Después de una pausa enorme por estar de gira internacional, por fin volví a ir al cine. Inicialmente íbamos a ver una buena película, pero el horario no nos quedaba y por lo tanto nos metimos a ver The Joneses.
Se aplican las de siempre.
Los Joneses llegan a un nuevo vecindario, y al parecer son la familia perfecta en todos los sentidos. Sólo que no es cierto: son realmente vendedores que anuncian sus productos de forma velada, haciendo que todos sus vecinos los envidien y compren las mismas cosas que ellos.
Esta película vale la pena nada más por David Duchovny y Demi Moore, y porque hace una crítica medianamente divertida al consumismo idiota de los gringos. Quitando eso, realmente no tiene nada.
