieran ser básicamente enemigas mortales, a que se estén dando de besos pasionales en las noches solitarias que pasan juntas, es de las cosas más entretenidas, románticas y eróticas que he visto en mucho tiempo.

Citrus no es hentai; pero sí altamente erótica y con un par de desnudos, de la manera en que se considera “propio” en Japón (dícese nada más de espaldas), por lo que supongo entonces que sí califica como ecchi, aunque a mí me pareció en el fondo realmente inocente. También es tierna, divertida, romántica e interesante, al menos en el sentido de que yo nunca había visto un romance lésbico adolescente así representado.

No quiero entrar mucho en la trama, porque es deliciosamente dramática (sin perder el buen humor), pero sí quiero mencionar un recurso visual que jamás se me hubiera podido ocurrir a mí y que utilizan mucho; varias veces en la serie, una de las muchachas empuja a la otra (sobre el escritorio/la cama/el suelo) para darle un beso apasionado, y justo antes o después de hacerlo la que empuja (y por tanto la que queda arriba) comienza a llorar desconsoladamente, lo que resulta en que sus lágrimas caigan sobre la cara de la empujada (y por tanto la que queda abajo).

Lágrimas

Lágrimas

Visualmente es poderosísimo, pero a mí me resultó fascinante porque me parece que es algo que ni siquiera me puedo imaginar a un hombre haciendo (no importa si sobre una mujer u otro hombre). De alguna forma deconstruye la figura clásica del que abusa físicamente (porque la muchacha que empuja lo hace porque quiere imponer su voluntad utilizando violencia física) y la deja paradójicamente más vulnerable que la figura siendo abusada; en una supremacía física, pero emocionalmente rogando que, por favor, la quieran. Es una cosa que desde mi perspectiva es intrínsecamente femenina… y altamente erótica, pero igual y esas son mis perversiones.

Me encantó la serie, a pesar de (o tal vez precisamente por) que muestra una perspectiva de la que no sólo nunca fui parte, sino que es tal vez lo más lejano a lo que soy o podré ser jamás. A veces se pasa un poco de dramática y sí hay un par de momentos en los (misericordiosamente pocos) episodios donde no pude evitar decir en voz alta: “ya, pinches viejas, dejen de estar de nenas y bésense”; pero es sin duda alguna entretenida, muy tierna y bastante erótica sin ser jamás (me parece) de mal gusto o vulgar.

Normalmente menciono la animación, el diseño de personajes y la música al reseñar un animé; no se preocupen, en Citrus son buenos todos esos aspectos. Es sólo que la historia eclipsa completamente a lo demás; de verdad es muy buena, si bien algo dramática a veces. Que yo no me quejo, por cierto.

Así que (y reiterando una vez más que sigo siendo lo más alejado posible de una lesbiana adolescente preparatoriana) les recomiendo altamente que vean la serie; está en Crunchyroll, si les interesa.

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Compulsive Gambler

Después de chillar como niña chiquita con Violet Evergarden, ya que estaba de hecho usando mi cuenta de Netflix decidí echarle un ojo a Kakegurui o Compulsive Gambler, porque el arte y diseño de personajes se veía interesante.

Técnicamente debería esperar para escribir de esta serie, porque comencé la segunda temporada y no la he terminado; pero la verdad no creo que haya nada de novedoso en la misma.

Kakegurui

Kakegurui

La serie trata de una escuela de élite donde las familias ricas y poderosas de Japón mandan a sus hijos a estudiar. Dentro de la misma, la jerarquía entre los estudiantes (incluyendo cosas como el concejo estudiantil) no está determinada por méritos académicos, competencias deportivas o cosas tan absurdas como son la democracia; en cambio, el nivel en el tótem que cada estudiante puede tener está dado por su éxito al apostar en distintos juegos que la escuela provee y alienta. Los estudiantes que caen en deuda están hasta abajo en el tótem, y de hecho se convierten en básicamente mascotas de sus acreedores.

Es, como pueden imaginarlo, una mamada de proporciones inverosímiles.

El animé tiene varias cualidades que lo rescatan: la animación y diseño de personajes es fenomenal; la música es bastante buena; y como probablemente corresponda a un animé de adolescentes lujuriosos que se juegan literalmente la vida en juegos de azar, la serie suele ser sexy de forma que a mí me parece muy entretenida, satisfaciendo los requerimientos que por ley este tipo de animés tienen que cumplir en Japón.

Sexy

Sexy

También, y porque claro que eso a mí no me molesta, el personaje focal de la historia (que no la protagonista), Yumeko Jabami, básicamente tiene un orgasmo cada vez que suben las apuestas en el juego… que es, por supuesto, todo el tiempo.

Yumeko Jabami apostando

Yumeko Jabami apostando

Hey, desde el inicio dije que la historia era una mamada.

El problema fundamental que tengo con la serie es que la justificación de que Yumeko casi siempre gana, es porque apuesta por el placer de apostar, no porque le importe ganar o perder. Que es por supuesto estúpido hasta decir basta: aunque medio tratan de explicar las estrategias que sigue la muchacha y mostrar su clara inteligencia, el hecho es que las cosas le salen a Yumeko por la “pureza” con la que juega el juego, al final derrotando a todo mundo, incluso cuando intentan usar trampas para detenerla.

Pero la verdad, por estúpida que sea la historia, los personajes están bien definidos y la animación y música están muy padres; además de que sí es emocionante ver cómo las apuestas suben y suben todo el tiempo, y como Yumeko conquista a todos, no sólo ganándoles, sino atrayéndolos para que la apoyen a seguir ganando. Para mi desagrado no hay casi romance (aunque sí tensión sexual para repartir), pero en general no creo que eso demerite al animé.

Así que sí lo recomiendo; sin duda alguna está entretenido, aunque la verdad cuando salió la segunda temporada la empecé, y ahí la tengo sin terminar, porque no parecía que fueran a cambiar mucho las cosas.

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Violet Evergarden

Después de ver Sound! Euphonium! (creo; esto ya fue hace años) vi Violet Evergarden.

Violet Evergarden

Violet Evergarden

Puta madre, este animé es como si alguien los agarrara del cabello, y comenzara a darles puñetazos en la cara mientras grita: “!llora, llora, llora!”.

Violet Evergarden es el primer animé que vi en Netflix, además de que es original del mismo. Es (o al menos a mí me pareció) extraordinariamente bueno: una historia muy buena y original; personajes bien definidos y tridimensionales (incluyendo a la misma Violeta); una animación perfecta con un diseño de personajes encantador; y más drama que todas las telenovelas de Televisa mezcladas en un licuado de dolor, lágrimas y miseria humana.

Violeta es una veterana lisiada de una guerra que se asemeja a la Primera Guerra Mundial, en un mundo muy similar al nuestro, pero completamente diferente. Antes de que la guerra terminara, Violeta pierde los brazos durante una batalla; pero en este mundo se los reemplazan con prótesis mecánicas, que al parecer funcionan igual o mejor que sus brazos originales, porque le permiten usar una máquina de escribir a extraordinaria velocidad, lo que a su vez le permite conseguir trabajo como escritora de cartas, un poco como le hacía Florentino Ariza en El Amor en los Tiempos del Cólera. La chamba es en una compañía cuyo propietario era amigo del superior de Violeta, que murió en la misma batalla donde Violeta perdió sus brazos.

Así empieza la historia, y no diré mucho más, porque parte del chiste de la misma es descubrir el pasado de Violeta y verla procesar los traumas que sufre a causa de la guerra (y que son muchos más que el haber perdido sus brazos; de hecho, eso al parecer es lo de menos para ella); cómo crece como ser humano; y cómo interactúa con la gente que la contrata para escribir sus cartas. Pero todos los episodios tienen partes donde de verdad uno ruega por el pan Bimbo para poder rebanarse las venas, porque la vida es triste y entonces uno llora.

Me encantó Violet Evergarden; incluyendo, y tal vez en gran medida por, lo profundamente dramática que es; por cómo se regodea en el dolor y miseria de la condición humana, que es por supuesto lo que nos permite elevarnos por encima de nuestra inevitable mortalidad y, al contrastarlo, poder disfrutar de la felicidad apoteósica que sólo nuestro intelecto y emociones nos permiten.

Por alguna razón no he visto las dos películas que siguieron a la serie, pero sin duda lo haré, porque de verdad me gustó mucho. Está en Netflix, así que me imagino que casi todo mundo puede verla; háganlo, lo recomiendo ampliamente.

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Sound! Euphonium!

Después de Beyond the Boundary, el siguiente animé que vi fue Sound! Euphonium!.

Sound! Euphonium!

Sound! Euphonium!

Me aventé este animé completito (al menos la primera temporada); y siendo sincero no tengo idea por qué. No pasa absolutamente nada en él.

La historia sigue a Kumiko Oumae, que toca el bombardino o eufonio (de ahí el nombre de la serie), y que debe ser la protagonista más sosa de toda la historia del mundo mundial. La muchacha entra a la prepa y se une a la banda instrumental de conciertos de la escuela, después de haber hecho lo mismo en secundaria. Se siguen los dramas más estúpidos del universo acerca de si los miembros de la banda de verdad quieren esforzarse por volver a hacer a su escuela campeona, antecedidos por los segundos drámas más estúpidos del universo acerca de quién entra o no a la banda.

No hay romance, no hay comedia y no estoy del todo seguro de si de verdad hay historia. Ni uno solo de los personajes me pareció en lo más mínimo intersante, y debo admitir que sólo continué viendo la serie porque me gustó mucho la animación y diseño de personajes, y tenía la esperanza de que Kumiko descubriera su personalidad y comenzara a tener un romance; o que pasara algo en la serie.

Kumiko Oumae

Kumiko Oumae

Esto no ocurrió. Para sorpresa mía, la serie sacó una segunda temporada, así que supongo que debería verla; me imagino que lo haré en mi extenso tiempo libre.

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Beyond the Boundary

Hace rato que no escribo de animé, en gran medida porque después de Your Lie in April casi no he vuelto a ver. Y de hecho televisión en general, como escribí hace unos meses.

Como sea, justo después de Your Lie in April, vi Beyond the Boundary.

Beyond the Boundary

Beyond the Boundary

Beyond the Boundary es un decentemente corto animé de 13 episodios, que relata la historia de Akihito y Mirai, estudiantes preparatorianos donde el primero es un semidemonio básicamente inmortal, aunque se explica que más bien tiene un factor de curación tan acelerado que es casi imposible matarlo; y la segunda es una caza demonios que trata de matarlo infructuosamente en múltiples ocasiones.

O algo por el estilo; la verdad la vi hace ya bastante y no recuerdo claramente todos los detalles.

Estilísticamente esta serie me recordó mucho a Love, Chunibyo & Other Delusions; nada más que en esta serie todas las cosas sobrenaturales ocurren, en lugar de nada más ser la imaginación de los adolescentes.

Recuerdo que me gustó la serie, pero la verdad no debió dejar una impresión muy fuerte en mí, porque se me ha olvidado casi todo. Lo que sí recuerdo es que el romance entre Akihito y Mirai se me hizo muy padre (aunque, como suele ser con estos animés, nunca se resuelve satisfactoriamente), y que era razonablemente entretenida. Sólo al final se pone un poco demasiado dramática.

La verdad la recomendaría, si no fuera por el hecho de que ya se me olvidó, así que probablemente no valga tanto la pena.

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The Clear Cards

Después de 22 episodios, terminó Cardcaptor Sakura: Clear Card, que por supuesto me aventé completita.

Cardcaptor Sakura: Clear Card

Cardcaptor Sakura: Clear Card

17 años después de terminar la serie original, la misma me sigue sorprendiendo. Comentaba en mi primera entrada de esta nueva temporada que algunas cosas me empezaban a desesperar. No tardé mucho en ver de nuevo lo profunda y original que puede ser la serie.

Lo primero que me pareció extraordinario es cuando Syaoran invoca su espada por primera vez; antes, al igual que Sakura, Syaoran cargaba su herramienta mágica de manera reducida, que al activarse crecía hasta su tamaño normal. Ahora Syaoran hace un hechizo que al parecer extrae la espada de su mano.

Me acabo de dar cuenta que todo lo anterior suena terriblemente obsceno, así que mejor muestro una imagen.

Espada de Syaoran

Espada de Syaoran

No estoy seguro de que eso haya ayudado.

Luego están los sutiles cambios entre varios personajes. Toya sabe de las aventuras de Sakura, pero ahora además varias veces platica con Yue directamente, a veces a espaldas de Yukito. Takashi por alguna razón comienza a dejar de decir historias inventadas. Cosas por el estilo.

Y por último están las revelaciones de lo que saben los personajes y cómo afectan las relaciones entre todos. Syaoran está en comunicación con Eriol, siguiendo sus instrucciones para proteger a Sakura, pero sin decirle a ella. Al enterarme yo de esto me hizo sentir incómodo; pero me sacó más de onda cuando queda claro que Sakura sabe que Syaoran le está ocultando cosas y que sabe que lo hace porque la quiere. Y entonces (por supuesto) ella le oculta que sabe que él sabe, también porque lo quiere.

Toya al parecer está recuperando su poder (que había sacrificado para salvar a Yukito/Yue), en gran medida porque el de Sakura está creciendo a un ritmo muy acelerado. Y sin embargo cuando introducen a un mago inglés, que es el mayordomo de Akiho, una nueva amiguita de Sakura (y que al parecer es su equivalente de Yue/Ruby Moon para Sakura/Eriol), Sakura no detecta su magia pero Syaoran sí. Y contrario a sus reacciones cuando era más inmaduro, el muchacho no hace otra cosa sino parpadear y en cuanto puede comunicarse con Eriol para avisarle de la nueva amenaza.

Por último lo más interesante es que resulta que el papá de Sakura también ha sabido todo el tiempo que algo pasa con su hija, pero confía lo suficiente en ella (y en Toya) como para no intervenir, a pesar de intuir que no es algo “natural” y potencialmente peligroso. Esto contrariamente de que el animé siempre ha dejado claro que Fujitaka nunca ha tenido poderes mágicos.

La serie es increíble; cuando introducen a Akiho, Kaito y Momo, es dolorosamente obvio que es un nuevo trío mágico, como Sakura/Kero/Yue o Eriol/Spinel/Ruby Moon, pero las subsecuentes revelaciones son fabulosas (Akiho al parecer no sabe absolutamente nada de las cosas mágicas que ocurren a su alrededor).

Después de 22 episodios comienza a adivinarse qué es lo que está ocurriendo con las cartas transparentes y qué papel juegan Akiho y sus guardianes, pero la verdad que todavía no queda claro nada. Y aunque ha avanzado un poco (muy poco) la relación de Sakura y Syaoran, yo sí me quedé esperando más; sobre todo porque dudo que la nueva temporada salga pronto.

Sakura y Syaoran

Sakura y Syaoran

Me está encantando esta continuación de mi animé favorito de hace casi veinte años; pero me desespera la velocidad a la que se mueve la historia (más aún si consideramos que varias aventuras son versiones nuevas de las que tuvo Sakura la primera vez que capturó las cartas Clow).

Y ya quiero ver a Sakura y Syaoran dándose un beso.

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Cardcaptor Sakura: Clear Card

Como he comentado desde hace algunas entradas, no “veo” programas de televisión en este momento porque las series de televisión modernas (o al menos las que yo veo) salen de golpe o duran unas cuantas semanas, contrario a nueve meses como cuando era joven.

Casualmente hace unos días una amiga me hizo notar que, 17 años después de que la serie original terminara, acababa de empezar una nueva temporada de Cardcaptor Sakura. Con el mismo elenco del siglo pasado.

Inicialmente creí que sería una nueva serie que continuaba la original, pero no; es una nueva temporada. Incluso así sale en The TVDB. La música es nueva, pero eso es lo común en los animés; la música es distinta para cada temporada. La estructura de la serie es idéntica a la de hace casi 20 años, incluyendo las pausas antes de comerciales que los niños de hoy en día ni siquiera saben qué son y el pequeño segmento de Kero al final del episodio.

Yo estoy encantado; la nueva temporada ocurre dos años después del final de la anterior, así que los niños tienen ahora doce años y acaban de entrar a secundaria. Supongo que habría que comenzar a decirles jóvenes.

La historia comienza con Syaoran regresando a Tomoeda después de haber terminado sus “asuntos” en Hong Kong y reuniéndose con Sakura. Eso está padre, son “oficialmente” novios y nada más se ven se abrazan. De hecho se abrazan todo el tiempo y andan de la mano, lo que es novedoso; en las temporadas anteriores se habían abrazado como tres veces en total.

Sakura y Syaoran

Sakura y Syaoran

Eso me da esperanza en que ese tierno romance de hecho evolucione; me encantaría ver su primer beso. Claro que como estamos hablando de animé aquí, igual y no se detienen ahí; pero espero se contengan. Besos y manita sudada a los 12 años están bien, no creo estar listo para verlos hacer nada más.

La historia mágica es, de nuevo, andar convirtiendo las Sakura Cards, ahora a Clear Cards, por razones; pero la verdad nunca ha sido lo más importante de la serie, aunque espero que se inventen algo un poco más emocionante que lo que normalmente han hecho.

También he notado (en el prólogo y los dos capítulos que han salido) que yo sí he cambiado en este siglo. Algunas cosas que no me molestaban o que incluso encontraba entrañables hace quince años ahora las encuentro un poco de hueva.

Por ejemplo, cuando está el grupo de niñas juntas (ahora acompañadas por Syaoran y Takashi), todos son desesperantemente educados y propios. Ya son adolescentes por el amor de dios, generen algo de conflicto.

Otra; Kero sigue jugando a hacerse el muñeco de peluche cada vez que Toya está presente, pero Toya sabe que Yukito es Yue (dado que le salvó la vida) y que Sakura tiene aventuras mágicas que él ya no puede intuir (porque sacrificó su magia para salvarle la vida a Yukito). Todo el numerito de esconderse del hermano mayor no lo encuentro ni tierno ni particularmente entretenido.

Además hubo un ligero retcon; al parecer la segunda película (y por lo que sabemos la primera también) no ocurrieron. El prólogo es básicamente un recuento del último capítulo de la serie original y el inicio de la nueva temporada comienza con Sakura y Syaoran reuniéndose (al parecer) por primera vez, como si no hubiera pasado nada en medio.

Nada de eso es terriblemente importante, sólo me encantaron las evoluciones que introdujeron a la serie y me hubiera gustado ver más. Los personajes siguen estando magistralmente definidos y siendo entrañables; la animación es una modernización de la de hace casi veinte años, o sea excelente; la música es un montón de cancioncitas J-pop pegajosas; y todo es bonito y tierno y tenuemente emocionante.

Y el porcentaje de romance como que se triplicó, así que yo estoy encantado.

Como sea, me queda claro que es extraño que un profesor universitario de 40 años le guste una caricatura japonesa dirigida a niñas de doce años (y estoy siendo muy generoso conmigo mismo), así que no necesariamente la recomiendo. Pero sí la recomiendo completamente; es adorable.

Y yo ya tengo algo que ver de manera cotidiana durante los próximos meses.

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Your Lie in April

Cuando comencé a escribir de animé hace ya varios meses, fue en gran medida porque vi Your Lie in April y quería escribir acerca de ella. Así que por fin lo hago.

Your Lie in April

Your Lie in April

Your Lie in April es de los animés más maravillosos que he visto en mi vida. Tiene un arte bellísimo (la serie se ve como la imagen de arriba todo el tiempo), con una música maravillosa (la serie gira en torno a la música), una historia perfecta (divertida, romántica, emocionante y aplastantemente trágica), y los mejores personajes adolescentes que uno pudiera desear.

La serie sigue a Arima Kōsei, un muchacho que en su niñez era un prodigio en el piano, pero que desde que murió su madre (y maestra de piano, dos años atrás), le dan ataques de sordera histérica cada vez que trata de tocar, por lo que lo ha dejado excepto para transcribir música pop.

Su mejor amiga desde la infancia, Sawabe Tsubaki, que obviamente está perdidamente enamorada de él, le pide que la acompañe a una doble cita con el tercer amigo de ellos, Watari Ryōta, y una cuarta muchacha que Tsubaki le presentará a Ryōta a petición de la niña. La susodicha, Miyazono Kaori, resulta ser una prodigio en el violín. Y estúpidamente hermosa, por supuesto.

Kōsei, como debe de ser, se enamora de Kaori básicamente desde el primer momento en que la ve (a ella y sus pantimedias, porque es una serie japonesa), lo cual crea una dinámica divertidísima con Tsubaki, que debe ser la muchacha más estúpida del universo: “¡Hey, mejor amigo del que estoy enamorada desde la infancia! ¡Te voy a presentar a una muchacha guapísima, inteligente, encantadora y que además tiene todo en común contigo para que salgas de la depresión de la muerte de tu madre y por fin te fijes que te amo!”

Kaori le pide a Kōsei que la acompañe en el piano en un recital, y la serie arranca a partir de eso.

La historia es sencilla, pero muy profunda en varias partes y terriblemente oscura en otras, y el diálogo es de las cosas más poéticas que he visto (o al menos el subtitulaje al inglés que vi). Es como si los personajes se comunicaran entre ellos recitando poesía, y, sorprendentemente, nunca es pretencioso o ridículo.

Si van a ver un animé de este año, debe ser Your Lie in April. No sólo es una obra de arte en todos los aspectos técnicos; es de las historias más bonitas, trágicas y emotivas que he visto, y uno de verdad termina enamorándose de todos los personajes, porque lo merecen.

Véanla en cuanto puedan. Yo espero ansiosamente a que salga en Blu-ray para comprarla, porque sin duda alguna la quiero poseer físicamente.

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Gargantia on the Verdurous Planet

El siguiente animé que vi fue Gargantia on the Verdurous Planet. Casi todos los animés que he estado reseñando son de más de veinte episodios; Gargantia tiene la decencia de tener únicamente 13 muy fácilmente digeribles episodios.

Gargantia on the Verdurous Planet

Gargantia on the Verdurous Planet

Ledo es un soldado (a sus tiernos 16 años) de la Alianza Galáctica de la Humanidad, que está en una guerra aparentemente perpetua con los Hideauze, que son como calamares intergalácticos. Durante una batalla su nave+robot+inteligencia artificial cae dentro de un agujero de gusano, y al despertar se encuentra a bordo de un barco (o mejor dicho, un sistema interconectado de fortalezas flotantes) que navega la ahora completamente inundada Tierra, y cuyos habitantes jamás han oído hablar ni de la Alianza ni de los Hideauze.

La serie relata a Ledo integrándose a la sociedad nómada/flotante, la lenta revelación de cómo es que la raza humana terminó en el espacio combatiendo calamares intergalácticos, y el espectacular personaje de “Chamber”, que es la inteligencia artificial de la nave de Ledo.

En la superficie Gargantia es otro animé de ciencia ficción con mechas; en el fondo es una espectacular historia de ciencia ficción, con un muy buen giro inesperado al final, un arte espectacular y un diseño de personajes hermoso (especialmente los femeninos), y protagonistas bastante profundos y con motivaciones más que creíbles. Además tiene un romance pequeño pero tierno, y por encima de todo al personaje de “Chamber”, que se roba la serie por mucho.

Por si esto no fuera poco, la serie (como dije arriba) dura únicamente 13 episodios, lo que la vuelve muy fácil de ver, y un perfecto animé introductorio para gente que no haya visto antes ninguno.

La recomiendo ampliamente; es de las series más satisfactorias que he visto en mucho tiempo.

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From the New World

El siguiente animé que vi es probablemente de los más pertubardores que he terminado. Y estoy incluyendo toneladas de hentai. Se llama From the New World.

From the New World

From the New World

Esta serie ocurre 1,000 años en el futuro. En el pasado (nuestro presente), 0.1% de la población desarrolla poderes telequinéticos, y proceden a hacer lo que cualquier persona haría con poderes telequinéticos: matar gente y destruir cosas. No queda claro en la serie, pero en gran medida el caos que sigue parece ser causado porque los poderes telequinéticos se manifiestan alrededor de los 12 años, y entonces uno puede imaginar la destrucción que habría si de repente millones de emos pudieran destruir personas a pedazos.

Después del colapso de la sociedad, y de un periodo semi feudal (con la gente con poderes siendo los dominantes, obviamente), todo se estabiliza en una “utopía” donde hay muy pocos seres humanos, todos tienen poderes telequinéticos, y la sociedad se regresa a pequeñas comunidades rurales, casi sin utilizar electricidad u otras tecnologías que ahora consideramos modernas.

Para evitar las masacres que los ciudadanos podrían cometer (cada uno de ellos increíblemente poderoso), la población es adoctrinada desde que son niños a controlar sus emociones, se les mantiene apaciguados al tener una moral muy relajada respecto a las relaciones sexuales, y además hay una modificación genética que causa que cualquier ser humano que asesine a otro, muera automáticamente al activarse una “retroalimentación mortal”.

Esto no resuelve todo todo el tiempo; a los niños que se les detecta que no tienen la suficiente diciplina para controlar sus poderes telequinéticos, se les asesina utilizando jaguares genéticamente manipulados, y a sus compañeritos de clase los hipnotizan para que se olviden de ellos. E incluso así ocurre de vez en cuando que un adolescente no puede controlar su subconsciente, lo que hace que sus poderes se “fuguen” cuando no está poniento atención, y a ellos también se les asesina (aunque se les da la oportunidad de suicidarse inicialmente). Por último, y aunque extraño, ocurren “ogros” que son capaces de negar la “retroalimentación mortal”, y que suelen desatar masacres de miles de personas antes de que puedan ser detenidos, porque el resto de la población no puede asesinarlos por la misma “retroalimentación mortal”.

Ogro

Ogro

Los poderes telequinéticos de los habitantes en From the New World son extraordinarios; van mucho más allá de mover pelotitas por el aire. En sus versiones más extremas son capaces de manipular las cosas a nivel molecular, incluyendo cambiar genéticamente a seres vivos, o incluso detener el envejecimiento de las personas.

La historia sigue a Saki y sus amiguitos desde que tienen 12 años hasta que llegan a los 26… los que llegan, porque varios son asesinados por varias razones, aunque siempre bajo el estándarte de “el bien común”. Es éste un animé con uno de los artes más bellos que he visto, y que es utilizado para representar un mundo cruel y reprimido, donde en el fondo la población vive aterrada de lo que cada uno de ellos (pero en particular los niños y adolescentes) pueden hacer.

Lo pertubador de la serie es cómo va revelando este mundo superficialmente idílico, pero en el fondo aterrador. A eso se aúna las relaciones sexuales entre los niños; en general en el animé “normal” (no hentai), es muy raro ver despliegues públicos de afecto. Es todo un evento cuando dos personajes se dan la mano o se abrazan románticamente; no digamos que se besen o se insinúe que tienen relaciones sexuales. En esta serie ocurre todo el tiempo sin el menor miramiento; y todo mientras queda claro que tienen 12, 14 ó 16 años.

Saki y Maria

Saki y Maria

Y he hablado acerca de la gente rata, que son casi esclavos de los humanos en este mundo. No lo haré, porque al fin y al cabo es el punto central de la historia, y lo que desata el conflicto más grave (y sangriento) hacia el final de la serie.

Me parece que es muy buena serie, y la recomiendo ampliamente. Pero no es para todo mundo, y no dudo que haya gente que le cueste digerir varios aspectos de la misma. También debo dejar claro que es muy violenta y muy sangrienta en varias partes, de manera explícita y sin miramientos. E incluye generosas porciones de sexo (o al menos la intuición del mismo), entre personajes que son indiscutiblemente menores de edad.

Pero si no tienen problemas con eso, véanla. Es de los mejores animés que he visto en mucho tiempo.

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K-On!

Otro animé que vi, y del que no he terminado la segunda temporada (así que técnicamente sigo viéndolo), es K-On!.

K-On!

K-On!

K-On! es especial en mi lista de animé, porque es de un género al que se le conoce como slice of life. Esa es una forma rebuscada de decir que realmente la serie no trata de nada en específico.

Nominalmente, K-On! es acerca de unas chavitas en secundaria que forman una banda de Pop-Rock (o sea, Pop). En realidad, K-On! es acerca de cinco chavitas, y las cosas completamente normales que les ocurren mientras forman una banda de Pop-Rock (o sea, Pop).

Dejen hago énfasis en esto; no hay romance, no hay acción, para motivos prácticos no hay drama, y nada más de estar enumerando todas estas características me pregunto, una vez más, cómo pude echarme toda una temporada de un animé donde no pasa absolutamente nada nunca.

El programa está divertido, las protagonistas son agradables (la maestra asesora del grupo, una rockera de corazón enclosetada, es cagadísima), y el arte es más que pasable. Únicamente no pasa nada. Nunca.

Eso sí, tiene bastante J-Pop que, no me avergüenza admitirlo, disfruto bastante. Pero no creo que justifique ver la serie.

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Hyouka

Después de ver Accel World, vi Hyouka.

Hyouka

Hyouka

Les voy a ser sincero; no recuerdo mucho de esta serie. Supuestamente es acerca de Hotaro que se une al club de literatura, y sus compañeros en el mismo: Eru, Satoshi y Mayaka.

Together, they fight crime! Bueno, no realmente; pero resulven misterios idiotas. Y no estoy exagerando; son realmente idiotas e intrascendentes, con la única posible excepción siendo el titular Hyuoka, cuya mejor traducción sería Icecream.

No, a quién engaño; también es un misterio idiota.

Terminé la serie porque realmente los misterios idiotas no importan demasiado; lo que importa es el tierno y sutil romance entre Hotaru y Eru, y que Eru es de los personajes femeninos más encantadores que he visto en un animé; y sin tener la agresividad de Akane Tendo o Haruhi Suzumiya. Es, de hecho, como una versión unos pocos años mayor de Sakura Kinomoto. Y un mucho más torpe.

Eru Chitanda

Eru Chitanda

Ahora bien, si dicho romance hubiera cuajado propiamente durante los interminables 22 capítulos de la serie, yo hubiera terminado encantado con la misma. En lugar de eso, la serie únicamente intuye lo que sienten los dos muchachos, y no resuelve su relación de ninguna manera, dejen ustedes de manera satisfactoria.

Dicho sea eso, la animación es espectacular (especialmente los diseños de personajes), y es moderadamente divertida, si bien los interminables dramas entre las dos parejas a veces sí se vuelven un poco medio de hueva.

Así que no la recomiendo exactamente, pero tampoco les diría que no la vieran. Sólo a mí sí me dejó más o menos insatisfecho.

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Accel World

Técnicamente terminé de ver Accel World antes de terminar Sword Art Online, pero como empecé a ver primero la segunda, pues de esa escribí primero. Como sea, los dos animés son relativamente similares, y de hecho ocurren en el mismo universo; el autor de los mangas es el mismo, pero las compañías que realizaron los animés son distintas.

Accel World

Accel World

Unas décadas después de los eventos relatados en Sword Art Online, los estorbosos cascos utilizados para la realidad virtual se han reducido a unos cómodos collares, y la mayor parte de la población no sólo los utiliza para realidades virtuales inmersivas; todo mundo anda navegando por la vida con realidad aumentada que se integra de manera perfecta y transparente en el mundo real.

Nada más por la premisa de un mundo tan potencialmente fabuloso vale la pena esta serie.

La serie relata un videojuego clandestino llamado Brain Burst, que es un programa que se instala en el cerebro de los jugadores, y que les permite experimentar la realidad de manera acelerada (de ahí el título). Varias horas dentro del juego se traducen en unos cuantos segundos en la vida real.

El famoso videojuego tiene unas reglas que hacen poco sentido, pero la serie se siente básicamente como un videojuego gracias al mismo, lo cual está divertido. Nadie está nunca en peligro de muerte (al menos no por el juego), pero los personajes están chistosos; el protagonista es un niño chaparro y con sobrepeso, que es “reclutado” para el juego por la muchacha más linda y popular de la escuela, gracias a sus habilidades como jugador de videojuegos “normales”. Es refrescante ver un personaje así, y su relación (que no avanza lo suficiente como para calificarla de romance) con la antes mencionada niña.

Me gustaron los veintitantos capítulos de este animé, y después procedí a básicamente olvidarme de él. No es malo, nada más no es muy trascendente que digamos.

Como sea, sí lo recomiendo; nada más no es nada terriblemente innovador.

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Sword Art Online

Como comentaba hace unas semanas, comenzaré a escribir del animé que he estado viendo desde hace unos dos años, que volví a interesarme en el mismo. Lo haré en orden más o menos cronológico respecto a cuándo vi las series, pero hay varias que tengo atoradas porque no he tenido tiempo (y/o interés) en terminarlas.

Antes de empezar debo aclarar que, para motivos prácticos, todos los animés que reseñaré aquí son, de alguna manera, románticos. En algunas ocasiones no será descaradamente el caso, pero incluso entonces ocurrirá que el romance juega un papel muy importante en la trama. Y de hecho casi todas las series que no he terminado de ver, es justamente porque no tienen un componente romántico importante.

La primera serie de la que quiero escribir es Sword Art Online, que de alguna manera fue la que me regresó el hábito de ver animé.

Sword Art Online

Sword Art Online

Sword Art Online tiene una premisa interesante: en el futuro, se desarrolla tecnología de realidad virtual tan avanzada, que los usuarios realmente se sienten dentro de otro mundo. Un montón de juegos son lanzados que utilizan dicha tecnología, pero uno de los más esperados y famosos (el titular Sword Art Online) causa que miles de usuarios se conecten al mismo el día de su estreno.

El único problema es que al final de dicho día de lanzamiento, en el mundo virtual, aparece el creador del juego para avisarles a los jugadores que no podrán desconectarse del juego, o morirán. Y si sus avatares mueren dentro del juego, entonces ellos también morirán. Y que esto continuará hasta que alguien “gane” el juego.

Kirito, un gamer bastante clavado, se lanza a la tarea de tratar de ganar el juego y escapar con vida del mismo.

Básicamente esa es la premisa principal de la mitad de la primera temporada (unos 12 capítulos); no sólo la mecánica, historia y reglas del juego, sino también las consecuencias sociales, emocionales y sicológicas que sufren los jugadores atrapados dentro del mismo. Cómo se organizan, cómo se alían, cómo se pelean e incluso asesinan dentro del juego que termina siendo de vida o muerte.

La historia es interesante (si bien a veces le falta humor por tomarse demasiado en serio) y tiene bastantes personajes entrañables, aunque la verdad Kirito no es uno de ellos. No es que me caiga mal; sólo es medio aburrido, y además después de un rato termina siendo algo cansado que todas las muchachas que lo conocen terminan enamorándose de él.

La serie cuenta con el romance entre Kirito y Asuna (la muchacha que aparece en la imagen de arriba), pero se vuelve rápidamente aburrido porque se casan dentro del juego, y básicamente ya no hay más progresión en ese frente.

De cualquier manera, como gamer, como computólogo, y como fan de la ciencia ficción, la serie me gustó bastante; especialmente la mitad de la primera temporada. La otra mitad es más aburrida, porque es básicamente cómo Kirito libera a Asuna de un friquitín que la secuestra en otro mundo virtual. Y la segunda temporada la vi por disciplinado que soy, pero para la misma ya no están nunca en peligro de muerte los jugadores, y el romance entre Kirito y Asuna se ha vuelto absolutamente de hueva en el sentido de que no progresa a ningún lado.

Aún así vería una tercera temporada, si es que aparece, y la recomiendo (especialmente el primer arco), porque sí plantea preguntas muy interesantes acerca de tecnología, videojuegos, relaciones humanas y cosas por el estilo. Ah, y la animación es efectiva, si bien nada del otro mundo; aunque tiene varias secuencias de acción que son espectaculares.

Así que véanla si pueden, en particular el primer arco.

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La Melancolía de Haruhi Suzumiya

Hace unas semanas estaba con una amiga platicando por el messenger, cuando me mandó el siguiente video de YouTube, y me preguntó si me parecía ridículo (o algo por el estilo):

Hare Hare Yukai

Hare Hare Yukai

Por supuesto que me pareció ridículo (debe ser de las coreografías más ridículas que existen), pero estaba tan anonadado por su asombrosidad (alguien tenía que traducir awesomess), que me puse a investigar de dónde carajo venía.

Viene, por supuesto, de The Melancholy of Haruhi Suzumiya (pongo el título en inglés porque ese fue el lenguaje del subtitulaje que vi).

The Melancholy of Suzumiya

The Melancholy of Suzumiya

En el artículo de la Wikipedia dicen:

“The series was extremely popular and has become a cult television series with a large and dedicated fanbase. As of December 2006, The Melancholy of Haruhi Suzumiya is the most popular anime in Japan according to Newtype magazine. Similar to Star Trek’s fans as Trekkies, fans of the series call themselves «Haruhiists», and the collective fandom is known as Haruhiism (ハルヒ主義, Haruhi shugi).”

No sé ustedes, pero si a me dicen que un animé es el más popular en Japón, me suena como que es algo que hay que tratar de ver. Así que me puse a conseguir la serie.

Aunque podía conseguir la versión en DVD, preferí ver un fansub porque en mi experiencia están mucho mejor traducidos, son más consistentes, y tienen detallitos como el poner notas explicando cosas intraducibles, sobre todo referencias culturales. También suelen traducir carteles y letreros, como se ve en este ejemplo:

Letrero traducido

Letrero traducido

El fansub que me agarré además trae el orden en que la serie se transmitió en Japón (y de hecho tal cual como se transmitieron), que le vale madre la cronología de la historia. Por eso cuando acabé de verla la primera vez no escribí acerca de ella de inmediato; quería verla de nuevo, en el orden “correcto”, antes de expresar lo que pienso de esta serie.

La historia, basada en una serie de “novelas ligeras”, es (contrario a lo que pudiera pensarse) de Haruhui Suzumiya, una encantadora (si bien a veces difícil) muchachita que acaba de entrar al equivalente de la prepa en Japón.

Haruhi Suzumiya

Haruhi Suzumiya

Aunque ella es sin duda el personaje principal, la trama es relatada (de forma magistral) por su compañero y amigo Kyon, no sólo explicando lo que ocurre en la historia, sino también sus propias reflexiones y reacciones a los extraños eventos en los que él comienza a encontrarse por juntarse con Haruhi.

Letrero traducido

Kyon

Una cosa interesante de Kyon; no sabemos su nombre de verdad. Su hermanita (una niña chulísima) le puso Kyon, y por alguna razón se le quedó el apodo. Todo mundo le dice Kyon, y durante la serie no nos enteramos nunca de cómo se llama en realidad.

Al inicio de la serie Kyon y Haruhi entran a la escuela, y por azares (o tal vez no) del destino el primero termina sentado adelante de la segunda. Después de que él se presenta a la clase le toca el turno a ella, y después de decir su nombre, la decidida muchachita anuncia que quiere conocer a extraterrestres, viajeros temporales, o psíquicos, que la vayan a buscar si ese es el caso.

Kyon reacciona como el resto de sus compañeros y nada más la mira extrañado, pero después, tal vez por estar sentado junto a ella (o tal vez no), le pregunta qué quiso decir con eso. La muchacha básicamente le contesta que la gente normal le aburre, y después se queda callada. Pero Kyon comienza a notar que todos los días Haruhi cambia de peinado, y extrañado le pregunta de nuevo por qué. La muchacha le da una explicación sencilla; pero al otro día aparece con el cabello recortado.

Y a partir de ese momento, de forma casual (o tal vez no) Kyon y Haruhi se hacen amigos y comienzan a platicar durante las pausas entre clases. Varios compañeros de Kyon se muestran extrañadísimos de que él pueda al parecer relacionarse con ella; casi todos afirman que lo habían intentado sin poder conseguirlo.

Por qué Haruhi “elige” a Kyon para hablar y como amigo es, hasta cierto punto, un misterio. Tal vez fuera que sólo él le preguntó el por qué de sus acciones, en lugar de tratar de invitarla a salir (todo mundo, Kyon incluido, admiten que Haruhi es de una belleza despampanante), o para platicar de trivialidades. Pero el punto es que comienzan una relación que es una amistad sencillamente, si bien queda claro que Haruhi puede ser una persona muy difícil.

Durante las primeras semanas de clase Haruhi se inscribe a todos los clubes de su escuela, para inmediatamente después dejarlos a todos, a pesar de que los clubes deportivos les encantaría tenerla como miembro (es muy buena en los deportes… y en la escuela… y en general en cualquier cosa que se proponga). Cuando Kyon le pregunta si hay alguno divertido, ella le dice que todos apestan. Cuando le pregunta por qué, ella le dice que no hay ninguno que tenga ningún tipo de experiencias paranormales o misterios; que parece ser la obsesión de Haruhi en la vida.

De forma completamente involuntaria (o tal vez no), Kyon le da la idea a Haruhi de formar su propio club, ya que ninguno de los existentes le interesa. De hecho él nunca le dice algo así, pero sí le menciona que, como gente normal, no tienen de otra; que sólo la gente extraordinaria es la que inventa o descubre nuevas cosas, y que ellos mejor deberían apechugar y vivir su vida tranquilamente. Pero de alguna manera Haruhi saca de ahí la idea de formar su propio club, y de inmediato recluta (forzosamente) a Kyon para que la ayude.

Haruhi forzando a Kyon

Haruhi forzando a Kyon

Dado que ya es avanzado el año escolar, el único salón que consiguen para el club es el del club literario, que por suerte (o tal vez no) sólo tiene un miembro; la generalmente callada y siempre seria Yuki Nagato, estudiante de primer año:

Yuki Nagato

Yuki Nagato

Yuki no tiene problemas con que usen el salón para el club de Haruhi siempre y cuando le permitan seguir leyendo… o eso dice al inicio. Poco después de eso Haruhi recluta (forzosamente) a la bellísima Mikuru Asahina, estudiante de segundo año:

Haruhi arrastrando a Mikuru

Haruhi arrastrando a Mikuru

Cuando Kyon le pregunta a Haruhi que por qué recluta a Mikuru, la respuesta de la muchacha es sencillísima; Mikuru es lindísima, está chiquitita, y tiene unas chichotas. Y acto seguido comienza a jugar con los senos de Mikuru, mostrando su punto.

Haruhi manoseando a Mikuru

Haruhi manoseando a Mikuru

Con una chava tan atractiva en el club, razona Haruhi, seguro atraerán a más integrantes. Y sí hacen mucho énfasis toda la serie (especialmente Kyon, que no parece poder dejar de verla) que Mikuru es un forrazo.

A partir de ese momento Kyon seguirá a regañadientes a Haruhi, mientras ella hace cosas como extorsionarle al presidente del club de cómputo una computadora, vestir a Mikuru y ella misma como conejitas para repartir volantes, y hacer que Kyon cree una página web para el club, que termina cambiando su denominación a “brigada”, ya que no puede ser club porque nadie tiene idea de qué quiere hacer Haruhi con él. La brigada se llama la “Brigada SOS”, que en japonés es Sekai wo Oini moriagerutame no Suzumiya Haruhi no dan”, y que la Wikipedia dice se traduce a Spreading excitement all Over the world with the Haruhi Suzumiya Brigade”.

Hasta este momento la serie es una comedia adolescente con tintes románticos, con la única particuliaridad de que Haruhi de verdad es un personaje encantador, que Kyon es un narrador muy cagado, y que es muy divertida. Pero fuera de eso todo es perfectamente normal.

Pero entonces Yuki le da un libro a Kyon, dentro del cual él ve una nota que le dice que la busque en cierta dirección en la noche. Kyon corre al encuentro extrañado, porque ciertamente Yuki no da muestras de ser romántica, y no puede imaginarse para qué lo querría ver fuera de la escuela.

Y es entonces cuando de verdad se pone interesante la serie.

Yuki le informa, en su forma de hablar parca y monótona, que no es humana; es un ser humano artifical creado por la Entidad de Datos Integrados para poder observar eventos en la Tierra e interactuar con la forma de vida inteligente dominante del planeta. También es, por lo mismo, una forma de vida extraterreste.

A Kyon no le extraña tanto el hecho de que Yuki diga esto, en primer lugar porque básicamente no le cree, y en segundo lugar porque no entiende la mitad de las cosas que Yuki le dice; pero le pregunta que qué carajo está observando en la Tierra.

La respuesta no le extraña a Kyon: la Entidad de Datos Integrados detectó tres años atrás una explosión de datos en Japón, y la fuente es Haruhi Suzumiya. Yuki está ahí para observarla y reportar lo que vea. También le informa que todo había estado relativamente estable durante esos tres años, pero que una nueva variable al parecer había comenzado a desequilibrar las cosas. La nueva variable al parecer es Kyon.

Kyon se va de ahí sin creerle mucho a Yuki, pero extrañamente (o tal vez no) tampoco descartando del todo que hubiera sido verdad.

Después de eso el último miembro se integra a la brigada SOS; Itsuki Koizumi, cuya principal característica es que parece ser insoportablemente amable y educado:

Itsuki Koizumi

Itsuki Koizumi

Ese fin de semana Haruhi decreta que irán a buscar misterios por la ciudad, y al dividirse en dos equipos Kyon termina (para su alegría) haciendo pareja con Mikuru, quien de forma muy penosa e insegura (porque así es ella), le explica que en realidad es una viajera del futuro que viene a investigar porqué ocurrió un terremoto temporal (timequake) hace tres años, y que los que la envían suponen que de hecho la responsable es Haruhi. También trata de averiguar porqué no pueden ya viajar más atrás en el tiempo que tres años antes de los eventos que transcurren durante la serie.

Kyon comienza a preocuparse de que Mikuru y Yuki estén diciendo la verdad, porque no parecen el tipo de muchachas que harían bromas, y al siguiente día de escuela confronta a Itsuki para saber si él también tiene algo que decirle. Por supuesto, resulta que sí; Itsuki es un psíquico (esper es la traducción que utilizan en inglés, pero por los poderes que Itsuki muestra a mí me parece más bien telequinesis), y descubrió que lo era (¡sorpresa!) tres años atrás, además de que pertenece a una “Agencia” con otros como él.

Itsuki es el que tal vez mejor le explica la situación a Kyon; mientras que Yuki le dijo que Haruhi puede “manipular los datos a su alrededor”, y Mikuru le dijo que Haruhi era capaz de causar “terremotos temporales”, Itsuki lo explica de forma mucho más sencilla: Haruhi puede alterar la realidad. Tal vez incluso al grado de destruirla y crear una completamente nueva. Itsuki incluso deja entrever que en su Agencia hay quienes creen que Haruhi es Dios (en este contexto en mayúsculas por supuesto), dado que tal vez es la creadora de la realidad actual.

Cuando Kyon le pregunta (como le preguntó a Yuki y Mikuru) porqué no le decían lo que sabían a Haruhi, Itsuki le explica que hay varios en su Agencia que han sugerido eso (eso, o hacer algo; lo que sea), en lugar de sólo ver y analizar la situación. Pero al parecer la mayoría prefiere mantener el status quo (y aparentemente lo mismo piensan la gente del futuro del que viene Mikuru, y la Entidad de Datos Integrados que creó a Yuki), porque en el fondo están aterrados de que Haruhi deshaga esta realidad para crear otra.

Los tres miembros de estas facciones, que irónicamente (o tal vez no) son justo lo que busca Haruhi (extraterrestres, viajeros en el tiempo, y psíquicos), entonces están ahí para tratar de mantener a Haruhi contenta, y (todavía más importante) sin que se aburra. Porque si se aburre puede llegar a destruir la realidad para crear otra que la entretenga más.

Y todo esto sin que Haruhi Suzumiya esté realmente consciente de su poder.

Y, además, Kyon es fundamental para mantener a Haruhi tranquila, porque le han dejado ver (de forma velada y sutil), que Haruhi lo eligió probablemente porque está enamorada de él. Y él de ella también, pero como se ven las cosas va a costar mucho que alguno de los dos lo admita. De hecho la vez más cercana (en el animé) que estuvieron a que Haruhi desmadrara la realidad, fue detonada por un arranque de celos que le causó el ver a Kyon siendo demasiado amable con Mikuru.

Así que la serie termina siendo un drama/comedia adolescente (más de lo segundo que de lo primero, por suerte), con situaciones normales para estudiantes preparatorianos, combinada con algo de situaciones extraordinarias, que le causan una angustia increíble a Kyon (cuando no ponen en peligro su vida, la de los miembros de la brigada SOS, o el mismo universo), y de las cuales Haruhi ni cuenta se da.

Pero lo realmente importante son los personajes; a mí en particular me encanta Yuki, porque aunque comienza siendo poco más que una computadora dentro de un cuerpo humano, poco a poco va desarrollando una personalidad, gustos, e incluso algo parecido a sentido del humor; además de que ella y Kyon terminan siendo (no hay mejor forma de explicarlo) amigos. Y buenos amigos, hasta ello.

Y el romance entre Haruhi y Kyon es muy, muy bonito; y terriblemente complicado porque aunque a Kyon sin duda alguna le gusta Haruhi físicamente y le gusta estar con ella, lo cierto es que es una muchacha muy difícil a veces: mandona, empecinada, caprichuda y ligeramente autista a las opiniones de los demás. Además de que tener al lado a Mikuru ciertamente lo confunde; leí que en las novelas se llega incluso a insinuar si no la habrán enviado del futuro como sabotaje, sabiendo que Mikuru (sin que lo sepa o desee) es un potencial obstáculo entre Haruhi y Kyon. Y la misma Haruhi no ayuda, vistiéndola de forma sexy todo el tiempo.

Haruhi y Kyon

Haruhi y Kyon

Encima de todo ello, la serie tiene un sentido del humor fabuloso, y muy inteligente; es de los pocos animés cómicos que veo donde no recurren hasta el cansancio a las bromas visuales típicas del género (la gota enorme para mostrar vergüenza o pena ajena, la vena caricaturezca saltando para mostrar enojo, mazos que aparecen de la nada, o narices sangrando cuando alguien ve a una chava en ropa interior). Y, repito, la narración de Kyon en todo momento es excelente.

En los aspectos técnicos, la serie también es muy buena; tiene una animación preciosa y consistente todo el tiempo, los efectos especiales son muy chidos (y muy cagados, cuando aparecen), y la actuación de las voces en japonés es fabulosa. Repito; especialmente la narración de Kyon.

La Melancolía de Haruhi Suzumiya, que saca su título de que justamente los demás miembros de la brigada SOS quieren evitar que Haruhi se ponga melancólica y entonces destruya el universo, tiene 14 episodios. Seis de ellos son justamente la primera novela ligera, que se llama igual: La Melancolía de Haruhi Suzumiya. Otros siete son sacados de varios capítulos de novelas subsecuentes, y el decimocuarto (y final, cronológicamente) es uno que el autor de las novelas escribió específicamente para la serie de televisión.

Como mencioné arriba, la serie ha tenido un escandaloso éxito en Japón, y una segunda temporada está en producción. Yo espero que hagan varias más, porque al parecer todo lo relacionado con Haruhi Suzumiya ha sido todo un fenómeno comercial, y porque ya van nueve novelitas publicadas, con una más en producción. Y porque de verdad quiero ver más de estos personajes, que son encantadores y divertidos.

No sé si vaya a llegar a México la serie; lo único que me preocuparía es que los últimos doblajes que he oído de animé (y de televisión en general) han sido lamentables. Pero independientemente de eso, consigan la serie y véanla.

Les aseguro que no se van a arrepentir.

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