El siguiente animé que vi fue Vivy: Fluorite Eye’s Song.
A veces me sorprende la desconexión que tengo con el resto de la comunidad que ve animé de manera regular. Vivy es casi universalmente aclamada, y la verdad a mí me dio más bien hueva.
Está extraordinariamente bien hecha y con escenas de acción que literalmente quitan el aliento… pero la historia a mí me dio más bien hueva.
Vivy, nuestra heroína, es una robota con inteligencia artificial cuya única misión es hacer feliz a la gente cantando. Lo cual hace con poco éxito; en el parque de diversiones donde “trabaja”, generalmente van a verla sólo un puñado de personas.
Un día un osito de peluche que también es roboto y que le regaló una fan, es poseído por Matsumoto, una inteligencia artificial de 100 años en el futuro (recuerden niños: transferir materia a través del tiempo hacia el pasado es aparentemente imposible; información es más probable), que la recluta para que juntos eviten una guerra total entre los robotos y la humanidad, al evitar que ciertos eventos claves ocurran.
Vivy originalmente es reticente a ayudar al osito, porque esa no es su misión: su misión es cantar para hacer a la humanidad feliz; pero Matusmoto no le da muchas opciones, y además se convierte en su patiño ayudándola además a aprender habilidades de combate como las que muestra en el video que puse arriba.
La historia me dio más bien hueva porque es lo menos original que existe en el universo, aunado a que una vez más la inteligencia articifial que muestra la serie es algo que no sólo no estamos cerca de poder inventar, sino que para motivos prácticos nadie está trabajando en poder inventarla (afortunadamente, tal vez). Vivy además es un personaje increíblemente soso (Matsumoto le roba todas las escenas donde aparecen juntos), y su motivación (repetida hasta el vómito) de “hacer feliz a la gente con mi música” no sólo es aburridísima, sino que es rápidamente mandada al carajo en las misiones donde Matsumoto invariablemente obliga a Vivy a desmorir a múltiples desafortunados involucrados con los eventos clave famosos.
Hay toda una subtrama de Vivy básicamente bloqueando la personalidad que desmuere humanos y robotos a diestra y siniestra, y cómo debe desbloquear esa personalidad para poder continuar la misión, pero la verdad yo ya estaba ligeramente hasta la madre cerca del final de la historia. Que a mí no me satisfizo en lo más mínimo.
Yo soy monotemático y unilineal; yo veo animé en gran medida por los doki dokis y los ara aras, y Vivy carece profundamente de ambos: para motivos prácticos no hay nada de romance (que no es de extrañar, la mayor parte de los personajes son robotos).
No niego los valores de producción de Vivy; son extraordinarios. Pero la historia y los personajes definitivamente no conectaron conmigo, además de que la resolución de los múltiples hilos narrativos son insatisfactorios, o incoherentes, o contradictorios, o en el peor de los casos inexistentes. Al menos en mi opinión.
Las patadas voladoras están muy bien hechas, si eso les llama la atención. Está en Crunchyroll si la quieren ver.
