“O sea, por pendejo…”

Vino Carlos a tratar de imprimir unas madres para una convocatoria de la UAM a la que quiere entrar. Creo que eso ya no lo logró, pero sí me platicó que la Virginie (la francesa que se trajo de Inglaterra) lo había dejado.

Comiendo unos tacos de suadero (yo, él le saca), el siguiente diálogo salió:

Yo: ¿Y cómo pasó, hizo sus maletas y se fue? ¿O hizo que tú se las cargaras?
Carlos: No sólo las cargué, sino que fui a llevárselas a su nuevo depa.
Yo: No ma…
Carlos: Y dos días después pasé a recoger su ropa de la tintorería y fui a llevársela.
Yo: ¿Y por qué hiciste eso?
Carlos: Pues por la misma razón que no le peleé ni el carro, ni la tele, ni el DVD ni nada a Mariana cuando nos divorciamos…
Yo: O sea, por pendejo…

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Fondue en casa de Omar y Paola… de nuevo

Y por fin repetimos el fondue en casa de Omar y Paola. En cierta forma también fue para que conocieran a Ana Laura; aunque ya nos había acompañado un par de veces al cine, no habíamos realmente convivido, así que aprovechamos y repetimos de una vez el fondue de la otra vez.

Originalmente organizamos todo para las 3:00; yo fui el que sugirió la hora. Mi razonamiento fue: decimos que a las 3:00, llegamos a las 4:00, comemos a las 5:00. Pero me reclamaron que era muy temprano y lo movimos a las 4:00.

Ana Laura y yo llegamos a las 5:00. Y fuimos los primeros; excepto José Luis, que llegó antes con banquitos.

Estuvo muy padre.

Fondue en casa de Omar y Paola

Fondue en casa de Omar y Paola

Estuvo muy padre; hay que ir buscando pretexto para otra pronto.

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Fiesta en casa del Bits

El jueves Mr. Faison me contactó en el messenger; que había fiesta en casa del Bits el viernes en la noche y que si le caía. Pedí un mapa e instrucciones para llegar, y fui. La fiesta era en Cuajimalpa; cerca de la oficina de Simitel, que ya no está en el mismo lugar que cuando yo estaba, pero sí muy cerca.

Para un sureño/oriental de la Ciudad, como lo soy yo, Cuajimalpa es un poco como La Dimensión Desconocida. Por supuesto me perdí, pero por fin llegué.

Me la pasé muy chido, platicando con la gente de la oficina. Me enteré que ahí siguen Eric y el Serge Kruppa, y por supuesto el Marcus. Estuvimos rolando la mota (creo que ya son los únicos cuates con los que todavía fumo mota… debo llamarle al Javier), y recordando los buenos tiempos, mientras además me ponían al corriente de las nuevas aventuras en la oficina.

Parece que ya no es lo de antes; ya no le hacen gang bang al Mr. Faison todos los días, y ya no hay torneos masivos de Warcraft III. Además la oficina ha crecido, y parece que este año ya casi consiguen ganar dinero.

Muy chido; espero que me inviten a otra cosa pronto. Parece ser que el Malecho va a tener un toquín; yo creo que sí voy.

Actualización (12/Marzo/2006): Me hicieron notar (y tengo que estar de acuerdo), que podría entenderse como que en Simitel trabajan un montón de drogadictos que hacen fiestas donde los sicotrópicos de alta y baja intensidad se intercambian como pañuelos desechables.

No es así, por supuesto; la fiesta era del Bits por su cumpleaños, y ocurrió que alguna gente de Simitel estaba presente. En particular, Serge no fumó mota (lo cual no es de extrañar, ya que ni siquiera come tacos), Marcus ni siquiera estaba, y Eric sólo estuvo fumando Delicados hasta tener los dedos amarillos… que lleva haciéndolo desde que tiene doce años, creo. La fiesta no la organizó ni pagó Simitel, y sólo fue una reunión de particulares (muchos de ellos sin ninguna relación con Simitel).

Espero que nadie se hicera de una mala idea acerca de Simitel como empresa por esta entrada; es posiblemente el lugar donde más profesionales fueron mis compañeros de oficina, y sin duda la mejor empresa para trabajar (al menos en mis gustos).

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La Piñata

Ayer (y parte de la madrugada de hoy) fue la tradicional posada en casa de Enrique.

Todos los años Enrique y su familia hacen la posada, y todos los años Enrique me invita. Aunque conozco a Enrique desde hace casi 10 años, no he ido a todas las posadas que ha organizado. He ido sólo como a 4 ó 5, pero en general siempre me la he pasado bien.

Ayer estuvo divertido; básicamente estuve pasando el rato con Omar y Paola, hasta que llegó la hora del Orapronobis (whatever that fuckin’ means). La mamá de Enrique todos los años hace que nos salgamos al frío de la noche con nuestras velitas, caminemos diez metros en una dirección, diez metros en la contraria, y pidamos posada. Se da el tradicional intercambio de Oh-oh-os pido posa-ah-ah-da… (aunque casi todos sólo gritamos oh-oh-os y a-ah-ah-da), y entramos como perros gringos.

Es tranquilizante el saber que hay cosas que no cambian en el mundo.

Después de pedir posada, vienen las piñatas. Creo (no estoy seguro) que la idea es que haya una piñata para chavos, una piñata para chavas, y una piñata mixta (supongo que los indecisos van ahí también). El punto es que la primera piñata sólo pasaron hombres, la segunda sólo mujeres, y en la tercera varios.

La primera piñata era de barro, y pasaron varios hombres con distintos grados de habilidad (o falta de) para menear un palote a ciegas. Y de repente Enrique y Sergio me gritaron que me tocaba. No soy muy dado a disfrutar el ridículo, así que en general no me gusta ir a pegarle a la piñata, pero me dije “bueno…” y fui, encargándole mis lentes a Paola. Me vendaron los ojos me dieron un caballito de tequila, y me pusieron un palote en las manos.

La cosa es, el papá de Enrique estaba (como siempre) a cargo del cable que sube o baja la piñata, y el papá de Enrique siempre hace lo mismo: sube mucho la piñata si el stick-bearer parece que está a punto de darle, y la acerca mucho si ocurre lo contrario. Y como que siempre le menea al cable del que cuelga la piñata al mismo ritmo.

Así que me quedé quieto, brinqué, le pegué al aire, me quedé quieto de nuevo, brinqué, rocé la piñata, me quedé quieto de nuevo, brinqué, y rompí la piñata. Cuando sentí a las masas avalanzándose sobre el contenido de la piñata, sólo me quité la venda y me alejé del sitio, como mataor después de dar la estocada fatal al pobre toro.

Hacía años que no rompía una piñata.

Después fue la piñata de las chavas, que era de cartón, y por tanto no quería romperse. Al final una chava estuvo dándole (ya sin venda) de madrazos a la piñata, y ésta sólo se iba deformando más y más; Enrique y Sergio terminaron deshaciéndola con sus manos al final. Paola fue de las chavas que pasó a pegarle, pero toda esperanza de que ella fuera la buena se perdieron cuando Omar y yo le gritamos “¡izquierda!” y Paola se quedó quieta un segundo meditando cuál era la derecha y cuál era la izquierda.

La tercera piñata era de barro, y Omar fue uno de los que intentaron darle. Pero con Omar sí me espanté; de repente (y sin alguna razón aparente) giraba 180°, y empezaba a menear el palo por todos lados. Espantó a varias personas; y sí estuvo a punto de darle a varias de ellas. Yo me la pasé gritándole “¡detente!, ¡detente!”. Omar dejó de intentarlo cuando Enrique le gritó “¡dos pasos a la izquierda, tres para atrás, y pégale!”. Al final Sergio la rompió sin venda, porque ya todos nos estábamos hartando.

Después de eso vino el baile y la comida (Omar, Paola y yo básicamente comimos; muy rico por cierto), y ya después fui a dejarlos a su casa.

Me divertí mucho; rompí una piñata, y saqué de otra un regalito que espero hacer uso de él pronto.

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Fondue en casa de Omar y Paola

Y nos dimos cuenta (un mes después) de que no les habíamos regalado nada a Omar y Paola por haberse casado. Que no es que pensemos que se merecen un premio; es sólo la costumbre socialmente establecida.

Así que Enrique tuvo la buena idea de darles una cazuela para hacer fondue. Y ya sé que debe tener un nombre más específico; pero básicamente es una cazuela (de acero inoxidable) y ahí se echa queso y se funde y se come y la gente le dice fondue. Para el ojo poco experimentado pueden parecer quesadillas.

Sin tortillas. Y con vino.

Enrique tiene a bien llamarle al paquete completo (cazuela, queso, pan y vino) un paquetecases. Dice él (y no tengo razones para dudarlo), que uno llega a la casa de la víctima chava, con la cazuela bajo el brazo y la botella de vino y el baguette en las manos (el queso va dentro de la cazuela, para fácil transportación), y después de una cena romántica a la luz de las velas (o al menos de la flama de la cazuela para fondues), la chava accede a casarse, o a compartir el lecho al menos.

No me pregunten por el tipo de chavas que Enrique se liga. No lo sé, y no quiero saberlo.

La bronca con Omar y Paola es que ya se casaron, así que le pusimos un paquetembaraces y dijimos todos (i.e., Juan, Enrique y yo) “sí, démosles eso”.

Un mes después, de hecho lo hicimos.

Ya avisados los palomos de que íbamos a ir a comer a su casa (no les preguntamos si estaban de acuerdo), quedamos de caer ahí a las cuatro de la tarde. Le dije a Enrique: “Enrique, pasas por mí a las dos y media, para ir a comprar el queso Oaxaca y el tepache. A las dos y media.”

“Sí”, dijo él.

A las 3:20 le hablé a Enrique. Me contestó que ya iba, que de hecho le había salido todo lo que tenía que hacer con tiempo, pero que (oh, destino cruel), se había quedado dormido en el baño de vapor del club.

Pasó por mí y después de casi chocar con un micro, llegamos a Cotsco conde compramos no queso Oaxaca y tepache, pero sí baguettes, queso especial para cazuela de fondue, y vino tinto. Y después tardamos diez minutos en la caja porque (oh, destino cruel), por alguna razón el cajero tenía que hacer corte de caja en ese momento.

Mientras esperábamos, Enrique me dijo “Háblale a Omar”. Para qué, pregunté. “Para que nos diga cómo irnos”. No va a saber, contesté, él no usa carro. “Pero vive ahí; seguro sabrá las condiciones del tráfico”. Enrique mencionó el Metrobús, como si su existencia garantizara el que Omar supiera las condiciones del tráfico.

Le hablé a Omar. “Bueno” dijo él. “Fue culpa de Enrique” dije yo. Después de explicarle porqué era culpa de Enrique, le pregunté de las condiciones del tráfico y de La Ruta Más Corta (MR) para llegar a su casa. Omar me contestó que no tenía idea, que él no usaba carro. Le preguntó a Paola, que tampoco usa carro, y tampoco sabía. Colgamos ambos sin ninguna satisfacción por la llamada.

Enrique y yo pasamos de ahí a la Comercial, donde compramos otro baguette y dos botellas de Asti Martini. No soy de vino (o alcohol en general), así que quería llevar al menos uno que yo sí me gusta. En la caja (si lo pueden creer) perdimos otros diez minutos porque la cajera (oh, destino cruel) tuvo que verificar un precio de una falda. Y Enrique de necio que no quiso dejarla.

Después de pagar y de bajar (y subir de nuevo a que nos sellaran el boleto del estacionamiento), por fin emprendimos la marcha a casa de Omar y Paola. Cagadamente, hicimos menos de media hora; las condiciones del tráfico y el destino cruel por fin nos dejaron en paz.

Llegamos a casa de Omar y Paola, y después de confirmar que Juan no había llegado, nos pusimos a preparar todo. Enrique, Paola y Omar picaron pan:

Omar, Paola y Enrique

Omar, Paola y Enrique

Prepararon la cazuela del fondue:

La cazuela del fondue

La cazuela del fondue

Pusieron la mesa:

La mesa

La mesa

Y yo tomé fotos. Excepto esta, que la tomó el tripié:

Paola, Omar, Enrique, Juanjo y yo

Paola, Omar, Enrique, Juanjo y yo

Fue una velada muy divertida. El fondue quedó delicioso (especialmente con las carnes frías de Enrique), y las cuatro botellas de vino que llevábamos desaparecieron como por arte de magia. Además de que todo el tiempo estuvimos riéndonos y teniendo una charla más que agradable.

Por cierto: las carnes frías de Enrique era un paquete que se le ocurrió comprar en el Cotsco. No vaya a darse un malentendido como el del Enrique Porno CD. Que no voy a explicar ahorita.

Cuando la comida acabó, que nos dimos cuenta porque Enrique le estaba rascando el queso a la cazuela con una cuchara

Enrique rascando el queso

Enrique rascando el queso

decidimos que el asunto había tocado fondo y partimos. Pero de verdad fue una velada muy divertida. Espero que la podamos repetir pronto, y sin que alguien se tenga que casar para ello.

Sobre todo porque los corchos de los Asti Martini fueron a pegarle a Omar, que decidió conservarlos para amenazar a Paola de que lo trate bien.

Todos

Todos
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La boda de Omar y Paola

El miércoles 26 de octubre, Omar mandó un sucinto correo con el siguiente mensaje:

Hola a todos.

Me caso el viernes a la 1:20 en el Juzgado del Registro Civil No. 15 que está en el centro, sobre Donceles a media cuadra de Bolivar.

Pueden ir o no, como gusten.

Al día siguiente es el festejo y a eso sí insisto que vayan (tampoco me enojo si no, pero que conste que insistí).

La sorpresa no fue tan grande, porque el chisme ya me había llegado; el jueves anterior Omar había dado la noticia en la comida de los jueves (a la que yo no fui por joderme la pata). Una vez que se dice algo interesante en las antes mencionadas comidas, y yo tengo a bien perdérmelo.

El jueves en sí tampoco fue tan soprendente; en la comida, Omar, Juan y Enrique estuvieron viendo si podían transferirse cosas de la Palm y Pocket PCs con Bluetooth, y los problemas en la transmisión fueron el tema de conversación prevaleciente, no la boda. Para mí (que me llegó la noticia en la noche, por messenger), tampoco fue tanta sopresa, porque Omar ya nos había dicho por marzo que se iba a casar a fin de año. Claro que uno en general supone que fin de año suele ser como el 28 de diciembre, digamos; pero ciertamente en una definición más o menos flexible, finales de octubre puede caber dentro del fin de año.

Y al fin y al cabo lo que ocurre es que Omar y Paola vienen viviendo juntos desde hace ya más de un año, y que, conociéndolos, el que se casen no hace ninguna diferencia en nada. Excepto cosas estrictamente logísticas, como pagar menos impuestos, poder asegurar al otro en las chambas que ofrecen seguro al cónyuge, y que si Omar hace solicitudes a universidades para el año que viene y pide la beca, y se la dan, Paola puede ir (con 25% de la beca para Omar) como esposa. También tiene que ver con que es la única forma legal para preservar la especie, pero eso no lo supimos hasta la boda.

Como sea, el punto es que no creo que su vale por un matrimonio, también conocido como certificado de matrimonio, cambie en nada las relaciones entre Omar y Paola, entre nosotros y Omar, entre nosotros y Paola; y ciertamente tampoco entre nosotros con nosotros.

(Con “nosotros”; me refiero a U-{Omar,Paola}, donde U={x|x es un ser humano pensante}u{x|x es un ser humano que no piensa o lo hace mal}).

(Ya sé que se podría definir U de un sólo jalón; pero para mí siempre ha sido importante hacer notar que son dos conjuntos ajenos).

Para resumir lo que he tratado de explicar en todo este choro, es que básicamente a Omar y a Paola no les importa el estar casados o no. O no mucho. Creo. Su relación es independiente de ello; lo cual se me hace muy sano, por cierto.

O, aún en menos palabras, la boda fue un trámite. Lo que no impide que lo hayamos usado de pretexto para celebrar.

Omar y Paola

Omar y Paola

La boda fue (como se desprende del correo de Omar) en el Juzgado No. 15, y todos tuvimos bien a llegar a tiempo… excepto Enrique, pero eso es normal en él. Después de un periodo de espera no muy largo, donde básicamente esperaban Omar y Paola a la mamá de ella, pasamos con la jueza a que los casara.

Omar, Paola y la Jueza

Omar, Paola y la Jueza

La ceremonia en sí fue corta y al punto. Básicamente le preguntaro a cada uno si quería o no casarse, y nos preguntó a los demás si conocíamos de alguna razón por la cual el matrimonio no pudiera realizarse. Lo cual daba material para un montón de bromas muy buenas, pero que tuve la decencia de guardarme.

Después, hubo un montó de firmas y huellas digitales.

Firmando

Firmando

Huellas digitales

Huellas digitales

Y ya, Omar y Paola fueron seres sociales poseedores ahora del único medio legal de preservar la especie. Si voy y les digo lo ilegales que son para preservar la especie en el pueblo de mi papá, más de uno levantaría las cejas.

Los recién casados

Los recién casados

Cada vez que estoy en un examen profesional, al terminar quiero gritar “¡México, Pumas, Universidad!”, y seguir con la goya. Ocurre lo mismo en las bodas, parece ser.

Todos los invitados

Todos los invitados

Después pasamos a comer en el Bar la Ópera, recinto histórico del Centro Ídem de la Ciudad, y famoso principalmente porque Pancho Villa disparó un balazo ahí y el gújero está preservado hasta el día de hoy.

El hoyo de la bala de Villa

El hoyo de la bala de Villa

Al otro día (A.K.A., hoy), fue la celebración propiamente dicha, en el Casino Español (en el del primer piso, no el de la planta baja). Lo cual fue ligeramente anticlimático, ya que la boda ya había sido y ya habíamos ido a comer. Aunque claro, ahí sí fue gente que no pudo ir en viernes al medio día.

Y le pude tomar unas fotos al famoso Casino, que tiene mucho mármol y más candelabros.

Casino Español

Casino Español

Hay que repetir el punto, porque mucha gente no lo entiende. Así que lo voy a poner en negritas, con letra grande, y color rojo:

La boda no importa.

Yo no quiero más a Paola por haberse casado con Omar; ya la quería bastante antes del hecho. Omar y Paola seguirán viviendo sus vidas como lo han hecho hasta ahora, y casi todo seguirá siendo igual entre el íntimo grupo que formamos Enrique, Juanjo, Omar y yo. Las comidas de los jueves siguen igual que antes, y torceduras de tobillo aparte, no pienso perderme ninguna.

Pero nada de eso evita que yo sea un Drama Queen y que me alegre infinitamente porque Omar y Paola ahora tienen el único medio legal para preservar a la especie. Y aunque ya dije que la boda no cambia nada del mucho cariño que siento por Paola, y que desde el primer momento en que comenzó a formar parte de la vida de Omar (que fue mucho antes de casarse e incluso de que comenzaran a vivir juntos), yo ergo la consideré parte de mi vida, sí quiero aprovechar para decir algo que es completamente innecesario además de altamente ridículo. Pero es que si no lo hiciera así, no sería yo.

Bienvenida a la familia, Paola.

Geeks + Paola

Geeks + Paola
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El asalto más estúpido de la historia

De hecho, debería llamarse el intento de salto más estúpido de la historia.

El sábado, Omar, Juan y yo nos vimos en Bellas Artes. La idea era ir a la Plaza de la Computación y después a Plaza Meave, y gastarnos mucho mucho dinero en ambos lugares. Juan y yo acabamos de ser becados, y Omar quería ser partícipe de la alegría que da comprarse gadgets y/o accesorios para gadgets. Enrique estaba invitado; y de hecho a mí me interesaba que fuera, porque quería asesoría respecto a la estéreo que quería comprar… pero tuvo a bien perder el celular y cuando se comunicó con nosotros apenas se estaba levantando y nosotros nos moríamos de hambe. Así que Enrique se perdió la aventura.

Fuimos a comer comida china en la Cerrada de 5 de Mayo, y después nos encaminamos a la Plaza de la Computación. Íbamos recién comidos y de buen humor, y caminábamos por las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México como lo que somos; jóvenes adultos acostumbrados a caminar por las calles de la Ciudad de México, sean del Centro Histórico o no. Eran las 4 de la tarde, hacía sol, y había un montón de gente caminando con nosotros; lo cual es perfectamente común un sábado a las 4 de la tarde en el Centro Histórico.

Llegamos al reloj turco de Bolívar y Carranza, y nos metimos en Carranza encaminándonos al Eje Central. Carranza estaba algo más vacía que Bolívar y el Eje Central Lázaro Cárdenas; pero aún así había gente. Era un buen día y nosotros estábamos forrados de dinero y dispuestos a gastárnoslo en juguetes para adultos. Lo que voy a contar a continuación es como yo lo recuerdo; puedo recordar algo mal, mover de orden los eventos y en general (como es el caso casi siempre conmigo) exagerar un poco: pero básicamente así estuvo el asunto.

Un tipo no muy alto (me llegaba al hombro) y gordo se acercó a nosotros y nos preguntó por la calle de Bolívar. En retrospectiva yo que veníamos de Bolívar, pero en ese momento no lo sabía… ninguno de los tres, de hecho, porque tratando de dar explicaciones nos pusimos a hablar al mismo tiempo sin poder ponernos de acuerdo en qué calle creíamos que estaba Bolívar. Entonces el monito comienza a saludarnos de mano y dice algo respecto a que habían madreado a su hermano… o algo así. Yo no escuché bien, y creo que Omar y Juan tampoco, porque los tres nos acercamos al tipo, preguntando “¿cómo?”, y entonces el tipo (sosteniendo la mano de Omar) nos dice “no se vayan a espantar…”

Llevo viviendo 28 años en esta ciudad. Me han asaltado como siete veces en mi vida; a mano armada, en bola, en callejones, fuera de mi secundaria, ustedes nómbrenlo. Sé moverme en esta ciudad, y lo más importante: jamás me ha dado miedo moverme en esta ciudad. Todo esto no es porque sea muy valiente o muy pendejo; es sencillamente que sigo ciertas reglas de sentido común. Una de estas reglas es: si hay un arma a la vista cierra el hocico y quédate quieto. Si no hay un arma a la vista, aléjate.

Así que di un paso atrás al mismo tiempo que alejaba a Juan del tipo (Omar estaba del otro lado de Juan, con su mano sujeta por el tipo), y me puse en alerta: piernas separadas, mirando al tipo (sus manos principalmente) y los brazos separados del cuerpo. Les recuerdo que le sacaba 20 centímetros al tipo, y que llevo algún tiempo haciendo pesas; es muy probable que el tipo creyera que me estaba poniendo al brinco. No era el caso; tenía miedo, más no pánico, y estaba actuando de reflejo (hasta ese momento no han pasado más de un par de segundos desde que el tipo dijo que no nos espantáramos: no es mucho tiempo para pensar).

El tipo inmediatamente se puso nervioso, y preguntó que porqué me ponía así, que no me estaba asaltando, que qué me pasaba. Ta bien, decía yo subiendo las manos. Quiero hacer notar que no subía las manos en actitud de que alguien me gritara “¡arriba las manos!”; subía las manos en actitud de “Canek suele mover las manos cuando habla”. Para esto, el tipo no había soltado la mano de Omar, y éste preguntó (muy educadamente, como suele ser Omar), “me podrías soltar la mano por favor”. El tipo lo soltó.

El gordito siguió regañándome por reaccionar como reaccioné, que de donde él venía (entendí por su perorata) por menos que eso mataban. Bueno; de donde yo vengo, la gente habla menos y actúa más: pero no le dije nada. Me preguntó si quería que llamara al que golpeaba; le dije que no, pero me dio risa el pensar en el gordito corriendo a buscar al que golpeaba, mientras nosotros esperábamos sin movernos para que nos golpearan.

En ese momento seguía yo con miedo, pero ya estaba mucho más tranquilo. A menos que llegara un carro con gente armada, no nos podía pasar nada; era medio día, estaba lleno de gente, y estábamos a 200 metros del Eje Central y de los policías. En ese momento llegó otro tipo, igual de zotaco, y mucho más flaco, que también procedió a regañarme por reaccionar así. Yo seguí diciendo “ta bien”, moviendo las manos, y los tipos seguían diciéndome que bajara las manos. A lo cual yo volvía a decir “ta bien” moviendo las manos, y ellos volvían a decirme que las bajara, que me calmara. Lo cual es muy cagado, porque realmente Juan, Omar y yo estábamos muy calmados. De hecho, creo que los tipos estaban más nerviosos.

El segundo tipo nos comenzó a encaminar al Eje; ninguno de los tres puso resistencia porque ahí estaba la muchedumbre, y por lo tanto la seguridad. Mientras nos encaminaba, además de seguir regañándome, nos explicó que su jefe los había enviado porque unos chavos de Tepito habían madreado a alguien (o algo así), y les habían dicho que eran barbones como nosotros. Fue algo más larga su explicación, pero básicamente era eso; que nos habían confundido. Y luego volvió a regañarme todavía más por mi actitud, y básicamente a averiguar si teníamos o no dinero. Le dijimos que éramos de la UNAM, y eso bastó para convencerlo de que no teníamos dinero. Pero siguió regañándome, que por mi actitud podía darle en la madre a mis amigos, o a mi familia, etc. etc. Muy poco coherente. La idea era básicamente que si ellos querían me madreaban a mí y a mis amigos, y que con mi actitud pude conseguir eso. Recuerdo tres cosas muy claras:

  • Que mi físico no me iba a servir de nada si me querían madrear… lo cual me hizo notar todavía más lo zotacos que estaban.
  • Que me paraba en la calle con una liga en el pelo… lo cual aparentemente es signo de opulencia en estos días.
  • Que me preguntó si era hijo de Presidente. Tal cual. Dije que no.

En algún momento el gordito regresó (había desaparecido poco después de que el flaco nos empezó a encaminar), y dijo algo así como que el jefe decía que todo estaba tranquilo o algo por el estilo. El flaco nos dejó cerca del Eje, pidiéndonos una disculpa si nos habían asustado, y que si nos agarraban que dijéramos que ya nos habían interrogado (o algo así); yo pedí una disculpa por mi actitud (dado que me regañaron tanto parecía la mínima cortesía), y por fin seguimos solos hacia el Eje.

Cinco segundos después, después de procesar mentalmente todo el asunto, lo primero que le dije a Omar fue: “hubiera preferido que nos robaran.”

A la conclusión que llegué (y conforme más la pienso más me parece la correcta), es que los tipos nos querían espantar o engañar para llevarnos a un sitio más solitario donde nos pudieran robar o estafar. Dudo mucho de la historia de los chavos de Tepito; y dudo aún más de un supuesto Jefe que ni siquiera para darle celulares a sus compinches tenía. Y en retrospectiva, mi actitud (esa que hizo que me estuvieran regañando por diez minutos), fue no sólo la correcta, sino la mejor. Les mostramos que no nos íbamos a espantar, y ciertamente que no nos íbamos a dejar hacer algo fácilmente.

Me molesté también. ¿Con qué derecho me regañaban de cómo me portaba? Como si yo no supiera portarme en esta Ciudad. Creo que por eso estaban tan molestos con mi actitud; fue en gran medida la que impidió que nos pudieran hacer nada. Eso y que Omar, Juan y yo estuvimos todo el tiempo tranquilos. Creo que toda la perorata y el “baja las manos” fue para que no llamáramos la atención de algún policía o de la gente. En retrospectiva, hubiera sido mejor en cuanto el tipo soltó a Omar darnos la media vuelta e irnos, y que nos siguieran si querían.

Me molestó que me confundieran con alguien que no sabe moverse por la ciudad. Me molestó que hace años vengo diciendo que esta Ciudad es segura, y particularmente el Centro, y que después de eso todo el resto de ese día miré a ambos lados de las calles más de lo que acostumbro. Pero lo que más me molestó fue que quisieran verme a mí y a mis cuates la cara de idiotas; jefe mis huevos. Era un par de radonzuelos patéticos, que no sé en qué momento se les ocurrió tratar de asaltar a tres güeyes, que además vestimos bastante mal, y que no nos vemos fáciles de asaltar.

Después fuimos a comprar nuestros gadgets y nos la pasamos bomba. Y nos la pasamos riéndonos del asunto todo el día.

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El cumple de Rafa

Hace ocho días, el sábado pasado, Rafa me invitó a una reunioncilla por su cumpleaños. Fui sin realmente tener muchas ganas; no porque no quisiera ver a mis cuates, sino por mi estado de ánimo en general desde hace varias semanas.

Tan es así que no había blogueado al respecto, ni puesto las fotos en mi álbum, ni nada. De hecho, ni siquiera tomé muchas fotos.

Rafa sonriendo como maniaco

Rafa sonriendo como maniaco

Sin embargo me la pasé muy chido. Rafa, Erick y Yazmín son de las personas que más quiero de la banda, y realmente hacía mucho que no iba con ellos. Pero ciertamente mi estado de ánimo no ayudó mucho.

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La abducción de arce0

Fuimos Enrique y yo en la mañana a la Facultad a darle mantenimiento a arce0; correrle un e2fsck -c -c, cambiarle los ventiladores, la fuente de poder, etc. Al llegar al laboratorio, arce0 no estaba.

(Lo cual explica porque no respondía ni siquiera a pings desde el jueves).

Espero que la encuentre Enrique y que tenga sus particiones intactas; ahí están las calificaciones de Teoría de la Computación.

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Últimas noticias

Fue una semana larga.

El sábado en la noche, fui a casa de Enrique y su madre (que se portó super chida), me dio mis gadgets. Regresé a mi casa a cargarles las baterías básicamente. Todos necesitaban más de dos horas para cargarse.

Mientras la Palm y la cámara se cargaban, llené mi iPod Shuffle. Todo en Linux; lo cual es über cool.

Mi primera foto en la cámara digital fue una (no muy buena) de la fachada de la casa de enfrente:

Casa de mis vecinos

Casa de mis vecinos

Necesito practicar.

El lunes en la noche seguía sin recibir respuesta del Conacyt; así que les escribí de nuevo, preguntando qué ocurría. Me contestó uno de ellos: “Estimado Canek; te pido que tengas un poco de paciencia”. El tono y el contenido de la respuesta me dieron muchos ánimos. Me estaban pidiendo que tuviera paciencia; probablemente mientras revisan mi caso. Espero que sea eso, porque sigo esperando…

En la mañana del martes, después de mi clase, me encontré con Omar y Melisa y me acompañaron a cobrar y después fuimos todos a Perisur a cambiar cheques y hacer operaciones financieras. Eso suena muy sofisticado; pero todas las operaciones eran de menos de quinientos pesos. Omar me dijo que el viernes no podía quedarse hasta tarde viendo Cowboy Bebop; que lo habían apartado ese día.

Fui a ver a Enrique en la noche e hicimos DVDs respaldando la información de Juanjo que teníamos desde que hicimos la reunión para instalar Gentoo. De paso le enseñé mis gadgets, y estuvimos jugando con cosas para la Palm, que como preví es con lo que más me he estado entreteniendo.

Jugando con la Palm

Jugando con la Palm

El jueves mi mamá cumplió años, y le compré el DVD de Wimbledon; pero cuando regresé a casa después de la ayudantía se había ido ya a Oaxtepec, así que no se lo pude dar hasta el sábado.

En la tarde Juan me llamó para pedirme que fuéramos al Aereopuerto a recoger a Fede, su hermano, que llegaba de Portugal. Fui al Aereopuerto, me reuní con Juan y esperamos a Fede, cuyo vuelo se retrasó un poco. Mientras tomé algunas fotos de bellas desconocidas:

Bella desconocida

Bella desconocida

Fede llegó con unos doscientos kilos de libros, que me puso a cargar, y fuimos a mi carro y de ahí al departamento de Fede y Juan. Nos estuvo platicando de cómo estuvo su estancia en Portugal estos seis meses que estuvo allá.

Fede y Juan

Fede y Juan

Juan me dijo que igual y el viernes iba al concierto de Santana en el Zócalo. También me dijo que era por eso que Omar no iba a quedarse a ver Cowboy Bebop, y yo le dije que igual también yo iba.

Al otro día (el viernes) fuimos a comer Omar, Juan, Fede y yo a un Potzolcalli; Fede extrañaba la comida mexicana. Después decidimos que si todos (excepto Fede, que se iba a Guadalajara) íbamos al concierto, podíamos ver unos cuantos episodios de Cowboy Bebop, así que eso hicimos. Estuvieron bastante divertidos.

Fuimos al concierto de Santana, primero pasando por Paola en Bellas Artes. Yo aproveché para tomar algunas fotos, y darme cuenta de que en la noche, y con paisajes, tengo que tener muy buen pulso.

Bellas Artes

Bellas Artes

No me la pasé muy bien al inicio del concierto. No andaba de muy buen humor, y las concentraciones de gente en general no es lo mío. Excepto en manifestaciones, e incluso ahí muchas veces tampoco me gusta estar.

Santana

Santana

Omar y Paola se la pasaron bomba como sea:

Omar y Paola

Omar y Paola

Sin embargo conforme avanzó el concierto me la pasé mejor. Cuando Santana y sus músicos tocaron Smooth, ya de plano comencé a disfrutar el concierto. Justo a tiempo; ya estaba por terminar.

Por cierto que entre los músicos de Santana estaba el Burundi de incógnito; le voy a reclamar que se supone está haciendo su doctorado, que no ande en giras musicales.

Edgar de incógnito

Edgar de incógnito

Terminamos el día yendo a comer hamburguesas en frente de la casa de Omar y Paola. Unas señoras hamburguesas; yo me comí una y media:

Hamburguesa Macro

Hamburguesa Macro

Llegué a mi casa a las 2:00 AM, y me puse a organizar las fotos (ahora sí ya tenía suficientes). F-Spot es la neta. Diría que me va a cambiar la vida, pero como realmente nunca he usado software para manejar colecciones de fotos, no sería cierto. Lo que sí es cierto es que es muy fácil de usar, hace lo que espero y además la interfaz es super inteligente. Me encantó; voy a usarlo para todas mis fotos.

La bronca ahora es qué software uso para manejar mis fotos en línea. Estoy usando Coppermine; pero no estoy seguro de que me guste. Además estoy poniendo las fotos en línea a 640×480, porque no quiero acabarme el disco duro de abulafia, y además porque no tiene sentido tenerlas en línea en mayor resolución. No sé; F-Spot es sencillísimo de usar. Me gustaría que fuera igual con Coppermine, pero sé que no es posible.

El sábado vino mi hermano y me trató de convencer de que fuera a ver Taken a su casa. Pero todavía no termino de calificar, así que le dije que no; pero en lugar de calificar me puse a lavar mi PC. Literalmente lavar; la pasé por la manguera. Al menos el gabinete. También vi un episodio buenísimo de Gilmore Girls, y el último que grabé de Dawson’s Creek (el viernes no lo vi).

Hoy por fin medio puse en orden mis fotos en línea, y ahora sólo espero desayunar para ponerme a calificar.

También cuando me desperté hoy me di cuenta de que estoy muy preocupado. Quería que los del Conacyt me avisaran el jueves o viernes que ya todo estaba arreglado y que fuera a formalizar mi beca. Sé que es posible formalizarla fuera de tiempo, pero aún así me preocupa.

El martes, si no he oído de ellos, les vuelvo a escribir. Espero que todo se resuelva pronto; me comienza a afectar en varias cosas.

En total fue una semana larga; gadgets, paciencia que me pidió el Conacyt, ir al Aereopuerto, ver Cowboy Bebop, Dawson’s Creek y Gilmore Girls, ir al concierto de Santana, organizar mis fotos… y evadir a mi jefe porque no quiero trabajar.

Todo bien, bastante bien… pero sólo me gustaría resolver lo del Conacyt ya.

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La beca

El viernes llegó y como desde las seis de la mañana comencé a monitorear la página del Conacyt. Para las 2:00 nada había pasado, y fui a comer con Juan y Omar.

Al llegar a la Fac, les pedí a Omar y Juan que me dejaran consultar en la máquina del cubículo. Siendo como es la vida, ya estaban ahí los resultados. Y yo no estaba entre los candidatos elegidos.

Omar y Juan se portaron super chidos; fuimos a ver varios episodios de Cowboy Bebop y cuando Omar se fue Juan y yo seguimos viendo Robotech. No dejaron que me deprimiera o solo durante todo el día.

Antes de ir al depa de Juan, fuimos a mi casa y mandé dos correos electrónicos. Uno para Jonathan Buss (mi asesor en Waterloo), y otro a the powers that be en Conacyt. A Jonathan le dije que a) no me daba por vencido, b) pero que tenía que considerar que igual y debía hacer aquí la maestría, y c) que qué posibilidades había de conseguir una posición de Teaching Assistant en Waterloo. A los del Conacyt, que por qué no me habían dado la beca. Quiero las razones académicas y los integrantes del comité académico que decidió no darme la beca. Si no hay razones académicas, entones se va a poner divertido el asunto.

En la noche del viernes (o sea, de madrugada cuando seguir viendo Robotech se volvió vomitivo), me quedé en el depa de Juan, en el cuarto en el que en alguna época vivimos Liliana y yo. Fue lo más cercano que estuve de caer en pánico en todo este tiempo. “Agota todas las posibilidades” me dije. “Sólo agota todas las posibilidades”.

Estoy seguro de que o fue un error, o alguien se está buscando problemas conmigo. No hay posibilidad de que un comité académico decidiera no darme la beca. Sencillamente no es posible: ya me la habían dado antes. Y mi currículum, experiencia, cartas de recomendación y universidad con aceptación aumentaron bastante desde esa vez.

Yo creo que por el hecho de haber recibido la beca antes, pero no haber terminado el trámite, algún tipo de error administrativo ocurrió. O algo por el estilo.

Si no, voy a armar un escándalo. No pueden justificar de ninguna manera que no me den la beca.

El sábado vino Amílcar; por fin regresó de Europa, y fue chido alegrarme de verlo y sentirme bien de que le haya ido bien en su examen. Además es encantador el cabrón, y nos tuvo muertos de la risa contándonos de su viaje.

Me trajo una taza con las inscripciones de la piedra de Rosetta, una cajita musical (manual) que toca La Marsellesa, y un USB key de 256 MB. Lo cual es über cool, aunque no sepa todavía en qué lo voy a usar. Que por cierto hay un bug (o feature) en GNOME 2.10 que no muestra el icono del key hasta que monto otro drive. Ya reporté el bug número 300119, describiendo el problema. A ver si sirve de algo.

USB key en Nautilus

Amílcar además me dijo que, en caso de que las cosas no se resuelvan de manera “pacífica”, podemos meter un amparo, ir a la Comisión de Derechos Humanos, escribir a los periódicos. Aún no quiero hacer nada de eso (espero que no sea necesario), pero fue muy chido que se mostrara tan solidario.

También le hablé a Mónica, y me dijo que se pondrá en contacto con sus contactos. Así que ahí hay otro frente.

Le hablé a la mamá de Enrique; mis cosas ya están aquí, pero se le olvidó traerlas de casa de su hermana. Me dijo que iba a ir por ellas; me dio mucha risa porque se oía bien apenada. Así que al rato le hablo a ver qué onda. Enrique se fue a Manzanillo; por eso no lo vi el viernes, y por eso estoy hablándole a su mamá.

Me impresiona mi reacción. Supongo que hice bien en no suponer en ningún momento que la beca me sería concedida de forma casi tramital. Hay tiempo; tengo hasta Septiembre para llegar a Canadá con una maleta de dinero para pagar mi colegiatura; y hasta ese momento puedo (y debo) seguir intentando por todos los medios el conseguir la beca.

Así que ahora sigue eso. Lo único que me molesta es que quería dejar de preocuparme por el asunto.

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El Aro 2

Fuimos en bola ayer a ver El Aro 2… y no me porté como niña de seis años, para mi enojo. Voy a las películas de terror para sentir miedito… si no, ¿qué chiste?

The Ring 2

The Ring 2

La idea (o al menos así lo había yo pensado), era vernos antes de la película y ya luego ir al cine. Lo que terminó sucediendo es que vi a Enrique un rato y luego a Citlali, y después fuimos al cine. Como sea me la pasé chido; pero sí hizo falta chismear un poquito, sobre todo porque Lula se va el lunes o martes.

Seguí martes y miércoles con lo de la corrida; pero hoy sí me dolían mucho las piernas. Así que decidí descansar hoy y seguir mañana. A ver si puedo correr más; porque como iba cada día corría menos.

He avanzado mucho en Maistro; y está quedando sorprendentemente bien. La modificación dinámica del DOM es chidísima, y evita un montón de idas y vueltas con el servidor, lo que permite que todo sea más rápido. Me he aventado unos trucos bastante buenos manipulando el DOM.

Voy más lento con la calificada de mis alumnos, y casi no he estudiado… pero estoy a punto de terminar con Maistro, y entonces todo el tiempo que le dedique al curso será para el curso solamente, nada de soporte técnico. Entonces sí quiero terminar.

Dos ofertas de chamba me cayeron: ambos me llegan al precio. Una de ellas es con Java, se ve bastante interesante, y creo que aprendería un buen. La desventaja; es en la Torre Mayor de PEMEX. La otra es con Visual Basic haciendo monkey work. Pero es a dos cuadras de mi casa.

Acepté la segunda: se supone es poco tiempo y después me caerán cosas mejores, y no tan lejos.

Enrique me dijo que su hermano va a visitar a una tía suya que vive en Nueva York, y que va a venir dentro de poco. Eso significa que puede traerme mis gadgets. Estoy super emocionado; espero que no haya broncas y se pueda hacer… quiero mis gadgets. Lo único malo es que tendría que posponer el iPod y conformarme mientras con el iPod Shuffle; no me alcanza para todo.

Faltan 11 días para que Conacyt hable. 11 días.

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Español

Buen Dios, eso fue mucho tiempo.

Acabé de traducir el archivo es_ES.po después de mucho más de lo que debió haberme costado. Lamentablemente, parece que ciertas cosas no se tradujeron bien, y a otras no les hace mucho caso WordPress.

Así que no quedó como yo quería, pero al menos ya no tengo que lidiar con ficheros o enlaces. Ni tengo que escribir en inglés, que me estaba retrasando bastante a la hora de escribir.

Fui el viernes a Conacyt con la única idea de chismear. En total, estoy yo ya registrado junto a lo más 50 otros güeyes que pedimos beca, y estaban formados más o menos otros 50 güeyes para meter papeles. No todos esos 50 se los aceptaron: me tocó ver como una chava era cruelmente rechazada. Aunque en honor a la justicia los que recibían los papeles se estaban portando bastante humanos.

Lula está en el país, y el viernes fuimos a comer Juan, Omar, ella y yo. Le platiqué lo de Liliana… y eso será todo lo que diga al respecto.

Vi Robots con Juan; me estaba meando de la risa en la escena de Britney Spears. Lo entenderán al ver la película. Altamente recomendable.

Robots

Robots

Creo que tengo suficiente dinero para mis gadgets; especialmente si canjeo mis vales de la UNAM con mi madre y además me pagan mi resto mis padrotes. En el peor de los casos, puedo dejar para después el iPod y “conformarme” (je) con un iPod Shuffle… con la adicional ventaja de que me obligo a salir a correr en las mañanas. Hey; ¿de qué sirve un iPod Shuffle si no vas a hacer ejercicio con él?

Tengo que estudiar para mi curso; mi desempeño ha dejado mucho qué desear. Tengo que adelantar tareas y proyectos, calificar a tiempo y terminar la página. De hecho ya está arriba, pero todavía no es funcional.

He estado estabilizando mi sistema después de pasarme a GNOME 2.10. Exceptuando algunos problemas menores, todo está jalando. Así que estoy actualizando a la enana en este momento… sin ponerle GNOME, claro.

Viene Semana Santa; que para mí en el sentido espiritual no importa mucho, pero va a ser una semana de cero actividad, casi, así que espero poder pensar tranquilamente acerca de recientes eventos en mi vida.

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Anime

Went to a marathon of anime with Omar and Juan. I liked all the six movies:

  1. El castillo de Cagliostro, from Hayao Miyazaki
  2. Appleseed, from Shinji Aramaki
  3. Ghost in the Shell II: Innocence, from Mamoru Ohi
  4. Kite, from Yasuomi Umetsu
  5. Castillo en el cielo, from Hayao Miyazaki
  6. Battle Angel Alita, from Hiroshi Fukutomi

I specially liked Castillo en el cielo and Appleseed; unfortunately the quality of the VCD in the last one was very poor, and all the beauty of the CGI animation was kinda losted.

It was a marathon, so I returned home at 7:30 AM, and I’m still kind of tired. I pick up my car in the afternoon; mechanical service. It feels a lot better; they changed the breaks and fixed other minor stuff. I want to paint it again, but that it will have to wait: I need the money for my gadgets.

I’ve been playing with GNOME 2.10. I liked, and I’ve been discovering little cool details. The only draw back is that I lost my scripts for nautilus. Again. Last time was resolved using the last version of shared-mime-info; but I don’t know what it is this time. I’m looking in the Gentoo forums, but nothing until now.

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March

Marzo me gustó, pa’ no bloguear.

I haven’t blogged since monday. Much of it is that Liliana and I have an argument; but another reason is this stupid rule of writing in english until I finish the translation for WordPress. It’s hard for me to write in english; and then I write slower than in spanish; and then I dont’t enjoy it so much. And this week I haven’t had the time to finish the translation.

I finished the job at TMM. The application looks good, and monday I will have one last meeting. After that, my pimps are going to pay me. Or so they say…

I got three job offers: one is to stay with my pimps. That’s the easiest one; I could ask for a raise, and they tell me that maybe I can do the work in my house; which is über cool. However, and being totally honest, they promise a lot and do not that so much, so… and I don’t know when I will start in thtat supposed work.

The other is from a company that seems to be doing things that I like: Linux, MySQL, PHP, Java, etc. Down side? They seem to be focusing in Software Engineering and windows software to deal with that (Relational Rose, that kind of stuff). I don’t have anything against Software Engineering (bullshit: I do); but I can’t stand people that thinks that an UML diagram and their use-cases will give them salvation. At the end of the day you need pretty good programmers, and if you don’t have that, all the by-the-book Software Engineering that you throw at it will not save your sorry ass.

And, at least until now, all the people (specially at corporations) that advocate for by-the-book Software Engineering seems to do that to avoid the hiring of really good programmers.

The third option is with Vaz. And I don’t know what to think about it.

However, I really want a one-week vacation. Because I need to catch up with my teacher’s responsibilities.

I’ve been very busy with my classes. Computer Theory is a tough subject, and although we are in the easy part, I need to sit down and study a little before I give my class. I haven’t finished reviewing the firts homework, and they already give me the second one, and I give them the third one, so if I don’t organize my self, I could accumulate a lot of work. And I miss tuesday class.

But my classes are coming out nicely, and I think the students are understanding me. Or so they say.

Maistro is taking longer, and I need to set up the page pronto. I need to give the students their firts laboratory practice, and I need the page for that. I also need to set up several mailing lists. That will keep me busy this week.

Yesterday I eat with Juan, Omar and Enrique, and we do it at the door of a classroom, because Omar and Juan were doing an exam to their students. We have a cool time, and today I will go with them to the Sheraton Hotel; there is some kind of University show off (or something), and a guy from Waterloo invited me since January. And if Enrique and Omar go, maybe they will feel motivated to start thinking about their applications.

I’ve been catching up with Dawson’s Creek; last week I barely see any episode, because of Conacyt. With pain and suffering I was able to pass through the break up of Joey and Pacey, and now I’m at the begining of the fifth season. I’m not sure if I really want to keep seeing it; it’s even boring sometimes. But I will try; there are some chapters scattered through this two last seasons that shows cool things about Joey and Pacey (or so they say), and I don’t want to miss them.

Liliana and I talked and fixed things. We really want to be with each other… not that it’s easy, but we want to try. It’s just that sometimes is harder that others.

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Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología

Conacyt. En el sitio del Consejo lo escriben CONACyT. La institución encargada, diciéndolo de forma coloquial, de soltar la lana a estudiantes, investigadores, e incluso otras instituciones. En teoría su función es fomentar la ciencia y la tecnología, dándole lana a los que se encargan de investigar en la ciencia e innovar en la tecnología.

Esta administración le ha dado constantemente en la madre, pero este año la convocatoria salió desde diciembre de 2004, anunciada desde octubre del mismo año. Eso es bueno; en 2004 la convocatoria salió semanas antes de cuando la mayoría de los estudiantes necesitaban que saliera, y la ventana para entregar papeles fue de dos semanas. De haber sido un poco más, yo ya estaría en Canadá.

Lo malo es que la convocatoria de este año solicitó, como requisito indispensable, la carta de aceptación o de aceptación condicionada, por parte de la universidad donde uno quiere ir. Además, se partió en dos la convocatoria: una para Estados Unidos y Canadá, otra para Europa. La primera se cierra el 18 de marzo; la segunda en junio.

La intención me parece obvia: que el menor número posible de solicitantes cumpliera los requisitos, y por tanto dar el menor número posible de becas.

Por casualidades que sólo puedo catalogar como cósmicas, resulta que yo sí cumplo todos los requisitos, incluyendo la carta de aceptación de la Universidad de Waterloo.

Las últimas semanas han sido un infierno para mí, por el terror que tengo que de no me den la beca. Y en particular la semana pasada fue muy tensa, porque tuve que ir a pedir y recoger las cinco cartas de recomendación que terminé entregando. Y todo culminó hoy, de forma por lo demás anticlimática, cuando a la 1:30 entregué mi solicitud en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

Terminé el Conapackage a las 3:00 de la mañana, después de descubrir con horror que el tóner de la impresora se había acabado. Lo saqué y lo meneé tantito, lo volví a meter, y funcionó lo suficiente para imprimir las cerca de 20 cuartillas que terminé imprimiendo. Arreglé de forma obsesiva todo lo que tenía que entregar hoy, y me fui a dormir con una mezcla de cansancio y angustia muy desagradable.

Me desperté a las 9:10, con mi madre pidiéndome que cambiara el tóner. Resulta que había un tóner nuevo porque mi madre había previsto que el anterior se acabaría. Por su puesto, yo no sabía eso. Me dormí de nuevo, y desperté a las 10:30; le había avisado a mi jefe que llegaría tarde a la oficina.

Con una parsimonia que incluso a mí me impresionó, me bañé, me vestí, quedé con Citla de ir a ver porqué no jalaba el DHCP en su casa, recogí mi Conapackage, y me fui a entregar mi solicitud. Todo el camino fui manejando muy despacio, con una calma que todavía no termino de entender del todo. En el camino, me hablaron mis padrotes para decirme que me iban a depositar mi lana… lo cual es über cool, porque ya no tengo dinero.

Pasé por Hiper Lumen (o como le decía mi papá, Hiper Himen), fotocopié las cartas de aceptación y el costo de las colegiaturas, y me dirigí al Conacyt.

El edificio parece de empresa; típico de la administración panista. En la recepción, había cuatro chavas muy guapas y muy taradas atendiendo gente. En cuanto me puse en frente de una de ellas, me sonrió con una sonrisa ensayada y me dijo: “Buenos días, ¿en qué puedo servirle?”. Le dije a qué iba, y me mandó a un rincón. Le dije que yo tenía entendido que tenía que ir al primer piso, y ella (con su sonrisa idiota estampada en la cara), me informó que “todo” lo que tenía que entregarse se entregaba ahí, en el rincón.

Fui al rincón, y al abrir la puerta vi a un tipo con una playera del América. Mala señal. Estaba atendiendo a alguien, con la típica expresión del burócrata que se siente superior por tener una ínfima porción de poder, así que esperé a que terminara. Otra señora entró, y me preguntó que a qué iba. Le dije, y me preguntó por mi acuse de recibo para que me lo sellaran. Lo cual es idiota: ellos tenían que darme el acuse de recibo.

La cosa me estaba dando muy mala espina, pero como sea junté mis chivas y las metí todas en un sobresote, al cual le puse mi nombre y que era para la convocatoria abierta a EEUU y Canadá. Eso último lo hice porque cuando le di el sobre, el tipo lo puso en una pila con otros sobres de quién sabe qué, y comenzó a su vez a poner cosas encima de mi sobre.

Ya cuando me iba, le pregunté una duda acerca del disco. El disco preguntaba si ya había solicitado beca para Conacyt, y en su caso dar el número de registro. Yo ya había solicitado beca antes, pero no tengo idea de qué número de registro me dieron entonces. Como el sistema no me dejaba continuar si no ponía el número de registro, sencillamente dije que no había solicitado antes beca, y quería aclarar eso. El tipo me dijo que eso me lo contestaban en el primer piso.

Salí, temiendo que quemaran o algo así mi sobre, y fui al primer piso. Ahí me dijeron que (claro) ahí tenía que llevar mis chivas, no dejarlas en “paquetería”. Así que bajé, le dije a la monita sonriente que la había cagado, fui con el burócrata y casi le arrebaté el sobre, y subí de nuevo al primer piso.

A partir de ahí todo salió super chido. La chava que me atendió creo que le caí bien, y valió la pena el haberme dormido a las 3:00; cada vez que me pedía algo yo lo sacaba de mi mágico Conapackage, con una expresión de “¿qué transa?”.

Me enteré de varios chismes: soy el primero al que le aceptan la solicitud; a todos los demás los han rechazado porque les falta algo. La carta de aceptación, supongo. También me enteré que de hecho no esperaban que nadie entregara papeles ahora: el sistema que lee del disco la información del solicitante ni siquiera está arriba. A mí me dieron un acuse de recibo hecho a mano, y me prometieron que alguien leería el disco cuando el sistema estuviera arriba. También dijeron que no había bronca que hubiera puesto que no había solicitado antes beca.

Salí sintiéndome mucho mejor. Soy el primer solicitante de beca que le reciben su solicitud, y como me dijo la chava que me atendió: “no te preocupes; eres de los buenos”. Y no dijo nada de que diera cinco cartas de recomendación.

Liliana me habló poco después (le había enviado un mensajito cuando esperaba que me dieran mi acuse de recibo). Me felicitó y se portó muy chida, pero lamentablemente no voy a poder verla hoy. Qué lástima: quería sorprenderla con una cena o algo así.

Fui con Citla y a su máquina le dio miedo verme y comenzó a funcionar. Es un fenómeno inexplicable, pero lo he visto varias veces. No está tan contenta como me gustaría que estuviera de que ahora use GNOME, pero sé que terminará gustándole. En pago por haber ido a intimidar a su compu, me invitó a comer en su casa.

Llegué al trabajo vergonzosamente tarde, y mi jefe me dijo que siempre no iría a través de SSL el sistema. Lo cual hace mucho más sencilla la reparación que tenía que hacer: de hecho ya la hice. Estoy esperando para pedir permiso de irme. Quiero ver Dawson’s Creek y descansar, y no pensar que falta más de un mes para que, el 4 de abril, sepa qué será de mi vida.

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WordPress 1.5

Me pasé a WordPress 1.5 porque me llegaron cuarenta SPAMs. Los primeros tres fueron novedosos; los demás sencillamente molestos.

Lo gracioso del caso es que creo que no hay nada por default en WordPress 1.5 para evitar SPAMs.

Hoy acabé mi manual en la chamba, y yo creía que ya no tendría nada que hacer cuando mi jefe me dijo que la exportación a Excel estaba fallando. Fui a mi máquina, la probé, y estaba funcionando. Fui a su máquina, la probé, y falló. Fuimos a otra máquina, la probamos, y falló de nuevo.

Regresé intrigado a mi máquina, probé con Internet Explorer… y falló. Carajo. Las consecuencias de desarrollar en un navegador que funciona, y no probar en los chafas.

Inhabilité SSL y funcionó, con IE, en mi máquina. Fui con mi jefe, y falló en la suya. Fui a la tercera máquina, y funcionó. Conclusión: Microsoft Office 2003 es el culpable. Pensé tantito y llegué a la conclusión de que era mi preámbulo XML. Seguramente apendeja a Excel 2003.

Como sea me fui sin repararlo; pero ya tengo en la cabeza la solución.

Mi pretexto para salir temprano era preparar el Conapackage, pero lo que hice fue darle los últimos retoques a la máquina de la Citlali. Quedó super chida, y espero que le guste. Además jalaba rapidísimo.

A las 9:30 pasó Citla por su máquina y platicamos un ratito. Cuando se fue, decidí que ya era hora de hacer el Conapackage… pero la desidia me ganó y me pusé a instalar WordPress 1.5. Eso me llevó un rato.

Había escuchado maravillas del tema por default, pero la verdad no me sorprendió en lo más mínimo. Está mono, pero no le veo la gran maravilla. Así que convertí mi viejo tema al nuevo formato, y convertí la base de datos a UTF-8. De hecho esto me gusta, y quería hacerlo de cualquier forma; pero no sé si cuando este post se publique lo haga con UTF-8 o ISO-8859-1. La página la marca Mozilla como UTF-8; pero me preocupa.

También me encontré a Omar, y platicamos un rato. Lo que sea para no hacer el Conapackage.

A la 1:00 me llegó un correo de Sergio. Que se iba de México hasta el domingo, que me dejaba la carta en la puerta de su cubo. Yo entré en pánico: “¡Noooo, se la van a robar!”… hasta que lo pensé y vi que era idiota pensar así. Fui por la carta y sí estaba en la puerta. Eso hace que sean cinco de seis. No voy a esperar a Pablo; estoy demasiado tensado por esto.

También comí con Juan, y chismeamos un poco. Es divertido hacer eso, especialmente porque Juan no es chismoso; pero me soltó buenos pedazos de información, aunque no sé si se dio cuenta.

Necesito hacer el Conapackage. Ya.

Nada más configuro el anti-spam (ya vi en Planet GNOME cómo hacerle), y prometo que preparo el Conapackage.

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Fin de semana

Mi mamá dio una fiesta el sábado, para festejar que el PRD ganó la gubernatura en Guerrero. Me da la impresión de que sólo en mi familia podría pasar algo así. Invitó a varios amigos suyos guerrerenses, y se armó un huateque bastante divertido. Al menos ellos parecían estarse divirtiendo, y mi mamá acabó con una borrachera marca diablo.

Yo me la pasé bien. No soy guerrerense, pero lo soy en espíritu; igual que mi mamá supongo. Mucha familia está allá, y si siento por alguna otra entidad del país algo que, toda proporción guardada, se asemeje a lo que siento por la Ciudad de México, es indudablemente Guerrero.

El ambiente estuvo chido, y me enteré de muchos chismes interesantes. Por ejemplo: el primer municipio en ser ganado por el Partido Comunista, fue en Guerrero. Aunque pensándolo bien suena bastante obvio. Digo; ahí había (o hay, dependiendo de a qué fuente uno le haga caso) guerrilla.

Un viejito que acabó con una borrachera increíble, nada más me vio y me reconoció como el hijo de mi padre. No es la primera vez que me lo dicen, ni será la última; y yo estoy consciente (y en muchos sentidos orgulloso) del parecido. Pero es divertido escuchar que a mi papá le decían en su pueblo Cabeza de Letra. Traducción: elh güero leeh muhcho. Porque mi papá es bastante blanco; en eso no me le parezco. Si el apodo fuera mío (como probablemente sería), se traduciría: elh indioh leeh muhcho.

Me ofreció su casa (como 20 veces) “que está en el corazón de la Costa Grande, a 120 Km de Acapulco y a 120 Km de Puerto-no-sé-qué, todo el año, excepto en vacaciones, porque en vacaciones está lleno”.

Yo no tomé nada; hace bastante que decidí que lo mejor que puedo hacer es no tratar de ingerir bebidas alcohólicas fuertes. Y como las no-fuertes son, básicamente, la cerveza, y a mí no me gusta la cerveza, me estoy convirtiendo en abstemio.

Al otro día me reuní con Juan, Omar y Enrique para seguirle con Gentoo. La máquina de Enrique ya quedó (aunque los drivers binarios de NVidia no querían jalar ya de madrugada), la laptop de Omar está quedando muy chida (USB Wireless funcionó sin muchas complicaciones, pero el módem no), y la de Juan ya tiene Windows XP. Me preocupa el disco duro de la de Juan; no sé si va a empezar a fallar indiscriminadamente.

A la hora de la comida llegó Citlali, con su máquina, y el encargo de que le pusiéramos “lo que fuera más rápido”. La idea original era ponerle Ubuntu porque

  1. se instala rápido,
  2. son binarios, entonces no hay que compilar,
  3. igual es muy rudo obligar a la Citlali a usar Gentoo,
  4. quería ver qué tan chido resultaba Ubuntu.

Pero ayer a las 11:00 de la noche decidí que Citla es geek-enough para usar Gentoo, que además instalar Gentoo me es más sencillo que casi cualquier otra cosa, y que además su máquina tiene un procesador casi idéntico que el de la mía, así que puedo generar paquetes binarios y pasárselos para que los use. Eso último fue lo que me hizo decidirme. Puedo pasarle OpenOffice, Mozilla, etc. sin tener que preocuparme del tiempo que tarde compilarlos.

Hoy cuando llegué al trabajo me conecté por SSH y vi que ya había terminado system. Tuve un pequeño retraso; se me olvidó hacer sus particiones ext3 y las dejé ext2, así que tareé /, corrí mke2fs de nuevo (usando -j), y estoy en este instante destareando. En unos momentos pondré a compilar el kernel, e incluso estoy pensando en reiniciar de modo remoto (aunque necesitaría que alguien sacara el CD de Gentoo de la máquina). O puedo seguir usando el LiveCD; no sé. Ya cuando llegué a mi casa en la noche, si va muy lento, generaré otros paquetes binarios.

Estoy muy relajado: no tengo que ir a Ciencias por ninguna carta (eso hasta mañana), pero ya tengo que terminar el floppy de Conacyt. Tengo que imprimir, y juntar todo; el miércoles voy a entregar papeles.

Ah, y en lugar de monitorear la máquina de Citlali y estar bloggeando, debería ponerme a hacer el manual del sistema, que ya es lo último que tengo aquí en TMM.

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Cuatro de seis

Hoy recogí la carta de Raggi.

Tengo cuatro cartas de cuatro doctores, y tengo prometidas otras dos. Espero que eso de alguna manera pese.

Comí con Juan, Enrique y Omar, y con Paola porque iban juntos. Quedamos de ir a casa de Enrique el domingo a seguirle con Gentoo, aunque Omar prácticamente ya terminó de instalar su máquina. Citlali igual y cede su máquina a la ciencia para que experimentemos poniéndole Ubuntu, así que se perfila un domingo divertido.

Sigo sin ver a Liliana, aunque ella me vio; pasó en su carro y dijo que me tocó el claxon, pero yo no recuerdo haber oído nada. Mañana como sea es una comida de mi mamá que hace para celebrar el triunfo del PRD en Guerrero, y Liliana va a ir.

Quería hacer hoy lo del Conacyt, pero sé que era iluso pensar que lo conseguiría. Me alegro al menos de haber tenido la claridad de mente para planear todo esto un mes antes de que cierre la convocatoria, así que una o dos semanas de retraso no importan.

Pero sí importa si me cambian de trabajo. No tendré la libertad de horario que tengo ahora, y además no estaré a cinco minutos de Ciudad Universitaria. Así que la próxima semana meto los papeles, pase lo que pase. Sergio me dijo que me da su carta el martes en la noche; así que espero meterlos el miércoles en la mañana. Pero en el peor de los casos será el viernes cuando meta los papeles.

José Galaviz me pidió ser sinodal en un examen de licenciatura. Dice él que es una tesis sencilla (debe serlo, así son en licenciatura), pero me da cosa. A la vez me emociona. Como sea le dije que le preguntara a Gustavo mejor primero; él tiene ya la maestría y probablemente sería mejor elección. Pero si el Guso dice que no, yo creo que sí le entro.

Y hablando de Gustavo, él tiene su comida para celebrar el ser maistro el próximo domingo a las 2:00 de la tarde. El problema es que ya quedé con mis mateamigos que ese día instalaríamos Gentoo en la máquina de Juan y probablemente Ubuntu en la de Citlali. Pero además no sé si quiero ir. Me alegra mucho que Gustavo se haya maestreado, pero no tengo muchas ganas de ir a actuar como si Liliana fuera sólo otra amiga, y menos de ver a Karola. Además, es en el Estado de México; ¿qué les pasa, por qué tan lejos?

Al menos le hablaré para disculparme y lo felicitaré de nuevo, eso seguro.

No quiero dejar de trabajar en TMM; pero parece que debo irme haciendo a la idea. Espero al menos poder sacarles un mejor sueldo a mis padrotes, a ver si se dejan.

Ah, y gracias a Dios, es viernes.

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