A inicios de diciembre del año pasado fui a ver The Lord of the Rings: The War of the Rohirrim.
Se aplican.
Y pues a los genios que dirigen Warner Bros. se les ocurrió, en su infinita sabiduría, que la clave para poder seguir ordeñando la IP del Señor de los Anillos, era darles a los fans una waifu.
Y por supuesto, dicha waifu debía tener muslos capaces de romper sandías.
En defensa de los animadores, se supone Héra aprendió a cabalgar antes de aprender a caminar; muslos de ese calibre no son descabellados en esas circunstancias.
A mí me gustó la película; aprecié que nuestra Éowyn original fuera la narradora; siempre he sido y probablemente siempre seré fan de Brian Cox; y pues la película definitivamente se siente como la bola de mamadas que suele ser todo lo relacionado con el Señor de los Anillos. Vamos, cerca del clímax las pinches águilas salen al rescate, para variar.
El diseño de personajes está increíble; Héra es hermosísima, rudísima y además con muslos capaces de romper sandías, no sé si ya lo había mencionado. La animación es competente, si bien no extraordinaria. Y la música es la música del Señor de los Anillos.
¿Es la película buena?
Tal vez buena sea una palabra fuerte, pero definitivamente no es mala. Mi crítica principal, además de que la historia es secundaria dentro de las mitologías de una facción secundaria en el canon del Señor de los Anillos, es que la pinche película dura 134 minutos. Si hubiera durado 90 minutos me hubiera gustado muchísimo más.
Yo sí la recomiendo, si les gustan las mamadas del Señor de los Anillos y en particular si quieren ver cómo es que el Abismo de Helm terminó adquierendo ese nombre. O también si les gustan las waifus con muslos capaces de romper sandías. A mí sí me gustan las waifus con muslos capaces de romper sandías.
Está en Max, si les interesa.
