Romcom Where The Childhood Friend Won’t Lose

El siguiente animé que vi fue Osananajimi ga Zettai ni Makenai Rabu Kome, que por supuesto nadie le dice así porque es un título ridículamente largo; le dicen Osamake.

Osamake

Osamake

A veces no entiendo por qué termino ciertas series.

Nominalmente esta serie es una comedia romántica, donde la linda Kuroha le confiensa su amor a Sueharu, su amigo de la infancia, sólo para ser rechazada porque él esta enamorado de Shirokusa; pero cuando él se confiesa con Shirokusa, ella lo rechaza porque tiene novio. Así que Kuroha le propone que se venguen de ella y su novio aparentando que Kuroha y Sueharu son a su vez novios.

Porque eso hace la gente normal.

Digo “nominalmente”, porque una parte muy importante de la trama es que Sueharu en el pasado era un niño actor de bastante fama, hasta que una tragedia lo traumó fuera del mundo del espectáculo. Que el muchacho vuelva a actuar termina ocupando gran parte de la historia (de hecho es lo que más recuerdo), y la verdad a mí todo eso me da una hueva infinita; es de las razones por las que en general nunca veo animés de idols, a pesar de que las protagonistas son siempre (por definición) adorables.

Pero además sí varios de los personajes de la serie (comenzando por Kuroha, la epónima chilhood friend que se niega a perder) actúan de manera que raya en lo sociópata; la idea es que sea divertido (y en defensa de la serie a veces lo es), pero la verdad yo lo encontré más bien aburrido.

La serie tiene una animación pasable (excepto un comercial que filma Sueharu, donde la verdad sí me gustó lo original de la animación), una música pegajosa, y todas las semi sociópatas muchachitas son adorables. Sólo no es muy divertida y la verdad todo el drama del mundo del espectáculo y el trauma de Sueharu me dio muchísima hueva; lo suficiente para opacar todo le romance adolescente, que además no es particularmente interesante y/o divertido.

Por alguna razón la terminé, pero la verdad dudo mucho que vea una segunda temporada; si acaso llegara a ocurrir, porque además de todo la serie al parecer no fue terriblemente exitosa. No la recomiendo, realmente, pero está en Crunchyroll, si les interesa.

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Marvel’s Spider-Man: Miles Morales

Después de NieR: Automata mi siguiente platino fue el de Marvel’s Spider-Man: Miles Morales.

Marvel's Spider-Man: Miles Morales

Marvel’s Spider-Man: Miles Morales

(Un comentario acerca del video de cómo obtengo el platino: decidí no usar mi capturadora de video, porque es un desmadre conectarlo y desconectarlo de mis consolas. En el PS3 y PS4 no tengo de otra, porque aunque el PS4 tiene captura de video, la misma no incluye cuando aparece el trofeo… y el PS3 no tiene nada para capturar video. Sin embargo, en el PS5 puedo capturar video, y además se graba un cortito de 15 segundos donde sí se ve cuando aparece el trofeo… el único problema es que son dos videos distintos: el que yo a mano hago, y que básicamente puede durar tanto como yo quiera; y el que automáticamente hace el PS5, que siempre dura 15 segundos. Entonces sencillamente saqué ambos videos de la consola y los uní en el video de arriba; es mucho más sencillo que conectar y desconectar mi capturadora de video, aunque el resultado no sea 100% perfecto: se nota un pequeño brinco cuando cambia de un video al otro. Es lo que haré para platinos del PS5 de ahora en adelante.)

Mi segundo trofeo de platino para un juego en el PlayStation 5 le correspondió a la secuela de Marvel’s Spider-Man.

El juego fue uno de los juegos de lanzamiento del PlayStation 5; y no hubo pocos que se quejaron de que era poco más que el juego original con una manita de gato. Lo cual es entendible dado que Sony casi no tenía juegos disponibles cuando el PS5 salió a la venta: juegos first party (dícese, hechos por Sony mismo), había 5 nada más… y dos de ellos eran los dos juegos de Spider-Man, éste que reseño y el que lo precede.

Y sí es verdad que esta segunda entrega es sólo una mejora superficial; ambos juegos son, para motivos prácticos, básicamente idénticos, nada más con una gama distinta de poderes para Miles en lugar de Peter. Eso sí, aprovechando las mejoras gráficas de la nueva consola y que en los hechos no hay tiempos de espera nunca, gracias al disco duro de estado sólido.

Ahora, que la segunda parte sea casi idéntica a la primera no es algo necesariamente malo, Marvel’s Spider-Man es un extraordinario juego; una versión ligeramente nueva del mismo con nuevos poderes y una nueva historia no es para nada despreciable.

A mí me gustó mucho; hubiera preferido la versión de Miles de las películas del Spiderverse, pero el Miles del videojuego terminó cayéndome también muy bien, si bien por razones distintas. El Miles de las películas es, indudablemente, sexy; mientras que el Miles del videojuego es igual o más nerd que Peter. Pero pues yo siempre he estado más cerca (mucho más cerca) de nerd que de sexy, entonces me cayó muy bien el muchacho.

Miles es latino, pero su ascendencia es puertorriqueña y negra (afrogringa); entonces realmente (en ese aspecto cultural) no tiene casi nada qué ver conmigo. Y sin embargo, cuando al inhabilitar silenciosamente a uno de los enemigos, el muchacho susurra en un español indudablemente caribe la frase “eso me gustó”, debo de reconocer que eso me gustó.

La historia está bien; aunque el romance lo encontré algo confuso y dejando qué desear. Me parece que Miles tenía muchísima más química con Phin, que por supuesto termina convirtiéndose en la villana principal del juego y que se sacrifica al final de la historia; que con Hailey, que básicamente aparece un par de veces en todo el juego y que tiene el carisma de una maceta. En gran medida porque aparece un par de veces en el juego.

(Aunque debo admitir que las películas del Spiderverse me arruinaron para siempre cualquier romance de Miles que no sea con Spider-Gwen.)

Además de esto, el Harlem que muestra el juego se ve increíble; y no me refiero únicamente a los gráficos, me refiero a cómo representan una ciudad viva: se antojan los platillos al ver los puestos de cómida en la calle; se escuchan las frases en múltiples idomas y dialectos; se ve el arte de gráfiti en las paredes y se escucha a los artistas callejeros; se ve una ciudad que es, de alguna manera, muy similar a las partes que más me gustan de la Ciudad de México.

Liberty City en GTA 4 era otra muy buena representación de Nueva York; pero nunca sentí que la bola de NPCs que deambulaban las calles (a veces apareciendo de la nada si uno daba una media vuelta muy rápido) eran más que simples NPCs. Las calles de Nueva York (pero principalmente de Harlem) en Miles Morales se sienten vivas.

Es un gran juego, si bien algo corto; yo lo recomiendo ampliamente. Ahora además del PS4 y PS5 se puede jugar en Windows (y aparentemente también en Linux); y yo digo que sería muy buena idea que lo jugaran.

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Five Nights at Freddy’s

A finales de octubre del año pasado, me aventé Five Nights at Freddy’s. No sólo había oído que estaba bien; consideré un poco que estaba obligado a verla en mi papel de gamer.

Se aplican las de siempre.

Five Nights at Freddy's

Five Nights at Freddy’s

Tengo que hacer una confesión: nunca jugué FNaF ni ninguna de sus secuelas. Paradójicamente tengo varias entradas de la serie tanto en mi cuenta de PlayStation como en mi cuenta de Steam; sólo no me he puesto a jugarlos.

Sin embargo, obviamente conozco de qué van los juegos: nadie jamás ha sostenido que tengan una narrativa particularmente complicada.

Disfruté enormemente la película: he sido fan de Josh Hutcherson básicamente desde Zathura y aquí la hace muy bien del traumado perdedor que se vuelve el guardia nocturno en Freddy’s; como casi todo el mundo soy fan de Matthew Lillard, que en esta película es deliciosamente perturbador como el villano; Elizabeth Lail está muy chula y yo espero aparezca en la secuela (termina en el hospital su personaje); y Piper Rubio no es execrable como actriz infantil, lo que se agradece.

Es una entretenida y (me atrevo a afirmar) buena película cómica de suspenso, que no es lo mismo que terror. No tengo idea de qué tan cercana o lejana sea con las mitologías establecidas en los videojuegos (repito, no los he jugado), pero la historia es relativamente original y las acciones de los personajes de hecho tienen sentido en el contexto narrativo.

Me gustó mucho, y me alegró oír que a la audiencia le había gustado bastante y que había ganado suficiente dinero como para justificar una secuela (a la crítica no le gustó tanto, ¿pero qué saben ellos?)

Yo la recomiendo; no es revolucionaria ni nada por el estilo, pero está entretenida y la historia es medianamente interesante.

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Vivy: Fluorite Eye’s Song

El siguiente animé que vi fue Vivy: Fluorite Eye’s Song.

Vivy: Fluorite Eye's Song

Vivy: Fluorite Eye’s Song

A veces me sorprende la desconexión que tengo con el resto de la comunidad que ve animé de manera regular. Vivy es casi universalmente aclamada, y la verdad a mí me dio más bien hueva.

Está extraordinariamente bien hecha y con escenas de acción que literalmente quitan el aliento… pero la historia a mí me dio más bien hueva.

Vivy, nuestra heroína, es una robota con inteligencia artificial cuya única misión es hacer feliz a la gente cantando. Lo cual hace con poco éxito; en el parque de diversiones donde “trabaja”, generalmente van a verla sólo un puñado de personas.

Un día un osito de peluche que también es roboto y que le regaló una fan, es poseído por Matsumoto, una inteligencia artificial de 100 años en el futuro (recuerden niños: transferir materia a través del tiempo hacia el pasado es aparentemente imposible; información es más probable), que la recluta para que juntos eviten una guerra total entre los robotos y la humanidad, al evitar que ciertos eventos claves ocurran.

Vivy originalmente es reticente a ayudar al osito, porque esa no es su misión: su misión es cantar para hacer a la humanidad feliz; pero Matusmoto no le da muchas opciones, y además se convierte en su patiño ayudándola además a aprender habilidades de combate como las que muestra en el video que puse arriba.

La historia me dio más bien hueva porque es lo menos original que existe en el universo, aunado a que una vez más la inteligencia articifial que muestra la serie es algo que no sólo no estamos cerca de poder inventar, sino que para motivos prácticos nadie está trabajando en poder inventarla (afortunadamente, tal vez). Vivy además es un personaje increíblemente soso (Matsumoto le roba todas las escenas donde aparecen juntos), y su motivación (repetida hasta el vómito) de “hacer feliz a la gente con mi música” no sólo es aburridísima, sino que es rápidamente mandada al carajo en las misiones donde Matsumoto invariablemente obliga a Vivy a desmorir a múltiples desafortunados involucrados con los eventos clave famosos.

Hay toda una subtrama de Vivy básicamente bloqueando la personalidad que desmuere humanos y robotos a diestra y siniestra, y cómo debe desbloquear esa personalidad para poder continuar la misión, pero la verdad yo ya estaba ligeramente hasta la madre cerca del final de la historia. Que a mí no me satisfizo en lo más mínimo.

Yo soy monotemático y unilineal; yo veo animé en gran medida por los doki dokis y los ara aras, y Vivy carece profundamente de ambos: para motivos prácticos no hay nada de romance (que no es de extrañar, la mayor parte de los personajes son robotos).

No niego los valores de producción de Vivy; son extraordinarios. Pero la historia y los personajes definitivamente no conectaron conmigo, además de que la resolución de los múltiples hilos narrativos son insatisfactorios, o incoherentes, o contradictorios, o en el peor de los casos inexistentes. Al menos en mi opinión.

Las patadas voladoras están muy bien hechas, si eso les llama la atención. Está en Crunchyroll si la quieren ver.

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NieR: Automata

Mi siguiente trofeo después de GTA 3 fue: NieR: Automata.

NieR: Automata

NieR: Automata

Sabía muy poco de este juego antes de jugarlo, y si lo destilamos a dos hechos muy puntuales, lo único que sabía del juego era que: (a) es arrecho de a madres; y (b) que casi absolutamente todo mundo lo adora. De verdad, casi no he escuchado críticas negativas del juego; es tan universalmente adorado que hasta los reseñadores más mojigatos le disculpan que sea más arrecho que un adolescente sin novia con las dos muñecas fracturadas.

El primer punto, que sea arrecho de a madres, es fácilmente explicable nada más de ver a 2B, la protagonista principal del juego.

2B

2B

Es de los personajes más arrebatadoramente sexys que yo haya tenido el placer de jugar en un videojuego. Y la cosa es, es un tipo de sexy que, aunque no sepa cómo explicarlo exactamente, resulta muy natural; lo cual es paradójico dado que 2B es una androide.

Tal vez lo mejor que puedo hacer es una comparación: Bayonetta, la protagonista del epónimo videojuego, fue diseñada para ser sexy en un juego igual o más arrecho de lo que es Nier: Automata: toda la ropa de Bayonetta está compuesta de su cabello, que se transforma en distintos ataques durante el combate, lo cual la deja básicamente desnuda mientras uno está madreando enemigos. Sin embargo, desde mi punto de vista, este ser “sexy” de Bayonetta es artificial y un poco de mal gusto; mientras que en 2B es natural y con una elegancia que sin duda proviene del mismo personaje.

Además de que se mueve con la elegancia y precisión de una bailarina de ballet, 2B es una estereotípica kuudere; tan es así que la página de la Wikipedia que ligo justamente utiliza la misma imagen de 2B como ejemplo (de ahí me la volé). A primera vista 2B es fría y sin emociones; robóticamente calculadora en su manera de actuar y pelear, lo que por supuesto encaja con el hecho de que es una androide.

Ante los obvios (y algo torpes) coqueteos de 9S (el segundo protagonista), 2B responde como si no entendiera o no le importaran dichos avances, enfocada como un láser en la misión que están tratando de llevar a cabo.

Y sin embargo, conforme avanza la historia, uno comienza a comprender que esa apariencia fría y sin emociones de 2B es una coraza que la androide utiliza para tratar de proteger a su muy sufrido corazón, por estar pérdidamente enamorada de 9S, de quien no puede evitar enamorarse una y otra y otra y otra vez cada vez que el adorable androide analista (scanner, de ahí la S en 9S) sacrifica cuerpo y alma (literalmente) para salvarla cada vez que es necesario; y si no, entonces 2B se ve forzada a asesinarlo una y otra y otra y otra vez cada vez que el inquisitivo androide inevitablemente descubre la verdad de la guerra que consume a los androides de YoRHa, en nombre de los pocos seres humanos refugiados en la Luna, y a las máquinas (robots) que ocupan el planeta Tierra, en nombre de los alienígenas que la conquistaron hace tantos años que ya nadie recuerda exactamente cuándo.

Eso es lo que ha hecho a NieR: Automata universalmente adorada: la espectacular y dolorosamente trágica historia entre dos androides forzados a cumplir una misión que es imposible completar exitosamente y que resulta en que inevitablemente se enamoren, una vez más, el uno de la otra. Todo para que o bien Nines (9S) se sacrifique para salvar a su amada 2B; o bien que 2B tenga que asesinar a su compañero, colega, socio, cómplice y virtual amante.

Desde un punto de vista técnico, el juego en general está bien: el modo de juego es espectacular, con el jugador controlando a 2B, luego a 9S y finalmente a A2 (la tercera protagonista; púdranse si creen que voy a entrar en más detalle) en un combate acrobático y frenético que es trivial de entender y endiabladamente difícil de dominar; la música está increíble, siendo desgarradoramente melancólica en los momentos contemplativos del juego, y dramática y frenética en los momentos de más acción; y los gráficos son en muchas cosas (como las enormes y espectaculares nalgas de 2B) de lo mejor que hay en videojuegos.

Sin embargo, el juego da la apariencia de haberse gastado todo su presupuesto para gráficos en las antes mencionadas enormes y espectaculares nalgas de 2B.

Las nalgas de 2B

Las nalgas de 2B

Esto no es elucubración mía, por cierto: el creador del juego, Yoko Taro, le dijo a sus diseñadores que hicieran las nalgas de 2B perfectas o de otra forma los iba a correr a todos. Los diseñadores sólo estaban siguiendo órdenes.

Y se nota: es la representación más espectacular de nalgas que yo haya visto en un videojuego, y ahí incluyo a obras maestras como todas las protagonistas de Dead or Alive, Cammy de Street Fighter y Juliet de Lollipop Chainsaw. La androide está pegando de brincos todo el tiempo y su enormes y espectaculares nalgas rebotan de la manera más exquisita que uno pudiera extraer de los sueños húmedos del adolescente sin novia con las dos muñecas rompidas que mencionaba arriba.

Pero como decía, al parecer todo el presupuesto se fue ahí, porque a veces los fondos parecen sacados de un PlayStation 2 y varios de los gráficos y texturas en el resto del juego dejan mucho qué desear. Por no mencionar el minijuego para hackear, que por más divertido que sea probablmente podría pogramarse en una licuadora.

Sin embargo, el espectáculo que son las nalgas de 2B nos mantienen distraídos, al menos al inicio del juego; y luego la cautivadora historia hace que perdonemos los defectos en el resto de los gráficos.

Obviamente estoy bromeando; pero en verdad, las nalgas de 2B están hechas con un detalle tan preciosista, que creo que fue de las razones por las que incluso los reseñadores de videojuegos más mojigatos estuvieron dispuestos a dejarlo pasar por alto.

Eso y la espectacularmente romántica historia.

Otro problema son los diálogos; no en sí mismos, son espectacularmente bien actuados: yo, mamón como soy, jugué el juego en japonés, lo que se presta todavía más a que se sienta como estar protagonizando un animé. No, el problema con los diálogos es que no están vocalizados todos: y de hecho una parte muy grande de los mismos existen únicamente en texto, lo cual hace que el juego se sienta (como con los fondos de PlayStation 2) viejo.

Pero de nuevo, se perdona por la espectacularmente romántica historia.

Encima de todo, está el fin, el fin de verdad, ahora sí en serio, del juego. El juego tiene casi treinta finales distintos, aunque la mayor parte son básicamente chistes; pero si uno sigue una serie de pasos específicos, se puede descubrir el final “verdadero” de la historia.

Primero, uno juega un minijuego arcade durante los créditos, mientras el juego le hace preguntas al jugador acerca del significado de la historia. Este minijuego era el mismo que usaba 9S para hackear computadoras y máquinas; el minijuego va subiendo cada vez más de dificultad, al grado de que se vuelve casi imposible de ganar: y entonces, cada vez que uno muere, cuando el juego pregunta si queremos seguir intentándolo, comienzan a salir a la vez mensajes de apoyo del resto de los jugadores que hayan jugado el juego, del tipo de “tú puedes”; “yo también creí que no iba a lograrlo”; “sigue intentándolo”. Al inicio aparece sólo un mensaje, pero conforme uno muere una y otra y otra y otra vez, el número de mensajes aumentan hasta llenar toda la pantalla.

Eventualmente, después de preguntar si queremos seguir intentándolo, se le ofrece al jugador “ayuda” por parte de un jugador que así lo haya elegido al final de su propio juego. No es que este otro jugador ayude en tiempo real: la ayuda es por parte del mismo juego, pero sólo es posible si otros jugadores deciden sacrificar su propio final verdadero en afán de ayudar a futuros jugadores.

Es glorioso; yo, ridículo como soy, no pude evitar comenzar a derramar lágrimas cuando los primeros mensajes echándome porras aparecieron: y cuando por fin tiré la toalla y acepté la ayuda, al ver que con el sacrificio de otros jugadores sí podía ganar el minijuego, además de que la música, que originalmente tenía una sola voz cantando, comienza ahora a hacerlo en coro, yo de plano comencé a berrear como niña chiquita.

Yo detesto los videojuegos en línea; y aún así NieR: Automata consiguió hacerme sentir parte de la comunidad de jugadores que lo terminaron, al leer los mensajes de apoyo para que siguiera intentando terminar los créditos. Eso yo lo veo como un logro espectacular.

Pueden ver un ejemplo (es distinto para cada jugador) de los créditos en el tubo.

Pero además además, el final final final, el de a deveritas final, muestra a los pods de 2B y 9S (púdranse si creen que les explicaré que son los pods) reconstruyendo a los androides en violación de una orden directa, lo que da pie a que, tal vez, 2B y 9S puedan por fin vivir su romance y dejar de repetir el ciclo de guerra infinita en el que se encontraban.

No sé si se hayan dado cuenta, queridos lectores, pero adoré a NieR: Automata (como casi todo el resto de la crítica); se ha vuelto de mis juegos preferidos en todos mis PlayStations, y es (independientemente de lo arrecho, que yo agradezco) de las más espectaculares experiencias narrativas que yo he experimentado jugando.

Lo recomiendo ampliamente; el juego está disponible en Steam además del PlayStation; y yo creo que se están perdiendo de mucho si no lo intentan al menos. Y si no, el animé basado en el juego es una buena alternativa si sólo les interesa la historia: pero del animé escribiré más adelante.

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The Creator

A finales de septiembre del año pasado fui a ver The Creator, porque soy fan tanto de John David Washington como de Gareth Edwards.

Se aplican las de siempre.

The Creator

The Creator

Los humanos crean a la Inteligencia Artifical; un sector de la Inteligencia Artifical se rebela; los humanos genocidian a la Inteligencia Artifical; la Inteligencia Artifical se defiende y en el proceso nos enseña qué es ser realmente humano.

Me parece que ese esqueleto de historia ocurre como en catorce millones de películas de ciencia ficción, más o menos, así que no la podemos calificar de ninguna manera como original.

¿Aporta algo nuevo este nuevo intento? No realmente, desde mi punto de vista; en particular que Alpha-O sea una niña chiquita me parece de hecho medio barato.

Dicho sea eso, está muy bien hecha la película y el mundo que construyen es, al menos parcialmente, creíble. Además, ver a Allison Janney fuera de su estereotipo cómico, como una militar de acción fue probablemente lo que más me gustó de la película.

El problema más grave que tiene The Creator, en mi opinión, es que es más bien intrascendente. No hay ni un trozo de una idea original que plantee la película, entonces termina siendo un drama envuelto en ciencia ficción, sin que dicho drama sea particularmente llamativo. Y sin que la ficción tenga mucho de ciencia.

Hay un grave problema con cómo suele Hollywood representar a la Inteligencia Artificial; cómo la gente “normal” (lo que sea que es eso) entiende lo que es la Inteligencia Artificial; y todo el ruido que están causando los productos que, de manera incorrecta (me parece) son clasificados como Inteligencia Artificial hoy en día.

No nada más estamos a años luz de acercarnos a una Inteligencia Artificial como la que se muestra en la película; para motivos prácticos nadie está trabajando en algo que ni siquiera se acerque a eso. Todo mundo está invirtiendo en cosas que podrían dar la apariencia de Inteligencia Artificial, y que en muchas ocasiones puede engatuzar al usuario, pero que eventualmente siempre muestran su no-inteligencia de la manera más hilarante (o peligrosa) posible.

Pero esto no es culpa de la película, que sí la disfruté, pero de la cual la verdad me olvidé casi de inmediato.

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I’ve Been Killing Slimes for 300 Years and Maxed Out My Level

Otro animé que me aventé fue Slime Taoshite 300-nen Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita, pero tiene un título tan ridículamente largo, que todo mundo le dice Slime 300.

Slime Taoshite 300-nen Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita

Slime Taoshite 300-nen Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita

Hay dos géneros que por sí mismos no me llaman la atención, pero que paradójicamente incluyen varios de mis animés favoritos: CGDCT y SOL. Los acrónimos abrevian Cute Girls Doing Cute Things (chicas lindas haciendo cosas lindas); y Slice of Life (rebanada de vida), respectivamente. El primero es autodescriptivo: son, literalmente, chicas lindas haciendo cosas lindas, y todos nos alegramos con tanta lindura; suelen ser series bastante puras, pero no es raro que incluyan un poquito de arrechez, si bien suele ser igualmente puro.

El segundo se refiere a ver escenas de la vida cotidiana de gente en general “normal” (lo que sea que eso signifique); no hay (o no es necesario que haya) un arco narrativo global y los episodios consisten en ver a nuestros personajes disfrutar la vida de manera bastante mundana. También suelen ser bastante puras.

Slime 300 es, nominalmente, un Isekai; pero en los hechos es una combinación de CGDCT y SOL: Azusa Aizawa, una empleada japonesa semi esclavizada por su corporación, de buenas a primeras se muere un día por trabajar demasiado, y una diosa se apiada de ella y le concede su deseo de reencarnar en un mundo de fantasía con la posibilidad de vivir una vida tranquila como bruja, además de hacerla inmortal en un cuerpo de una adolescente de 17 años, porque así le gustan a la diosa.

Nunca cambies, Japón.

Azusa se vuelve literalmente la bruja de su aldea, y vive una rutina simple durante 300 años, que incluye el matar 25 slimes todos los días. Por si no lo sabían, los slimes (que son básicamente mocos gigantes) suelen ser los enemigos más débiles en los juegos JRPG, entonces que mate 25 al día no es muy impresionante que digamos. El que lo haga durante 300 años durante todos los días, sin embargo, sí lo es: eso le permite maximizar su nivel y todas sus estadísticas, lo que la convierte básicamente en una semidiosa en su mundo.

La historia comienza realmente pasados esos 300 años, cuando distintas criaturas se acercan y hacen amigas de Azusa, incluyendo dragonas, elfas, demonias, fantasmas, leviatanes, y los dos espíritus encarnados de los millones de slimes que ha matado en esos 300 años, que se asumen como sus hijas.

Y sí, todas esas criaturas son femeninas y hermosas y sí, la serie trisca todo el tiempo con potenciales parejas lésbicas para Azusa sin en ningún momento resolverlo explícitamente, los muy cobardes. Las pseudo hijas no son potenciales parejas lésbicas, afortunadamente.

No hay mucho más de la historia: hay algunas peleas, generalmente cuando introducen a una nueva criatura que tiene una forma humana innecesariamente sexy y que termina convirtiéndose en una nueva amiga para Azusa, pero la brujita es básicamente todopoderosa después de pasarse tres siglos genocidiando 25 slimes por día, entonces no hay pelea que pueda perder.

Por lo tanto la historia es literalmente chicas lindas haciendo cosas lindas (si ignoramos el hecho de que la mayoría tiene cientos de edad, y en un caso más de mil); y trozos de su vida cotidiana viviendo muchas de ellas juntas en la casa de Azusa.

Es a un nivel intelectual bastante pendejo; pero la verdad yo la disfruté mucho. Es muy divertido ver cómo distintas criaturas tratan de ganarle a Azusa en combate sólo para que la brujita las derrote básicamente apenas moviendo una mano; y hay algo de terapéutico de ver a chicas lindas haciendo cosas lindas mientras viven su vida pacífica en un mundo de fantasía.

Objetivamente la serie no se puede calificar de buena; la animación es apenas competente (aunque el diseño de personajes está padre, con todas las muchachas estando muy lindas); la música es agradable, pero intrascendente (aunque las letras son hilarantes); y la historia es básicamente inexistente, como suele ser con todas las series de CGDCT.

Sin embargo sí es genuinamente divertida y a mí sí me ganaron la brujita y todas sus pretendientes, aunque ninguna tenga los arrestos de intentar de hacer algo más candente con la densa brujita de más de 300 años.

Está en Crunchyroll, si les interesa.

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Grand Theft Auto III

Mi siguiente platino fue Grand Theft Auto III, en su versión para PlayStation 4, que parece ser la original para PlayStation 2 en una especie de emulador dentro del PlayStation 4; no la versión “definitiva” que salió en 2021.

Grand Theft Auto III

Grand Theft Auto III

Éste fue otro de los juegos que sobrevivió mi cambio de cuenta en la PSN; lo adquirí (gratis) junto con Grand Theft Auto: Vice City y Grand Theft Auto: San Andreas en mi primera cuenta, y como digo al cambiar a mi segunda cuenta resulta que todavía lo podía jugar. Lo cual es sorprendente, porque con el lanzamiento de la versión “definitiva” (que recibió rechazo casi universal por múltiples motivos), la versión que yo jugué ya ni siquiera está disponible en la PlayStation Store. La imagen que usé para la portada la tuve que cazar en internet con una lanza; como digo, ya no está disponible en la tienda digital y según yo nunca se lanzó físicamente en disco.

Como sea: Grand Theft Auto es de esas franquicias de juegos que están íntimamente ligadas a mi vida como gamer. Durante la universidad llegó un momento en que mis amigos y yo descubrimos cómo descargar juegos piratas y comenzamos a hacerlo que hagan de cuenta que fuera deporte; muchas veces ni siquiera los jugábamos, lo divertido era descargarlos.

Así en algún momento descargamos GTA 1 y 2, que nos dio risa cuando esos sí llegamos a jugarlos, pero no les prestamos mucha atención. Eran juegos entretenidos, pero muy primitivos: era una perspectiva en 2D con vista de pájaro de la ciudad, y aunque la violencia y humor negro de la franquicia ya estaba en esas primeras entradas, lo cierto es que son mucho menos impactantes cuando las ve uno en lo que es básicamente una caricatura.

Cuando salió el avance para GTA 3, mis amigos y yo nos quedamos bañados de asiento: dícese, anonadados. No podíamos creer que un juego así pudiera existir, no teníamos idea de que la tecnología de videojuegos 3D ya había llegado a ese punto. El avance sigue siendo espectacular, más de veinte años después.

Yo jugué GTA 3 y lo terminé, si bien nunca obtuve el 100%: me puse a coleccionar paquetes hasta que ya había matado a Don Salvatore después de que él intentara matar a Claude, lo que hacía casi imposible el estar recorriendo Portland para buscarlos. Se volvió uno de mis juegos favoritos, que a veces nada más lo lanzaba para poder matar civiles en las calles.

Después por supuesto obtendría el platino de GTA 4 y GTA 5, de hecho obteniendo el 100% de los trofeos incluyendo los DLC, pero todo comenzó con GTA 3; así que cuando salió gratis en mi suscripción a PS+, yo sin dudarlo lo bajé.

El año pasado por fin lo terminé obteniendo el platino, y no tienen idea de lo mucho que lo disfruté. Debo dejar bien claro que el juego es increíblemente primitivo para estándares modernos: el combate mano a mano parece funcionar de manera aleatoria; y las armas de fuego son básicamente inmanejables, con un sistema para apuntar que parece sostenerse con diúrex y salivita. El lenguaje que a lo largo de las décadas naturalmente se ha formado en videojuegos de disparos utilizando un controlador todavía no existía; apenas se estaban estableciendo sus reglas y justamente GTA 3 fue parte de ese proceso.

Y a pesar de todos esos problemas, el juego le atinó de forma perfecta a la mecánica principal del mismo: el andar manejando distintos tipos de carros por Liberty City. Debo enfatizar que con eso no quiero decir que el manejo de carros esté bien hecho en GTA 3; todo lo contrario: es como conducir un ladrillo con llantas de gelatina en una pista de hielo. Lo que quiero decir es que es divertidísimo el manejar los carros por las calles de la ciudad, aunque se sienta como conducir un ladrillo con llantas de gelatina en una pista de hielo.

Por supuesto también está la espectacular historia; que es el motivo por el cual mi video de obtener el platino dura más de media hora: no quería dejar de poner ese final que es básicamente el de una película de acción de narcotraficantes.

Jugar GTA 3 casi un cuarto de siglo después de haberlo hecho por primera vez es revelador: en su momento era la muestra tecnológica de videojuegos más avanzada en existencia, con gráficos que nos parecían imposiblemente realistas y toda una ciudad que se sentía enorme a nuestro alcance. Hoy en día, es dolorosamente obvio lo limitado que es el juego: los gráficos son apenas competentes, con más o menos tres texturas diferentes para edificios; muchos de los personajes con manos que son bloques sin dedos; los NPCs cuentan como con 3 líneas de diálogo que se repiten hasta el vómito y de hecho hay como diez NPCs distintos; y la ciudad es realmente diminuta, correspondiendo a tres colonias no particularmente grandes de la CDMX. Y aún así fue el primer videojuego que intentara algo de ese estilo y a ese nivel.

GTA 3 es probablemente el primer juego “adulto” que yo jugué siendo adulto; lo que hace paradójico que el volverlo a jugar el año pasado me hiciera sentir de nuevo como niño. Lo recomiendo ampliamente, aunque ya no se puede jugar esa versión para PS4; a lo mejor en algún momento juego la versión “definitiva”, que se supone justamente mejora cosas como el combate con armas de fuego y un poco los gráficos, pero esta versión para PS4 es a mis ojos perfecta. No porque no tenga errores; sino en gran medida justamente por dichos errores: es un juego deliciosamente nostálgico.

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