Hace una semana Enrique, Juan y yo fuimos a ver Elysium. No había escrito al respecto porque así.
Se aplican ya saben.
Elysium
Elysium es una mala película que tiene el corazón en el lugar correcto.
Yo entiendo que la idea no es hablar del futuro, sino del presente; esa siempre ha sido la idea de la ciencia ficción. Así que Elysium, la estación espacial idílica flotando sobre la Tierra, no es una estación espacial idílica flotando sobre la Tierra: es Beverly Hills, o las Lomas (¿todavía son las Lomas lo más acá que hay en México?), y las máquinas casi mágicas que curan gente mientras los pobres y oprimidos mueren entre la mierda, no son máquinas casi mágicas que curan gente; es la tecnología que ya existe ahora para salvar miles de vidas, pero que nunca llega a los rincones más lejanos de África, o Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
Es muy interesante que las partes más jodidas que Elysium muestra fueron filmadas en la Ciudad México, en Iztapalapa… y que las partes más lujosas fueron filmadas en la Ciudad México, en los suburbios de Huixquilucan-Interlomas.
El mensaje social de Elysium lo entiendo, y lo comparto. Como dije al inicio, la película tiene el corazón en el lugar correcto. Eso no quita que sea una mala película.
Matt Damon está bien (podrían haberle puesto un mejor coach de voz, para que su español fuera intelegible); Alice Braga sigue siendo bellísima, aunque su papel es la típica mujer honesta necesitando que la rescaten; Jodie Foster me pareció completamente desperdiciada en su papel de la villana villanísima Delacourt; y lo mismo digo de William Fichtner, tengo años diciendo que Hollywood lo desperdicia, y este es uno de los mejores ejemplos: el tipo se roba todas las escenas donde sale, pero le dan 10 minutos de pantalla. Diego Luna sale en la película, aparéntemente.
Sharlto Copley en cambio es sensacional como el sicótico mercenario Kruger. Yo ni siquiera lo reconocí: su papel es completamente opuesto al tímido y ligeramente estúpido Wikus Van De Merwe de District 9.
La historia, repito, es un pretexto para hacer comentario social. Eso está bien, chido; ¿pero no podrían haber escrito una mejor historia? Si los ricos y poderosos tienen robots con habilidades manuales casi perfectas, ¿por qué no usarlos como mano de obra para que todo mundo sea feliz? O al final de la película, que un montón de máquinas casi mágicas que curan gente bajan de Elysium a la Tierra para casi mágicamente curar gente, ¿si era tan fácil, porque no lo habrían hecho antes? ¿Son nada más ganas de joder a los pobres?
Y si dejamos fuera esos, y otros catorce millones de hoyos en la historia, ¿no podrían haberla hecho un poco menos barata? El personaje de Matt Damon sufre un accidente laboral que lo deja con 5 días de vida solamente, y lo despiden de forma inmisericorde dándole pastillitas para la tos. Cuando va con su nena de la infancia para que le saque una bala, su hijita (que, por supuesto, tiene leucemia y está a punto de morir), le cuenta la fábula del hipopótamo y el changuito. Supongo que la idea es enternecernos; yo tuve que esforzarme para no mearme de la risa.
La película se ve increíble: las zonas pobres uno casi puede oler los puestos de tacos de suadero, y las zonas ricas son tan lujosas que dan ganas de echar una meada en sus paredes; los robots están increíbles, aunque sigo diciendo que son el hoyo más grande de la historia; y la acción está bastante divertida. Nada de eso mitiga los problemas que tiene la película.
Aún así la recomiendo; es un churrito de ciencia ficción divertido, bien actuado y bien hecho, con una historia imposible y barata, pero que tiene el corazón en el lugar correcto. Así que vayan y véanla.
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