El siguiente platino que obtuve fue el de Rock Band 4.
Al inicio de este siglo, los juegos musicales de ritmo utilizando instrumentos de plástico dominaron las salas de muchas familias en todo el mundo. Era medio inevitable encontrarse por todos lados con guitarras de plástico baratas y no muy bien hechas; hubo un momento en que parecía que literalmente todo mundo estaba jugando alguna variación de Guitar Hero o Rock Band.
Casi igual de rápido que se volvieron ubicuos en la escena de videojuegos, los juegos musicales de ritmo pasaron a ser irrelevantes, en retrospectiva aparentemente de la noche a la mañana.
Parte del problema fue saturación; en su apogeo uno podía comprar fácilmente una docena de este tipo de juegos. Otra parte fue fragmentación; mientras que al inicio los instrumentos eran generalmente compatibles entre todos los juegos, rápidamente comenzaron a aparecer instrumentos más “complicados” que trataban de hacer más con el género, a costa de dicha compatibilidad.
De cualquier manera, para alguien como yo, que tiene a estas alturas 3 micrófonos, cuatro guitarras (en diversos estados de funcionamiento) y 2 baterías, sí nos surge la duda: ¿qué pasó con todos los fans de estos juegos? ¿Desaparecieron?
Y no, por supuesto que no desaparecieron: muchos emigraron a Clone Hero, cuyo principal problema para que mucha más gente lo utilice es que, por definición, no pueden distribuir todas las canciones que forman el núcleo de lo que se puede jugar en el juego.
Es un proyecto interesante, inetivablemente de software abierto; pero como está completamente desconectado (de nuevo, por definición) de los trofeos de PlayStation, no genera mucho interés para mí.
Que me lleva al resto de los fans de estos juegos, los que no emigraron a Clone Hero: ese resto básicamente resulta que lleva años jugando Rock Band 4 alegremente. El mundo en general se olvidó de los juegos musicales de ritmo; pero la comunidad de Rock Band 4 continúa rockeando todos los días.
Resulta que si uno tenía cuidado (que yo nunca lo tuve), uno podía exportar las canciones de Rock Band, versiones 1, 2 y me parece que incluso 3; así como juegos adyacientes como The Beatles: Rock Band, Green Day: Rock Band y LEGO Rock Band, a la biblioteca musical de Rock Band 4. Y la tienda musical de Rock Band 4 sigue funcionando hasta estos días, sacando nuevas canciones todas las semanas: en los foros en línea de Rock Band 4, hay gente que admite haberse gastado miles de dólares en miles de canciones a lo largo de los años.
Bueno, años antes de que me excomulgaran, cuando me compré mi primer PlayStation 4, un día que salí a comer con una amiga pasamos por una tienda de videojuegos y vi que tenían Rock Band 4, junto con la correspondiente guitarra (o vendían la guitarra y la misma incluía el juego; no recuerdo); ya estaba yo trabajando en la UNAM, tenía dinero y no tenía novia, así que me dije a mí mismo “mí mismo, vamos a comprar Rock Band 4“.
Temeroso de que no pudiera reutilizar mi robot que toca perfectamente las canciones, jugué el juego unas cuantas veces en mi cuenta alterna y después la verdad dejé de hacerlo. En algún momento yo me consideraba relativamente bueno; no como los vagos que puden pasar muchas de las canciones más perras al 100%, pero sí relativamente bueno: uno de mis motivos de orgullo con estos juegos es que conseguí pasar Enter Sandman al 100% en Rock Band 2. En la dificultad intermedia, pero quiero ver que ustedes lo hagan.
Sin embargo, con la nueva guitarra y el nuevo juego, sentía que apestaba enormemente; ciertamente estaba lejos de poder pasar una canción del nivel de Enter Sandman, incluso tal vez en la dificultad más fácil. Así que dejé de jugar, diciéndome que luego regresaría.
Y años después me excomulgaron, lo que resultó en que comenzara a usar mi cuenta alterna como cuenta principal. Y ahí ya estaban registrados los trofeos de Rock Band 4.
Así que ahora que regresé a jugar videojuegos, y seis años después de que había sacado el único trofeo que tenía del juego, retomé Rock Band 4.
Al inicio, volví a sentir lo mismo que la primera vez que lo jugué en mi PS4: que apestaba horrores. Siendo honesto, mi habilidad con el juego ha decrecido después de años de no practicarlo diario, como hacía en algún momento de mi vida; pero eso no era todo. Investigando qué es lo que podía ser, por fin descubrí qué estaba pasando: en las guitarras de Rock Band, el mecanismo para rasguear (strum) es pésimo. Es básicamente un doble botón (rasguear arriba y rasguear abajo), pero lo que detecta si hubo o no rasgueo es un sensor magnético, con la barra de rasgueo básicamente flotando entre ambos sensores, y usando unas esponjas para que cuando uno está rasgueando frenéticamente no se le dé de putazos a dicha barra.
Esto causa que a veces falle la detección; pero lo realmente grave es que a veces las esponjas hacen que la barra rebote y se registre un doble rasgueo. No tengo idea cómo pude llegar al nivel que tenía hace años en Rock Band, cuando utilizaba guitarras que básicamente imposibilitan que uno pueda rasguear rápidamente.
Así que reemplacé el mecanismo de la barra de rasgueo con uno que imprimí en mi impresora 3D que permite utilizar switches mecánicos. La diferencia es brutal: sigo sin ser particularmente bueno; pero al menos me defiendo al jugar este tipo de juegos.
Jugué casi todo el juego así, con mi banda de un único integrante, hasta que terminé la campaña. Para este punto desempolvé mi robot que toca los instrumentos de Rock Band y Guitar Hero, y me puse a ver cómo hacer que funcionara con Rock Band 4.
Me llevó como media hora; y de hecho al estar reescribiendo varias partes del código, descubrí un error que se me había pasado durante años, que causaba que a veces no se generara perfectamente la secuencia de notas para los instrumentos.
Con mi robot funcionando, fue trivial sacar todos los trofeos de Rock Band 4. Hay un trofeo que tuve que esperar varias semanas para obtenerlo, porque es ténicamente en línea, pero una vez superado nada más gasté $100,000 dólares del dinero que uno gana por tocar en toquines para comprar disfraces e instrumentos (que es el video que muestro arriba), y ya con eso gané el platino.
Debo dejar claro que mi robot puede tocar casi cualquier canción del juego de manera perfecta en todos los instrumentos; el circuito en mi Teensy2.0++ puede emular las guitarras (y por tanto los bajos) y las baterías; y en software puedo generar los tonos que el juego espera en un archivo WAVE (o codificar en MP3) para las partes cantadas. Incluyendo las armonías; para eso tengo tres micrófonos, justamente… que resulta que es medio inútil, porque tengo la cámara del PlayStation 4, que incluye micrófono y dicho micrófono se puede usar en el juego. Pero yo no sabía.
Como puedo tocar casi todas las canciones perfectamente, esto me permitiría tratar de aparecer en las listas en línea como uno de los mejores jugadores por puntuación; pero explícitamente evité esto. Sé lo increíblemente difícil que es tocar como humanos estas canciones, así que no quiero yo quitarle el lugar a nadie que se haya realmente esforzado por obtener esos puntajes.
Jugar Rock Band 4 me reconectó con los juegos musicales de ritmo; incluso compré algunas canciones. Me permitió también (dado que hace años que no oigo radio) descubrir nuevos artistas de los cuales jamás había oído, como Avenged Sevenfold, Heaven’s Basement, Little Big Town, o (que es vergonzoso que como mexicano no supiera de ellas) The Warning.
Y más importante que todo lo anterior, me divertí como enano. Me encantan este tipo de juegos, y planeo seguir jugando Rock Band 4 mientras mis guitarras sigan funcionando.
El cénit de los juegos musicales de ritmo pasó ya hace más de una década; pero hubo un evento en Fortnite que reintrodujo el género a toda una nueva generación, lo que llevó a que hicieran (por primera vez en años) nuevas guitarras. Es posible (si bien no necesariamente probable) que un nuevo juego aparezca próximamente.
Y si no, no importa; Rock Band 4 se puede jugar sin problemas en el PlayStation 5, así que esa comunidad seguirá vivita y coleando por los próximos años, si no es que décadas.
