Renovando la infraestructura

Mi departamento es más bien pequeño, aunque perfectamente cómodo para un hombre soltero como yo. Tiene dos recámaras, pero la segunda la utilizo como estudio; ahí está mi computadora, escáner e impresora, y el único librero en mi casa: la mayor parte de mi biblioteca física está en cajas, porque nunca he mandado hacer libreros, y tiene años que no compro libros impresos (me regalan de vez en cuando, sin embargo). Mi biblioteca digital ya tiene un tamaño más que decente, debo mencionar.

El tamaño de mi departamento viene al caso de esta entrada, porque el número de computadoras y electrónicos en el mismo es ridículo para el espacio que uso para vivir. Podría hacer un recuento utilizando distintas categorizaciones para mis electrónicos, pero para el tema a la mano voy a enumerar únicamente aquellos dispositivos que se conectan a la red local de mi departamento y que se pueden ver entre sí:

  • Televisión Samsung de 55 pulgadas
  • Televisión Samsung de 32 pulgadas (para la recámara)
  • AVR Harman/Kardon
  • Playstation 4
  • Playstation 3
  • Computadora de escritorio Core i7 (Centurion)
  • Laptop Dell XPS 13
  • Impresora HP LaserJet inalámbrica
  • Media center Atom
  • Servidorcito Atom*
  • Tableta Nexus
  • Teléfono celular Xperia

Un pequeño paréntesis de mi servidorcito Atom, que a estos grados ya es una instancia de la paradoja de Teseo; el servidorcito fue de las primeras cosas que compré para mi departamento, porque quería tener una máquina accesible desde afuera de mi red local para poder bajar cosas y otras actividades. Compré un paquete completo de placa madre Atom (procesador incluido, como todos los Atom), memoria, un disco duro de 2.5 pulgadas (tipo laptop) y un gabinetito bastante simpático, diminuto para esos tiempos. Eventualmente el disco duro falló, y lo reemplacé (tengo múltiples respaldos de todo, entonces no hubo problema). Luego la placa madre falló, y la reemplacé junto con la memoria. Y por último, hace un par de meses el gabinete falló; ni siquiera sé cómo puede fallar el gabinete (aunque sospechó la fuente de poder, que era con ladrillo externo), pero falló y también lo reemplacé. La máquina en el sentido virtual ha sido la misma siempre; los contenidos del disco duro siempre han sido los mismos (aunque respaldados y restaurados en múltiples ocasiones). Pero físicamente ningún componente del servidorcito es el original. ¿Es entonces o no la misma máquina? Fin del paréntesis.

Para los que lleven cuenta, esas son 12 computadoras (para motivos prácticos) en mi red local. Por razones de cómo he organizado las cosas, la red inalámbrica sólo es utilizada por la televisión de 32 pulgadas en la recámara, por la impresora láser, y por la tableta y el teléfono celular (los últimos tres ni siquiera tienen puerto ethernet). Todo lo demás (excepto la computadora de escritorio) está amontonado en un mueble en la sala de mi casa, y utilizo un switch para conectar casi todo (los módems de Infinitum suelen tener únicamente 4 puertos). La computadora de escritorio está en el estudio, pero utilizo EoP (Ethernet-over-Power); inicialmente sí usaba una tarjeta inalámbrica, pero en mi máquina de escritorio sí es común que tenga archivotes que luego quiero transmitir a alguna otra máquina de la red local, y la solución PoE funciona mucho mejor para eso.

Hace unos días (de hecho tal vez semanas) mi módem inalámbrico comenzó a fallar. Sólo fallaba la red inalámbrica, y como la impresora casi nunca la utilizo; la televisión de mi recámara no mucho; la tableta ha caído también en desuso; y mi celular tiene datos, terminó ocurriendo que no hice nada al respecto suponiendo que Telmex tenía problemas y eventualmente los repararía.

Esto no ocurrió, así que por fin llamé, remotamente se metieron a mi módem, y básicamente me dijeron que estaba en las últimas y que tenía que cambiarlo. Cosa que hice hoy.

En mis años mozos sí perdía bastante el tiempo jugando con la topología de la red de mi casa; pero conforme he ido envejeciendo esto ha perdido el encanto. Así que ahora que mi módem viejo falló, la configuración que tenía era casi la que viene por omisión en el módem (lo único “especial” que hago es redireccionar las conexiones SSH del módem a mi servidorcito Atom). Esto resultó en que desconecté el viejo y fallido módem, lo llevé a Telmex, me lo catafixearon por una versión moderna, lo conecté, le redireccioné las conexiones SSH a mi servidorcito Atom, y toda mi infraestructura volvió a la vida sin mucha fanfarria.

Aprovechando el viaje a Telmex (que no había puesto el pie ahí en, literalmente, años), compré un nuevo aparáto telefónico (el viejo que tenía la pantalla LCD se había vuelto casi ilegible), y ése también lo conecté y jaló todo a la primera.

Me alegra haber cambiado de módem; el modelo viejo era el TGN582N, que es una mierda desde cualquier punto de vista que uno quiera verlo. El nuevo modelo es Huawei, mucho más rápido (en el procesador del mismo módem; la conexión a Internet no ha cambiado), y tiene la ventaja de que los chinos probablemente sepan toda la pornografía que veo.

La infraestructura electrónica de mi casa es importante para mí, pero la he refinado tanto a lo largo de los años, que casi no tengo que pensar en ella. Excepto cuando mi módem inalámbrico agarra y se quema.

Espero que vuelvan a pasar años antes de tener que repetir todo el ritual.

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El 99.74%

Hace año y medio comentaba que había conseguido 99.53% de compleción en mis trofeos de PlayStation 3. Ayer por fin superé esa marca, y aunque aún estoy lejos de conseguir el 100%, en este momento es lo más avanzado que he estado en mis trofeos de PlayStation (ahora incluyendo juegos de PS3 y PS4).

Primero los números: he jugado 53 juegos, de los cuales he cienporcientado 52. Esos son 9 juegos más que hace año y medio que hice mi último reporte (tenía 44 entonces); 9 juegos en 18 meses se traducen (aproximadamente) en que completo un juego cada dos meses, maomenos. Por supuesto a veces transcurren semanas (o meses) sin que juegue nada, y luego en vacaciones o fines de semana largos me desquito con sesiones más o menos intensas de videojuegos. Mi vida es a veces complicada, pero me gusta ese ritmo de juego. Ya no soy estudiante, al fin y al cabo.

Tengo un total de 2,427 trofeos: 1,670 de bronce, 537 de plata, 174 de oro y 46 platinos de los cuales me siento (en gran medida) bastante orgulloso. De mi colección de trofeos, me faltan exactamente 5 trofeos por obtener: 1 de platino, 1 de oro, 1 de plata y 2 de bronce. Si les interesa, siguen siendo trofeos de Gran Turismo 5, porque es un juego difícil de cienporcentear. Uno de ellos no es difícil, sólo pesado; tengo que llegar a nivel 40, y eso implica correr todavía un montón de carreras. Dos más son de completar circuitos específicos con un cierto tiempo; uno de ellos estoy a 8 segundos de conseguirlo (necesito 7:29.03 minutos, estoy en 7:37.01), y en el otro estoy un poco más lejano, pero casi no lo he practicado (y sí es difícil). Eso deja únicamente otro trofeo (el de platino es automático al obtener los otros 4), que es sacar oro en todas las carreras, licencias y eventos especiales del juego.

Jugando estas vacaciones GT5 con mi volante, me di cuenta de que sí puedo obtener estos trofeos. Pero sí me va a llevar un rato; estas vacaciones avancé bastante, pero pues ya se acabaron y yo creo que lo dejaré así hasta las próximas. Y está bien, no es que tenga prisa.

Tengo en mi colección de videojuegos una cantidad enorme de juegos que no he jugado; no ayuda que todos los meses nos dan un par de juegos gratis a los miembros de PS+. Un par de hecho ya no los voy a jugar, porque necesitan trofeos en línea que se volvieron inalcanzables cuando apagaron los servidores (la transición a PS4 aceleró esta tendencia que de por sí existía).

Pero incluso considerando únicamente juegos que no necesitan multijugador en línea, son cerca de sesenta los que tengo. Ahorita literalmente no sé qué voy a jugar, al menos en mi PlayStation 3; en mi PlayStation 4 no tengo tantos juegos, y básicamente la decisión está entre Batman: Arkham Knight y Uncharted 2: Among Thieves Remastered .

Como sea; 99.74% está simpático. Obvio no tengo que decir de nuevo que es completamente inútil que tenga 99.74% en mi compleción de trofeos, y que a nadie (incluyéndome, probablemente) debería importarle.

Pero pues a mí me divierte.

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Feliz año 2017

Como todos los años, le deseo un feliz año nuevo a todos mis lectores, en particular a aquellos que se toman la molestia de dejar un comentario de vez en cuando.

2016 fue un año fascinante. Lamentablemente eso no se traduce necesariamente en “bueno”, pero creo que nadie podrá negar que todas las cosas que ocurrieron en el mundo y en el país fueron muy interesantes, si bien es posible que lleven a la destrucción de la raza humana. Claro que, siendo profundamente optimista como soy, no creo realmente que eso pase; pero me parecería irresponsable decir que la probabilidad es cero.

Desde el punto de vista personal, este año también fue fascinante, especialmente los últimos meses. Igual que con el estado del mundo, no todo es calificable como “bueno”; pero creo que sí puedo decir que nada es, técnicamente, malo. Algunas cosas hubiera preferido que se llevaran a cabo de manera distinta, pero incluso como terminaron ocurriendo no me quejo. Al menos no mucho.

Y definitivamente me estoy divirtiendo mucho. Pero esa es mi naturaleza.

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