Need for Speed Payback

Mi siguiente platino fue el de Need for Speed Payback. Tengo que mencionar que mi platino anterior, el de Green Day: Rock Band, lo obtuve el primero de enero de 2024. El platino de N4S:PB lo obtuve en noviembre de ese año. En otras palabras, pasó casi un año entre que obtuviera platinos. Explicaré por qué más adelante.

Need for Speed Payback

Need for Speed Payback

Después de divertirme horrores con Gran Turismo 6, decidí probar varios juegos de carreras para aprovechar mi volante.

Lamentablemente, resulta que un montón de juegos de carreras para el PlayStation 4 y 5 no funcionan con volante. Incluyendo algunos que son versiones remasterizadas de juegos de PlayStation 3 que sí funcionaban con volante, como Need for Speed: Hot Pursuit.

Como sea, Payback funciona con volante, que fue de las razones por las que lo terminé más o menos rápido… y aún así me tomó más de 10 meses.

Cuando salió este juego, recibió un montón de críticas porque el sistema para mejorar los carros es medio absurdo; está basado en tarjetas que mejoran un componente del carro, con ciertos beneficios adicionales aleatorios y siendo cada tarjeta de distintas marcas, generalmente dando cierto beneficio extra si 3 o más tarjetas son de la misma marca.

Las idiotas tarjetas se pueden obtener al ganar eventos y misiones; pero hay un componente de aleatoriedad cuando se consiguen. También se pueden comprar, pero suelene “acabarse” rápidamente en los talleres donde se compran. Y lo diabólico es que se pueden comprar con monedas exclusivas del videojuego, las cuales a su vez pueden comprarse con dinero de verdad. En otras palabras: microtransacciones.

Como jugué el juego siete años después de que saliera, todo ese tipo de cosas ya se habían calmado, entonces yo no tuve problema con el mismo. Nunca compré ninguna moneda y mis carros preferidos están básicamente con sus características maximizadas; o lo suficientemente cerca como para que no me importe. Pero justo esa es la cosa; a muchos jugadores les gusta tener el indiscutiblemente mejor carro posible, y eso sí es muy difícil (o tardado) si uno no compra monedas.

El juego está bien; nada más que después del placer de controlar un carro de manera casi perfecta en Gran Turismo, la implementación de los controles en Need for Speed la verdad sí deja qué desear. Sigue siendo mejor que usar un controlador; pero la verdad es tan poca la diferencia, que hubo ocasiones en que mejor jugué un par de misiones usando un controlador porque me daba flojera mover mi silla y volante.

Que fue también de las razones por las que me tardé más de 10 meses en terminarlo: una vez arreglando moví la silla y volante y me tardé meses en volverla a mover frente a mi tele. Además, el año pasado sí me tomé una pausa larga de jugar videojuegos; cerca de 6 meses, porque tengo un trofeo el 25 de enero y el siguiente que aparece fue hasta el 23 de julio.

Como sea: N4S:PB. La historia es entrañablemente mala, de tres amigos que se “enfrentan” a “la casa” (dueños de casinos) en una ciudad ficticia modelada en Las Vegas, después de que los traicionan tras de robar un súper carro. Pero pues sale Dominique Tipper como la villana inmediata, que a mí me encanta desde que vi The Expanse; entonces no me molestó particularmente. Nada más sí es malita.

Si hubieran puesto un romance entre Tyler y Jess, a lo mejor incluso me hubiera gustado la historia; pero tal vez es para bien que ni lo intentaran, dado que en general este videojuego no se caracteriza por tener la mejor narrativa posible.

N4S:PB es un juego de carritos competente, no terriblemente malo, pero definitivamente tampoco particularmente bueno. En trofeos creo que hubo como dos que sí me tuve que esforzar, siendo el resto realmente medio triviales. No me arrepiento de haber jugado este juego y obtenido su platino; pero tampoco es como que lo recomiende encarecidamente.

Nada más para terminar, el video de allá arriba está editado, porque por alguna razón mi capturadora de video hizo un pésimo trabajo: el video da brincos y se corta. Entonces usé el video que salva el PlayStation 4 y únicamente puse la parte que mi capturadorá grabó cuando salen los trofeos y el ding de los mismos. Sólo para aclarar.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Thunderbolts*

A finales de abril fui a ver Thunderbolts*, o como el intento fallido de publicidad de Marvel nos hizo saber una semana después era el verdadero nombre, The New Avengers. De ahí el asterisco.

Thunderbolts*

Thunderbolts*

Vaya, ya era hora.

En mi humilde opinión, Thunderbolts* es lo más cercano que ha estado Marvel en años de llegar a la calidad que tenían alrededor de Endgame. La película está muy bien hecha, es espectacularmente actuada, deliciosamente divertida y, aunque sin duda alguna fue más por motivos económicos que por cualquier otra cosa, a mí me encantó que el tercer acto fuera básicamente un abrazo kumbaya, en lugar del vómito CGI que ha caracterizado a casi todas las películas de superhéroes de la última década.

La discutible protagonista de la película (que es básicamente una secuela de Black Widow), Yelena Belova interpretada de manera magistral por Florence Pugh, se roba todas sus escenas con su simpatía y carisma. Es en gran medida su película y su arco es sin duda alguna el más elaborado en la historia.

El nepobaby Wyatt Russell (hijo de Kurt Russell y Goldie Hawn) interpretando al dañado U.S. Agent (aunque me parece en la película nada más le dicen por su nombre, John Walker) es probablemente el que más me gustó después de la Pugh. El muchacho es muy buen actor, porque en la serie The Falcon and the Winter Soldier yo detesté a su personaje y en la película consiguió que me encariñara con él.

Red Guardian, aka Alexei Shostakov, interpretado de manera golosa por David Harbour es, como siempre, entrañable y cagadísimo. Su positividad y entusiasmo por pertenecer a un equipo de superhéroes y su sincero deseo que cuidar y proteger a Yelena lo hacen a mi vista de mis personajes favoritos en la película.

Hannah John-Kamen regresa para interpretar a Ava Starr, aka Ghost, la hermosa antiheroína de Ant-Man; la verdad es que no le dan mucho qué hacer en la película, pero casi en todas sus apariciones su belleza y carisma (así como su increíblemente sexy acento británico) hacen al menos que resalte.

Sebastian Stan siempre me ha gustado; y el Bucky del eMeCeU siempre me ha gustado. Lamentablemente tiene un papel bastante reducido en la película, pero discutiblemente la mejor escena de acción de la misma es suya. Yo esperaba que Bucky y Yelena comenzaran a cocer un arroz, como de hecho ocurrió en algún momento en los cómics; pero lamentablemente no sólo no ocurrió, sino que creo que definitivamente no están llevando para allá la historia de estos dos personajes.

El Taskmaster (Antonia Dreykov) de la Olga Kurylenko le hicieron asesinato de personaje, literal y figurativamente, porque la matan en los primeros minutos de la película. Salía en escenas al final de la película en los avances, y al parecer fueron nada más distracciones porque no querían revelar que la iban a matar.

Por último, pero no por ello menos importante, el otro nepobaby Lewis Pullman (hijo de Bill Pullman), realmente tiene una parte muy pequeña, pero es muy bueno el muchacho como el dañado, conflictuado e increíblemente poderoso Sentry. Su arco, a pesar de casi no tener antecedentes de su personaje, es sin duda el segundo mejor desarrollado en la película.

Estos Vengadores chafas son mucho menos poderosos y profesionales que los originales; pero también son mucho más entrañables y es más fácil identificarse con ellos.

En los personajes secundarios uno siempre aprecia a Julia Louis-Dreyfus, interpretando con relamidas de dedos a Valentina Allegra de Fontaine, interpretando a su vez a Chick Fury; pero la que se roba todas sus escenas es Geraldine Viswanathan como Mel: es adorable como su asistente teniendo dudas acerca de qué carajos está haciendo su jefa.

Me encantó esta película, queridos lectores; en mi opinión es de lo mejor que ha hecho Marvel en los últimos años… lo cual hace más descorazonador el hecho de que le haya ido pésimo; le fue peor que a la última del Capitán Mamérica.

Las razones son muchas, por supuesto; pero casi todo mundo está de acuerdo conque sencillamente muchos fans ya están hasta la madre de las bazofias que estaba produciendo Marvel. Eso y que tenemos que encarar el posible hecho de que a lo mejor sencillamente las audiencias ya están hartas de películas de superhéroes.

Durante décadas en Gringolandia las películas de vaqueros (como las de charros en México) eran, casi sin ningún esfuerzo, un éxito garantizado; pero esto terminó definitivamente el siglo pasado, y aunque ha habido películas de vaqueros exitosas desde entonces, algunas incluso buenas, nunca recuperaron su lugar en las preferencias del público que consume la basura que Hollywood produce.

A lo mejor es el turno de que eso le pase a las películas de superhéroes. A lo mejor ahora los grandes éxitos cinematográficos serán adaptaciones de videojuegos.

No lo sé, pero me parece muy mala onda, porque de verdad creo que The New Avengers es una película bastante buena. Claro que para apreciarla probablemente hayan tenido que ver antes las películas del Capitán Gringo; y la de la Viuda Negra; y Falcon and the Winter Soldier; no haría mal que vieran las de Ant-Man; y posiblemente ayude que vean las de los Vengadores… que con casi toda certeza eso que acabo de escribir sea la explicación de por qué no le fue bien a una película que no únicamente es muy entretenida y está muy bien hecha, sino que yo sostengo que es objetivamente buena.

La recomiendo encarecidamente; es de lo mejor que ha hecho Marvel en mucho tiempo.

Imprimir entrada Imprimir entrada

La batería

Green Day: Rock Band fue el último videojuego musical que jugué; obtuve su platino el primero de enero de 2024. Escribí al respecto hace un par de semanas, comentando que volví a usar mi robot y que fue sencillo cambiar el backend para que en lugar de mi Teensy++ 2.0 utilizara un Raspberry Pi Pico para manejar el microcontrolador de mi guitarra oficial de Rock Band.

Sin embargo, mientras actualizaba el robot y leía al respecto, me enteré de la existencia del MIDI Pro-Adapter para Wii. Esto me interesó por múltiples motivos.

Debo aclarar que esto ya no tiene nada qué ver con mis trofeos en PlayStation; ya tengo todos los trofeos de todos mis juegos musicales. Esto fue literalmente por deporte.

El MIDI Pro-Adapter es un (sorpresa) adaptador MIDI; permite conectar una batería electrónica (de hecho, cualquier instrumento MIDI), y el adaptador se conecta al PlayStation 3/4/5 por USB como siempre. El adaptador tiene los botones necesarios para funcionar como un controlador limitado en el PlayStation; pero puede interpretar ciertas notas del instrumento MIDI y traducirlas a los eventos que generan las baterías de plástico en los juegos de Rock Band; supongo que debe funcionar también con los juegos de Guitar Hero, pero la verdad no he probado.

La idea es usar una batería (electrónica) de verdad para jugar Rock Band; lo cual me parece bastante chido, por cierto. Sin embargo, mi interés en el adaptador se centró en las posibilidades de programación y de un proyecto de hardware interesante.

Resulta que uno puede programar un instrumento MIDI virtual en casi cualquier microcontrolador habido en el universo; pero en particular funciona en el Raspberry Pi Pico, que he venido usando en múltiples proyectos últimamente porque es baratísimo: 120 pesos en estos momentos en Amazon; menos de la mitad en Ali Express, que la verdad se ve medio hechizo, pero los comentarios hacen creer que sí funciona.

Entonces el plan era alambrar un instrumento MIDI en un Pi Pico, conectarlo al adaptador MIDI, y vía USB usar mi robot (el mismo robot que he venido desarrollando desde hace más de una década) para tocar la batería.

Ahora, mi robot ya puede tocar la batería en mi microcontrolador Teensy++ 2.0; pero siempre ha sido, quisquilloso, vamos a decir. Nunca he implementado bien todo el protocolo USB que utilizan los controladores de Rock Band y Guitar Hero; por esto en Green Day: Rock Band no podía usar “finger tapping”; ni tampoco detectar la fuerza de los batacazos en Guitar Hero Metallica. Si implementaba esta nueva versión no habría ese problema (al menos en Rock Band), porque usaría el instrumento oficial (el adaptador); yo sólo escribiría lo que le manda información MIDI al adaptador.

Más grave que las limitaciones de mi implementación USB (aunque probablemente relacionado), muchas veces un juego no acepta mi robot si emula el instrumento correspondiente al juego: en otras palabras, si juego Rock Band, entonces mi robot tiene que emular la batería de Guitar Hero; y si juego Guitar Hero, entonces tengo que emular la batería de Rock Band. Esto no es 100% cierto en todos los juegos ni todos los instrumentos; sólo pasa en algunos juegos con algunos instrumentos, pero es el patrón de fallo más común.

Lo que me imagino que pasa, es que cada compañía se ponía más flexible si detectaba instrumentos de la competencia, porque querían que los usuarios pudieran mezclarlos entre todos los juegos, al menos al inicio. Con los instrumentos correspondientes rápidamente se da cuenta el juego de que el instrumento no es “oficial” y sencillamente no lo acepta.

Esto resultó en que, en Rock Band 4, en general mi robot tuviera problemas con las partes de batería; si utilizo la batería de Guitar Hero (que estoy obligado, porque la de Rock Band la rechaza), las notas no corresponden exactamente y mi robot se confunde. Podría haberlo investigado más profundamente; de hecho estoy 94% seguro de que era nada más intercambiar ciertos colores y combinar un par, pero como no era absolutamente necesario para sacar el platino, no lo hice; nada más se quedaron las rolas con batería sin estrellas doradas.

Y de ahí mi interés en el adaptador MIDI: el pretexto fue para rascarme la comezón de que no tengo estrellas doradas en la parte de batería en mis rolas de Rock Band 4, pero realmente fue el deseo de experimentar con otra manera de hacer trampa para tocar los instrumentos de Rock Band, experimentar un poco más con el Raspberry Pico Pi y además alambrar un instrumento virtual MIDI, que nunca había hecho.

Como sea: el primer problema fue encontrar el adaptador. Si pusieron atención, queridos lectores, habrán notado que el adaptador que mencionaba es para Wii, el Nintendo Wii; sí existe para PlayStation, pero por lo que pude ver en línea es básicamente imposible de encontrar, y cuando aparece suele ser carísimo. En cambio la versión para Wii es relativamente sencilla de encontrar y a un precio razonable; y los degenerados que se pusieron a analizar los adaptadores se dieron cuenta de que ambos (el de PlayStation y el de Wii) son idénticos, excepto por un jumper que uno fácilmente puede desoldar o sencillamente romper con unas pinzas.

(Por cierto, al parecer este no es el caso para el Xbox 360; no tengo idea por qué, pero me da mucha risa).

Como sea, eso fue lo que yo hice; encontré el adaptador para Wii en eBay en 54 dólares, llegó a mi casa, le quité el jumper y funcionó en Rock Band 4 sin problemas.

El segundo problema fue programar el Raspberry Pi Pico para que funcionara como instrumento MIDI; que fuera backend de mi robot ya lo había hecho para sacar el platino de Green Day: Rock Band con el microcontrolador de mi guitarra. Programar los mensajes del protocolo resultó ser medio trivial, porque el protocolo MIDI es de los setentas y entonces es más espartano que Leónidas: consiste en enviar nada más tres bytes cada vez que una nota se toca o se deja de tocar: byte 1, el estado de la nota, si se prende o se apaga; byte 2, la nota que se debe prender o apagar; y byte 3, la “velocidad” de la nota, que al parecer es básicamente el volumen de la misma.

El problema realmente fue descifrar exactamente qué parámetros correspondían a qué pines en el microcontrolador, porque casi toda la documentación que hay para el Pico viene con ejemplos que están en Python, que a mí no me interesaba en lo más mínimo. Yo lo hice en C; y uno esperaría que fuera trivial pasar de Python a C, pero no es el caso en mi experiencia.

La respuesta fue que el UART que hay que usar es el 1, no el 0; y que el pin correspondiente es el que tiene identificador 4, pero que su número es 6. ¿Por qué? No tengo idea; esto lo encontré en básicamente un blog, y encima de todo nunca explican por qué.

El tercer problema fue alambrar todo; y para mí sí fue problema porque nunca estudié electrónica y me da mucha hueva. En todo lo que leí, se hacía mucho hincapié de que era necesario poner varias resistencias en varios puntos del circuito. Sé que eso tiene que ver conque Victoria Reina de Inglaterra, pero no sé porqué y no me interesa averiguarlo; yo seguí los diagramas como Marx me dio a entender y le recé a los dioses oscuros en los que nunca he creído para que no saliera humo mágico de ninguna pieza al conectar todo.

Cuando por fin llegó el momento de hacer mi prueba no salió humo mágico, pero por supuesto no funcionó, o al menos no consistentemente; estuve meneándole varias horas hasta que por fin me di cuenta de que sencillamente no estaban bien conectados los cables en varios puntos, porque no estaban soldados ya que sólo era una prueba. Así que soldé todo en una placa (paradójicamente, de prueba), volví a hacer mis pruebas y por fin todo funcionó.

El nuevo backend

El nuevo backend

Jala de pelos; en la gran mayoría de las canciones de Rock Band 4 mi robot puede no sólo obtener estrellas doradas, de hecho puede sacar full combo; dícese no cometer ni un solo error.

Esto no es en todas las canciones, porque el famoso adaptador MIDI no permite bataquear a la máxima velocidad de manera sostenida; no queda claro si esto es por mala onda o por algún error en el hardware, pero esto ha causado que inventen soluciones equivalentes al adaptador MIDI que se supone no tienen ese problema. A mí me parece medio caro, pero es más bien para las personas que sí quieren usar una batería (electrónica) de verdad para jugar Rock Band y obtener full combo en todas las canciones.

Como sea, no quería sacar las canciones de manera perfecta; sólo quería estrellas doradas. Además, quiero dejar bien claro que nunca he usado mi robot para tratar de escalar las listas de mejores jugadores; admiro mucho a la gente que usando únicamente su talento inato y practicando durante años se han vuelto vaguísimos en el juego. Yo descaradamente estoy haciendo trampa primero por mis trofeos y aquí nada más por las estrellas doradas (aunque realmente para entretenerme diseñando y alambrando el circuito).

Estuvo muy divertido programar para el Pico y alambrar todo; pero sigo alegrándome de haber estudiado Ciencias de la Computación y no Ingeniería de la Computación. Puedo soldar este tipo de circuitos, pero eso no necesariamente quiere decir que yo deba soldar este tipo de circuitos.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Moonlit Fantasy

El siguiente animé que vi fue Moonlit Fantasy.

Moonlit Fantasy

Moonlit Fantasy

Las razones por las cuales veo un animé varían de caso en caso; Moonlit Fantasy es un Isekai, pero no es por eso que la continué viendo.

Casi no pude dejar de ver esta serie por la espectacular música del inicio, que inevitablemente me ponía de buen humor.

Por otro lado, y desde mi punto de vista, el diseño de personajes de esta serie es de los peores que he visto; me recordaba a cómo dibujaban algunos amigos míos de secundaria que lamentablemente no tenían ningún talento para ello.

El resto de la serie en general no es tan bueno como el inicio, ni tan malo como el diseño de personajes; es un Isekai relativamente genérico, con la casi única cosa original siendo que la diosa que rapta al protagonista de nuestro mundo para isekaiarlo al nuevo mundo de fantasía, lo encuentra horrible y entonces no le da el título de héroe, pero a cambio le permite entender y hablar todos los lenguajes del nuevo mundo, excepto por el humano.

En el nuevo mundo nuestro protagonista es altamente despreciado por los humanos, porque lo encuentran también horrible; así que inevitablemente el protagonista comienza a juntarse con monstruos, incuyendo una dragona y una araña gigante voraz, que por supuesto en sus formas humanas son (se supone) increíblemente sexis y hermosas.

La verdad yo a todos los veía horribles, porque les digo que el diseño de personajes es más bien espantoso.

Como sea, muchas aventuras se siguen, y por supuesto resulta que nuestro protagonista es increíblemente poderoso y por ello atrae a un montón de féminas a su harén (la unidad familiar básica del animé); nada más que en general son todas ellas monstruas de algún tipo.

Está divertida y la historia tiene algunas partes interesantes; me chuté dos temporadas de la misma y supongo que veré otras en el futuro si las hacen. Nada más no me engaño; terminé esa primer temporada porque de verdad la música del primer inicio es espectacular.

Está en Crunchyroll, si les interesa.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Green Day: Rock Band

Una de las razones por las que me puse a jugar videojuegos trophy bait fue porque estaba terminando con Green Day: Rock Band, y temía que no me fuera a alcanzar el tiempo para terminarlo. Que hice bien; me quedó faltando el último trofeo de GD:RB, que sólo pude obtener hasta el 1° de enero del año pasado.

Green Day: Rock Band

Green Day: Rock Band

Green Day: Rock Band fue el epítome de videojuegos musicales de Rock Band, antes de que cometieran el error garrafal de tratar de cambiar las guitarras de plástico por una versión mucho más compleja con 102 botones, para Rock Band 3. Por eso (y otras razones) Rock Band 4 regresó al modelo original.

Como sea: GD:RB me encantó; no sólo por ser el epítome de videojuegos musicales de Rock Band, sino porque descubrí, con algo de sorpresa, que soy fan de Green Day. Hago énfasis de que también jugué Guitar Hero: Metallica, y aunque me dio una nueva apreciación de la banda epónimamente metalera, la verdad no me considero fan de Metallica.

Green Day sin embargo me di cuenta de que sí soy fan. La verdad no sabía; me alegra descubrir que a ésta edad, todavía puedo sorprenderme a mí mismo.

Como sea, ¿por qué me tardé un día de más en terminar GD:RB? Utilicé, como siempre, mi robot para tocar todas las rolas del juego de manera perfecta y obtener así los trofeos que no me salieran a mí, entonces ¿qué problema tuve para retrasarme un día?

Fue justamente el último trofeo que obtuve: Ability to Operate Machinery, que consiste en obtener el 100% del solo de guitarra en Jesus Of Suburbia, pero utilizando únicamente “finger tapping”. Esto se traduce en usar los botones pequeños cerca del cuerpo que las guitarras de Rock Band siempre traen.

Y ahí radicaba el problema: mi robot funciona con Green Day: Rock Band si emulo una guitarra de Guitar Hero, pero no funciona si emula una de Rock Band; por lo tanto no podía emular el “finger tapping”. Escribiré una entrada más adelante de por qué existe este problema y las cosas que he hecho para darle la vuelta (me da mucha flojera resolverlo como debe de ser).

El obtener (e implementar) cómo darle la vuelta me llevó varios días, hasta que por fin se me prendió el foco. Lo que hice fue quitar el microcontrolador de mi fiel Fender Stratocaster, la primera guitarra de Rock Band que compré y que utilizo todavía hoy en día. Al microcontrolador de mi guitarra le conecté un Raspberry Pi Pico vía nueve relés que abrían y cerraban los contactos correspondientes a los cinco botones de “finger tapping” de la guitarra (verde, rojo, amarillo, azul y naranja) y a los cuatro botones del hat pad (arriba, abajo, izquierda y derecha).

Microcontrolador y relés

Microcontrolador y relés

Me preocupaba que los relés fueran a reaccionar demasiado lento para la velocidad en que hay que estar picando los botones en la guitarra, pero sorprendentemente funcionó de manera casi perfecta: pueden ver cómo funciona en el tubo. Lo único que no fue perfecto fue que no implementé que el microcontrolador controlara la whammy bar; tendría que haber leído los datos que manda la whammy bar de la guitarra, y emular eso con el Pico. Pero pues esta nueva versión de mi robot sacó 100% no nada más en el solo de guitarra: sacó 100% en toda la canción sin ningún error (full combo, aunque todavía no se le llamaba así), y con eso el trofeo y el platino. Es el video que pongo al inicio de la entrada.

Esto me permitió comprobar que el diseño de mi robot es bueno, porque cambiar el backend para Pico en lugar de Teensy 2.0++ fue básicamente trivial. También ayuda que el Pico es muchísimo más fácil de programar y utilizar; por ejemplo, la comunicación vía serial está incluida dentro del mismo microcontrolador, y existe automáticamente vía USB si uno la activa en lo que sea que se programa.

Green Day: Rock Band fue el último juego musical del cual obtuve su platino: y dado el estado de este tipo de juegos, me imagino que será el último por un buen tiempo. Pero como siempre más importante que todo eso: me divertí como enano jugándolo y (poco sorprendente para mí) programando y alambrando la solución que le permitió a mi robot obtener los trofeos más difíciles.

Tanto fue así, que de hecho todavía le hice una cosa más a mi robot, aunque yo ya no necesitara ningún trofeo en ninguno de mis juegos. Pero de eso hablaré más adelante.

Imprimir entrada Imprimir entrada

El Contador 2

Hace casi una década fui a ver The Accountant, que en su momento me gustó pero que con repetidas vistas se volvió de mis películas de acción, comedias y medio románticas favoritas.

A finales de abril de este año fui a ver más o menos emocionado la segunda parte. Se aplican las advertencias de spoilers de siempre.

The Accountant 2

The Accountant 2

Salí un poquito decepcionado.

No me malinterpreten, queridos lectores; la película es probablemente más divertida y me parece con más y mejor acción que la anterior; pero justamente decidieron enfocarse en la relación entre Christopher y Braxton en lugar de agregar nada realmente romántico. Todo lo que pudiera interpretarse como romance realmente termina siendo alivio cómico.

Y pues justo las historias de relaciones entre hermanos nunca han llamado mucho mi atención; me basta mi relación con mi hermano.

Se siente incluso un poquito humillante para Anna Kendrick, porque regresaron la bellísima Cynthia Addai-Robinson y el siempre bienvenido J. K. Simmons (si bien nada más como diez minutos), y a la hermosa chaparrita no la invitaron a ir a jugar con ellos de nuevo.

Como sea; la película está bastante entretenida, y me pareció interesante que dejaran entrever que Braxton, para sorpresa de absolutamente nadie, está obviamente también en el espectro del autismo, nada más es de esos autistas rarísimos que además son extrovertidos.

La historia es todavía más inverosímil que la de la primera parte, pero además de que cambiaron a la actriz que interpreta a Justine (por una más joven y guapa, que me parece lo hace peor), ahora la genio autista dirige un grupo de niños y adolescentes ídem en el instituto donde viven que utiliza para poder crackear información imposible de obtener de otra manera (al menos rápida y legalmente).

Esto me decepcionó un poco; aunque la primera parte termina siendo un cuento de hadas al fin y al cabo, dentro de lo que cabe su representación del autismo era más o menos creíble y respetuosa. En esta secuela una vez más Hollywood cae en el cliché de mostrar a los autistas como una combinación de genios y magos.

Pero no me engaño: a mí lo que me decepcionó es que no volviera a aparecer la Kendrick, y que Ben Affleck no le diera el rigor de varón que el personaje de la chaparrita evidentemente deseaba en la primera parte.

A la película le fue meh; no prendió en fuego a la ganancia en cartelera, pero le fue más o menos y al parecer recuperará su presupuesto en los mercados auxiliares, por lo que están hablando de hacer una tercera parte. Enfatizando además de que ahora sí invitarían de regreso a la Kendrick; yo creo dándose cuenta los tarados de que probablemente por eso no le fue tan bien a esta segunda parte.

Como sea; a mí me quedaron a deber más Kendrick, pero debo admitir que está entretenida y es divertido ver al mastodonte de Ben Affleck desahogar su ira de que se haya divorciado de nuevo en villanos de pacotilla. Sí la recomiendo; y si regresa la Kendrick en la tercera parte esa la voy a recomendar más.

Está en Prime Video, junto con la primera parte, si les interesa.

Imprimir entrada Imprimir entrada

El escritorio

Casi toda mi vida antes de ser adulto la viví en la colonia Ramos Millán, en la delegación Iztacalco. Nací en el hospital López Mateos en Churubusco, no sé por qué, pero todas mis primeras memorias transcurren en la Ramos Millán; y aunque siempre he dicho (y sostengo) que tuve una niñez feliz, la verdad no extraño absolutamente nada de esa casa y ese rumbo. Tal vez la barbacoa que mi mamá compraba los domingos, pero ni siquiera estoy del todo seguro; en estos días, es muy frecuente que coma muy buena barbacoa.

Nos mudamos a la colonia Jardines del Sur en Xochimilco en diciembre de 1993, cuando yo estaba terminando el primer semestre del CCH Sur y a unos meses de cumplir 17 años. Antes de eso, toda mi vida compartí recámara con mi hermano; pero en Xochimilco por fin tuvimos cada quien su cuarto.

No recuerdo si fue por eso, pero mi mamá nos compró escritorios idénticos a mi hermano y a mí. De madera no particularmente fina, pero tampoco corrientísima, pintados de color caoba; o mejor dicho manchados de color caoba (como le dicen los gringos, stained), porque se podía ver el grano de la madera.

El escritorio, además de los clavos, no tenía absolutamente nada de metal; los cajones son ortoedros de madera, hay soportes de madera que los sostienen, y entonces todo funciona de manera bastante primitiva con los cajones arrastrándose sobre los soportes: nada de las viejas correderas de metal con rueditas de plástico.

Correderas de metal con rueditas de plástico

Correderas de metal con rueditas de plástico

Mucho menos los modernos rieles de metal con rodamientos de bola que suelen usarse hoy en día.

Rieles de metal con rodamientos de bola

Rieles de metal con rodamientos de bola

La verdad nunca usé mi escritorio para escribir, de mi puño y letra, porque es algo que nunca he hecho regularmente; pero en cuanto me compraron mi primera computadora mía de mí en la universidad, la misma terminó en mi escritorio porque ¿dónde más la iba a poner?

De las primeras fotos de mi galería en línea son justo de alguna de mis computadoras en ese viejo escritorio.

Escritorio

Escritorio

Cuando me mudé a mi primer departamento me llevé el escritorio, porque no tenía de otra; necesitaba un lugar dónde poder trabajar en mi computadora. Años después, en el proceso de mudarme con alguna novia, me pasó por la cabeza el deshacerme del escritorio, porque es pesado y voluminoso y ya para ese entonces comenzaba a verse bastante maltratado: los gabinetes, monitores, teclados y ratones habían rayado bastante la madera a lo largo de los años.

Dicha novia me hizo notar que estaba pero si bien pendejo si me deshacía de él; ese escritorio (me dijo ella) era por mucho el mejor mueble en mi posesión. Como ella sin duda alguna sabía mucho más que yo acerca de la buena calidad en las cosas materiales en la vida, me lo llevé. Y luego lo regresé a mi departamento cuando tronamos.

Poco antes de la pandemia, ya siendo yo profesor de tiempo completo, compré un escritorio en Ikea; y si soy preciso armé yo un escritorio con piezas de Ikea, comprando de forma separada un tablero (Tommaryd color carbón de 130cm×70cm) y cuatro patas (Adils, negras). No es que le hubiera pasado algo al famoso escritorio de madrea; nada más yo ya estaba hasta la madre de no poder estirar las piernas cómodamente debajo del mismo: como se ve en la foto arriba, tiene cajones a ambos lados y toda la parte trasera está tapada.

Mi nuevo escritorio (que sigo usando) es literalmente un tablero y cuatro patas: puedo estirar las piernas tanto como se me dé la regalada gana. El tablero es básicamente de las mismas dimensiones que el viejo escritorio de madera (difieren por un par de centímetros), porque a lo largo de los años me acostumbré a esa área de trabajo.

Como sea, el viejo escritorio de madera no lo tiré; lo seguí usando como espacio de almacenamiento (los cajones ortoedros son bastante espaciosos) y además puse ahí mi gabinete (no quería ponerlo encima del nuevo escritorio ni en el piso). También puse ahí mi escáner.

Ahora que me mudé a mi nuevo departamento, me traje una vez más el viejo escritorio de madera. Me parece que ya no es el mejor mueble en mi posesión; pero sin duda alguna es bueno (digo, tengo más de treinta años con él). Mi nueva oficina en mi departamento es más grande que la que tenía antes, así que hice un reacomodo y decidí que el viejo escritorio de madera seguiría con su papel como espacio de almacenamiento, pero ahora pondría encima mi impresora 3D y varios chunches relacionados con eso.

En el proceso de ordenar todas mis posesiones en el nuevo departamento, procedí a darle una buena limpiada al viejo escritorio de madera, lo que me hizo percatarme de lo madreado que lo tenía: sí reflejaba los treinta años que llevo usándolo.

El escritorio antes

El escritorio antes

Entre las cosas que compré cuando me mudé fue una lijadora eléctrica de mano, que principalmente he usado para lijar paredes (larga historia); y entonces comencé a juguetear con la idea de lijar el escritorio (o al menos la parte de arriba) y volverla a manchar, encerar y pulir. Lo único que me detuvo fue que esa pinche lijadora genera una cantidad apocalíptica de polvo de yeso cuando lijo paredes; no quiero ni imaginarme la cantidad apocalíptica de aserrín que generaría si lijara mi escritorio.

Estaba entonces ponderando si me animaba o no a lijar mi escritorio y generar una cantidad apocalíptica de aserrín, cuando vi un video en YouTube. Me encanta ver videos en YouTube donde restauran cosas; no importa particularmente qué, sólo el proceso de restauración en sí mismo es suficiente. Carros, muebles, juguetes, electrónicos, maquinaria, herramientas; cualquier cosa que alguien con mucho más talento que yo transforme de casi basura a una pieza que bien podría pasar por nueva, es como pornografía para mí. Entonces pues el algoritmo me recomienda cosas relacionadas con restauraciones de vez en cuando; y así fue como terminé viendo un video donde restauraban un mueble de madera sospechosamente similar a mi escritorio.

Siendo preciso, no “restauran” el mueble; básicamente sólo lo manchan de nuevo, pero con un químico impío que aplican con fibra de metal muy fina, y que al menos en el video hace que parezca magia. Así que decidí que trataría eso en lugar de generar una cantidad apocalíptica de aserrín con mi lijadora eléctrica de mano.

La chingadera de verdad funciona como magia; especialmente con rayaduras superficiales. Pero incluso con rayaduras profundas las oculta bastante bien. Luego enceré el escritorio con cera de abeja para madera y lo pulí sin echarle muchas ganas, porque ya me había cansado para ese momento. Me costó más o menos quinientos pesos y medio día de mi vida, pero la verdad me gustó mucho cómo quedó el viejo escritorio de madera.

El escritorio después

El escritorio después

Le habría podido parar ahí; básicamente había restaurado mi escritorio a un estado similar al que tenía hace veinte años, de los treinta que lleva conmigo. Sin embargo, le hice todavía una modificación de la que hablaré más tarde.

Este viejo escritorio de madera creo que se me pasó la oportunidad que tuve de deshacerme de él; lo voy a andar cargando conmigo el resto de mi vida, me parece. Me alegra haberle dado esta manita de gato; y creo que ya no abusaré tanto de él, entonces espero que no sea necesario volverlo a restaurar dentro de treinta años.

Y sí, estoy suponiendo que voy a llegar a mis ochentas, porque soy optimista.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Miss Kobayashi’s Dragon Maid

El siguiente animé que me aventé fue Kobayashi-san Chi no Maid Dragon.

Miss Kobayashi's Dragon Maid

Miss Kobayashi’s Dragon Maid

Kobayashi (no sabemos su nombre de pila) es una programadora explotada por la compañía donde trabaja, que no es femenina ni sexy (aunque es bastante linda, cuando se le da la regalada gana) y que de hecho no es raro que la confundan por un niño, dado que es plana como burro de planchar y generalmente no se le da la regalada gana arreglarse. Un día después de emborracharse al salir de su trabajo se va literalmente al monte, donde encuentra una dragona a punto de morir porque tiene atravesada una Espada Sagrada que no se puede quitar… porque es sagrada.

Kobayashi no tiene problemas en quitar la Espada Sagrada, porque es atea y por lo tanto inmune a artefactos sagrados. La dragona, que se llama Tohru y que en forma humana es espectacularmente hermosa y sexy, ofrece en gratitud para toda la eternidad convertirse en sirviente de Kobayashi, que no del todo convencida acepta acogerla como su criada.

Tohru

Tohru

Eso suena divertido, pero la serie es todavía más hilarante y sin duda original, especialmente si destilamos su trama a sus componentes básicos.

Dragonas lesbianas.

La serie trata de dragonas lesbianas; para que no digan que no hay nada original en este mundo, narrativamente hablando.

Un montón más de dragonas (y uno que otro dragón además de otras criaturas mitológicas) terminan apareciendo alrededor de Kobayashi y sus amigos, y la serie es al mismo tiempo llena de acción inesperada y espectacularmente animada; hilarante con un humor al mismo tiempo sexy e inocente; y sorprendentemente romántica, con Tohru muriéndose de ganas de que Kobayashi le coma su cola.

Esto, por cierto, es en sentido literal: Tohru afirma que su cola de dragón (que se puede cortar sin problemas; le vuelve a crecer como a una lagartija) tiene propiedades curativas casi mágicas; y por alguna razón está convencida de que una vez que Kobayashi pruebe su cola, se enamorará perdidamente de ella.

Supongo que podría enunciarse esa oración de una manera menos propensa al doble sentido, pero qué le vamos a hacer.

Es, sin duda alguna, de las mejores series de animé que he visto en mucho tiempo; por supuesto el romance la hace casi crack para mí, pero además está de verdad espectacularmente animada, con una música increíble, y es sin duda alguna de las series más divertidas que he visto en mucho tiempo.

Además además es de verdad muy tierna, con Kobayashi y Tohru viviendo prácticamente en amasiato junto con Kanna, su hijita dragona que es ridículamente adorable… y que realmente tiene cientos de años, pero pues los dragones viven durante milenios, entonces sigue siendo una niña y ve a Kobayashi como una figura materna.

Kanna

Kanna

Por supuesto, Kobayashi todavía no se ha dejado tronar su cacahuatito y la muy maldita ni siquiera le ha dicho a Tohru que la quiere, aunque es obvio que de hecho es lo que ocurre. Tohru no ayuda, tratando por todos los medios de que Kobayashi le coma la cola (sin doble sentido, pero también con él), e incluso en una ocasión casi engañándola para que se case con ella.

No puedo además dejar de mencionar que entre las criaturas mágicas que aparecen en la serie está Quetzalcóatl, que en forma humana es por supuesto ridículamente hermosa, sexy y voluptuosa, y que como los japoneses es para motivos prácticos genéticamente imposible que pronuncien bien “Quetzalcóatl”, le dicen Lucoa.

Lucoa

Lucoa

(También quiere tronarle los huesitos a un niño mago de menos de 10 años, pero no pensemos mucho en esas cosas).

De verdad es de los mejores animés que he visto en años; la recomiendo encarecidamente. Está en Crunchy roll; pero además pueden ver legalmente el primer episodio en el Tubo.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Pinball Heroes

Mi siguiente platino fue el de Pinball Heroes.

Pinball Heroes

Pinball Heroes

La versión fue para PlayStation 5; como muchos de mis juegos modernos, no tengo copia física y entonces uso la portada de la PlayStation Store.

Las maquinitas de pinball son un precursor de los videojuegos que están a punto de cumplir un siglo de existencia. Hay mucha gente fascinada por las mismas; hay quienes las colecciona; o compran versiones chiquitas; o incluso quienes las construyen.

Y por supuesto está Pinball Wizard, la canción de The Who parte de su ópera rockera Tommy (junto con la correspondiente película), donde el epónimo héroe es como dice la canción: un mago del pinball.

La fascinación de las maquinitas de pinball, medio inevitablemente, se derramó al mundo de los videojuegos, existiendo juegos para consolas y computadoras que las emulan casi desde el inicio, con ejemplos disponibles desde 1974.

Recuerdo claramente cómo, en 1995, uno de los puntos para anunciar Microsoft Plus! era justamente que incluía 3D Pinball for Windows – Space Cadet, una versión algo castrada de Full Tilt! Pinball, publicada por Maxis, los mismos de Sim City y The Sims.

Cuando salió Windows XP, el mismo juego venía incluido, y recuerdo que me dije a mí mismo: “mí mismo, vamos a jugarlo, a ver por qué tanta alharaca”.

Queridos lectores: nunca le encontré el chiste.

No sólo a los videojuegos que las emulan, sino a las mismas maquinitas de pinball; cada vez que he jugado en una de ellas me digo a mí mismo: “mí mismo, esto es idiota”.

Entonces, tal vez se pregunten, queridos lectores, ¿por qué compré Pinball Heroes? Porque me salió en cero dólares con cero centavos; no recuerdo si era así el descuento (es raro que ocurra, pero ocurre); o si fue parte de los juegos gratuitos de PlayStation Plus (más probable).

Total que andaba a finales de 2023 viendo qué juegos podía rápidamente terminar para obtener más trofeos y superar mi récord de 2022, y vi que Pinball Heroes se veía fácil. Y ciertamente es fácil: tiene una funcionalidad de regresar en el tiempo, entonces es básicamente imposible equivocarse nunca. Si uno comete un error, sencillamente retrocede en el tiempo y vuelve a intentar.

El juego está bien, supongo. Nada más es emular maquinitas de pinball, entonces a mí me resulta más bien idiota. Los fans de estas pendejadas se vuelven locos con el “tema” de cada maquinita y los gráficos y la musiquita y los efectos de sonido incluidos. Este juego contiene múltiples mesas, con temas de videojuegos clásicos del PlayStation (al parecer, Uncharted ahora es clásico); con lucecitas y musiquita especial para cada una.

Yo las encontré a todas y cada una de ellas bastante idiotas. Pero, hey, me salió gratis y obtuve 21 trofeos, incluyendo uno de platino.

No me quejo.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Novocaine: Sin Dolor

A mediados de marzo fui a ver Novocaine.

Se aplican ya saben.

Novocaine

Novocaine

El nepobaby Jack Quaid interpreta a Nathan “Novocaine” Caine, el subgerente de un banco que tiene una condición genética que no le permite sentir dolor (algo que inverosímilmente sí existe); esto afecta toda su vida, porque vive aterrado de cualquier cosa que pueda lastimarlo, porque no se va a dar cuenta y potencialmente puede morir de una pequeña herida por nunca atenderla.

Por poner un ejemplo, Nathan no consume alimentos sólidos porque podría morderse la lengua y desangrarse sin darse cuenta.

En el banco donde trabaja Nathan hay una cajera que le gusta, Sherry Margrave interpretada por Amber Midthunder, y que después de muchos titubeos invita a salir y comienza a tener una conexión con ella, todo para que al otro día asalten el banco y la tomen como rehén.

Idiota, como es universalmente conocido que somos los hombres enamorados, Nathan toma la patrulla de un policía herido (después de salvarle la vida; Nathan sabe todo acerca de primeros auxilios) y va detrás de los ladrones y su potencial media naranja.

No puedo, en buena consciencia, decir que Novocaine es una buena película… porque no lo es. Pero sí puedo decirles, queridos lectores, que a mí me encantó y me pareció divertidísima; justo el equilibrio de acción, romance y comedia que a mí me encanta. Además, es un poquito asquerosa con las heridas que el pobre Nathan recibe, lo cual a mi parecer aumentan el humor negro de la película.

Si uno quiere encontrar fallas en la película es fácil hacerlo porque abundan, comenzando por el hecho de que Nathan la única ventaja que tiene (si queremos considerarla ventaja) es que no siente dolor: no es invulnerable, ni tampoco tiene un factor de curación; nada más el dolor que normalmente incapacitaría a cualquier ser humano normal le hace lo que el viento a Juárez.

De todas maneras la película muestra las brutales heridas que sufre Nathan de manera muy entretenida, si son como yo y ese tipo de pendejadas les dan risa: yo cuando era niño terminaba en una clínica del ISSSTE cada dos semanas, porque no me estaba quieto y resultaba en que me accidentara cada rato. Aprendí a tomar el dolor físico de accidentes con buen humor.

Sherry Margrave está linda como Amber y su personaje es muchísimo más complejo de lo que podría parecer al inicio. Sale Jacob Batalon (Ned en las nuevas películas de Spider-Man) como el amigo de juegos en línea de Nathan bastante bien; y Jack Quaid es igualmente adorable y estupidísimo en la película: su cara idiota queda muy bien en su papel de joven buena gente pero más bien güey. A mí me encanta Jack Quaid en The Boys y aquí interpreta un papel más o menos similar, que me parece es del tipo de los que le quedan.

El actor que más me sorprendió, sin embargo, fue Ray Nicholson; otro nepobaby hijo de Jack Nicholson; podría parecer que imita los gestos de su padre, pero creo que sencillamente ambos los dos a la parca juntos tienen cara de psicópatas, lo que le queda en el papel del líder de los ladrones.

Me divirtió mucho esta película y me alegra haberla visto en el cine. La recomiendo encarecidamente, nada más sí advierto: la violencia es sangrienta y brutal (es parte del chiste) y el pobre cuerpo de Nathan sufre mucho más daño de lo que un héroe de acción normalmente sufre.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Mickey 17

A inicios de marzo fui a ver Mickey 17, porque se veía divertida de los avances.

Se aplican las advertencias de spoilers de siempre, pero les adelanto que no la encontré tan divertida que digamos.

Mickey 17

Mickey 17

En un nebuloso futuro, un patético perdedor, para escapar de un usurero, se une junto con su mejor “amigo” a una expedición para colonizar un planeta cubierto en hielo. Como no tiene ningún tipo de calificación que sirva para nada, se une como un reemplazable, con la idea de que se ofrecerá como “voluntario” y cada vez que muera entonces volverán a imprimir una copia de su cuerpo y le injertarán la última copia de sus memorias. De ahí el 17; la trama comienza realmente cuando imprimen la copia número 17 de Mickey.

Esto es idiota por muchísimas razones, pero lo que no me cabe en la cabeza a mí es qué tipo de retrasado mental consentiría algo de este estilo.

Pienso, luego existo. Yo no soy mi cuerpo ni mis memorias; soy el flujo de consciencia que mantengo desde unos meses después de que naciera. Si ese flujo se detiene, yo muero; no importa que haya una copia de mi cuerpo y mis memorias dando de brincos por ahí. Yo sé que hay quienes no están de acuerdo con esto, pero obviamente están equivocados, entonces podemos ignorarlos fácilmente.

Como sea; tal vez justamente por eso Mickey acepta tan espantoso trato: es muy probable que sea así de retrasado mental.

La historia es maniquea y sin mucho sentido, lo cual no necesariamente es grave; lo grave para mí es que no la encontré particularmente divertida.

Mark Ruffalo y Toni Collette son de mis actores favoritos, pero están increíblemente sobreactuados en esta película; tanto que el estereotipo que quieren parodiar (políticos tipo Trump y sus esposas) es imposible tomárselos en serio por estar tan caricaturizados, lo que quita cualquier tipo de garra a dicha parodia.

Por favor tomen un segundo para procesar eso: arruinan el burlarse de Trump.

Y básicamente esos son dos de los tres pilares de la historia: la crueldad y estupidez de los líderes de la expedición; y la inocencia y estupidez de Mickey. A mí no me pareció particularmente divertida.

El tercer pilar son los asquerosos bichos, pero de eso hablaré más adelante.

Mickey 18 es un poquito más interesante, pero evidentemente termina siendo secundario a (y al final se sacrifica por) Mickey 17.

Robert Pattinson es excelente como Mickey 17 y 18 (las demás copias duran como catorce segundos en pantalla en total); el muchacho es innegablemente buen actor y hace cosas interesantes con las dos copias con las que pasamos más tiempo en la película.

Además, Naomi Ackie y Anamaria Vartolomei son estupidizantemente hermosas y hay una escena donde la segunda trata de encelar a la primera y la verdad eso sí estuvo divertido.

Además además, el montaje de las muertes de las distintas copias de Mickey también está divertido, pero casi todo lo habíamos visto en los avances de la película.

En general todo lo demás lo encontré entre aburrido y asqueroso. Los efectos especiales son bastante patéticos, con los alienígenas viéndose exactamente como las marionetas que son. Los bichos mismos son una ridícula exageración de argumentos veganos (lo cual hace que pierdan cualquier tipo de seriedad para mí) combinada con el estúpido cliché del salvaje noble. La ciencia de la película es cuestionable en el mejor de los casos y ridícula en el peor. Y la historia es más bien moralista y maniquea de manera bastante pendeja; especialmente al incorporar a los asquerosos alienígenas.

Y de verdad, todos los personajes son bastante desagradables; incluyendo a Mickey 17 con su abrumadora estupidez.

Esperaba mucho más de esta película; pero en particular esperaba que fuera divertida. No lo fue para mí, en general.

No la recomiendo, realmente. Pero está en Max si les interesa.

Imprimir entrada Imprimir entrada

La tableta

Y pues resulta que yo tengo una tableta, desde hace años. De hecho, es mi tercera tableta; originalmente tuve una Nexus 7, luego tuve una Huawei (que perturbadoramente no puedo encontrar dónde chingados la compré), y finalmente la Lenovo de la que estoy hablando que, definitivamente, no la uso para trabajar; al menos no regularmente.

Sí ha ocurrido que leo tesis de mis alumnos en ella, pero no es lo común; no me acomodo a agregar notas a PDFs, y pues no leo tesis por gusto, es porque las estoy corrigiendo.

Para lo que más uso mi tableta entonces es para ver cosas antes de dormir. Normalmente veo cosas en mi sala, donde tengo una televisión de 65 pulgadas y un sistema de sonido 5.1; a veces me retiro a mi recámara, donde tengo una televisión de 46 pulgadas y una modesta barra de sonido estéreo con un pequeño subwoofer; pero lo más común es que agarre mi tableta y lea manga, o novelas, o vea videos en YouTube.

A veces veo Netflix, Max o Prime Video; pero la tableta tenía una madre que hace que el video en esos servicios esté acotado por arriba a una resolución de 720p. Es ridículo, porque es como que la aplicación más natural para una tableta de ese tamaño (10 pulgadas), pero entonces lo común es que no viera series o películas en ella.

Como sea; mi tableta es más bien limitada, es muy común que sienta que mi teléfono celular es muchísimo más rápido y con tiempo de respuesta más corto. Pero pues está bien para lo que la uso.

Probablemente hubiera seguido usando mi tableta de esta manera hasta que el hardware de la misma pasara a mejor vida, si no fuera por un pequeño problema: dejó de recibir actualizaciones más o menos en 2022, pero además la última actualización que tuvo la dejó con Android 10.

Esto en sí mismo no es terriblemente grave; todas las aplicaciones que uso en la tableta funcionan con Android 10 y no se ve que eso vaya a cambiar pronto. No, el problema es que el 30 de octubre de 2022, por última vez (esperemos) en la historia, México tuvo cambio de horario de verano.

No sé si lo sepan, queridos lectores, pero trabajar con fechas y horas como programadores es de esas cosas que hacen que queramos sacarnos los ojos con agujas para tejer chambritas. Casi sin importar el lenguaje de programación no sólo hay múltiples bibliotecas y estándares, sino que encima hay cambios dictaminados por políticas estatales en múltiples países.

Si en mi tableta con Android 10 le digo que defina la hora de forma automática usando internet (o sea, NTP), y le digo que por favor use la zona horaria correspondiente a la CDMX, pues entonces la estúpida chingadera decide seguir utilizando el horario de verano. Porque el cambio institucional que lo echó para atrás ocurrió después de la última actualización de software de la tableta.

Para alguien normal, probablemente esto no sea terriblemente grave; o bien se cambia la zona horaria de formal manual cada 6 meses o aprendemos a vivir con la incertudimbre de si realmente son las tres de la mañana y entonces probablemente sería buena idea que nos fuéramos a dormir, o si realmente son las cuatro de la madrugada y entonces definitivamente sería buena idea que nos fuéramos a dormir.

Para bien o para mal, queridos lectores, creo que nadie me clasificaría jamás como alguien “normal”.

Mi TOC por fin ganó en la cacofonía de voces que suelen inundar mi cerebro, y procedí a aprender cómo demonios podía actualizar mi tableta con una imagen no oficial del fabricante.

Dependiendo del hardware que uno tenga, esto puede ser una odisea, en algunos casos literalmente teniendo que ir y pedirle permiso al fabricante que por favor nos deje desbloquear el cargador de inicio (bootloader) del estúpido dispositivo. No bromeo, no es raro necesitar hacer esto con madres hechas en la China dizque comunista; que es de las razones por las cuales me niego rotundamente a tener cosas fabricadas por Huawei o Xiaomi, por más baratas que puedan ser. Ya he pasado por eso, muchas gracias.

Por suerte mi tableta Lenovo resultó ser bastante razonable al respecto, necesitando básicamente picar una casilla en las preferencias del sistema para que se desbloquera el famoso cargador. El proceso para instalar una imagen no oficial con una nueva versión de Android en la tableta es más o menos rebuscado (mis padres serían incapaces de llevarlo a cabo, me parece), pero factible para alguien con mis antecedentes.

En mi infinita ignorancia, instalé una imagen con Android 11 porque encontré un tutorial para el exacto modelo de mi tableta que usaba esa versión y porque creí que resolvería el problema de andar cargando todavía con el horario de verano; pero resultó que dicha versión seguía haciendo la misma estupidez. Así que terminé instalando una imagen con Android 14, que lo más complicado de hacerlo fue encontrar una imagen compatible con mi tableta.

No fue tan complicado: Android es en su mayor parte software libre y entonces hay una comunidad bastante amplia de usuarios que mantienen versiones nuevas de casi todo para casi cualquier hardware de la última década. A veces muchos años atrás de eso.

Ahora, la imagen no estoy seguro de que sea para tabletas, porque sigue teniendo casi todo el andamiaje de telefonía celular, que puedo ocultar, pero al parecer no desinstalar. Fuera de eso, está bastante bien.

Entre otras cosas, además de que mi tableta por fin dice bien la hora de abril a octubre, esto tuvo la agradable consecuencia de eliminar un chingo de chingaderas que Lenovo instalaba en mi tableta sin ni siquiera tener el buen gusto de preguntarme. Hasta más rápida se siente.

La única desventaja real que le vi al cambio fue que, por alguna razón, se acaba la batería notablemente más rápido: en la versión oficial de Lenovo la batería duraba fácilmente 3 o 4 días; en esta versión no oficial que instalé dura 2 cuando me va bien.

No es muy grave; la tableta vive en mi buró al lado de mi cama, la puedo dejar conectada siempre de ser necesario.

Esta tableta tiene poco más de tres años; si la sigo usando un par de años más consideraré esto un inmenso éxito. Vamos a ver cuánto dura con esta actualización de la versión de Android.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Attack on Titan: El Ataque Final

A inicios de marzo de este año fui a ver Attack on Titan the Movie: The Last Attack.

Realmente no se aplica nada, porque si no vieron la serie no tiene sentido que la vean.

Attack on Titan the Movie: The Last Attack

Attack on Titan the Movie: The Last Attack

Esta película es básicamente la última parte de la última temporada de Attack on Titan, pero pues está padre que uno pudiera verla toda de corrido, especialmente en la pantalla grande y con un buen sistema de sonido.

Dicho sea eso, como casi toda la película eran cosas que yo ya había visto, en condiciones normales tal vez me habría aburrido un poco. Sin embargo, esto no ocurrió porque atrás de mí se sentaron dos taradas chavitas que estuvieron dando comentario en vivo de la película y que la verdad la mejoraron como en 114%.

Normalmente me molesta la gente que se la pasa hablando en una película, pero la verdad hablaban quedito, sólo yo estaba en frente y las podía oír; pero además, justo estaban diciendo la bola de pendejadas que yo en general estaba pensando.

Y en algunos casos literalmente mejoraron la experiencia de ver la película; cuando en la serie murió Hange, yo sí me dije a mí mismo: “mí mismo, qué mala onda”, pero la verdad no sentí la devastación que me causó la muerte de Sasha.

Pero en el cine, cuando matan a Hange, las dos taradas chavitas sentadas detrás de mí se pusieron a llorar de manera desconsolada y completamente honesta, a tal punto de que yo me puse a llorar también.

Además, al mero final de la película incluyeron los únicos minutos de material original, donde Eren, Armin y Mikasa, en una ambientación moderna, van al cine a ver Attack on Titan the Movie: The Last Attack, y saliendo del cine a pregunta expresa de Eren, Armin y Mikasa se ponen a discutir básicamente como avatares de los distintos grupos de espectadores que odiaron y amaron el final, respectivamente, volteando al final a Eren para preguntarle que qué opinaba.

Y pues Eren sencillamente dice que le dio gusto ver la película con ellos, sus mejores amigos, y que si hay secuela le gustaría ir a verla con ellos también. Durante toda la escena se alcanzan a ver varios personajes de la serie, y la última toma nos hace notar que, aparentemente, siguen en el mundo de los Titanes, nada más cientos de años después.

Es medio meta, pero es bastante bonito y una buena yuxtaposición de cómo era el trío durante la historia. Pero más importante que eso, goth Mikasa.

Goth Mikasa

Goth Mikasa

Nada más por eso valió la pena verla en el cine… aunque la escena ha estado en YouTube creo que desde el año pasado.

No tienen idea, queridos lectores, de cómo disfruté esta película. Nada más a lo mejor es medio optimista decirle “película”: son las últimas dos horas de una serie que a mí me gustó mucho y que además vi en compañía de un público muy receptivo a disfrutarla.

Pero por lo mismo no creo que tenga sentido recomendarla: si vieron la serie y les gustó, probablemente vieron también la película. Pero si no vieron la serie o no les gustó, no tiene mucho sentido que la vean.

A mí me encantó. Entre otras cosas, porque goth Mikasa.

Más goth Mikasa

Más goth Mikasa
Imprimir entrada Imprimir entrada

Capitán América: Un Nuevo Mundo

A mediados de febrero de este año fui al cine a ver Captain America: Brave New World.

Se aplican las de siempre

Captain America: Brave New World

Captain America: Brave New World

Captain America: Brave New World es una entretenida película del eMeCeU. No es particularmente buena, pero tampoco es particularmente mala; ahí se va.

Anthony Mackie me cae bien tratando de cargar el manto del Capitán Mamérica y negándose (de la manera más absurda posible) a tomar el suero del supersoldado, más bien recargándose en su traje y alas wakandianas, y en que al parecer es un poco más relajado y estratégico que el viejo Steve.

Su patiño está bien; su viuda negra marca Great Value está bien (aunque es dolorosamente obvio que cambiaron al vuelo su origen como agente israelí dado el genocidio que ocurre en Gaza); el cameo de Bucky está bien (aunque debería haber participado más tiempo en la película); y no puedo dejar de mencionar que, como fan casi incondicional de toda la vida del viejito cascarrabias que es Harrison Ford, a mí me encantó su actuación como Thunderbolt Ross, además de que es una buena continuación de lo que había construido el occiso William Hurt. No sé por qué hicieron que El Líder tuviera un escroto como cráneo, pero vamos a decir que Nelson hizo un buen papel, más aún considerando que rescataron a su personaje de una película que tiene casi veinte años.

¿Es la película una bola de mamadas? Es una película del eMeCeU, entonces obvio que es una bola de mamadas; pero está divertida y la escena de la batalla aérea-naval en el Océano Índico cerca del cadáver del celestial que apareció en Eternals (y que daba la impresión que todo mundo se había olvidado de ello) es espectacular y una muestra excelente y muy imaginativa de cómo Sam Wilson usa sus alas junto con el escudo de capi para poder enfrentarse con jets de combate.

Sin embargo, mucha de la que era audiencia natural de estos churros ya están medio hasta la madre de ellos; más aún porque esta película sí más o menos requiere que uno haya visto The Falcon and the Winter Soldier en Disney+,

Además, no podemos ignorar el innegable hecho de que muchísimos gringos son iracundamente racistas (más descaradamente desde que Trump regresó a la Casa Blanca), y que por lo tanto son incapaces de aceptar un Capitán Gringo negro.

Por todo lo anterior, a la película le fue “mal”; en condiciones normales nunca diría que una película que ganó más de 415 millones de dólares se puede decir que le fue mal, pero como costó muchísimo porque la estuvieron cambiando al vuelo (por ejemplo para cambiar el origen de la viuda negra marca Great Value que aparece), pues sí va a resultar en que Marvel/Disney pierda dinero con ella.

Yo la disfruté bastante; no es mi preferida del eMeCeU, ni siquiera de las películas del Capitán Gringo: pero definitivamente no es mala. Está en el tercio medio, como les digo; está bien, valía la pena verla en el cine.

El racismo gringo podría haber justificado cómo le fue a este churrito; pero como después a Thunderbolts* de hecho le fue peor, entonces sí hay señales de alarma en la casa del ratón, lo que causó que las siguientes dos películas de los Vengadores se movieran casi un año, dejando como que colgando a la película que introducirá a los Cuatro Fantásticos. Que tendrá que enfrentarse solita a la película de Supermán (se estrenan con un par de semanas de diferencia).

Yo sigo disfruntando el MCU, y planeo seguir yendo a ver estas películas el día de su estreno. Pero si esta tendencia de ganancias cada vez menores se mantiene con The Fantastic Four: First Steps, entonces comenzamos a entrar en territorio donde se vuelve posible que de hecho dejen de hacerlas.

Vamos a ver. Yo a ésta sí la recomiendo, si bien tal vez no encarecidamente.

Imprimir entrada Imprimir entrada

El algoritmo

El domingo fui a votar, que creo es la vez que más tiempo me llevó hacerlo ya dentro de la casilla, porque eran muchas pinches boletas y era un desmadre llenarlas.

Para no regarla, hice un día antes el “Pratica tu Voto” del INE, e imprimí mis numeritos. En general, entre más alto fuera el cargo a elección, más atención le puse a analizar los distintos candidatos; dícese, los de la Suprema Corte sí le dediqué un rato a ver los currícula, a los magistrados nada más les eché un ojo, y ya de plano a los jueces sí nada más seguí un algoritmo para elegirlos. Sólo en caso de tener que hacer un desempate me metí a ver la información de los candidatos.

Mi algoritmo fue relativamente sencillo:

  • Si un candidato era propuesto por los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, esos iban en primer lugar. Desde mi punto de vista, si los tres poderes de la unión estaban de acuerdo en proponer un candidato, por definición es un candidato de consenso y había que promover eso.
  • Si un candidato era propuesto por el ejecutivo y el judicial, esos iban después. Similar a lo de arriba: si los poderes que (supuestamente) están encontrados están de acuerdo en un mismo candidato, probablemente fuera buena idea elegirlo.
  • Si un candidato era propuesto por el ejecutivo y en funciones, esos iban después. Casi todo el poder judicial será renovado, lo que sin duda alguna causará problemas; si un juez en funciones además estaba propuesto por el ejecutivo, yo creo que merecía permanecer en su puesto y ayudar aliviar ese problema.
  • En penúltimo lugar iban los candidatos propuestos por el poder ejecutivo nada más, porque es el poder en el que más confío que las comisiones correspondientes eligieran bien a los candidatos.
  • En último lugar, como válvula de escape, iban los candidatos propuestos por el ejecutivo y el legislativo. Les dejo de tarea por qué.
  • No quiero dejar de mencionarlo; si un candidato era propuesto por el judicial y el legislativo, ese candidato estaba automáticamente descartado para mí. De la misma manera los que nada más eran propuestos por el judicial, o que nada más ya estaban en funciones.

Para el desempate (cuando fuera necesario) mi primer criterio y el más importante, es que fueran egresados de la UNAM; no importaba en qué grado (aunque prefería licenciatura). Si no había de la UNAM, las universidades públicas iban por encima de las privadas. Si había puros de escuela patito, entonces los que mejor se expresaran en su currículum; pero eso lo tuve que checar creo nada más un par de veces.

Ya en la casilla, me dieron nueve boletas, tres de las cuales no venían incluidas en el ejercicio de “Practica tu Voto”, así que con esas boletas seguí de nuevo mi algoritmo. No me iba a poner a checar currícula en mi celular.

Fue relativamente sencillo; pero de todas maneras me llevó diez minutos llenar mis boletas, que me parece la mitad de ellos se fueron en acomodarlas en un orden que yo entendiera.

Para el 2027 y subsecuentes elecciones judiciales, yo creo que haré algo equivalente; sí es mucho más trabajo que nada más votar por un partido político o una coalición. Pero justamente por esto votamos, la mayoría que decidimos en las elecciones de 2024.

Como escribí antes de las elecciones, incluso una participación del 1% hubiera sido suficiente, porque el grueso de la legitimidad de este ejercicio se dio en las elecciones de 2024. Pero aún así, si comparamos esta elección con el ejercicio más similar que tenemos en la historia del país, fue un éxito rotundo: en la consulta popular para investigar ex presidentes participamos aproximadamente 6.6 millones de mexicanos; mientras que el domingo lo hicimos 12.7 millones (según cifras preliminares). Eso es casi el doble.

Era una elección extraordinaia (literalmente así se llama), fuera de los calendarios “normales” de elecciones nacionales, a la cual casi no se le hizo promoción y que de manera que podríamos calificar de criminal ni siquiera querían dar permiso a la presidencia y otros actores el promoverla. No hacer campaña por nadie; nada más llamar a votar.

Querer comparar la participación del domingo con la de hace un año es, literalmente, querer comparar peras con manzanas.

De cualquier forma, repito, si hubiéramos votado nada más tres gatos hubiera bastado, porque justamente eso dice la ley y porque siempre han funcionado así las elecciones en México. Pero si quieren hacer otras comparaciones: participaron el domingo más personas de las que votaron por el PAN hace un año; ya no digamos PRI, PRD o MC.

De manera legal y legítima la izquierda había conquistado dos de los poderes de la Unión desde 2018; el tercero, de manera hartera y mezquina (por no decir ilegal), metió el pie en un montón de asuntos de suma importancia para la nación: liberando a criminales ligados al narcotráfico o a casos de desaparecidos como los 43; retrasando casos para que multimillonarios no pagaran sus impuestos; echando para atrás reformas aprobadas por el Congreso de la Unión invéntandose razonamientos de procedimiento que no tenían sentido.

Dado que la Transformación tiene la presidencia y mayorías calificadas en el congreso, se pudo haber hecho una reforma donde la presidenta reemplazara a todos los jueces con gente que ella y su equipo eligiera arbitrariamente; como de hecho hizo Zedillo en 1995 con la Suprema Corte (los que hoy se quejan no se quejaron entonces, por cierto).

Pero no, lo que se hizo fue dejar en manos del pueblo la elección de los jueces. Eso es lo que les molesta a la oposición, porque incluso si por algún milagro vuelven a ganar la presidencia y mayorías en las cámaras del congreso, no van a poder elegir arbitrariamente a los jueces, va a seguir siendo decisión del pueblo a menos que consigan mayorías calificadas en el congreso.

Y detestan que sea la gente la que elija, porque en su conjunto y en general no la pueden controlar.

Un tarado lector mío (borré su comentario) me escribió haciendo una analogía de la elección de jueces a que eligiéramos policías, como si fuera una idea descabellada. En primer lugar, yo me opongo porque la policía no es uno de los poderes de la Unión; pero además, en Estados Unidos casi todos los estados eligen a sus sheriffs, o como les decimos aquí, “los cherifes”. En otras palabras, eligen a sus policías.

También eligen procuradores generales estatales en casi todos los estados (attorney general, les dicen), que no me está sonando tan mala idea qué hiciéramos aquí.

El punto es que toda la chilladera en contra de la elección de jueces es sencillamente tenerle miedo a la gente, al pueblo de México. Pero ya se pudrieron; elegimos por primera vez a los jueces y esto va a resultar en un profundo cambio en toda la impartición de justicia del país. Y como dije el sábado, va a funcionar muchísimo mejor (aunque no de manera perfecta) a los jueces actuales; nada más porque no es muy difícil mejorar a un poder profundamente corrupto.

Por poner un ejemplo, actualmente, y bajo admisión propia, casi la mitad de sus miembros son familiares de la otra mitad.

La elección del domingo fue un éxito por muchas razones, pero probablemente la más sencilla sea la siguiente: se llevó a cabo. En un ejercicio donde se abrieron sin problemas más del 99.8% de las casillas, donde no hubo reportes de violencia, donde los que se oponían se pudieron manifestar pacíficamente en contra (eran poquitos, pero ahí estaban), demostrando que México es una democracia.

El peso no se desplomó; no se cayeron los mercados; no estalló la violencia. Fue un paso más, importante sin duda alguna, pero casi cotidiano para haber sido la primera vez, que dio nuestra democracia. No será perfecto, pero sin duda será mejor a lo que teníamos.

Y va a resultar, con casi toda certeza, a que el primer presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, bajo esta nueva forma de elegirlos popularmente, sea un índigena que ha dedicado su vida a defender a otros indígenas. Será la primera vez en más de 160 años que tendremos un presidente de la SCJN indígena; no había ocurrido desde Benito Juárez.

Cosa que por supuesto detesta la derecha, porque encima de todo son increíblemente racistas y clasistas.

Muchos que se oponían a la elección de jueces, magistrados y ministros están celebrando porque “solamente” votamos más de doce y medio millones de mexicanos. Y yo repito: no entienden ni siquiera que no entienden. Fue un rotundo éxito la elección; y en su necedad de no participar, permitieron que básicamente todos los jueces elegidos sean cercanos a la Transformación.

(Claro que era posible que aunque participaran de cualquier manera perdieran, porque les digo que hasta le agarran gusto a perder).

Con estos llamados a no votar y su forma de actuar desde las elecciones de 2024, básicamente están garantizando que van a perder de nuevo, en 2027 y 2030. Pero son tan brutos que la verdad no veo mucho sentido ni siquiera hacerles caso.

La Transformación sigue adelante, y con la conformación de la nueva SCJN un montón de cambios que habían sido estorbados se podrán llevar a cabo. Es justamente por lo que votamos la enorme mayoría hace un año y lo que le da a nuestra presidenta una aprobación de más del 83%.

Yo no podría estar más contento.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Sobre los que llaman a no votar

Mañana son las elecciones del poder judicial. Por supuesto son importantes, pero realmente el esfuerzo grande fue el que se dio hace un año en las elecciones generales; si mañana votara nada más el 5% del electorado, las elecciones serían legítimas nada más por la inercia de las elecciones presidenciales de 2024, donde la reforma judicial era explícitamente uno de las principales promesas de campaña. Y por supuesto el índice de participación será mucho mayor que 5%; pero 1% bastaría, les digo.

Si ustedes, queridos lectores, deciden no ir a votar, están en todo su derecho; como yo lo estoy en el mío de decirles a aquellos que no voten que vayan a chingar a su reputísima madre. Me parece que no hay cosa más cobarde dada la historia en este país de cómo costó que se respetara el voto, y los ciudadanos que no voten me merecen todo mi escarnio y desprecio posibles.

Pero no es de eso de lo que quiero hablar; de lo que quiero hablar es de los que llaman a no votar. Porque no es lo mismo decir, por cualquier razón, “yo esta vez no voy a participar”, a convocar a no ejercer el derecho al voto. Las dos están mal; pero la segunda es mucho peor.

Si alguien les dice que no voten, no importa de qué partido u orientación política, no importa en qué elección o por qué cargos, es alguien que les está diciendo que desperdicien el arma más importante y poderosa que tienen para influir en el proceso de decisiones que se toman en este país. O bien es alguien increíblemente ignorante o estúpido (o ignorante y estúpido); o bien tiene una agenda que por definición beneficia a una minoría. Porque si se quiere el beneficio de la mayoría, lo que menos debe hacer alguien es decirles a los miembros de dicha mayoría que no participen en el proceso político.

Fíjense en quiénes están llamando a no votar; y pongan atención en cómo han contribuido (u obstaculizado) al avance de la democracia en el país. Nadie que se llame demócrata tiene derecho a hacerlo si al menos una vez en su vida a convocado a no votar. Repito: en cualquier elección y por cualesquiera cargos.

Si no confían en la presidenta ni la legislatura, pueden votar por los candidatos que postuló el poder judicial. O incluso pueden anular su voto, que también me parece desperdiciar su voto, pero que es mucho menos grave que no votar.

Porque pase lo que pase, la mitad del poder judicial (y toda la Suprema Corte) será determinada por las elecciones de mañana. Y más les vale que se vayan haciendo a la idea de que el poder judicial que resultará de estas elecciones, aunque sin duda alguna no será perfecto (todo lo contrario, tendrá un chingo de fallas, principalmente al inicio), les puedo garantizar que será un poder judicial que será mucho más respetado y confiable para el país, en el peor de los casos a largo plazo, pero es muy probable que incluso a corto y mediano plazo también.

¿Cómo puedo garantizar esto? Porque no tiene que ser perfecto; de hecho todo mundo hemos hecho énfasis en que no será perfecto.

Sólo tiene que ser mejor que el actual poder judicial. Y, queridos lectores, si alguna vez han tenido la desgracia de tener que lidiar con el poder judicial (y además no tienen la capacidad de comprar jueces y abogados), ustedes saben que está de la chingada. No será terriblemente difícil que casi cualquier cosa diferente funcione mejor.

Así que salgan a votar mañana. La gente que llama a no votar son, por definición, gente que no cree en la democracia: o confiamos en las decisiones que tomamos entre todos como ciudadanos, o no lo hacemos.

Yo estoy en el primer bando; así que me interesa que voten. Incluso si es en contra de las posiciones que yo sostengo; de hecho, particularmente si ese es el caso, porque en este momento yo me encuentro en la mayoría apabullante de 83% que aprueba el desempeño de nuestra doctora presidenta.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Amenaza en el Aire

A inicios de febrero fui a ver Flight Risk.

Se aplican las habituales.

Flight Risk

Flight Risk

Lady Mary Crawley arresta a Eric Forman en Alaska por ser contador de la mafia y se lo lleva a que atestigüe en contra de su jefe en un juicio en Nueva York, utilizando para ello una avionetita privada que pilotea Marky Mark con la calvicie más falsa del universo. Resulta que Marky Mark es un asesino de la mafia enviado para silenciar a Eric Forman, pero antes de que pueda hacerlo Lady Mary Crawley lo somete y toma control de la avionetita.

Esto ocurre en los primeros quince minutos por cierto; el resto de la película son una bola de mamadas que han de haber costado como catorce dólares el filmar, porque casi todas ocurren dentro de la avionetita.

La película es, como podrán imaginarlo, mala; pero yo la encontré muy entretenida además de que los actores (los tres principales; los demás aparecen como tres minutos) me caen todos muy bien, aunque como nunca vi Downtown Abbey realmente no había visto mucho de Lady Mary Crawley.

Es imposible tomársela en serio; pero los actores hacen su lucha y la verdad sí es emocionante y divertida. Además, fundamental para mí, tiene un divertido romance entre Lady Mary Crawley y el piloto que por radio la instruye para que aterrice la avionetita.

Si apagan las neuronas me parece que puede resultar muy disfrutable.

Ahora, la dirigió Mel Gibson. Entonces por esto (me parece) la crítica se la comió viva; en tomates podridos tiene 30% por parte de la crítica, mientras que la audiencia le da un mucho más creíble 62%. Yo no entiendo; sí, Mel Gibson es un antisemita al menos cuando está borracho y lo detiene la policía, pero eso no debería afectar la evaluación de las pendejadas que realice, digo yo.

Como sea; me parece que nadie en su sano juicio diría que esta peliculita es una muestra de lo mejor que hay en el séptimo arte: pero está dominguera y bien hecha, y por más sobreactuado que esté Marky Mark al menos hace algo interesante y divertido con un papel por primera vez en años.

Además, costó más o menos 25 millones de dólares; aunque superficialmente podría parecer hipócrita de mi parte que diga lo siguiente, no todas las películas deben costar cientos de millones de dólares. Debe haber espacio para este tipo de peliculitas sin pretenciones de ningún tipo. Me alegra haberla ido a ver al cine.

Yo sí la recomiendo. Nada más no esperen El Acorazado Potemkin o algo por el estilo.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Spirit Chronicles

El siguiente animé que vi fue Seirei Gensouki. Creo.

Seirei Gensouki

Seirei Gensouki

Isekai.

Me da la impresión de que podría decir que Seirei Gensouki es un Isekai y con eso debería bastar.

Esto no quiere decir que sea completamente genérica; tiene varias cosas originales, de hecho. El pobre isekaiado es un estudiante universitario, no un estudiante preparatoriano; al reencarnar no lo hace en un bebé nuevecito, sino en un niño, Rio, de alrededor de 7 años; su conciencia no reemplaza a la del niño, sino que Rio de repente “recuerda” su vida pasada, entonces es un poco más que las conciencias se mezclan, pero con la de Rio siendo la dominante; y la historia es más profunda de lo que normalmente este tipo de fantasías de poder pendejas suelen ser.

En particular, todas las grillas políticas de los distintos reinos están medianamente interesantes; y además, la amiga de la infancia del protagonista en Japón de repente es isekaiada también, junto con su hermanita y un par de amigos, al parecer además con escalas de tiempo diferentes: dícese, el protagonista fue isekaiado después que su amiga de la infancia, pero llegó al nuevo mundo antes que ella.

La serie también es sorprendentemente violenta de repente; como cuando matan a la madre de Rio; que resulta años después en que él le rebane el brazo al asesino y que queme el brazo rebanado enfrente del mismo.

Fuera de eso, son la misma bola de mamadas de siempre: protagonista-kun es para motivos prácticos todo poderoso e invencible; y absolutamente todo sofonte inteligente que se identifique como mujer quiere tener sus hijos, no importa si son humanas, demihumanas (o sea, catgirls, o el equivalente para perros, conejos y similares), e incluso espíritus. Esto incluye a su maestra de magia, porque por supuesto que eso ocurre.

Los aspectos técnicos de la serie están bien; las muchachas están lindas; y las escenas de acción están entretenidas. La serie lleva dos temporadas que vi sin aburrirme pero tampoco sin emocionarme mucho; probablemente siga viendo otras temporadas si las llegan a hacer.

Está en Crunchyroll, si les interesa.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Compañera Perfecta

A inicios de febrero fui a ver Companion. Tengo notas al respecto.

Se aplican las advertencias de spoilers habituales.

Companion

Companion

Salí no enteramente satisfecho de ver esta película.

No me malinterpreten, queridos lectores; me alegra haberla ido a ver al cine. Pero definitivamente esperaba… otra cosa.

No quiero decir que esperaba “más”, porque no es exactamente mi punto. Ciertamente esperaba que fuera más divertida, eso sí.

Soy gran fan del nepobaby Jack Quaid; me encanta en The Boys y Star Trek: Lower Decks, y como verán en mi reseña de Novocaine más adelante, también me gustó mucho ahí. Y no es que no me gustara en Companion; es nada más que su personaje es parte de todo el problema que tengo con la película.

Como dije arriba, yo realmente no encontré la película muy divertida que digamos. En general no tengo nada en contra del humor negro: me encanta el humor negro, entre más ofensivo mejor. Nada más a mí no me pareció que los chistes fueran particularmente divertidos.

Y no son particularmente divertidos para mí, porque tratan de ser profundos cuando en mi opinión realmente no lo son. Y no lo son para mí por el mayor problema que tengo con la película; la supuesta profundidad de las tesis propuestas por la misma necesitan como fundamento una bola de mamadas que yo nada más no me puedo tragar: como los chistes necesitan del mismo marco teórico, entonces sencillamente a mí no me resultaron divertidos. Y admito que tal vez es problema mío nada más, dado que soy yo el que se no se puede tragar la bola de mamadas.

Hago énfasis, queridos lectores, en que no necesariamente tengo problemas con que una película sea una bola de mamadas: de hecho varias de mis franquicias favoritas (Star Wars y Lord of the Rings, por poner dos ejemplos), son indudablemente una bola de mamadas.

Pero con la bola de mamadas en Companion, ahí sí no pude sencillamente apagar mis neuronas.

Para empezar, y para sorpresa de nadie que haya leído mis reseñas a lo largo de los años, todo el concepto de inteligencia artificial de la película es idiota; pero eso lo podría perdonar: Hollywood y el resto del cine en general suelen representar así a la inteligencia artificial, entonces ya estoy acostumbrado.

El problema principal es que si vas a hacer un fuckbot, ¿a quién chingados se le ocurriría darle consciencia? Es mucho más fácil no dársela y entonces evitamos que los fuckbots se conviertan en murderbots; o al menos dichos murderbots nos murderearán sin mala intención de su parte, como potencialmente puede hacer cualquier herramienta que funcione mal. ChatGPT y la bola de idioteces que hoy en día le dicen IA han demostrado que un enorme porcentaje de seres humanos están más que dispuestos a conformarse con pálidos reflejos de lo que es una inteligencia verdadera; ya no digamos que tenga o no consciencia.

Pero no, la historia de la película necesita que nuestra fuckbot progagonista, Iris, sea consciente, porque la historia que quiere contar no es una historia acerca de inteligencia artificial o la ética de lidiar con inteligencias no humanas. No, lo que quiere hacer es contar una historia feminista. Con una fuckbot.

Yo cada vez que lavo mi ropa en mi lavadora, le doy un manotazo y le digo que es una estúpida buena para nada que no sea lavar ropa. Nadie puede reclamarme que haga eso, es máquina y la puedo tratar como se me dé la regalada gana. Es exactamente lo mismo con una fuckbot, a menos que tenga consciencia, que por eso nadie en su sano juicio le daría consciencia en primer lugar.

Pero en esta película la historia le da consciencia a la fuckbot porque básicamente quiere que veamos a Iris como una mujer. Una mujer abusada, por supuesto; lo que hace a su arco de personaje uno de liberación y empoderamiento.

Como toda la premisa sencillamente no me la pude tragar, pues no la encontré particularmente divertida. Aprecio la producción y las actuaciones: Sophie Tatcher es bellísima e increíble como Iris; el paisano Harvey Guillén es espectacular como Eli; y pues Jack Quaid la hace muy bien del patético perdedor que es Josh.

Pero esa es la otra parte del problema que tengo con la película: desde hace varios años (díganme ejemplos de lo contrario, si los conocen, por favor), cualquier representación de una mujer que utilice juguetes sexuales es mostrado bajo una luz positiva: es divertido y sexy; es muestra de liberación y empoderamiento. You go gurl, no necesitas de ningún hombre para estar satisfecha sexualmente.

Estoy 100% de acuerdo con esto, por cierto: me considero sexo positivo y cualquier cosa que represente como algo bueno las prácticas sexuales consensuadas que no le hagan daño a nadie, yo por principio lo apoyo.

Pero en cambio, si un hombre es representado utilizando juguetes sexuales (y de hecho nada más con poseerlos), en general sólo hay dos posibles interpretaciones: una, es un patético perdedor que probablemente nunca le haya hablado a una mujer en su vida, que merece nuestro escarnio y burla. Como dice Bill Burr en su espectacular acto, si a un hombre le descubren que usa una muñeca inflable, su vida está acabada, tiene que desaparecer y llamar a su mamá y decirle: “¡mamá, te amo, nunca me verás de nuevo, no creas lo que dice de mí la gente!”

Y eso es en el mejor de los casos. La otra posibilidad es que es un degenerado sexual, posiblemente violador y en una de esas pedófilo o necrófilo o que le hace al bestialismo.

Sé que hay excepciones. También sé que son una muy diminuta minoría. Y a mí sí me molesta el doble estándar.

Esa es por supuesto la ruta de Josh en la película: es un patético perdedor que necesita comprarse una fuckbot porque pues es un patético perdedor, pongan atención (y de hecho la alquila, como la gente que no compra un carro sino que perpetuamente renta uno). Y el muy patético perdedor ni siquiera tiene la decencia de conformarse con su fuckbot que es básicamente la mujer “perfecta” (en los potenciales ojos de patéticos perdedores): no, es tan patético y perdedor que necesita llevar a cabo un asesinato en un plan idiota e imposible parar robar dinero y tratar de echarle la culpa a su inocente y “perfecta” fuckbot.

Hollywood y un porcentaje muy grande del mundo están perdiendo de vista todos los escenarios fascinantes y probablemente inevitables que van a darse cuando la automatización de casi absolutamente todo esté mordiéndonos las narices; que ni siquiera necesita inteligencia artificial de verdad, por cierto. Casi todos los trabajadores en casi todo el mundo se van a quedar sin trabajo; y si casi no hay trabajadores entonces casi no hay consumidores; y si no hay suficientes consumidores entonces no hay capitalismo.

Es básicamente lo que previó Marx hace más de siglo y medio: el capitalismo está destinado a destruirse a sí mismo. Inevitablemente.

Pero en lugar de tratar de plantear escenarios plausibles de cómo vamos a superar esa crisis y qué seguirá cuando superemos al modelo económico del capitalismo; o incluso los dramas que ocurrirán en el periodo de transición, Jálivud sale con mamadas como esta película, que en mi opinión ni siquiera es particularmente divertida.

De cualquier manera vale la pena verla por las actuaciones al menos; pero mi recomendación es más bien tibia, si acaso. Está en Prime Video, si les interesa.

Imprimir entrada Imprimir entrada

Cónclave

A mediados de enero fui a ver Conclave; y me gustó tanto que fui al cine de nuevo a verla ese mismo mes.

Se aplican las de siempre.

Conclave

Conclave

Con el deceso del buen Francisco me imagino que un montón de gente se interesó en ver la película o al menos de qué iba; pero si han estado viviendo debajo de una piedra, Conclave es acerca de un cónclave ficticio que se sigue a la muerte de un Papa ficticio y que llevan a cabo un montón de cardenales ficticios.

La película es más bien un drama político, entonces era difícil que no me gustara; pero es todavía más mejor porque tiene un elenco espectacular y un guión extraordinario, por no mencionar la escenografía y el vestuario (que hacen la mitad de la película) y la música, que hagan de cuenta es otro personaje.

Les voy a dar una última oportunidad de que dejen de leer mi reseña, porque voy a revelar el giro inesperado final, que me parece sí vale la pena lo vean por ustedes mismos.

Dentro de toda la grilla que ocurre para elegir al sucesor del Papa, aparece el cardenal de Afganistan que fue investido in pectore, y que por lo tanto nadie sabía de su existencia. Eso es interesante por sí mismo.

Además resulta que el dichoso cardenal es mexicano, que entenderán yo encontré muy interesante. Y después de mútiples maniobras, contra maniobras, atentados, escándalos y varias mentadas de madre en múltiples idiomas aventadas por múltiples cardenales contra otros cardenales, el buen cardenal de Afganistan, mexicano, es elegido como el nuevo Papa.

La serie de puntos narrativos que se conjugan para que esto ocurra están muy bien contados y articulados; nada más por eso valdría ver la película.

Pero además además, como sorpresa final el nuevo Papa mexicano, Inocencio XIV, le confirma al decano del Colegio Cardenalicio (un como siempre espectacular Ralph Fiennes), que es intersexual, que lo descubrieron al seguir el rastro de papel a una clínica a la que asistió porque estuvo a punto de hacerse una histerectomía. Pero que al final no se la hizo porque pues, literalmente desde su punto de vista, así lo hizo dios.

La película es espectacular incluso sin esa revelación final; pero a mí me gustó mucho que se la aventaran. La Iglesia Católica es de las cosas más terribles que le han ocurrido a la humanidad en general y a México en particular; pero como casi todo en este mundo tiene cosas positivas, e independientemente de ello, hay que reconocerle su capacidad de mantenerse viva como institución durante casi dos mil años.

Esta capacidad radica, en gran medida, porque ha sabido adaptarse. Generalmente con siglos o décadas de retraso, pero eventualmente da su brazo a torcer. La Iglesia Católica pasó de sólo reconocer al geocentrismo a aceptar el heliocentrismo y después la noción de que ni el sol ni la Tierra están al centro del universo. De manera similar, la Iglesia Católica oficialmente sostiene que no hay contradicción entre la Teoría de la Evolución y la fé católica, además de que todas las escuelas católicas es lo que enseñan en biología.

No sé si me toque el llegar a verlo, pero estoy seguro de que, si no desaparece, la Iglesia Católica en algún momento aceptará a los homosexuales (incluyendo el casarlos) y la incorporación de las mujeres en sus posiciones de poder. Tiene que hacerlo, porque la alternativa será dejar de existir; o volverse tan irrelevante que sería como si dejara de existir.

Tener un Papa intersexual en esta pelícual, aunque de manera secreta, me parece que es un reflejo de esa flexibilidad (pequeña y acotada) que tiene la Iglesia Católica.

Me gustó mucho la película (les repito: la vi dos veces en el cine) y la recomiendo encarecidamente. Está en Prime Video si les interesa.

Imprimir entrada Imprimir entrada