Parásitos

A inicios de enero del año de la pandemia, 2020, fui a ver Parasite. Diría que se aplican las de siempre, pero supongo que ya todo mundo la vio.

Parasite

Parasite

Parasite es una película fascinante, no en menor medida por el hecho de que es difícil de clasificar su género, a menos que nos comprometamos y digamos que es una combinación de géneros: comedia, suspenso, horror, crimen, crítica social y probablemente más, si así lo desean.

A mí me encantó; el final es un poco inverosímil (dependiendo de cómo decidan interpretarlo), pero la crítica social es inclemente y las partes cómicas son hilarantes. La violencia no me pareció tan padre; no porque me ofenda ni nada por el estilo: es sólo que es la salida fácil a cualquier tipo de resentimiento social, cuando hay avenidas mucho más productivas (si bien no tan emocionalmente satisfactorias, al menos por un momento). Además, resulta en la muerte de Ki-jung (Jessica), que era sin duda la más inteligente de la familia Kim.

También me sorpendió lo similar que puede resultar Seúl a la Ciudad de México; opulencia desmedida en varias partes de la ciudad, y una pobreza recalcitrante a sólo unos cuantos kilómetros de distancia; con los habitantes de la parte privilegiada ignorando alegremente las carencias del resto de su ciudad.

La película recibió, merecidamente me parece, aclamo crítico de todo mundo; pero más importante a mis ojos, es una película endiabladamente entretenida: incluso en las partes incómodas, uno no puede dejar de mirar la pantalla tratando de adivinar qué carajos va a pasar en esta historia donde se puede discutir no hay ningún personaje que pudiéramos considerar “bueno”; sólo distintos grados de mezquindad humana.

Así que obviamente la recomiendo; de manera probablemente gratuita, porque casi todo mundo ya la vio. Está en Netflix, de cualquier manera, si les interesa.

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