NieR: Automata

Mi siguiente trofeo después de GTA 3 fue: NieR: Automata.

NieR: Automata

NieR: Automata

Sabía muy poco de este juego antes de jugarlo, y si lo destilamos a dos hechos muy puntuales, lo único que sabía del juego era que: (a) es arrecho de a madres; y (b) que casi absolutamente todo mundo lo adora. De verdad, casi no he escuchado críticas negativas del juego; es tan universalmente adorado que hasta los reseñadores más mojigatos le disculpan que sea más arrecho que un adolescente sin novia con las dos muñecas fracturadas.

El primer punto, que sea arrecho de a madres, es fácilmente explicable nada más de ver a 2B, la protagonista principal del juego.

2B

2B

Es de los personajes más arrebatadoramente sexys que yo haya tenido el placer de jugar en un videojuego. Y la cosa es, es un tipo de sexy que, aunque no sepa cómo explicarlo exactamente, resulta muy natural; lo cual es paradójico dado que 2B es una androide.

Tal vez lo mejor que puedo hacer es una comparación: Bayonetta, la protagonista del epónimo videojuego, fue diseñada para ser sexy en un juego igual o más arrecho de lo que es Nier: Automata: toda la ropa de Bayonetta está compuesta de su cabello, que se transforma en distintos ataques durante el combate, lo cual la deja básicamente desnuda mientras uno está madreando enemigos. Sin embargo, desde mi punto de vista, este ser “sexy” de Bayonetta es artificial y un poco de mal gusto; mientras que en 2B es natural y con una elegancia que sin duda proviene del mismo personaje.

Además de que se mueve con la elegancia y precisión de una bailarina de ballet, 2B es una estereotípica kuudere; tan es así que la página de la Wikipedia que ligo justamente utiliza la misma imagen de 2B como ejemplo (de ahí me la volé). A primera vista 2B es fría y sin emociones; robóticamente calculadora en su manera de actuar y pelear, lo que por supuesto encaja con el hecho de que es una androide.

Ante los obvios (y algo torpes) coqueteos de 9S (el segundo protagonista), 2B responde como si no entendiera o no le importaran dichos avances, enfocada como un láser en la misión que están tratando de llevar a cabo.

Y sin embargo, conforme avanza la historia, uno comienza a comprender que esa apariencia fría y sin emociones de 2B es una coraza que la androide utiliza para tratar de proteger a su muy sufrido corazón, por estar pérdidamente enamorada de 9S, de quien no puede evitar enamorarse una y otra y otra y otra vez cada vez que el adorable androide analista (scanner, de ahí la S en 9S) sacrifica cuerpo y alma (literalmente) para salvarla cada vez que es necesario; y si no, entonces 2B se ve forzada a asesinarlo una y otra y otra y otra vez cada vez que el inquisitivo androide inevitablemente descubre la verdad de la guerra que consume a los androides de YoRHa, en nombre de los pocos seres humanos refugiados en la Luna, y a las máquinas (robots) que ocupan el planeta Tierra, en nombre de los alienígenas que la conquistaron hace tantos años que ya nadie recuerda exactamente cuándo.

Eso es lo que ha hecho a NieR: Automata universalmente adorada: la espectacular y dolorosamente trágica historia entre dos androides forzados a cumplir una misión que es imposible completar exitosamente y que resulta en que inevitablemente se enamoren, una vez más, el uno de la otra. Todo para que o bien Nines (9S) se sacrifique para salvar a su amada 2B; o bien que 2B tenga que asesinar a su compañero, colega, socio, cómplice y virtual amante.

Desde un punto de vista técnico, el juego en general está bien: el modo de juego es espectacular, con el jugador controlando a 2B, luego a 9S y finalmente a A2 (la tercera protagonista; púdranse si creen que voy a entrar en más detalle) en un combate acrobático y frenético que es trivial de entender y endiabladamente difícil de dominar; la música está increíble, siendo desgarradoramente melancólica en los momentos contemplativos del juego, y dramática y frenética en los momentos de más acción; y los gráficos son en muchas cosas (como las enormes y espectaculares nalgas de 2B) de lo mejor que hay en videojuegos.

Sin embargo, el juego da la apariencia de haberse gastado todo su presupuesto para gráficos en las antes mencionadas enormes y espectaculares nalgas de 2B.

Las nalgas de 2B

Las nalgas de 2B

Esto no es elucubración mía, por cierto: el creador del juego, Yoko Taro, le dijo a sus diseñadores que hicieran las nalgas de 2B perfectas o de otra forma los iba a correr a todos. Los diseñadores sólo estaban siguiendo órdenes.

Y se nota: es la representación más espectacular de nalgas que yo haya visto en un videojuego, y ahí incluyo a obras maestras como todas las protagonistas de Dead or Alive, Cammy de Street Fighter y Juliet de Lollipop Chainsaw. La androide está pegando de brincos todo el tiempo y su enormes y espectaculares nalgas rebotan de la manera más exquisita que uno pudiera extraer de los sueños húmedos del adolescente sin novia con las dos muñecas rompidas que mencionaba arriba.

Pero como decía, al parecer todo el presupuesto se fue ahí, porque a veces los fondos parecen sacados de un PlayStation 2 y varios de los gráficos y texturas en el resto del juego dejan mucho qué desear. Por no mencionar el minijuego para hackear, que por más divertido que sea probablmente podría pogramarse en una licuadora.

Sin embargo, el espectáculo que son las nalgas de 2B nos mantienen distraídos, al menos al inicio del juego; y luego la cautivadora historia hace que perdonemos los defectos en el resto de los gráficos.

Obviamente estoy bromeando; pero en verdad, las nalgas de 2B están hechas con un detalle tan preciosista, que creo que fue de las razones por las que incluso los reseñadores de videojuegos más mojigatos estuvieron dispuestos a dejarlo pasar por alto.

Eso y la espectacularmente romántica historia.

Otro problema son los diálogos; no en sí mismos, son espectacularmente bien actuados: yo, mamón como soy, jugué el juego en japonés, lo que se presta todavía más a que se sienta como estar protagonizando un animé. No, el problema con los diálogos es que no están vocalizados todos: y de hecho una parte muy grande de los mismos existen únicamente en texto, lo cual hace que el juego se sienta (como con los fondos de PlayStation 2) viejo.

Pero de nuevo, se perdona por la espectacularmente romántica historia.

Encima de todo, está el fin, el fin de verdad, ahora sí en serio, del juego. El juego tiene casi treinta finales distintos, aunque la mayor parte son básicamente chistes; pero si uno sigue una serie de pasos específicos, se puede descubrir el final “verdadero” de la historia.

Primero, uno juega un minijuego arcade durante los créditos, mientras el juego le hace preguntas al jugador acerca del significado de la historia. Este minijuego era el mismo que usaba 9S para hackear computadoras y máquinas; el minijuego va subiendo cada vez más de dificultad, al grado de que se vuelve casi imposible de ganar: y entonces, cada vez que uno muere, cuando el juego pregunta si queremos seguir intentándolo, comienzan a salir a la vez mensajes de apoyo del resto de los jugadores que hayan jugado el juego, del tipo de “tú puedes”; “yo también creí que no iba a lograrlo”; “sigue intentándolo”. Al inicio aparece sólo un mensaje, pero conforme uno muere una y otra y otra y otra vez, el número de mensajes aumentan hasta llenar toda la pantalla.

Eventualmente, después de preguntar si queremos seguir intentándolo, se le ofrece al jugador “ayuda” por parte de un jugador que así lo haya elegido al final de su propio juego. No es que este otro jugador ayude en tiempo real: la ayuda es por parte del mismo juego, pero sólo es posible si otros jugadores deciden sacrificar su propio final verdadero en afán de ayudar a futuros jugadores.

Es glorioso; yo, ridículo como soy, no pude evitar comenzar a derramar lágrimas cuando los primeros mensajes echándome porras aparecieron: y cuando por fin tiré la toalla y acepté la ayuda, al ver que con el sacrificio de otros jugadores sí podía ganar el minijuego, además de que la música, que originalmente tenía una sola voz cantando, comienza ahora a hacerlo en coro, yo de plano comencé a berrear como niña chiquita.

Yo detesto los videojuegos en línea; y aún así NieR: Automata consiguió hacerme sentir parte de la comunidad de jugadores que lo terminaron, al leer los mensajes de apoyo para que siguiera intentando terminar los créditos. Eso yo lo veo como un logro espectacular.

Pueden ver un ejemplo (es distinto para cada jugador) de los créditos en el tubo.

Pero además además, el final final final, el de a deveritas final, muestra a los pods de 2B y 9S (púdranse si creen que les explicaré que son los pods) reconstruyendo a los androides en violación de una orden directa, lo que da pie a que, tal vez, 2B y 9S puedan por fin vivir su romance y dejar de repetir el ciclo de guerra infinita en el que se encontraban.

No sé si se hayan dado cuenta, queridos lectores, pero adoré a NieR: Automata (como casi todo el resto de la crítica); se ha vuelto de mis juegos preferidos en todos mis PlayStations, y es (independientemente de lo arrecho, que yo agradezco) de las más espectaculares experiencias narrativas que yo he experimentado jugando.

Lo recomiendo ampliamente; el juego está disponible en Steam además del PlayStation; y yo creo que se están perdiendo de mucho si no lo intentan al menos. Y si no, el animé basado en el juego es una buena alternativa si sólo les interesa la historia: pero del animé escribiré más adelante.

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