La mayoría calificada

El viernes, después de uno de los despliegues más patéticos por parte de la oposición y la comentocracia chayotera que los apoya para intentar forzar al TEPJF y al INE a que violaran la constitución sin ningún fundamento, por fin se oficializó lo que todos sabíamos que iba a pasar: que la Transformación obtuvo de sobra los escaños que necesitaba en la cámara de diputados para tener mayoría calificada, además de quedarse únicamente a tres escaños de la misma en la cámara de senadores.

El punto de contención, consecuencia de que no saben leer los que chillaban acerca de la “sobrerrepresentación”, era que no era “correcto” que, habiendo obtenido Morena, el Verde y el PT un 54.7% de los votos para legisladores en el país, que al final terminara con 72.8% de los escaños en la cámara baja. Que eso era tener “sobrerrepresentación”.

Esto es, por supuesto, idiota: o no saben leer, o se están haciendo pendejos. El poder legislativo en México nunca se ha elegido con base en proporciones de la votación total del país; se elige con base en distritos electorales. Cada diputado de mayoría simple es elegido por la población de un distrito en las diferentes entidades del país; y en las elecciones por distritos, la Transformación ganó 256 escaños, o en otras palabras: la Transformación ganó en el 85.33% de los distritos.

Bajo este esquema un partido podría ganar el 100% de los distritos con el 51% de los votos, si en cada distrito ganara justamente con 51% de los votos. O incluso con menos, si el voto opositor se divide en porcentajes menores.

Así ha funcionado el legislativo mexicano desde sus inicios, porque les copiamos a los gringos. Durante décadas (si no es que siglos) los ahora miembros de la oposición nunca se quejaron al respecto. Se quejan ahora porque la ciudadanía mexicana le dio el poder a la nueva legislatura para en los hechos ser un congreso constituyente que va a realizar cambios radicales y muy necesarios en la constitución del país.

(Van a faltar 3 senadores para esto; pero no se preocupen, el kilo de senador va a estar baratísimo en poco menos de dos semanas.)

Aunque la Transformación ganó directa y limpiamente el 85% de los distritos, al final contará con nada más 72.8% de los escaños en la cámara de diputados por justamente los plurinominales, que son la versión mexicana y algo burda del voto por orden de preferencia: para que no sean inútiles los votos de la primera minoría en cada distrito, se sigue una fórmula para asignar los 200 diputados plurinominales que hay, basada en los votos de primera minoría en las distintas circunscripciones del país.

No es terriblemente complicado, pero sí tedioso, así que no lo voy a explicar; pero es lo que le permitirá al PAN tener 72 diputados, a pesar de que únicamente pudo ganar en 32 distritos. Si somos sinceros, esa es la verdadera “sobrerrepresentación”: el PAN tendrá más diputados plurinominales que los que pudo ganar en todos los distritos; pero está bien, para eso justamente son los plurinominales, como lo señala la constitución.

Que hablando de ella, justamente trataron de presionar al TEPJF e INE para que “interpretaran” como se les daba la regalada gana el artículo 54, sección IV:

Artículo 54 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:

Artículo 54.-

[…]

IV. Ningún partido político podrá contar con más de 300 diputados por ambos principios [mayoría relativa y plurinominales];

Lo que quería la oposición es que se “interpretara” la sección IV del 54 como “ninguna coalición” o “ninguna fuerza política”, para con esto evitar que Morena, junto con el Verde y el PT, excedieran los 300 diputados.

Lamentablemente para estos tarados, no hay nada que interpretar, la constitución es llanamente clara: son partidos, no coaliciones o fuerzas políticas. El nivel de presión, que incluyó a casi toda la comentocracia chayoteril y muchísimos de los intelectuales que chillan por ya no ser apapachados, fue la verdad muy entretenida de ver. Literalmente es como si se hubieran puesto de acuerdo para gritarle a las nubes que la Tierra es plana.

Y con básicamente el mismo nivel de éxito a fin de cuentas: el viernes el INE aprobó por mayoría la asignación de plurinominales en el congreso; y por unanimidad la asignación de plurinominales en el senado.

Va a haber impugnaciones, por supuesto, porque a nuestra patética y perdedora oposición al parecer ya le agarró el gusto a perder; pero es trivialmente previsible que serán desechadas todas y cada una de ellas.

El pueblo votó el 2 de junio, claramente; y bajo las reglas establecidas (que son básicamente las mismas desde hace décadas), Morena y sus aliados ganaron legal y legítimamente una mayoría calificada en la cámara de diputados; y una muy cercana en la cámara de senadores. Todos los lloriqueos de la oposición son exactamente eso: lloriqueos. No tendrán ninguna consecuencia significativa: el domingo 1º de septiembre se instalarán ambas cámaras con los números que aprobó el INE el viernes.

Por cierto, honor a quien honor merece: Mario Delgado, que fungió como presidente de Morena durante las elecciones y a quién nuca había mencionado en este blog porque me cae muy mal, hizo un trabajo excelente contando los frijoles y poniéndose de acuerdo con el Verde y el PT para decidir cómo competirían en la cámara de diputados los candidatos de la coalición; en algunos distritos fueron en coalición, mientras en otros fueron los tres partidos separados, para así poder maximizar (con base en las encuestas y análisis de cada distrito) el número de diputados que podían ganar los partidos de la coalición, tanto por mayoría como por segunda minoría.

Es un problema NP-duro, y estoy seguro de que varios cuentafrijoles bien informados los asesoraron, porque un resultado de este estilo no es casualidad. Así que me caerá muy mal Mario Delgado, pero la verdad hizo muy bien su chamba.

Con este trámite ya superado, sólo faltará el trámite de desechar todas las ridículas impugnaciones de la oposición para que en exactamente una semana se instaure nuestro congreso (en los hechos) constituyente y comiencen a aprobarse las reformas que tanta falta le hacen al país para continuar la Transformación.

Se va a poner muy divertido.

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Fate∕Stay Night: Unlimited Blade Works

De nuevo, no recuerdo exactamente cuándo; pero sí después de ver Fate∕Zero, me chuté Fate∕Stay Night: Unlimited Blade Works… porque sí seguía intrigado de por qué tanta alharaca con la famosa serie.

Fate∕Stay Night: Unlimited Blade Works

Fate∕Stay Night: Unlimited Blade Works

Como ya he comentado, Fate∕Whatever está basado en un videojuego, una novela visual; que algunos califican de pornográfica pero yo, de lo que he leído (no la he jugado; y dudo hacerlo), más bien calificaría de bastante arrecha, pero no pornográfica.

Como sea; la novela tiene 3 rutas, como suele ser en este tipo de cosas: cada una de las rutas determina una muchacha con la que se queda Shirou, el protagonista del juego y animés, y el hijo (adoptado) del protagonista de Fate∕Zero.

La ruta más famosa (hasta lo que he podido entender) es ésta, UBW o Unlimited Blade Works, donde Shirou termina con Rin Tohsaka, en mi opinión la mejor de las posibles opciones del muchacho. De hecho es tan famosa que hubo una película antes de esta serie, que no he visto y no planeo ver.

La serie es… ¿meh? No la odié, pero al igual que Fate∕Zero, tampoco me gustó mucho. Excepto por Rin Tohsaka, que es adorable y como es una tsundere que utiliza doble coletas de cabello, estoy contractualmente obligado a que me guste.

Rin Tohsaka

Rin Tohsaka

Pero fuera de eso, la serie me dio más bien hueva. Toda la mitología del Santo Grial y las peleas vía apoderados (los famosos sirvientes) no podrían haberme importado menos (justamente por eso generalmente no ando viendo animés de madrazos); y aunque el romance entre Rin y Shirou está tierno, la verdad el muchacho me parece que actúa de manera medio ininteligible, probablemente porque el animé descarta e incorpora trozos de las otras ruta del juego, que a lo mejor tienen sentido en su conjunto, pero que en esta particular historia no.

Además, es eterna con 25 capítulos. Así que, de nuevo, no la recomiendo realmente. Pero de cualquier manera terminé echándome todavía una película más de la franquicia.

Está en Crunchyroll, si les interesa.

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La doctora presidenta (electa)

En la Facultad de Ciencias (y, me imagino, toda la UNAM), cuando haces tu examen profesional y lo pasas, no te dan tu título: te dan un vale por un título, que en mis tiempos tardaba como seis meses en estar listo y que me dicen que ahora es un poco menos, pero siguen siendo meses. Estando listo el título, uno va con su vale por un título y lo intercambia por el artículo genuino.

Algo así pasa con las presidentas, al parecer, porque el jueves le dieron a Claudia Sheinbaum un vale para ser presidenta en un par de meses.

La doctora presidenta (electa)

La doctora presidenta (electa)

Esto por supuesto ya sabíamos que iba a ocurrir, después de la madriza histórica que le dio la Transformación a la derecha en México el 2 de junio. Lo interesante son las circunstancias bajo las cuales se emitió la famosa constancia de presidenta electa para la doctora.

Primero: el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación desechó todas las impugnaciones que, de manera caricaturesca, interpusieron los de la oposición. Digo caricaturesca porque después de interponerlas no se les ocurrió ir a argumentarlas ni presentar pruebas válidas. Se desecharon absolutamente todas y no se anuló ni un solo voto de los millones emitidos para Claudia el pasado 2 de junio.

Segundo: los magistrados del TEPJF determinaron por unanimidad, que el Peje no intervino en los resultados de los comicios del pasado 2 de junio. En toda la historia del país, legalmente, el único presidente que ha intervenido en una elección fue Vicente Fox en el 2006; los muy cobardes magistrados de hace casi veinte años no anularon las elecciones entonces, pero sí dejaron en el registro histórico que Fox había intervenido en las mismas… no sólo porque la evidencia al respecto era abrumadora, sino porque eventualmente el tarado de Fox mismo admitiría que así había sido

Esto es un pequeño detalle que quedará para la historia, pero que a mí me parece es necesario resaltar: la elección de Claudia fue legal bajo cualquier definición del término: la autoridad máxima electoral así lo determinó. Unánimamenete. Pero más importante que eso, es que fue una elección legítima: el compañero Presidente no intervino en la elección, ni en términos legales ni mucho menos en términos de legitimidad: fue un triunfo limpio e incólume.

Mucha gente no entiende qué significa que algo sea legítimo; y en defensa de todos ellos, la definición misma es relativa, no absoluta. Por cierto, si quieren oír a alguien que de verdad sabe del tema, mi mamá se le ocurrió abrir un canal en YouTube de Ciencia Política, y justamente su último video es acerca de qué es la legitimidad.

El usurpador Calderón, aunque técnicamente fuera el presidente legal, nunca fue presidente legítimo, después del descarado fraude de 2006; justamente su ilegitimidad fue parte de lo que lo llevó a iniciar una criminal “guerra contra el narco” que inundó de violencia al país durante décadas y donde, de pura casualidad, resultó que el Secretario de Seguridad Pública que él designó trabajaba para los narcos.

Similarmente, Salinas trató de comprar su legitimidad después del fraude de 1988 con varias obras que intentaron distraer de los enormes robos a la nación que ocurrieron durante su sexenio, pero al final y para la historia, fue un presidente ilegítimo, aunque de nuevo técnicamente lo fuera legalmente.

Los mejores presidentes mexicanos que se sentaron en la Silla del Águila fueron presidentes con una legitimidad avasalladora: y me refiero por supuesto a Benito Juárez y Lázaro Cárdenas. Y por más que les duela a sus malquerientes, con casi toda certeza el Peje será recordado como uno de los presidentes más legítimos de este país, tal vez incluso acercándose a don Beno y al general Cárdenas.

Porque además de ser relativa, la legitimidad es dinámica: cambia con el paso del tiempo. Vicente Fox fue electo presidente de México legal y legítimamente: ganó limpiamente las elecciones de 2000 y llegó al poder con un gran capital político respaldándolo. Llegó con mucha legitimidad.

Sin embargo, la bola de imbecilidades que un día sí y otro también cometía el tarado de Fox fueron mermando esa legitimidad: fue una decepción, en el mejor de los casos, y un embustero que engañó a los que votaron por él, en el peor; por no decir de justamente participar en el fraude electoral e intervenir en las elecciones de 2006, como ya mencioné que él mismo admite. Terminó diluyendo por completo o casi por completo su legitimidad.

En cambio el Peje se puede discutir que incrementó su legitimidad; que es fácilmente argumentable por el hecho de que Andrés Manuel ganó con el 53% de los votos en 2018 y su sucesora lo hizo con el 59%.

Y, repito con cierto placer en mi voz, Claudia ganó sin que el Peje interviniera en las elecciones: así lo determinaron, por unanimidad, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Será la presidenta legal del país, pero más importante, será la presidenta legítima; tal vez la presidenta que llega al poder con más legitimidad en casi cien años de transiciones pacíficas en el país.

Por supuesto habrá quienes nieguen la realidad y digan que el Peje, o Claudia, o los dos en los casos más delirantes, son, de alguna manera, ilegítimos. Esta gente está más allá de toda posibilidad de que tratemos de razonar con ellos; pero son muy poquitos y podemos fácilmente ignorarlos. No importan demasiado, en este tema al menos; y tampoco en muchos otros.

Son los mismos que no entienden que venimos ganando de calle la discusión durante los últimos años. Creen que, dado que no los convencemos a ellos (porque encima de todo son risiblemente necios), que entonces eso de alguna manera implica que ellos ganan la discusión. No entienden (en algunos casos no pueden entender), que el objetivo de este tipo de discusiones no es convencer a todos, ni mucho menos a ellos: el objetivo es convencer a la mayoría.

Y como quedó apabullantemente demostrado el 2 de junio, hemos convencido a la mayoría. A una gran mayoría.

A una mayoría calificada, de hecho.

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BioShock

El siguiente platino que obtuve fue el de BioShock.

BioShock

BioShock

Como ya he comentado múltiples veces, no suelo jugar videojuegos de primera persona en mis PlayStations. Nada más no me acomodo con un control.

Sin embargo, cuando regresé a jugar videojuegos después de que me forzaran a cambiar de cuenta en la PlayStation Network, decidí que valdría la pena intentarlo. De todas maneras continuaba sin querer utilizar un control para jugar un FPS, así que decidí experimentar con algunos productos.

Free Wolf G6L

Free Wolf G6L

El principal fue un Free Wolf G6L; la idea del aparatejo es que uno le conecta un teclado y ratón vía USB, el adaptador se conecta a un PS3 (o PS4, Xbox o Nintendo Switch; dice que funciona con casi todo), y entonces los movimientos del teclado y el ratón son transmitidos como movimientos de un control para el PlayStation.

Además compré un ratón con alta resolución, un medio teclado (sólo necesitaba la parte izquierda), y un cosito para poder poner todo esto en mis piernas y jugar en mi sofá usando teclado y ratón. Armado con estas alternativas a tener que jugar un FPS con control, comencé BioShock, porque como chinga todo mundo conque es uno de los mejores juegos del PlayStation 3 (y 4, y 5, y Xbox, y PC).

¿Funcionó?

Técnicamente… sí puedo controlar a mi monito usando teclado y ratón, pero es increíblemente engorroso. Por más aceleración que configure en el juego y más resolución que tenga el ratón, nada más no se mueve con suficiente fluidez el monito. Tampoco ayudaba que mi cosito en las piernas no tenía suficiente superficie para mover cómodamente el ratón.

Como a la cuarta vez que lo intenté, tiré la toalla y continué jugando el juego usando un control, porque sí era desesperante la otra opción. Podría haber intentado mover mi PS3 a mi escritorio y jugar ahí, donde al menos la superficie sería suficiente, pero la idea de llevar el mugrero de cables a mi escritorio literalmente me deprimió, entonces mejor seguí jugando con el control.

Y, no sé si lo haya mencionado, queridos lectores, pero detesto jugar juegos FPS con un control, especialmente aquellos donde se está disparando continuamente.

Total que al final de todo el chisme estaba medio hasta la madre del juego; sencillamente no me gustan las mecánicas de primera persona mientras yo utilizo un control. Entonces si esperan que yo diga que el modo de juego estuvo padre, púdranse, porque sí medio lo odié con la intensidad de diez mil soles.

Lo cual está medio triste, porque la verdad la historia del juego sí me gustó mucho. Una crítica inclemente a la ideología idiota del libertarismo, el juego tiene personajes fascinantes y más giros inesperados que toda la filmografía de M. Night Shyamalan combinada.

Además, para obtener el platino tuve que conseguir el final “bueno”, donde el protagonista rescata a todas las pequeñas hermanas, y entonces la historia termina con las pequeñas monstruitas viviendo una vida normal y feliz, asumiendo al protagonista como su padre, y estando junto a él al final de su vida. Es el video que pongo allá arriba.

Normalmente hubiera estado berreando como niña chiquita, si no fuera por el hecho de que estaba hasta la madre de haber tenido que jugar el puto juego en primera persona con un control DualShock 3.

Tengo ahí varios juegos FPS, y la verdad no sé si valga la pena que yo los juegue. Si son como Deliver Us The Moon, no hay problema, porque no hay necesidad de ser ágil o de apuntar eficazmente para disparar; The Turing Test, por ejemplo, ya lo jugué en mi computadora y puedo sin problemas jugarlo en mi PS4 o PS5. ¿Pero los juegos modernos de Wolfestein o Doom? Híjole; sí me lo pienso.

Incluso BioShock 2 y BioShock: Infinite (que de nuevo, como chingan conque son muy buenos) me lo estoy pensando: además de todo el problema de FPS-con-control que tengo, los mismos incluyen múltiples trofeos en línea, y si algo podría empeorar mi experiencia de jugar un FPS con un control, sería tener además que lidiar con idiotas en la red.

Como sea, aunque la excelente historia de BioShock sí alivió un poco toda mi incomodidad de usar un control en primera persona, la verdad sí me dejó un ligero mal sabor de boca al final. Entonces yo no lo recomiendo; pero sí entiendo a un nivel intelectual que para alguien que los FPS con control no presenten ningún problema, probablemente sí sea de los mejores juegos que se puedan jugar.

¿Por mi parte? Yo sí quería aventarle el control a mi tele.

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Los Juegos del Hambre: La balada de Pájaros Cantores y Serpientes

A mediados de noviembre del año pasado, me chuté The Hunger Games: The Ballad of Songbirds & Snakes, básicamente porque ya me había chutado la trilogía original, entonces pues ya qué.

The Hunger Games: The Ballad of Songbirds & Snakes

The Hunger Games: The Ballad of Songbirds & Snakes

Llevo más de una década diciendo que Suzanne Collins es una mujer más bien inocente (si no es que bruta), pero que tiene el corazón en el lugar correcto. Para mí, esta precuela lo confirma.

La idea es la misma: criticar el consumismo, la opresión y la desigualdad, pero ahora con una historia más idiota y que menos sentido tiene. Nominalmente la historia relata los décimos juegos del hambre, así como el ascenso al poder (más propiamente, el inicio del ascenso al poder) de Coriolanus Snow, el papel que interpretaba con lasciva delicia Donald Shutherland.

No voy a entrar a detalles; porque púdranse en primer lugar, queridos lectores, pero también porque no tiene (literal y figurativamente) ningún sentido. Es de verdad una historia muy pendeja donde encima de todo los personajes actúan de manera inverosímil nueve de cada diez veces.

Sin embargo, a mí sí me gustó la película. El elenco es espectacular; Viola Davis hace lo de siempre y eleva cualquier obra donde aparezca, por más idiota que sea (como ésta); y pues Peter Dinklage hace más o menos lo mismo. Nada más valdría la pena la película por ellos; aunque lamentablemente aparecen muy poco tiempo.

Los protagonistas no estoy seguro de que de hecho sepan actuar; pero a mí no me importó, porque están estupidizantemente bonitos ambos: Rachel Zegler en particular es tan hermosa, que yo vería una película donde ella nada más se sentara (de preferencia en un vestido chiquitito) y leyera el directorio telefónico.

Y pues por fin vemos los hechos que inspiraron a The Hanging Tree, que originalmente interpretaba (sorprendentemente bien) Jennifer Lawrence y que ahora la Zegler (que de hecho es cantante profesional) interpreta en una versión más bluesera.

Los pajaritos y las vilíboras no es una película buena, realmente; pero no creo que importe demasiado. Está medianamente entretenida, salen muchachos muy bonitos dándose de besotes cuando no se andan matando entre ellos, y Amanda Waller y Tyrion Lannister declaman sus líneas de manera sedosa y decadente.

Además, y no puedo dejar de hacer énfasis al respecto, a pesar de lo simple y barata de la historia, la misma sigue estándo del lado correcto de la historia: por más torpe o caricaturesco que lo exponga, sigue estando en contra de la opresión y la desigualdad y el consumismo. Ya nada más en ese sentido supera a cualquier pendejada que haya escrito Tolkien, por más magistralmente que lo haya hecho el inglés racista.

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Fate/Zero

En algún momento en los últimos años, me aventé Fate∕Zero.

Fate∕Zero

Fate∕Zero

Fate es una de esas sagas legendarias de animé, que incluso los más clavados fans de la misma admiten que es medio imposible ver todas las series y películas que han salido (por no decir juegos y otros medios asociados), o al menos hacerlo en un orden que tenga sentido.

Sin embargo sí quería echarle un ojo, entonces vi Fate∕Zero porque es una precuela, y esto me parece fue un error: la precuela en gran medida tiene sentido sólo si uno sabe qué pasa en alguna de las historias futuras; hay varias, porque siendo la obra original un videojuego (una novela visual), hay distintos finales dependiendo de qué ruta toma el jugador.

Fate/Zero no me gustó mucho, la verdad; Saber, la versión idiota y femenina del Rey Arturo y que es en gran medida la mascota de toda la franquicia, actúa como una kuudere, pero es más bien sosa desde mi punto de vista. Todos los personajes son basuras de seres humanos (o basuras de “sirvientes”); y además casi todos carecen del más mínimo sentido del humor. Excepto Iskandar, la versión idiota de Alejandro Magno de la serie; él es la neta.

Las escenas de acción están padres, la verdad; pero eso nunca ha sido lo que más me llama la atención en un animé.

Por último, pero no por ello menos importante (y me imagino que varios de ustedes, queridos lectores, ya habrán adivinado qué diré), le falta romance y el final es deprimentemente deprimente.

No me queda claro por qué muchos arman tanta alharaca respecto al animé; la historia me parece increíblemente pretenciosa y varias de las reglas de la magia, poderes y sirvientes en torno a lo cual gira la misma son medio incoherentes.

Sin embargo sí la terminé; y aunque no me gustó mucho, sí me gustó. Nada más creo que se exagera lo buena qué es. Está en Crunchyroll, si les interesa.

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Deliver Us The Moon

Después del juego de Miles Morales, el siguiente platino que obtuve fue Deliver Us The Moon.

Deliver Us The Moon

Deliver Us The Moon

Otro de los juegos gratuitos que bajé para mi PlayStation 5 con mi suscripción a PS+, Deliver Us The Moon es más o menos diferente del tipo de juegos que suelo jugar en mis consolas PlayStation.

Para empezar, es de primera persona; y si no lo han notado, queridos lectores, casi no juego videojuegos de primera persona en mis consolas. Esto es por el hecho de que crecí jugando distintas versiones de Wolfenstein, Doom y Quake en la computadora, con ratón y teclado (como Marx quería que fuera), y entonces nunca me acomodé a jugar juegos de primera persona con un control. Lo cual es medio incomprehensible, porque no tengo ningún problema jugando juegos de tercera persona en mis consolas; de hecho es casi el único tipo de juegos que juego.

(Paradójicamente, o tal vez no tanto, casi no juego videojuegos de tercera persona con teclado y ratón).

Para continuar, Deliver Us The Moon es nominalmente un videojuego de sobrevivencia, donde un astronauta tiene que sobrevivir (les digo), primero en una estación espacial y luego en múltiples bases lunares. En los hechos sin embargo es un juego de acertijos (puzzles) que, sí, el resolverlos es lo que le permite al astronauta sobrevivir, pero en general no hay mucha angustia ni gran presión de tiempo: sí hay múltiples acertijos que se tienen que resolver con un límite de tiempo, pero el mismo casi siempre es más que generoso. No hay enemigos ni combate de ningún tipo.

La historia está bien desde un punto de vista de personajes y las relaciones entre ellos, además de que se puede intuir cierto romance, lo cual para mí siempre es un bono. Desde un punto de vista de ciencia ficción, es una completa mamada: toda la narrativa parte de que la Tierra se ha quedado sin fuentes de energía (porque el sol, el viento, las mareas y la energía geotérmica al parecer son inutilizables), y entonces la humanidad decide minar helio-3 en la Luna, generar energía así y transmitirla por microondas al planeta.

Por supuesto ocurre una tragedia (el apagón, le dicen) y el transmisor de microondas deja de funcionar; Rolf Robertsson, uno de los trabajadores en la estación espacial orbitando la Luna consigue escapar, pero deja atrás a una de sus colegas, Sarah Baker. Unos años después, cuando el mundo (inexplicablemente) decidió abandonar el intentar reparar las bases lunares y el transmisor de microondas, Robertsson, con la ayuda de un grupo de “rebeldes”, secuestra un cohete y regresa a la Luna, pasando por la estación espacial en órbita de la misma donde originalmente trabajaba.

La premisa es idiota, como suele ser cualquiera que alegremente da por perdido al planeta para forzar a los protagonistas a ir al espacio (te estoy mirando, Interstellar). Pero si uno acepta esa premisa, el resto de la historia es bastante entretenida: el fallo de las bases lunares fue por parte de una facción de los que trabajaban ahí que decide unilateralmente que el helio-3 disponible en la Luna no es suficiente para sostener a la humanidad, y entonces deciden escapar en naves generacionales, con casi todo el combustible minado que tenían, con la idea de que es mejor salvar a sólo una pequeña parte de la humanidad, en lugar de arriesgarnos a la extinción tratando de salvarla a toda.

Baker, después de que se separa de Robertsson, trata heróicamente de restablecer las bases y el transmisor de microondas; y Rolf, nuestro intrépido protagonista sigue sus pasos años después para completar la chamba y con la esperanza de encontrarla y rescatarla.

La historia termina de manera agridulce: Robertsson, gravemente herido después de haber reparado el transmisor de microondas y resuelto todo el misterio de qué había pasado, localiza a Sarah en una cámara de hibernación y consigue enviar una señal de auxilio para que vayan a rescatarla, pero muere al no haber otra cámara de hibernación para él. Además, Rolf descubre que la facción traidora tenía razón: el helio-3 en la Luna no alcanza para sostener a la Tierra a largo plazo; y encima las naves generacionales aparentemente fallaron todas en su travesía buscando un nuevo mundo que sirviera de hogar a los remanentes de la humanidad.

La historia sería terriblemente deprimente si no fuera porque está disponible Deliver Us Mars, la continuación; además del planeado Deliver Us Home, que cerrará la trilogía. Además, en una nota alegre, el tercer juego fue financiado por los fans de la serie vía Kickstarter, lo cual siempre es chido oír. Ahí tengo ya Deliver Us Mars, aunque todavía no lo juego.

Me gustó bastante el juego, pero es muy simple realmente. También tiene un par de bugs que me forzaron a tener que cargar un juego salvado anterior, porque dejaban atrapado al pobre de Robertsson en un vagón del metro lunar. En trofeos es casi trivial; me llevó poco más de una semana obener todos los trofeos, incluyendo el platino.

Yo lo recomiendo, si bien no ampliamente; pero la historia y algunas escenas que bien podrían haber salido de Alien o de 2001: Space Odyssey, donde intrépidos astronautas tienen que hacer circo maroma y teatro para tratar de sobrevivir, me parece sí le pueden gustar a casi todo mundo.

Además, como es tan simple el juego, el mismo está disponible hasta en lavavajillas, entonces es muy fácil de adquirir y experimentar.

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The Marvels

A inicios de noviembre del año pasado fui a ver, como es mi costumbre, la última película del MCU el día de su estreno.

Había comenzado a ver la serie Ms. Marvel cuando se estrenó, pero la verdad me resultó difícil: aunque me parece adorable Iman Vellani como la epónima heroína adolescente, la verdad no estaba de humor para ver las aventuras con su familia paquistaní. La dejé de ver después del primer episodio y tuve que terminarla de corrido justo antes del estreno de la película; nada más no conectó conmigo.

Así que esperaba poco de la película. Se aplican las de siempre.

The Marvels

The Marvels

Salí sorprendidamente satisfecho del cine: no es (definitivamente) la mejor película del universo Marvel; pero tampoco se merece las carretadas de odio racista y misógino que recibió. Es una película competente de superhéroes, nada más con el elemento de que son 3 heroínas trabajando juntas. Contra una villana, además.

Y de hecho Iman Vellani se roba gran parte de la película; y otra parte importante se la roba su familia, porque son adorables también.

En lo negativo, yo adoro a los gatos, y hasta a mí me pareció sumamente estúpido utilizar a los flerkens para desalojar S.A.B.E.R.

Pero fuera de eso me gustó bastante. Repito, no es ni de lejos lo mejor de Marvel, pero está entretenida y tiene bastantes escenas de acción más que pasables.

Lo peor que tiene la película, es lo mismo malo que han tenido todas las entregas de este universo después de Endgame: no tienen un hilo conductor que una a todas las historias que están contando. GotG Vol. 3 escapó esto en gran medida por ser el cierre de una trilogía; pero justamente con The Marvels esperaban poder hacer una tercera película con Brie Larson como Captain Marvel, y además subir de nivel a Teyonah Parris e Iman Vellani como Monica Rambeau y Ms. Marvel respectivamente, para pasarlas de la televisión a la pantalla grande.

Eso ahora está en el aire, como varios otros proyectos de Marvel como son las apariciones de Kang el Conquistador (porque Jonathan Majors le gusta usar a sus novias como sacos de boxeo); o la ya ahora mítica película con un nuevo Blade interpretado por Mahershala Ali, que ha cambiado como cinco veces de director.

Muchos creíamos posible que la nueva película de Deadpool lograra reconfigurar todo el MCU; y yo así lo esperaba, porque aunque salí satisfecho de haber visto The Marvels en el cine, es una triste sombra de lo que Marvel estaba haciendo cuando todo se encaminaba a Infinity War y Endgame. Sin embargo, habiendo ya visto Deadpool & Wolverine, dicha reconfiguración no se dio, así que quién sabe cómo le funcione al MCU el reciclar a Tony Stark como Victor von Doom.

De cualquier manera recomiendo The Marvels; Iman Vellani es adorable; Teyonah Parris es guapérrima y simpatiquísima; y Brie Larson sale vestida de princesa y canta en un número musical. ¿Qué más quieren en la vida?

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Romcom Where The Childhood Friend Won’t Lose

El siguiente animé que vi fue Osananajimi ga Zettai ni Makenai Rabu Kome, que por supuesto nadie le dice así porque es un título ridículamente largo; le dicen Osamake.

Osamake

Osamake

A veces no entiendo por qué termino ciertas series.

Nominalmente esta serie es una comedia romántica, donde la linda Kuroha le confiensa su amor a Sueharu, su amigo de la infancia, sólo para ser rechazada porque él esta enamorado de Shirokusa; pero cuando él se confiesa con Shirokusa, ella lo rechaza porque tiene novio. Así que Kuroha le propone que se venguen de ella y su novio aparentando que Kuroha y Sueharu son a su vez novios.

Porque eso hace la gente normal.

Digo “nominalmente”, porque una parte muy importante de la trama es que Sueharu en el pasado era un niño actor de bastante fama, hasta que una tragedia lo traumó fuera del mundo del espectáculo. Que el muchacho vuelva a actuar termina ocupando gran parte de la historia (de hecho es lo que más recuerdo), y la verdad a mí todo eso me da una hueva infinita; es de las razones por las que en general nunca veo animés de idols, a pesar de que las protagonistas son siempre (por definición) adorables.

Pero además sí varios de los personajes de la serie (comenzando por Kuroha, la epónima chilhood friend que se niega a perder) actúan de manera que raya en lo sociópata; la idea es que sea divertido (y en defensa de la serie a veces lo es), pero la verdad yo lo encontré más bien aburrido.

La serie tiene una animación pasable (excepto un comercial que filma Sueharu, donde la verdad sí me gustó lo original de la animación), una música pegajosa, y todas las semi sociópatas muchachitas son adorables. Sólo no es muy divertida y la verdad todo el drama del mundo del espectáculo y el trauma de Sueharu me dio muchísima hueva; lo suficiente para opacar todo le romance adolescente, que además no es particularmente interesante y/o divertido.

Por alguna razón la terminé, pero la verdad dudo mucho que vea una segunda temporada; si acaso llegara a ocurrir, porque además de todo la serie al parecer no fue terriblemente exitosa. No la recomiendo, realmente, pero está en Crunchyroll, si les interesa.

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Marvel’s Spider-Man: Miles Morales

Después de NieR: Automata mi siguiente platino fue el de Marvel’s Spider-Man: Miles Morales.

Marvel's Spider-Man: Miles Morales

Marvel’s Spider-Man: Miles Morales

(Un comentario acerca del video de cómo obtengo el platino: decidí no usar mi capturadora de video, porque es un desmadre conectarlo y desconectarlo de mis consolas. En el PS3 y PS4 no tengo de otra, porque aunque el PS4 tiene captura de video, la misma no incluye cuando aparece el trofeo… y el PS3 no tiene nada para capturar video. Sin embargo, en el PS5 puedo capturar video, y además se graba un cortito de 15 segundos donde sí se ve cuando aparece el trofeo… el único problema es que son dos videos distintos: el que yo a mano hago, y que básicamente puede durar tanto como yo quiera; y el que automáticamente hace el PS5, que siempre dura 15 segundos. Entonces sencillamente saqué ambos videos de la consola y los uní en el video de arriba; es mucho más sencillo que conectar y desconectar mi capturadora de video, aunque el resultado no sea 100% perfecto: se nota un pequeño brinco cuando cambia de un video al otro. Es lo que haré para platinos del PS5 de ahora en adelante.)

Mi segundo trofeo de platino para un juego en el PlayStation 5 le correspondió a la secuela de Marvel’s Spider-Man.

El juego fue uno de los juegos de lanzamiento del PlayStation 5; y no hubo pocos que se quejaron de que era poco más que el juego original con una manita de gato. Lo cual es entendible dado que Sony casi no tenía juegos disponibles cuando el PS5 salió a la venta: juegos first party (dícese, hechos por Sony mismo), había 5 nada más… y dos de ellos eran los dos juegos de Spider-Man, éste que reseño y el que lo precede.

Y sí es verdad que esta segunda entrega es sólo una mejora superficial; ambos juegos son, para motivos prácticos, básicamente idénticos, nada más con una gama distinta de poderes para Miles en lugar de Peter. Eso sí, aprovechando las mejoras gráficas de la nueva consola y que en los hechos no hay tiempos de espera nunca, gracias al disco duro de estado sólido.

Ahora, que la segunda parte sea casi idéntica a la primera no es algo necesariamente malo, Marvel’s Spider-Man es un extraordinario juego; una versión ligeramente nueva del mismo con nuevos poderes y una nueva historia no es para nada despreciable.

A mí me gustó mucho; hubiera preferido la versión de Miles de las películas del Spiderverse, pero el Miles del videojuego terminó cayéndome también muy bien, si bien por razones distintas. El Miles de las películas es, indudablemente, sexy; mientras que el Miles del videojuego es igual o más nerd que Peter. Pero pues yo siempre he estado más cerca (mucho más cerca) de nerd que de sexy, entonces me cayó muy bien el muchacho.

Miles es latino, pero su ascendencia es puertorriqueña y negra (afrogringa); entonces realmente (en ese aspecto cultural) no tiene casi nada qué ver conmigo. Y sin embargo, cuando al inhabilitar silenciosamente a uno de los enemigos, el muchacho susurra en un español indudablemente caribe la frase “eso me gustó”, debo de reconocer que eso me gustó.

La historia está bien; aunque el romance lo encontré algo confuso y dejando qué desear. Me parece que Miles tenía muchísima más química con Phin, que por supuesto termina convirtiéndose en la villana principal del juego y que se sacrifica al final de la historia; que con Hailey, que básicamente aparece un par de veces en todo el juego y que tiene el carisma de una maceta. En gran medida porque aparece un par de veces en el juego.

(Aunque debo admitir que las películas del Spiderverse me arruinaron para siempre cualquier romance de Miles que no sea con Spider-Gwen.)

Además de esto, el Harlem que muestra el juego se ve increíble; y no me refiero únicamente a los gráficos, me refiero a cómo representan una ciudad viva: se antojan los platillos al ver los puestos de cómida en la calle; se escuchan las frases en múltiples idomas y dialectos; se ve el arte de gráfiti en las paredes y se escucha a los artistas callejeros; se ve una ciudad que es, de alguna manera, muy similar a las partes que más me gustan de la Ciudad de México.

Liberty City en GTA 4 era otra muy buena representación de Nueva York; pero nunca sentí que la bola de NPCs que deambulaban las calles (a veces apareciendo de la nada si uno daba una media vuelta muy rápido) eran más que simples NPCs. Las calles de Nueva York (pero principalmente de Harlem) en Miles Morales se sienten vivas.

Es un gran juego, si bien algo corto; yo lo recomiendo ampliamente. Ahora además del PS4 y PS5 se puede jugar en Windows (y aparentemente también en Linux); y yo digo que sería muy buena idea que lo jugaran.

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Five Nights at Freddy’s

A finales de octubre del año pasado, me aventé Five Nights at Freddy’s. No sólo había oído que estaba bien; consideré un poco que estaba obligado a verla en mi papel de gamer.

Se aplican las de siempre.

Five Nights at Freddy's

Five Nights at Freddy’s

Tengo que hacer una confesión: nunca jugué FNaF ni ninguna de sus secuelas. Paradójicamente tengo varias entradas de la serie tanto en mi cuenta de PlayStation como en mi cuenta de Steam; sólo no me he puesto a jugarlos.

Sin embargo, obviamente conozco de qué van los juegos: nadie jamás ha sostenido que tengan una narrativa particularmente complicada.

Disfruté enormemente la película: he sido fan de Josh Hutcherson básicamente desde Zathura y aquí la hace muy bien del traumado perdedor que se vuelve el guardia nocturno en Freddy’s; como casi todo el mundo soy fan de Matthew Lillard, que en esta película es deliciosamente perturbador como el villano; Elizabeth Lail está muy chula y yo espero aparezca en la secuela (termina en el hospital su personaje); y Piper Rubio no es execrable como actriz infantil, lo que se agradece.

Es una entretenida y (me atrevo a afirmar) buena película cómica de suspenso, que no es lo mismo que terror. No tengo idea de qué tan cercana o lejana sea con las mitologías establecidas en los videojuegos (repito, no los he jugado), pero la historia es relativamente original y las acciones de los personajes de hecho tienen sentido en el contexto narrativo.

Me gustó mucho, y me alegró oír que a la audiencia le había gustado bastante y que había ganado suficiente dinero como para justificar una secuela (a la crítica no le gustó tanto, ¿pero qué saben ellos?)

Yo la recomiendo; no es revolucionaria ni nada por el estilo, pero está entretenida y la historia es medianamente interesante.

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Vivy: Fluorite Eye’s Song

El siguiente animé que vi fue Vivy: Fluorite Eye’s Song.

Vivy: Fluorite Eye's Song

Vivy: Fluorite Eye’s Song

A veces me sorprende la desconexión que tengo con el resto de la comunidad que ve animé de manera regular. Vivy es casi universalmente aclamada, y la verdad a mí me dio más bien hueva.

Está extraordinariamente bien hecha y con escenas de acción que literalmente quitan el aliento… pero la historia a mí me dio más bien hueva.

Vivy, nuestra heroína, es una robota con inteligencia artificial cuya única misión es hacer feliz a la gente cantando. Lo cual hace con poco éxito; en el parque de diversiones donde “trabaja”, generalmente van a verla sólo un puñado de personas.

Un día un osito de peluche que también es roboto y que le regaló una fan, es poseído por Matsumoto, una inteligencia artificial de 100 años en el futuro (recuerden niños: transferir materia a través del tiempo hacia el pasado es aparentemente imposible; información es más probable), que la recluta para que juntos eviten una guerra total entre los robotos y la humanidad, al evitar que ciertos eventos claves ocurran.

Vivy originalmente es reticente a ayudar al osito, porque esa no es su misión: su misión es cantar para hacer a la humanidad feliz; pero Matusmoto no le da muchas opciones, y además se convierte en su patiño ayudándola además a aprender habilidades de combate como las que muestra en el video que puse arriba.

La historia me dio más bien hueva porque es lo menos original que existe en el universo, aunado a que una vez más la inteligencia articifial que muestra la serie es algo que no sólo no estamos cerca de poder inventar, sino que para motivos prácticos nadie está trabajando en poder inventarla (afortunadamente, tal vez). Vivy además es un personaje increíblemente soso (Matsumoto le roba todas las escenas donde aparecen juntos), y su motivación (repetida hasta el vómito) de “hacer feliz a la gente con mi música” no sólo es aburridísima, sino que es rápidamente mandada al carajo en las misiones donde Matsumoto invariablemente obliga a Vivy a desmorir a múltiples desafortunados involucrados con los eventos clave famosos.

Hay toda una subtrama de Vivy básicamente bloqueando la personalidad que desmuere humanos y robotos a diestra y siniestra, y cómo debe desbloquear esa personalidad para poder continuar la misión, pero la verdad yo ya estaba ligeramente hasta la madre cerca del final de la historia. Que a mí no me satisfizo en lo más mínimo.

Yo soy monotemático y unilineal; yo veo animé en gran medida por los doki dokis y los ara aras, y Vivy carece profundamente de ambos: para motivos prácticos no hay nada de romance (que no es de extrañar, la mayor parte de los personajes son robotos).

No niego los valores de producción de Vivy; son extraordinarios. Pero la historia y los personajes definitivamente no conectaron conmigo, además de que la resolución de los múltiples hilos narrativos son insatisfactorios, o incoherentes, o contradictorios, o en el peor de los casos inexistentes. Al menos en mi opinión.

Las patadas voladoras están muy bien hechas, si eso les llama la atención. Está en Crunchyroll si la quieren ver.

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NieR: Automata

Mi siguiente trofeo después de GTA 3 fue: NieR: Automata.

NieR: Automata

NieR: Automata

Sabía muy poco de este juego antes de jugarlo, y si lo destilamos a dos hechos muy puntuales, lo único que sabía del juego era que: (a) es arrecho de a madres; y (b) que casi absolutamente todo mundo lo adora. De verdad, casi no he escuchado críticas negativas del juego; es tan universalmente adorado que hasta los reseñadores más mojigatos le disculpan que sea más arrecho que un adolescente sin novia con las dos muñecas fracturadas.

El primer punto, que sea arrecho de a madres, es fácilmente explicable nada más de ver a 2B, la protagonista principal del juego.

2B

2B

Es de los personajes más arrebatadoramente sexys que yo haya tenido el placer de jugar en un videojuego. Y la cosa es, es un tipo de sexy que, aunque no sepa cómo explicarlo exactamente, resulta muy natural; lo cual es paradójico dado que 2B es una androide.

Tal vez lo mejor que puedo hacer es una comparación: Bayonetta, la protagonista del epónimo videojuego, fue diseñada para ser sexy en un juego igual o más arrecho de lo que es Nier: Automata: toda la ropa de Bayonetta está compuesta de su cabello, que se transforma en distintos ataques durante el combate, lo cual la deja básicamente desnuda mientras uno está madreando enemigos. Sin embargo, desde mi punto de vista, este ser “sexy” de Bayonetta es artificial y un poco de mal gusto; mientras que en 2B es natural y con una elegancia que sin duda proviene del mismo personaje.

Además de que se mueve con la elegancia y precisión de una bailarina de ballet, 2B es una estereotípica kuudere; tan es así que la página de la Wikipedia que ligo justamente utiliza la misma imagen de 2B como ejemplo (de ahí me la volé). A primera vista 2B es fría y sin emociones; robóticamente calculadora en su manera de actuar y pelear, lo que por supuesto encaja con el hecho de que es una androide.

Ante los obvios (y algo torpes) coqueteos de 9S (el segundo protagonista), 2B responde como si no entendiera o no le importaran dichos avances, enfocada como un láser en la misión que están tratando de llevar a cabo.

Y sin embargo, conforme avanza la historia, uno comienza a comprender que esa apariencia fría y sin emociones de 2B es una coraza que la androide utiliza para tratar de proteger a su muy sufrido corazón, por estar pérdidamente enamorada de 9S, de quien no puede evitar enamorarse una y otra y otra y otra vez cada vez que el adorable androide analista (scanner, de ahí la S en 9S) sacrifica cuerpo y alma (literalmente) para salvarla cada vez que es necesario; y si no, entonces 2B se ve forzada a asesinarlo una y otra y otra y otra vez cada vez que el inquisitivo androide inevitablemente descubre la verdad de la guerra que consume a los androides de YoRHa, en nombre de los pocos seres humanos refugiados en la Luna, y a las máquinas (robots) que ocupan el planeta Tierra, en nombre de los alienígenas que la conquistaron hace tantos años que ya nadie recuerda exactamente cuándo.

Eso es lo que ha hecho a NieR: Automata universalmente adorada: la espectacular y dolorosamente trágica historia entre dos androides forzados a cumplir una misión que es imposible completar exitosamente y que resulta en que inevitablemente se enamoren, una vez más, el uno de la otra. Todo para que o bien Nines (9S) se sacrifique para salvar a su amada 2B; o bien que 2B tenga que asesinar a su compañero, colega, socio, cómplice y virtual amante.

Desde un punto de vista técnico, el juego en general está bien: el modo de juego es espectacular, con el jugador controlando a 2B, luego a 9S y finalmente a A2 (la tercera protagonista; púdranse si creen que voy a entrar en más detalle) en un combate acrobático y frenético que es trivial de entender y endiabladamente difícil de dominar; la música está increíble, siendo desgarradoramente melancólica en los momentos contemplativos del juego, y dramática y frenética en los momentos de más acción; y los gráficos son en muchas cosas (como las enormes y espectaculares nalgas de 2B) de lo mejor que hay en videojuegos.

Sin embargo, el juego da la apariencia de haberse gastado todo su presupuesto para gráficos en las antes mencionadas enormes y espectaculares nalgas de 2B.

Las nalgas de 2B

Las nalgas de 2B

Esto no es elucubración mía, por cierto: el creador del juego, Yoko Taro, le dijo a sus diseñadores que hicieran las nalgas de 2B perfectas o de otra forma los iba a correr a todos. Los diseñadores sólo estaban siguiendo órdenes.

Y se nota: es la representación más espectacular de nalgas que yo haya visto en un videojuego, y ahí incluyo a obras maestras como todas las protagonistas de Dead or Alive, Cammy de Street Fighter y Juliet de Lollipop Chainsaw. La androide está pegando de brincos todo el tiempo y su enormes y espectaculares nalgas rebotan de la manera más exquisita que uno pudiera extraer de los sueños húmedos del adolescente sin novia con las dos muñecas rompidas que mencionaba arriba.

Pero como decía, al parecer todo el presupuesto se fue ahí, porque a veces los fondos parecen sacados de un PlayStation 2 y varios de los gráficos y texturas en el resto del juego dejan mucho qué desear. Por no mencionar el minijuego para hackear, que por más divertido que sea probablmente podría pogramarse en una licuadora.

Sin embargo, el espectáculo que son las nalgas de 2B nos mantienen distraídos, al menos al inicio del juego; y luego la cautivadora historia hace que perdonemos los defectos en el resto de los gráficos.

Obviamente estoy bromeando; pero en verdad, las nalgas de 2B están hechas con un detalle tan preciosista, que creo que fue de las razones por las que incluso los reseñadores de videojuegos más mojigatos estuvieron dispuestos a dejarlo pasar por alto.

Eso y la espectacularmente romántica historia.

Otro problema son los diálogos; no en sí mismos, son espectacularmente bien actuados: yo, mamón como soy, jugué el juego en japonés, lo que se presta todavía más a que se sienta como estar protagonizando un animé. No, el problema con los diálogos es que no están vocalizados todos: y de hecho una parte muy grande de los mismos existen únicamente en texto, lo cual hace que el juego se sienta (como con los fondos de PlayStation 2) viejo.

Pero de nuevo, se perdona por la espectacularmente romántica historia.

Encima de todo, está el fin, el fin de verdad, ahora sí en serio, del juego. El juego tiene casi treinta finales distintos, aunque la mayor parte son básicamente chistes; pero si uno sigue una serie de pasos específicos, se puede descubrir el final “verdadero” de la historia.

Primero, uno juega un minijuego arcade durante los créditos, mientras el juego le hace preguntas al jugador acerca del significado de la historia. Este minijuego era el mismo que usaba 9S para hackear computadoras y máquinas; el minijuego va subiendo cada vez más de dificultad, al grado de que se vuelve casi imposible de ganar: y entonces, cada vez que uno muere, cuando el juego pregunta si queremos seguir intentándolo, comienzan a salir a la vez mensajes de apoyo del resto de los jugadores que hayan jugado el juego, del tipo de “tú puedes”; “yo también creí que no iba a lograrlo”; “sigue intentándolo”. Al inicio aparece sólo un mensaje, pero conforme uno muere una y otra y otra y otra vez, el número de mensajes aumentan hasta llenar toda la pantalla.

Eventualmente, después de preguntar si queremos seguir intentándolo, se le ofrece al jugador “ayuda” por parte de un jugador que así lo haya elegido al final de su propio juego. No es que este otro jugador ayude en tiempo real: la ayuda es por parte del mismo juego, pero sólo es posible si otros jugadores deciden sacrificar su propio final verdadero en afán de ayudar a futuros jugadores.

Es glorioso; yo, ridículo como soy, no pude evitar comenzar a derramar lágrimas cuando los primeros mensajes echándome porras aparecieron: y cuando por fin tiré la toalla y acepté la ayuda, al ver que con el sacrificio de otros jugadores sí podía ganar el minijuego, además de que la música, que originalmente tenía una sola voz cantando, comienza ahora a hacerlo en coro, yo de plano comencé a berrear como niña chiquita.

Yo detesto los videojuegos en línea; y aún así NieR: Automata consiguió hacerme sentir parte de la comunidad de jugadores que lo terminaron, al leer los mensajes de apoyo para que siguiera intentando terminar los créditos. Eso yo lo veo como un logro espectacular.

Pueden ver un ejemplo (es distinto para cada jugador) de los créditos en el tubo.

Pero además además, el final final final, el de a deveritas final, muestra a los pods de 2B y 9S (púdranse si creen que les explicaré que son los pods) reconstruyendo a los androides en violación de una orden directa, lo que da pie a que, tal vez, 2B y 9S puedan por fin vivir su romance y dejar de repetir el ciclo de guerra infinita en el que se encontraban.

No sé si se hayan dado cuenta, queridos lectores, pero adoré a NieR: Automata (como casi todo el resto de la crítica); se ha vuelto de mis juegos preferidos en todos mis PlayStations, y es (independientemente de lo arrecho, que yo agradezco) de las más espectaculares experiencias narrativas que yo he experimentado jugando.

Lo recomiendo ampliamente; el juego está disponible en Steam además del PlayStation; y yo creo que se están perdiendo de mucho si no lo intentan al menos. Y si no, el animé basado en el juego es una buena alternativa si sólo les interesa la historia: pero del animé escribiré más adelante.

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The Creator

A finales de septiembre del año pasado fui a ver The Creator, porque soy fan tanto de John David Washington como de Gareth Edwards.

Se aplican las de siempre.

The Creator

The Creator

Los humanos crean a la Inteligencia Artifical; un sector de la Inteligencia Artifical se rebela; los humanos genocidian a la Inteligencia Artifical; la Inteligencia Artifical se defiende y en el proceso nos enseña qué es ser realmente humano.

Me parece que ese esqueleto de historia ocurre como en catorce millones de películas de ciencia ficción, más o menos, así que no la podemos calificar de ninguna manera como original.

¿Aporta algo nuevo este nuevo intento? No realmente, desde mi punto de vista; en particular que Alpha-O sea una niña chiquita me parece de hecho medio barato.

Dicho sea eso, está muy bien hecha la película y el mundo que construyen es, al menos parcialmente, creíble. Además, ver a Allison Janney fuera de su estereotipo cómico, como una militar de acción fue probablemente lo que más me gustó de la película.

El problema más grave que tiene The Creator, en mi opinión, es que es más bien intrascendente. No hay ni un trozo de una idea original que plantee la película, entonces termina siendo un drama envuelto en ciencia ficción, sin que dicho drama sea particularmente llamativo. Y sin que la ficción tenga mucho de ciencia.

Hay un grave problema con cómo suele Hollywood representar a la Inteligencia Artificial; cómo la gente “normal” (lo que sea que es eso) entiende lo que es la Inteligencia Artificial; y todo el ruido que están causando los productos que, de manera incorrecta (me parece) son clasificados como Inteligencia Artificial hoy en día.

No nada más estamos a años luz de acercarnos a una Inteligencia Artificial como la que se muestra en la película; para motivos prácticos nadie está trabajando en algo que ni siquiera se acerque a eso. Todo mundo está invirtiendo en cosas que podrían dar la apariencia de Inteligencia Artificial, y que en muchas ocasiones puede engatuzar al usuario, pero que eventualmente siempre muestran su no-inteligencia de la manera más hilarante (o peligrosa) posible.

Pero esto no es culpa de la película, que sí la disfruté, pero de la cual la verdad me olvidé casi de inmediato.

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I’ve Been Killing Slimes for 300 Years and Maxed Out My Level

Otro animé que me aventé fue Slime Taoshite 300-nen Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita, pero tiene un título tan ridículamente largo, que todo mundo le dice Slime 300.

Slime Taoshite 300-nen Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita

Slime Taoshite 300-nen Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita

Hay dos géneros que por sí mismos no me llaman la atención, pero que paradójicamente incluyen varios de mis animés favoritos: CGDCT y SOL. Los acrónimos abrevian Cute Girls Doing Cute Things (chicas lindas haciendo cosas lindas); y Slice of Life (rebanada de vida), respectivamente. El primero es autodescriptivo: son, literalmente, chicas lindas haciendo cosas lindas, y todos nos alegramos con tanta lindura; suelen ser series bastante puras, pero no es raro que incluyan un poquito de arrechez, si bien suele ser igualmente puro.

El segundo se refiere a ver escenas de la vida cotidiana de gente en general “normal” (lo que sea que eso signifique); no hay (o no es necesario que haya) un arco narrativo global y los episodios consisten en ver a nuestros personajes disfrutar la vida de manera bastante mundana. También suelen ser bastante puras.

Slime 300 es, nominalmente, un Isekai; pero en los hechos es una combinación de CGDCT y SOL: Azusa Aizawa, una empleada japonesa semi esclavizada por su corporación, de buenas a primeras se muere un día por trabajar demasiado, y una diosa se apiada de ella y le concede su deseo de reencarnar en un mundo de fantasía con la posibilidad de vivir una vida tranquila como bruja, además de hacerla inmortal en un cuerpo de una adolescente de 17 años, porque así le gustan a la diosa.

Nunca cambies, Japón.

Azusa se vuelve literalmente la bruja de su aldea, y vive una rutina simple durante 300 años, que incluye el matar 25 slimes todos los días. Por si no lo sabían, los slimes (que son básicamente mocos gigantes) suelen ser los enemigos más débiles en los juegos JRPG, entonces que mate 25 al día no es muy impresionante que digamos. El que lo haga durante 300 años durante todos los días, sin embargo, sí lo es: eso le permite maximizar su nivel y todas sus estadísticas, lo que la convierte básicamente en una semidiosa en su mundo.

La historia comienza realmente pasados esos 300 años, cuando distintas criaturas se acercan y hacen amigas de Azusa, incluyendo dragonas, elfas, demonias, fantasmas, leviatanes, y los dos espíritus encarnados de los millones de slimes que ha matado en esos 300 años, que se asumen como sus hijas.

Y sí, todas esas criaturas son femeninas y hermosas y sí, la serie trisca todo el tiempo con potenciales parejas lésbicas para Azusa sin en ningún momento resolverlo explícitamente, los muy cobardes. Las pseudo hijas no son potenciales parejas lésbicas, afortunadamente.

No hay mucho más de la historia: hay algunas peleas, generalmente cuando introducen a una nueva criatura que tiene una forma humana innecesariamente sexy y que termina convirtiéndose en una nueva amiga para Azusa, pero la brujita es básicamente todopoderosa después de pasarse tres siglos genocidiando 25 slimes por día, entonces no hay pelea que pueda perder.

Por lo tanto la historia es literalmente chicas lindas haciendo cosas lindas (si ignoramos el hecho de que la mayoría tiene cientos de edad, y en un caso más de mil); y trozos de su vida cotidiana viviendo muchas de ellas juntas en la casa de Azusa.

Es a un nivel intelectual bastante pendejo; pero la verdad yo la disfruté mucho. Es muy divertido ver cómo distintas criaturas tratan de ganarle a Azusa en combate sólo para que la brujita las derrote básicamente apenas moviendo una mano; y hay algo de terapéutico de ver a chicas lindas haciendo cosas lindas mientras viven su vida pacífica en un mundo de fantasía.

Objetivamente la serie no se puede calificar de buena; la animación es apenas competente (aunque el diseño de personajes está padre, con todas las muchachas estando muy lindas); la música es agradable, pero intrascendente (aunque las letras son hilarantes); y la historia es básicamente inexistente, como suele ser con todas las series de CGDCT.

Sin embargo sí es genuinamente divertida y a mí sí me ganaron la brujita y todas sus pretendientes, aunque ninguna tenga los arrestos de intentar de hacer algo más candente con la densa brujita de más de 300 años.

Está en Crunchyroll, si les interesa.

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Grand Theft Auto III

Mi siguiente platino fue Grand Theft Auto III, en su versión para PlayStation 4, que parece ser la original para PlayStation 2 en una especie de emulador dentro del PlayStation 4; no la versión “definitiva” que salió en 2021.

Grand Theft Auto III

Grand Theft Auto III

Éste fue otro de los juegos que sobrevivió mi cambio de cuenta en la PSN; lo adquirí (gratis) junto con Grand Theft Auto: Vice City y Grand Theft Auto: San Andreas en mi primera cuenta, y como digo al cambiar a mi segunda cuenta resulta que todavía lo podía jugar. Lo cual es sorprendente, porque con el lanzamiento de la versión “definitiva” (que recibió rechazo casi universal por múltiples motivos), la versión que yo jugué ya ni siquiera está disponible en la PlayStation Store. La imagen que usé para la portada la tuve que cazar en internet con una lanza; como digo, ya no está disponible en la tienda digital y según yo nunca se lanzó físicamente en disco.

Como sea: Grand Theft Auto es de esas franquicias de juegos que están íntimamente ligadas a mi vida como gamer. Durante la universidad llegó un momento en que mis amigos y yo descubrimos cómo descargar juegos piratas y comenzamos a hacerlo que hagan de cuenta que fuera deporte; muchas veces ni siquiera los jugábamos, lo divertido era descargarlos.

Así en algún momento descargamos GTA 1 y 2, que nos dio risa cuando esos sí llegamos a jugarlos, pero no les prestamos mucha atención. Eran juegos entretenidos, pero muy primitivos: era una perspectiva en 2D con vista de pájaro de la ciudad, y aunque la violencia y humor negro de la franquicia ya estaba en esas primeras entradas, lo cierto es que son mucho menos impactantes cuando las ve uno en lo que es básicamente una caricatura.

Cuando salió el avance para GTA 3, mis amigos y yo nos quedamos bañados de asiento: dícese, anonadados. No podíamos creer que un juego así pudiera existir, no teníamos idea de que la tecnología de videojuegos 3D ya había llegado a ese punto. El avance sigue siendo espectacular, más de veinte años después.

Yo jugué GTA 3 y lo terminé, si bien nunca obtuve el 100%: me puse a coleccionar paquetes hasta que ya había matado a Don Salvatore después de que él intentara matar a Claude, lo que hacía casi imposible el estar recorriendo Portland para buscarlos. Se volvió uno de mis juegos favoritos, que a veces nada más lo lanzaba para poder matar civiles en las calles.

Después por supuesto obtendría el platino de GTA 4 y GTA 5, de hecho obteniendo el 100% de los trofeos incluyendo los DLC, pero todo comenzó con GTA 3; así que cuando salió gratis en mi suscripción a PS+, yo sin dudarlo lo bajé.

El año pasado por fin lo terminé obteniendo el platino, y no tienen idea de lo mucho que lo disfruté. Debo dejar bien claro que el juego es increíblemente primitivo para estándares modernos: el combate mano a mano parece funcionar de manera aleatoria; y las armas de fuego son básicamente inmanejables, con un sistema para apuntar que parece sostenerse con diúrex y salivita. El lenguaje que a lo largo de las décadas naturalmente se ha formado en videojuegos de disparos utilizando un controlador todavía no existía; apenas se estaban estableciendo sus reglas y justamente GTA 3 fue parte de ese proceso.

Y a pesar de todos esos problemas, el juego le atinó de forma perfecta a la mecánica principal del mismo: el andar manejando distintos tipos de carros por Liberty City. Debo enfatizar que con eso no quiero decir que el manejo de carros esté bien hecho en GTA 3; todo lo contrario: es como conducir un ladrillo con llantas de gelatina en una pista de hielo. Lo que quiero decir es que es divertidísimo el manejar los carros por las calles de la ciudad, aunque se sienta como conducir un ladrillo con llantas de gelatina en una pista de hielo.

Por supuesto también está la espectacular historia; que es el motivo por el cual mi video de obtener el platino dura más de media hora: no quería dejar de poner ese final que es básicamente el de una película de acción de narcotraficantes.

Jugar GTA 3 casi un cuarto de siglo después de haberlo hecho por primera vez es revelador: en su momento era la muestra tecnológica de videojuegos más avanzada en existencia, con gráficos que nos parecían imposiblemente realistas y toda una ciudad que se sentía enorme a nuestro alcance. Hoy en día, es dolorosamente obvio lo limitado que es el juego: los gráficos son apenas competentes, con más o menos tres texturas diferentes para edificios; muchos de los personajes con manos que son bloques sin dedos; los NPCs cuentan como con 3 líneas de diálogo que se repiten hasta el vómito y de hecho hay como diez NPCs distintos; y la ciudad es realmente diminuta, correspondiendo a tres colonias no particularmente grandes de la CDMX. Y aún así fue el primer videojuego que intentara algo de ese estilo y a ese nivel.

GTA 3 es probablemente el primer juego “adulto” que yo jugué siendo adulto; lo que hace paradójico que el volverlo a jugar el año pasado me hiciera sentir de nuevo como niño. Lo recomiendo ampliamente, aunque ya no se puede jugar esa versión para PS4; a lo mejor en algún momento juego la versión “definitiva”, que se supone justamente mejora cosas como el combate con armas de fuego y un poco los gráficos, pero esta versión para PS4 es a mis ojos perfecta. No porque no tenga errores; sino en gran medida justamente por dichos errores: es un juego deliciosamente nostálgico.

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Gran Turismo

A finales de agosto del año pasado, fui a ver Gran Turismo, dado que múltiples críticos dijeron, en pocas palabras, que estaba “divertida”.

Y la verdad sí está divertida. Se aplican las de siempre.

Gran Turismo

Gran Turismo

Gran Turismo es una serie de videojuegos para distintas versiones del PlayStation; se precia de ser de los simuladores (no nada más videojuegos) más fieles que existen. Lo que me da risa, porque los carros literalmente rebotan cuando chocan.

Los videojuegos no incluyen ningún tipo de historia: hay campañas, pero consisten en participar en distintas carreras con cierto orden; no hay personajes ni arcos ni nada que se pueda considerar como una narrativa.

Para adaptar el videojuego a una película, entonces, Sony lo que hizo fue dramatizar una historia verdadera: la Academia GT que Sony/Nissan organizó para tratar de poner un conductor gamer de Gran Turismo detrás de un volante de verdad y darle la oportunidad de convertirse en un piloto profesional de carros de carreras. El protagonista es Jann Mardenborough, un muchacho británico que sí comenzó jugando Gran Turismo en PlayStation, y que después de la academia se volvió piloto profesional de carros de carera.

Los puntos principales de la historia son verdaderos; pero están no sólo dramatizados, sino cambiando su orden o cuándo ocurrieron. Y en ese sentido es una película deportiva como suelen ser todas: un protagonista externo que gracias a su esfuerzo y dedicación, así como el apoyo de un entrenador que es veterano del mismo deporte, consigue superar todas las adversidades y terminar en el podio de una carrera con puros pilotos profesionales.

Y me parece que hasta ahí llegó, por cierto; creo que el tercer lugar que obtiene en la película es el mejor resultado que Mardenborough ha obtenido en toda su carrera profesional.

Como sea, está entretenida la película, pero realmente no hay mucho que tenga que ver con el juego, que yo he jugado y es de mis favoritos. Hay una escena donde los frenos de su carro se cristalizan y entonces no puede frenar y choca contra una barrera de llantas, pero la verdad yo ni sabía que el juego podía emular eso. Y otra escena, que con esa sí me identifiqué, donde Jann dice: “conozco esta pista; la he recorrido miles de veces”.

Lo cual es cierto; cuando está la carrera de su accidente en Nürburgring Nordschleife, yo fácilmente reconocí varias porciones de la pista, porque es de las más icónicas del mundo y está en múltiples videojuegos de carreras. Y justamente cuando Jann se acerca al punto donde ocurrió el accidente, yo casi me levanto en el cine y grito: “¡indio, frena!, ¡te vas a matar!”, porque justo en ese punto no es raro que yo salga volando, porque es una de las características de esa parte de Nürburgring Nordschleife. Y sí, el muchacho sale volando lo que causa que mate a un espectador.

La película no es particularmente original ni es una obra de arte. Y la tesis principal que la historia plantea (que un jugador de videojuegos podría convertirse en piloto profesional) la verdad no me queda claro que quede demostrada, excepto por grandes números: tanta gente juega simuladores de carreras, que probablemente uno de ellos la pueda hacer en la vida real.

De todas maneras es bastante disfrutable; está padre el drama familiar (además de que adoro a Djimon Hounsou y Geri Halliwell); David Harbour y Orlando Bloom siempre me han caído bien y aquí no decepcionan; ver carreras en el cine siempre es muy emocionante, además de que hay varias tomas con drones espectaculares; y pues son carritos yendo harto bien rápido, además de que hablan con cierto respeto (aunque también con un montón de escarnio) de los gamers.

Así que yo sí la recomiendo.

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Combatants will be dispatched!

El siguiente animé que vi fue Sentouin Hakenshimasu!, también conocida como Combatants will be dispatched!, en gran medida porque es del mismo autor que KonoSuba, que es de mis animés favoritos.

Combatants will be dispatched

Combatants will be dispatched

Luego me enteraría que sí, es el mismo autor; pero que de hecho escribió Combatants will be dispatched! antes de escribir KonoSuba.

Se nota que es un primer intento.

No me malinterpreten: sí es divertida y el diseño de personajes (especialmente Snow y Freezing Astaroth) está bastante padre. Sólo la historia sí se pasa de estúpida.

El Agente de Combate 6 y Alice Kisaragi (una “niña bonita androide”) son empleados de la malévola corporación Kisaragi, que después de haber conquistado casi todo el planeta Tierra, ha decidido expandir sus operaciones a otros mundos, por lo que los mandan a un mundo de fantasía como una fuerza de avanzada para una futura conquista.

Esto en sí ya es idiota; pero la verdad se pone peor: 6 debe coleccionar “puntos malévolos” para poder ayudar a Kisaragi a conquistar este nuevo mundo. ¿Cómo adquiere 6 “puntos malévolos”? Hay varias maneras, pero éstas incluyen acosar sexualmente a Snow, una guerrera del mundo que están tratando de conquistar, por ejemplo.

Snow

Snow

Nunca cambies, Japón.

No me parece esto estúpido porque yo sea mojigato; sencillamente no tiene sentido (¿por qué limitar a tus operativos en territorio enemigo?), y además no es particularmente divertido.

Terminé la serie, pero la verdad sí me dejó qué desear, más aún si la comparamos con la espectacular KonoSuba, que es igual y todavía más arrecha; pero cuyo humor es mucho más orgánico y natural, además de muchísimo más inteligente.

Además, le falta romance: sí hay coqueteos entre 6 y Snow; y entre 6 y una de sus jefas en la Tierra, Freezing Astaroth, pero todo se siente forzado y con una capa de imbecilidad flotando cerca de todos los personajes todo el tiempo, con el agraviante de que ni siquiera es particularmente divertido.

Freezing Astaroth

Freezing Astaroth

La verdad no sé si vería una segunda temporada; pero creo que ni siquiera le fue suficientemente bien como para que la hagan. Está en Crunchyroll, si les interesa.

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Disneylandia

Quiero terminar (al menos por el momento) esta serie de entradas de política enfocándome en un comentario que me dejó uno de mis lectores en una de las entradas que escribí antes de las elecciones.

Podría parecer, inicialmente, que lo hago para burlarme de dicho lector; nada más lejano de la verdad. Lo hago para analizar lo desconectados que pueden estar algunos ciudadanos de la realidad, pero en particular los que sienten un odio visceral contra la Transformación y en particular contra el Peje.

De hecho, yo sospecho que ese odio es la principal explicación de dicha desconexión con la realidad; los afecta tanto su furia contra el Peje y su gobierno, que están dispuestos a aceptar casi cualquier narrativa que justifique esa emoción que los consume, por más ridícula que sea.

Y así es como terminamos con ciudadanos que viven en Disneylandia, completamente desconectados de la realidad.

En parte me preocupa, porque es justo la estrategia que los republicanos han seguido en gringolandia desde Ronald Reagan: alimentando mentiras descaradas a sus bases para que voten por ellos, aunque en los hechos sea votar en contra de sus propios intereses.

En parte no me preocupa, porque como quedó plenamente demostrado este 2 de junio, nuestros connacionales viviendo en Disneylandia son una minoría: la enorme mayoría del país sigue con sus dos pies firmemente plantados en la realidad, y no solamente mucho mejor informados, sino interesados en mantenerse así y con deseos de participar en la discusión política nacional.

Estos ciudadanos son los que le permitieron a la Transformación llegar al poder en 2018; y son los que abrumadoramente eligieron apoyar su continuación el 2 de junio.

Primero voy a poner el comentario del lector íntegro, aunque me permití corregir errores de ortografía y darle formato. Después atenderé cada punto.

Mi pronóstico para la 4T es el siguiente;

  • Claudia va a ganar por 5 a 10 puntos, gracias a la aplanadora del gobierno y el presupuesto.
  • En las cámaras de diputados y senadores la 4T va a ganar una mayoría modesta, lejos de ser suficiente para cambiar la constitución. Esto va a beneficiar a Claudia, porque ya no va a poder ser controlada por AMLO. Va a a tener un pretexto para no cumplir las pendejadas de AMLO, como eso de dar 100% de pensión y elegir por voto a los jueces de la Suprema Corte.
  • Morena va a perder la CDMX, lo cual va a beneficiar a Claudia porque eso va a debilitar a los “puros” que son un dolor en el culo para ella. Ella se lleva mejor con Taboada que con la chaira de Clara.
  • Claudia va a romper con AMLO en algún momento después de las elecciones o durante el primer año del sexenio. Lo único que quedaría es si AMLO hace berrinche o se aguanta. No existe ninguna “Transformación” eso es una construcción de mercadotecnia de AMLO que sólo los ingenuos se creen.

Vamos a atender cada punto:

  • Claudia va a ganar por 5 a 10 puntos, gracias a la aplanadora del gobierno y el presupuesto.

    Mi lector se equivocó aquí por 22 puntos porcentuales en el mejor de los casos; y 27 en el peor: Claudia ganó por 32 puntos porcentuales sobre el segundo lugar. Por supuesto ese margen de victoria, atribuirlo a cualquier cosa que no sea una decisión aplastante del pueblo, es incluso insultante.

    En una elección cercana sería tal vez posible decir que una “aplanadora” del gobierno o diferencias en “presupuesto” fueron la causa de una derrota; con 32 puntos de ventaja, es ridículo. Más aún cuando Xóchitl gastó 363 millones de pesos contra 303 millones de Claudia, casi 20% más.

    Pero claro, si vives en Disneylandia, entonces probablemente el Peje hipnotizó a casi todo el país o algo por el estilo.

  • En las cámaras de diputados y senadores la 4T va a ganar una mayoría modesta, lejos de ser suficiente para cambiar la constitución.

    Éste es probablemente uno de los peores pronósticos políticos que he visto en mi vida. Se ganó la mayoría calificada en la cámara baja de calle; y en la cámara alta la Transformación se quedó a 3 escaños, que como ya he argumentado varias veces, múltiples senadores de oposición se van a pelear a mordidas entre ellos a ver quién traiciona primero y vota con la alianza de Morena.

    ¿Cómo puede alguien predecir algo que termina siendo casi lo opuesto de lo que ocurrió. Muy fácil: nada más hay que negar la realidad enfrente de uno y pensar que uno vive en Disneylandia.

  • Esto va a beneficiar a Claudia, porque ya no va a poder ser controlada por AMLO.

    Podríamos discutir que como no se cumplió el pronóstico anterior, es patear un caballo muerto el analizar el resto del punto; pero me parece interesante por la información extra que ofrece sobre lo que piensa mi lector.

    Dejen ustedes lo misógino del enunciado; ¿de dónde saca que Claudia estaba siendo controlada? De nuevo, si uno veía las actividades de ambos políticos, leía o escuchaba sus discursos, y seguía los análisis de la mayor parte de la prensa, no había ninguna señal de que jamás el Peje haya controlado a Claudia.

    Obviamente está el respeto a la figura presidencial y a un antiguo jefe; y por supuesto coinciden en múltiples puntos en su programa político, porque forman parte desde hace décadas del mismo movimiento político. Nada de eso significa que Andrés Manuel controle a Claudia.

    A menos que vivas en Disneylandia (y el ser misógino probablemente ayude); en ese caso obviamente Claudia estaba bajo el control (probablemente hipnótico también) del Peje.

  • Va a a tener un pretexto para no cumplir las pendejadas de AMLO, como eso de dar 100% de pensión y elegir por voto a los jueces de la Suprema Corte.

    Las pensiones ocurrirán después; pero primero obviamente vamos a pasar la reforma para elegir a los jueces de la Suprema Corte; si no se pasa esa reforma, como ya he dicho antes, quemamos (metafóricamente) las calles.

    Pero además es una reforma que Claudia apoya, bajo su propia versión, por supuesto; que es lo que están discutiendo en estos momentos. Todos los analistas políticos (hasta los más chayoteros) coinciden en esto.

    Pero si estás en Disneylandia, no, por supuesto; era una imposición del Peje sobre Claudia, a la cual controla hipnóticamente, como debe ser evidente.

  • Morena va a perder la CDMX, lo cual va a beneficiar a Claudia porque eso va a debilitar a los “puros” que son un dolor en el culo para ella.

    Morena ganó la Majestuosa, por supuesto, por más de 10 puntos porcentuales. Lo de los “puros” no lo entiendo, ¿Clarita es pura? ¿Claudia es impura?

    ¿Es un comentario antisemita? No sé, porque mi lector no sólo vive en Disneylandia, además habla en acertijos. No tengo idea de a qué se refiera con “pureza” en este contexto, ni porqué Clara sería más pura que Claudia.

  • Ella se lleva mejor con Taboada que con la chaira de Clara.

    Esta fue una de las narrativas más bizarras de la oposición, que comenzaron a decir (sin ningún fundamento de cualquier tipo) que Claudia y Clara se llevaban mal.

    De nuevo, probablemente sea un comentario misógino acerca de la interacción de mujeres en el trabajo.

    Pero incluso si te lo crees, ¿de dónde saca que Claudia se lleva mejor con Taboada? ¿Dónde existe un módico de evidencia que pueda justificar esa afirmación? Pero además en particular con Taboada, que es (de acuerdo a casi todos los que han tenido la mala fortuna de interactuar con él) un hígado.

    Por no decir un criminal de poca monta.

    Pero si vives en Disneylandia, Claudia y él se llevan a toda madre, mientras que no soporta a Clara, ¿por chaira? ¿Eso implica que Claudia no es chaira?

  • Claudia va a romper con AMLO en algún momento después de las elecciones o durante el primer año del sexenio.

    ¿Eran novios? Nadie me dijo.

    Claudia tiene sus promesas de campaña, que obviamente se montan sobre el trabajo del Peje (es el segundo piso de la Transformación); pero independientes de él como dirigente. No “rompería” con el Peje; en tal caso rompería sus promesas de campaña; pero, como ya hemos visto con mi lector, no hay que desperdiciar ninguna oportunidad de ser misógino.

    Y si eso ocurriera (no va a ocurrir, a lo más algunas promesas no las va a poder cumplir), eso sería entre Claudia y los que votamos con ella; no entre Claudia y el Peje.

    Pero si vives en Disneylandia probablemente el Peje va a seguir controlando todo desde Tabasco. Porque, de nuevo, no hay que desperdiciar ninguna oportunidad de ser misógino.

  • Lo único que quedaría es si AMLO hace berrinche o se aguanta.

    De nuevo, básicamente todo lo que predijo mi lector eran alucinaciones suyas por vivir en Disneylandia, entonces se puede discutir que es redundante analizar esto. Pero es interesante hacerlo por lo que refleja de cómo piensa mi lector.

    ¿Qué nos importa lo que piense, sienta o haga un ex presidente de la república? Si implicara algo relacionado a haberse robado dinero de la Nación, lo entendería. Pero ¿hacer berrinche o aguantarse?

    De nuevo, toda esta diatriba de mi lector lo que refleja es el odio visceral que él, como muchos otros me imagino, sienten contra el Peje y el movimiento que lo llevó a la presidencia. Literalmente es tanto que infantiliza sus argumentos y entonces proyectan lo que realmente sienten ellos.

    Nuestra perdedora oposición; ¿están haciendo berrinche o se están aguantando?

  • No existe ninguna “Transformación” eso es una construcción de mercadotecnia de AMLO que sólo los ingenuos se creen.

    Por supuesto: en Disneylandia no existe un movimiento que sirvió como vanguardia del mensaje político más contundente en el país en casi cien años, tiene que ser una creencia de gente ingenua.

    Casi treinta y seis millones de ingenuos, al parecer.

En Disneylandia, el único motivo de que Claudia ganara (por un pelo de rana calva) sería una mítica aplanadora presupuestal morenista. En Disneylandia, las cámaras las ganaría la Transformación apenitas, lejos de las mayorías calificadas, y sería bueno porque entonces Claudia podría divorciarse del Peje. En Disneylandia, Morena perdería la CDMX, y además sería bueno porque entonces trabajaría con su novio Taboada, no con la bruja de Clarita, a quien odia, probablemente porque tiene el pelo lacio. En Disneylandia, al parecer únicamente los ingenuos se creerían un proyecto de nación que lleva casi seis años arrojando resultados principalmente positivos.

En la realidad, casi lo opuesto de lo que predijo mi lector se cumplió. Parafraseando lo que dice Luke Skywalker en la peor película de la nonología: “Amazing. Every word of what you just said was wrong.”

Repito que la intención de esta entrada no es burlarme de nadie; es entender. ¿Cómo puede alguien equivocarse a un nivel tan profundo?

(Paréntesis: existe una probabilidad distinta de cero de que mi lector no exista; que sea un bot pagado por los mismos que pagaron las campañas de #narcopresidente y similares, probablemente con base en Argentina y Colombia, para tratar de aparentar de que de verdad existen mexicanos viviendo en Disneylandia. La verdad, preferiría que ese lector fuera un bot; me da lástima pensar que un ser humano de carne y hueso pueda vivir tan desconectado de la realidad. Cierro paréntesis.)

La única respuesta, para mí, es justamente hacer un esfuerzo consciente de negar la realidad y decidir ir a vivir a Disneylandia. La información estaba ahí, tanto como para mí como para todos los que quisieran ver dicha información: las encuestas, los análisis de periodistas no chayoteros, los resultados objetivos de programas de gobierno y acciones como la respuesta a Otis. Todo estaba a la vista de quien quisiera ver.

Sólo que gente como mi lector se negó a ver.

Esto puede ser tan fácil como literalmente el negarse a echar un ojo de vez en cuando a ver qué dicen los demás: nada más quedarse en las redes sociales de costumbre, permitiéndole al algoritmo seleccionar únicamente publicaciones de gente que pensaban como él o de medios que le alimentaban noticias que reafirmaban el seguir viviendo en Disneylandia.

Oceania was at war with Eastasia. Oceania had always been at war with Eastasia.

Pero también está la posibilidad más proactiva: a lo mejor sí vio los datos “alternativos” (i.e., la realidad), y decidió que eso tenía que ser falso; que no podía ser verdad. Propaganda del gobierno; mentiras manipuladoras: lo cual es fascinante y paradójico a la vez, porque evidentemente la propaganda y las mentiras manipuladoras eran las que él mismo creía y repetía, como en su comentario aquí en mi blog.

Cualquiera de las dos opciones (o cualquier versión intermedia) que aplique, el 2 de junio la realidad asomó su carota y le mordió la nariz a miles de mexicanos que se creyeron las mentiras de Germán Martínez, de Max Cortázar, de Massive Caller, de Chucho Zambrano, Alito Moreno, Markito Cortés y, no faltaba más, de Xóchitl Gálvez.

La pregunta ahora es: con la realidad habiéndoles mordido (bastante fuerte, además) la nariz, ¿cuál es el curso de acción que seguirán? ¿Van a seguir encerrándose en su burbuja, escuchando nada más a las personas (si acaso no son bots) y medios que reafirman lo que piensan? ¿Van a de antemano negar y descartar cualquier módico de información que pudiera hacer estallar esa burbuja?

¿Van a seguir viviendo en Disneylandia?

¿O se van a integrar con nosotros aquí en la realidad?

No todos debemos pensar igual (qué aburrido sería eso); no todos debemos compartir la misma ideología. Cada quien tiene derecho a llegar a sus propias conclusiones de cómo debe funcionar un gobierno; de cómo se debe distribuir la riqueza; de si debemos o no elegir a los ministros de la Suprema Corte.

Pero si no partimos todos de una base real común, de datos concretos reales, es imposible tener una discusión fructífera. Todo se termina degenerando en un intercambio no particularmente divertido de insultos y mentadas de madre.

Nadie los obliga a salir de Disneylandia, queridos lectores. Pueden quedarse en su burbuja, si eso los hace felices, si eso les da confort.

Pero si el 2 de junio, al saberse los resultados, sintieron un hueco en el estómago; si sintieron que el alma se les caía a los pies; si de verdad se sorprendieron… les va a volver a pasar en futuras elecciones.

Disneylandia es el lugar más feliz del mundo, entiendo que alguien quiera quedarse ahí todo el tiempo.

Pero la realidad es donde vivimos. Vengan; hay tacos de suadero y caldo de gallina. Y no se sorprenderán cuando nos enteremos de los próximos resultados electorales.

Este es el final del camino para mí, por ahora. No pienso volver a escribir de política durante un rato, excepto cuando pase algo interesante (como que pase la reforma constitucional de la Suprema Corte en septiembre).

Así que este blog regresará a su programación habitual de películas, videojuegos y animé.

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Nuestra patética y perdedora oposición

Cuando hablo de nuestra patética y perdedora oposición, no lo digo con ánimos de ofender: es literalmente la descripción objetiva más adecuada para referirnos al menos al PRI y al PAN. El PRD ya desapareció, si quieren nada más a nivel federal; aunque espero que después de las elecciones intermedias de 2027, el partido del sol azteca deje de existir en absolutamente todas las entidades del país.

MC, por cierto, me parece que se puede salvar del título de esta entrada. Tuvieron reveses importantes, particularmente en Nuevo León; pero creo que podemos en general diagnosticar que les fue relativamente bien este 2 de junio. Si se desarrollan las cosas para el PRI y el PAN como todo apunta que se desarrollarán, MC podría ser el principal ganador y convertirse en la segunda fuerza política nacional.

Para cuando todos los nuevos gobernadores tomen posesión, MC de hecho gobernará más personas que el PAN: gobernará Jalisco y Nuevo León, que tienen más habitantes (14,937,664) que Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato y Querétaro (14,439,173 habitantes), que son los cuatro estados que terminará gobernando el PAN. El PRI gobernará nada más Coahuila y Durango (5,216,195 habitantes); y por supuesto el PRD no gobernará ninguna entidad, ni ahora ni nunca más. El Verde gobernará 2,931,052 habitantes en San Luis Potosí, y obviamente Morena gobernará el resto, 93,611,253 habitantes, el 71.39% de los mexicanos.

Porcentaje de habitantes gobernados por partido

Porcentaje de habitantes gobernados por partido

A mí me parece que el PRI va a desaparecer, pase lo que pase. Es un dinosaurio con cola muy larga y lleno de momias, muchas de ellas tratando de escapar desesperadamente al Verde o a MC. Alito además ya amenazó que quiere ser el candidato en 2030, y yo no veo cómo podría sobrevivir el viejo partido.

Esto no quiere decir que se irá gentilmente hacia la buena noche; puede ser largo y doloroso para todos los involucrados. Algunos preveían la muerte del PRD desde el 2012; muchos más desde el 2017, y ya ven, técnicamente aún existe a nivel local. Nada más por el hecho de gobernar Coahuila, el PRI yo creo que seguirá existiendo al menos hasta el 2029, pero es posible que su desaparición se alargue hasta bien entrados en los treintas.

Pero no creo que pueda sobrevivir.

El PAN yo sigo sosteniendo que no va a desaparecer, pero seguirá la trayectoria decadente que tiene desde hace casi un cuarto de siglo.

Votos por el PAN en elecciones presidenciales

Votos por el PAN en elecciones presidenciales

Sin embargo, alguien me platicó un escenario que podría implicar su extinción: hay un sector del PAN que quiere abrazar por completo la ultra derecha, en un afán de emular lo que hizo Milei en Argentina o Trump en gringolandia: enarbolar la criminalización del aborto, la oposición al matrimonio homosexual y la consigna de imponer a la religión católica como la oficial en México, como los pilares ideológicos del Partido Acción Nacional.

Si hacen eso, es posible (y yo digo que probable) que el PAN desaparezca. No creo que sean tan estúpidos: el Yunque es una organización casi secreta justamente porque el PAN sabe que hacer públicas las ligas de la organización fascistoide con el partido es una sentencia de muerte política en México. Gracias a Cárdenas y Juárez.

Pero incluso aunque mantengan a raya al ala ultraderechista, no creo que mejoren. Si compiten limpiamente, los principios panistas (y aquí hablo de los públicos, no los principios secretos fascistoides) nunca han sido apoyados por muchos en el país, porque no son principios dirigidos a las masas. Como ya he dicho muchas veces, al PAN nunca le han importado las masas. Si compiten suciamente, pues ya vieron lo que pasó este año.

Debo hacer notar que, en planes, proyectos y políticas, el MC es casi idéntico al PAN: sin embargo, hasta donde yo tengo entendido, no tiene ligas con ningún ala fascistoide de la política mexicana. A mis ojos, eso hace al MC como catorce millones de veces mejor que el PAN.

Pero esta similitud hace que una alianza entre el PAN y MC tenga sentido desde el punto de vista de un potencial proyecto de nación (si el PAN mantiene, como lo ha hecho durante toda su historia, a los fascistas encerrados en un clóset); pero MC se dio cuenta este ciclo electoral que no tenía el menor sentido aliarse con el PAN. Le va mejor solo, más aún si quiere venderse como un partido de “política nueva”.

Yo creo que esa sería una buena estrategia por parte de MC; pero es una estrategia con un techo seguro: a lo más que podría aspirar es a ser la segunda fuerza política nacional. No podría ganar elecciones presidenciales ni mayorías legislativas a nivel federal: no mientras exista el PAN. Mientras existan dos partidos que son alternativas de derecha a la Transformación, es inevitable que dividan el voto en todas las elecciones donde vayan separados. Y de por sí no son muchos votos.

Para acabarla de amolar, si van juntos, es muy probable que les vaya peor. Esa unión es más pobre que la suma de sus partes.

¿Qué más hay? No mucho, en este momento: hay algunos partidos locales en el país (muchos son remanentes que quedaron de partidos que perdieron el registro a nivel federal), pero la verdad no les veo muchas oportunidades de crecimiento.

Salinas Pliego ha estado amenazando de crear una fuerza política, de nuevo tratando de emular a Trump o Milei: y de nuevo, eso dividiría el voto de la gente que se opone a la Transformación y probablemente perderían de manera humillante, si acaso consiguieran el registro. No olvidemos a Eduardo Verástegui.

Claudio X. González dice que la alianza del corazón partido debe mantenerse. Dado que el PRI va en vías de extinción y el PAN continúa su decadencia, yo no le veo mucho sentido; pero además, ¿por qué le harían caso a alguien así? Si alguien les ofrece una estrategia y la misma falla monumentalmente, ¿no es señal de que es necesario buscar otro estratega?

Y por supuesto están los desconocidos que no conocemos; en una de esas ahí por el país está la semilla de una oposición nueva y original que realmente podría hacerle frente a la aplanadora de Morena: yo de hecho le veo mejores oportunidades a esto que a los patéticos actores políticos en la oposición que ya conocemos. La desventaja es que esta ruta implica que tardaría mucho más que la ruta que pasa por la oposición ya existente. Pero a lo mejor vale la pena un comenzar de cero: borrón y cuenta nueva.

Como sea, independientemente de quién quede para mantener las luces prendidas en el club de los no-me-gusta-la-4T, yo les tengo algunos consejos. Por supuesto pueden ignorarlos; pero yo de verdad creo que son buenos consejos y que deberían al menos escucharlos: allá ustedes si les hacen caso o no.

Primero: no basta con estar en contra de la Transformación. Hay millones de mexicanos que no les gusta la dirección a la que ha llevado al país la Transformación, pero son minoría (fuente: el 2 de junio). Si nada más ofrecen ser distintos a los que apoyan a la Transformación, no hay forma de que ganen, al menos a corto plazo. No es sólo qué no les gusta; es qué ofrecen a cambio.

Segundo: por lo mismo, atacar a la Transformación no puede ser su única estrategia. Aprendan de los errores cometidos este sexenio que termina: nada más pasársela atacando al gobierno de la Transformación y sus políticas no basta para conseguir votos. Tienen que ser propósitivos; no basta que sean nada más reactivos a lo que haga o deje de hacer la Presidenta, mucho menos si es universalmente negativo.

Tercero: sean honestos. Sé que muchos no lo quieren admitir, pero tal vez el principal talón de Aquiles del PRIAN fue que no eran capaces de ser honestos. Casi todos los ataques contra la Transformación en general y el Presidente en particular fueron hechos de mala fé. Repitiendo mentiras y engaños; queriendo inventar cosas malas, tergiversar cosas buenas y explotar de mala fé tragedias como Otis.

Cuarto: siguendo de todas las anteriores, necesitan un proyecto de nación. Yo sé que Jorge Castañeda dice que son pendejadas, pero les prometo que no. A la ciudadanía (que probablemente esté mejor informada de lo que ustedes creen) sí le interesa saber cómo planean hacer las cosas.

Y ese proyecto debe ser reconociblemente distinto a los proyectos de los gobiernos panistas y priistas de los últimos 40 años. En general no puede ser un proyecto que deshaga lo que ha hecho la Transformación, porque evidentemente ha tenido éxito; pero además mucho menos puede ser que reemplace lo que ha hecho la Transformación para poner de regreso las políticas de Peña Nieto, Calderón o Fox, todas ellas mucho menos populares.

Por definición también tiene que ser distinto a lo propuesto por la Transformación, porque si no, no existe una razón para votar por él: y además debe ser distinto a lo que ofrecían antes el PRI y el PAN.

No va a ser una tarea fácil. Xóchitl y el PRIAN nunca ofrecieron un proyecto alternativo de nación; a lo más fragmentos que eran literalmente refritos de las administraciones prianistas de las últimas 3 décadas. No ofrecieron un proyecto alternativo factible en parte porque ideológicamente no tenían nada en común los partidos de esa alianza fallida; pero también porque no tenían cuadros con la capacidad de elaborar un proyecto de ese estilo. Gente como José Ángel Gurría es incapaz de coordinar la elaboración de un proyecto factible de gobierno, es por definición un apóstol del neoliberalismo.

Yo creo que es de hecho el principal problema que tiene cualquier potencial oposición que aspire ganarle a la Transformación: el construir un proyecto de nación que sea significativamente distinto al de la Transformación y que además no sea regresarnos a los desastres del PRI y el PAN de finales del siglo pasado e inicios de éste. Además, es indispensable que dicho proyecto debe hacerse sinceramente pensando en el bienestar el país.

Del país, que por si es necesario repetirlo una y mil veces lo hacemos: el país es su gente. Si un proyecto de nación aparentemente pone en primer lugar beneficiar a la inversión privada, a los dueños de empresas, a los inversionistas, entonces al menos intenten de explicar por qué eso va a beneficiar al país, que repito, es beneficiar a su gente.

Reagan convenció a los gringos justo de eso. Y llevan casi medio siglo pagándolo.

Si existe un proyecto de nación, entonces es posible que exista un campeón que lo promueva, de preferencia alguien involucrado en la elaboración de dicho proyecto. Con suerte, existirán varios campeones: y de ese conjunto se puede destilar un candidato presidencial tomando en cuenta distintos factores, como son carisma, oratoria, poder de convocatoria, experiencia ejecutiva, que haya ganado con anterioridad elecciones; todos los factores que se supone un buen candidato o candidata deben de tener.

Y ese candidato debe hacer labor de campo desde ayer. Todo el tiempo.

No pueden esperar ganar la presidencia con un candidato que únicamente se reúna con empresarios u otros políticos. Un candidato presidencial tiene que recorrer el país y conocer a su gente, personalmente, cara a cara. De preferencia los 2,460 municipios y 16 alcaldías de la Majestuosa; pero si no es posible, al menos las capitales de las 32 entidades y las principales ciudades en cada una. Y yo digo que es quedarse corto; se deben incluir pueblos medianos y pequeños también.

Esto en particular jamás se le ha dado a los panistas: les da hueva y probablemente les dé asco, porque en general los panistas dicen “fuchi” a la población en general, y en particular a la de pueblos pequeños que con casi toda certeza serán pobres.

Los gringos hacen eso; hasta tienen un nombre para eso, retail politics. Hay gente que lo critica como que requiere demasiado tiempo y esfuerzo; pero ningún candidato presidencial gringo lo ha dejado de hacer nunca. No lo hacen en todo el país, por la demencia que es el Colegio Electoral; pero sí lo hacen siempre en ciertos estados. Hay quien todavía hoy sostiene que Hillary perdió en 2016 porque no hizo suficientes actos en Pensilvania.

Pero incluso si la oposición hace todo eso, si somos objetivos, a menos que Claudia haga puras pendejadas durante su sexenio, me parece que lo realista es suponer que van a perder en 2030; o al menos habría que reconocer que va a ser muy difícil que ganen. Incluso si hacen todo bien durante el sexenio de Claudia (que dado su comportamiento en estas semanas se ve difícil), sus probabilidades de derrotar a la Transformación son más bien bajas.

Esa labor va a ser de años, posiblemente décadas; como lo fue para nosotros: la izquierda participó oficialmente por primera vez en 1982, con Arnoldo Martínez Verdugo, pero la lucha realmente comenzó con el movimiento estudiantil de 1968. Fue medio siglo para conseguir que ganara la izquierda una elección presidencial.

Pero tienen que dar esa lucha: obviamente yo espero (y lo creo con casi absoluta certeza) que Claudia hará un buen trabajo, pero es posible que eventualmente Morena comience a hacer más pendejadas que cosas buenas. Cuando llegue ese momento (si llega), vamos a necesitar una alternativa para poder mandar al cuerno a Morena; pero si la oposición no se pone las pilas, vamos a continuar con Morena incluso si comienza a hacer pendejadas. Necesitamos una alternativa factible de verdad para poder reemplazarlo, no basta nada más que no sean Morena.

Y también es necesario aceptar que existe la posibilidad de que Morena no empeore significativamente en mucho tiempo. Como ya he dicho múltiples veces, Morena es más que un partido político: es un movimiento. Eso quiere decir que hay miles, posiblemente millones de mexicanos que están en Morena por un sincero deseo de que el país (su gente) esté mejor, no por un cargo o por beneficios concretos.

Si eso se mantiene, si las bases de Morena mantienen en control a su dirigencia, existe un escenario donde se vuelve básicamente imposible ganarle a Morena, exceptuando por algunas gubernaturas y alcaldías, y un cierto porcentaje del Congreso de la Unión.

Tengo 47 años: voy a llegar al quinto piso (a mis cincuentas) durante un sexenio donde la presidenta será de Morena. Existe un escenario no descabellado, donde el resto de mi vida natural mi presidente o presidenta sea de Morena. Si la oposición no se pone las pilas, este escenario se vuelve más y más posible.

Estos consejos que doy, obviamente me puedo equivocar: pero sinceramente creo que necesitan seguirlos, o al menos variantes de los mismos. Si durante el sexenio de Claudia sólo proyectan estar en contra de la Tansformación; se la pasan nada más atacando a la Presidenta y a su gobierno; son deshonestos en sus críticas y ataques; y por encima de todo son incapaces de presentar un proyecto de nación alternativo y factible, entonces les garantizo que van a perder en 2030.

¿Quieren 72 años de Morena? Porque así es como consiguen 72 años de Morena.

Y no estoy bromeando; Morena habrá controlado la presidencia al menos 12 años al final del sexenio de Claudia. Para llegar a 72 años nada más sería necesario ganar otras diez veces. Diez elecciones presidenciales más.

¿No quieren 72 años de Morena? Bueno, ¿qué van a hacer al respecto? Porque si sólo se les ocurre decirle “kks” o “tísica” a los presidentes; inventar cosas como “#narcopresidente” y “#narcocandidata”; y además no ofrecen un proyecto alternativo de gobierno que aspire a beneficiar a todo el país y que sea factible, les puedo garantizar que eso no será suficiente para evitar 72 años de Morena.

Necesitan ponerse las pilas, si no quieren ser una oposición patética y perdedora.

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