Después de NieR: Automata mi siguiente platino fue el de Marvel’s Spider-Man: Miles Morales.
(Un comentario acerca del video de cómo obtengo el platino: decidí no usar mi capturadora de video, porque es un desmadre conectarlo y desconectarlo de mis consolas. En el PS3 y PS4 no tengo de otra, porque aunque el PS4 tiene captura de video, la misma no incluye cuando aparece el trofeo… y el PS3 no tiene nada para capturar video. Sin embargo, en el PS5 puedo capturar video, y además se graba un cortito de 15 segundos donde sí se ve cuando aparece el trofeo… el único problema es que son dos videos distintos: el que yo a mano hago, y que básicamente puede durar tanto como yo quiera; y el que automáticamente hace el PS5, que siempre dura 15 segundos. Entonces sencillamente saqué ambos videos de la consola y los uní en el video de arriba; es mucho más sencillo que conectar y desconectar mi capturadora de video, aunque el resultado no sea 100% perfecto: se nota un pequeño brinco cuando cambia de un video al otro. Es lo que haré para platinos del PS5 de ahora en adelante.)
Mi segundo trofeo de platino para un juego en el PlayStation 5 le correspondió a la secuela de Marvel’s Spider-Man.
El juego fue uno de los juegos de lanzamiento del PlayStation 5; y no hubo pocos que se quejaron de que era poco más que el juego original con una manita de gato. Lo cual es entendible dado que Sony casi no tenía juegos disponibles cuando el PS5 salió a la venta: juegos first party (dícese, hechos por Sony mismo), había 5 nada más… y dos de ellos eran los dos juegos de Spider-Man, éste que reseño y el que lo precede.
Y sí es verdad que esta segunda entrega es sólo una mejora superficial; ambos juegos son, para motivos prácticos, básicamente idénticos, nada más con una gama distinta de poderes para Miles en lugar de Peter. Eso sí, aprovechando las mejoras gráficas de la nueva consola y que en los hechos no hay tiempos de espera nunca, gracias al disco duro de estado sólido.
Ahora, que la segunda parte sea casi idéntica a la primera no es algo necesariamente malo, Marvel’s Spider-Man es un extraordinario juego; una versión ligeramente nueva del mismo con nuevos poderes y una nueva historia no es para nada despreciable.
A mí me gustó mucho; hubiera preferido la versión de Miles de las películas del Spiderverse, pero el Miles del videojuego terminó cayéndome también muy bien, si bien por razones distintas. El Miles de las películas es, indudablemente, sexy; mientras que el Miles del videojuego es igual o más nerd que Peter. Pero pues yo siempre he estado más cerca (mucho más cerca) de nerd que de sexy, entonces me cayó muy bien el muchacho.
Miles es latino, pero su ascendencia es puertorriqueña y negra (afrogringa); entonces realmente (en ese aspecto cultural) no tiene casi nada qué ver conmigo. Y sin embargo, cuando al inhabilitar silenciosamente a uno de los enemigos, el muchacho susurra en un español indudablemente caribe la frase “eso me gustó”, debo de reconocer que eso me gustó.
La historia está bien; aunque el romance lo encontré algo confuso y dejando qué desear. Me parece que Miles tenía muchísima más química con Phin, que por supuesto termina convirtiéndose en la villana principal del juego y que se sacrifica al final de la historia; que con Hailey, que básicamente aparece un par de veces en todo el juego y que tiene el carisma de una maceta. En gran medida porque aparece un par de veces en el juego.
(Aunque debo admitir que las películas del Spiderverse me arruinaron para siempre cualquier romance de Miles que no sea con Spider-Gwen.)
Además de esto, el Harlem que muestra el juego se ve increíble; y no me refiero únicamente a los gráficos, me refiero a cómo representan una ciudad viva: se antojan los platillos al ver los puestos de cómida en la calle; se escuchan las frases en múltiples idomas y dialectos; se ve el arte de gráfiti en las paredes y se escucha a los artistas callejeros; se ve una ciudad que es, de alguna manera, muy similar a las partes que más me gustan de la Ciudad de México.
Liberty City en GTA 4 era otra muy buena representación de Nueva York; pero nunca sentí que la bola de NPCs que deambulaban las calles (a veces apareciendo de la nada si uno daba una media vuelta muy rápido) eran más que simples NPCs. Las calles de Nueva York (pero principalmente de Harlem) en Miles Morales se sienten vivas.
Es un gran juego, si bien algo corto; yo lo recomiendo ampliamente. Ahora además del PS4 y PS5 se puede jugar en Windows (y aparentemente también en Linux); y yo digo que sería muy buena idea que lo jugaran.
