Guerrero

En situaciones normales no mencionaría a Guerrero, porque la izquierda normalmente arrasa ahí. Sin embargo, este año no fue normal por lo que ocurrió el 24 de octubre del año pasado.

El huracán Otis.

Ni siquiera se había disipado el fenómeno metereológico y ya estaban varios medios de comunicación chayoteros y miembros de la oposición arrancándose las vestiduras vociferando que el gobierno local y federal en Guerrero lo estaba haciendo todo, absolutamente todo, mal.

En las semanas y meses que siguieron al paso de Otis hubo una guerra informativa, particularmente en redes sociales, sobre la respuesta del gobierno local y federal a la desgracia. Hubo múltiples casos, documentados plenamente, donde se demostró que medios exageraron y mintieron para poder explotar el dolor de aquellos afectados por el huracán y así ganar puntos políticos contra la Transformación.

Mi mamá fue a vacacionar a Acapulco en abril, y regresó de ahí relatando que todo mundo con el que interactuó, le aseguraron que estaban muy agradecidos de la respuesta del gobierno (en particular el federal) y que no había forma de que votaran por algo distinto de Morena en las elecciones. Si uno lee algunas redes sociales, Acapulco es una distopía post apocalíptica donde el gobierno (en particular el federal) abandonó a su población a los pocos días de que pasara la desgracia.

¿Qué narrativa es la más cercana a la realidad?

Me parece a mí que los resultados electorales son una manera muy objetiva de analizar cómo se siente la población de Guerrero en general y de Acapulco en particular respecto a los gobiernos local y federal. La gente enojada con un partido en el gobierno generalmente no vuelve a votar por ellos, especialmente si la razón de dicho enojo ocurrió pocos meses antes de las elecciones.

En Guerrero, Claudia ganó la elección presidencial (como en todas las entidades del país exceptuando por Aguascalientes); pero mientras que a nivel nacional Claudia ganó con el 59.75% de los votos, en Guerrero ganó con el 71.66%; una diferencia de más de diez puntos porcentuales. En Acapulco (técnicamente el distrito que contiene al puerto), Claudia ganó con el 80.92% de los votos; una diferencia de más de veinte puntos porcentuales comparado con el resultado nacional. En diputaciones locales, Morena y amiguitos ganaron 23 de 28 distritos. Todos los distritos en Acapulco se ganaron con una ventaja de 3 a 1 al menos.

¿De verdad creen que fue mala la respuesta gubernamental al desastre que fue el paso de Otis por Acapulco? ¿Con qué cara pueden hacer un argumento de ese estilo?

Los ciudadanos de Guerrero tuvieron una oportunidad perfecta de mostrar su descontento con el gobierno local y federal en estas elecciones; si realmente estuvieran insatisfechos con la respuesta gubernamental a la tragedia, los resultados electorales lo reflejarían.

Esto no quiere decir que dicha respuesta haya sido perfecta, por supuesto; nadie está sugiriendo eso. Sin duda hubo errores y omisiones, y probablemente existan ciudadanos en Guerrero individualmente descontentos… pero es dolorosamente evidente que no son muchos, y definitivamente no la mayoría.

La respuesta a Otis fue una de las múltiples narrativas falsas que la oposición (y ahí incluyo múltiples medios chayoteros) trataron de impulsar durante la campaña. Evidentemente no existe una métrica perfecta que mida el nivel de satisfacción de los ciudadanos con la respuesta a una tragedia como la del 24 de octubre; pero a mí no me cabe duda que lo más cercano a eso son justamente las elecciones. Esa es la voz más fuerte que tienen los ciudadanos.

Bajo ese marco no queda duda que la respuesta del gobierno federal y local en Guerrero la ciudadanía la consideró, al menos, suficiente; y probablemente buena, si no es que excelente. Y si ustedes prefieren creer a publicaciones aleatorias en redes sociales o a notas de medios que se han dedicado todo el sexenio a atacar a la Pejeadministración como si fuera deporte, bueno, están en libertad de hacerlo.

Pero pues están decidiendo negar la realidad y tapar el sol con un dedo.

La ciudadanía de Guerrero en general y Acapulco en particular habló fuerte y claro el domingo 2 de junio: el gobierno respondió bien al paso del huracán Otis. Si ustedes deciden no escucharlos, es por eso que los candidatos y partidos que tampoco lo hacen pierden elecciones de manera humillante.

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