El cine

El jueves, después de casi año y medio, volví a ir al cine. Esta entrada es acerca de la experiencia, no de la película que fui a ver (Black Widow); de eso hablaré cuando me haya puesto al día con mis reseñas.

Normalmente cuando iba al cine solo, lo hacía cerca de la media noche; pero como me acerco peligrosamente a la mediana edad (o ya estoy ahí, si soy más sincero), fui a las 7pm. El cine estaba bastante libre, pero no vacío; además, decidí ir a una función VIP, porque me pareció apropiado.

Usé mi cubrebocas todo el tiempo, excepto cuando comí (decidí cenar ahí), y los que atendimos me parece que cumplimos en general con la sana distancia. El personal de Cinépolis parecía bastante hábil con mantener todo desinfectado; no estoy 100% seguro de que de verdad desinfecten toda la sala entre funciones, pero al menos sí lo hacían con todo lo que tocaban al tomar órdenes y servir los alimentos.

Sí extrañaba mucho ir al cine, lo que no es de extrañar dado que es de las actividades de esparcimiento que antes de la pandemia con más regularidad hacía. El usar el cubrebocas no fue tampoco tan incómodo; claro que en las elecciones tuve mi cubrebocas durante casi 14 horas continuas, así que un par en el cine de verdad no son nada en comparación.

La cosa es, no fue en lo más mínimo un regreso a la “normalidad”; eso no va a existir durante meses, es posible que años. Entonces no fue, como me hubiera gustado, un cierre simbólico de este periodo exasperante que hemos vivido durante casi año y medio; fue recuperar un pedazo, muy diminuto, de lo que podíamos hacer antes de que este virus infectara, literalmente, a todo el mundo. Un respiro; pero para nada un triunfo o una causa real de celebración. Y en mi caso, sólo el poder decir que continúo habiendo visto todas las películas del MCU en la pantalla grande.

No sé cuándo regrese al cine de nuevo; la experiencia no fue mala, pero el hecho es que los casos han estado subiendo de nuevo, y es indudable que el descuido de aquellos que ya hemos sido vacunados ha contribuido a eso. Por desesperante que sea, creo que lo más responsable es seguir encerrados; tal vez no tan religiosamente como fue al inicio, pero sí mantener la guardia en alto. ¿Una película muy de vez en cuando? Seguro. ¿Una cada semana? Creo que sería mala idea; al menos mientras la curva mantenga pendiente positiva.

Como sea; ir al cine es la neta, y me da gusto haber ido de nuevo. Nada más no creo que lo repita muy pronto.

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