Pasajeros

A inicios de semana fui a ver Passengers, porque por supuesto que eso hice.

Se aplican las de siempre. Y sí recomiendo que no lean mi reseña si no han visto la película.

Passengers

Passengers

Esta película la venden como una combinación de ciencia ficción, acción y romance, todo girando alrededor de Jennifer Lawrence y Chris Pratt. Eso es como crack para mí, así que fui a ver esta película riendo como niña adolescente de doce años.

Durante casi toda la película seguí riéndome como niña adolescente de doce años, y cuando terminó la función salí del cine todavía riéndome como niña adolescente de doce años.

A mí me encantó esta película, pero básicamente el mercado objetivo de la misma podría definirse con una fotografía mía. Es como si alguien hubiera decidido hacer una película con justo los ingredientes que a mí me gustan. Podría muy fácilmente entender a cualquier persona racional que no le gustara esta película.

En el futuro, una empresa manda gente a nuevos planetas para colonizar, a cambio de 20% de lo que sea que ganen en las colonias. No hay viaje más rápido que la velocidad de la luz (por la Teoría de la Relatividad y demás), así que los 5,000 colonos y como 300 tripulantes son enviados en una nave/crucero en hibernación usando unas cápsulas que son a prueba de fallas.

Por supuesto una de ellas falla, y Chris Pratt se despierta sin posibilidades de volver a hibernar, en una nave vacía con la inteligencia artificial mejor hecha y más estúpida que he visto en mucho tiempo en el cine. Como programador profesional, puedo entender sin ningún problema al tarado ingeniero que la hubiera programado. O yo, si tuviera prisa.

Después de pasar por las cinco etapas de congoja, varias veces, durante un año (y disfrutar de los lujos disponibles en la nave, porque por supuesto hay distintas clases para los pasajeros), Pratt encuentra la cápsula de Jennifer Lawrence, y después de sufrir unos cinco segundos ponderando si debería o no despertarla, hace lo que cualquier ser humano decente haría; se masturba furiosamente y no la despierta.

Y después la despierta.

Ese es el punto más controversial de la historia, porque es el tipo de acción que, desde un punto de vista teórico (si el universo fuera un lugar justo) sería sencillamente imperdonable. Luego resulta que Pratt y Lawrence tienen que reparar la nave, porque lo que causó la falla en la cápsula de Pratt es sólo un síntoma de un problema mayor que la afecta, y esto (de una manera metafísica) medio justifica ex postfacto la acción de Pratt porque él solo no hubiera podido reparar la nave. Pero de todas formas, qué poca madre.

Fuera de ese punto (que puedo perdonar, porque he visto mujeres más inteligentes que Lawrence perdonar actos más terribles que el de Pratt), la película está muy padre. La nave es increíble (y como ya he mencionado, podría ver cómo programar una inteligencia artificial así de tarada); Chris Pratt y Jennifer Lawrence son ridículamente guapos y encantadores; las escenas de acción son bastante divertidas; y Morpheus tiene un quasi cameo bastante fabuloso.

Y es al fin y al cabo una historia de amor… donde el galán básicamente condena a su amada a una muerte larga y solitaria, pero de amor de cualquier manera.

A mí me encantó la película; pero como digo arriba, es como si alguien la hubiera hecho específicamente para mí. Voy a comprender muy fácil a cualquiera que no le guste. Pero yo sí la recomiendo.

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WipEout HD

Como ya pasó más de un año desde la última vez que escribí de mi progreso en trofeos de platino, supongo que es momento de continuar. Después de obtener mi platino en Wanted: Weapons of Fate, el siguiente fue WipEout HD.

WipEout HD

WipEout HD

Este juego fue el segundo que elegí en el programa “welcome back” de Sony después del hackeo que le hicieron a la PlayStation Network en 2011. Mis razones para elegirlo fueron sencillamente que tenía trofeo de platino; no tenía idea (en ese momento) que era de los juegos más difíciles de completar.

Cuando comencé esta idea demente mía de obtener el 100% de mis trofeos, rápidamente me di cuenta de que WipEout HD sería de los más complicados de sacar. Fue de los juegos que más tiempo tuve que estar practicando, y al final creo que era bastante bueno.

Me gustan los juegos de carreras, pero WipEout es distinto, porque son “naves” que flotan en la pista, y entonces la velocidad que alcanzan son humanamente imposibles. A esas velocidades son medio imposibles de controlar, además.

Como sea, después de unos cuatro meses de estar jugando casi diario (hey, todavía era estudiante en pausa del doctorado), conseguí el mentado platino. Es de los trofeos que más orgullo me dan, y ciertamente de los más difíciles que existen (sólo un 1.15% de los dueños del juego lo tienen).

Va a salir una nueva colección de WipEout para el PlayStation 4, pero la verdad no sé si la compraré. Sí en un juego endiabladamente difícil.

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Rogue One

El día del estreno, a la media noche, fui a ver Rogue One, porque por supuesto que eso hice.

La película es espectacular, pero la verdad creo que ya debería superar la etapa de ir a ver películas a la media noche el día del estreno; creo que hubiera podido esperar a este fin de semana, y ciertamente el haber evitado a la gente disfrazada no hubiera estado tan mal.

Como sea, se aplican ya saben.

Rogue One

Rogue One

Now we are talkin’.

Esperé algunos días antes de escribir de la película, porque quería acomodar mis pensamientos al respecto. He oído a varios decir que ésta es la mejor película de Star Wars, y sí hubo momentos donde llegué incluso a considerarlo. Pero no, Rogue One no es la mejor película de Star Wars.

Es la más oscura, y la más trágica, y la más adulta tal vez; pero no es la mejor.

Como digo al inicio, es espectacular; ciertamente es de las mejores, y sin duda alguna supera (por mucho) a Force. No voy a mencionar los aspectos técnicos, porque son impecables; en lo otro, vuelve la intriga política de Sith (sin los diálogos atroces); los personajes son todos seres humanos (más o menos) normales, falibles y todo lo contrario de inmaculados; no es maniquea, en el sentido de que muestran que la rebelión hace un montón de cosas mierdas (porque no puedes tumbar un imperio maligno sin ensuciarte las manos); y se conecta de manera maravillosa a la mitología del universo de Star Wars.

Pero Empire sigue siendo mejor, y me parece que todavía estoy dispuesto a poner a Sith por encima. Diego Luna es espectacular como Cassian Andor (y, por cierto, ¿pueden imaginarse lo que debe de sentirse el poder decir “soy el único mexicano en Star Wars“?, a-hue-vo), pero no es Han Solo. Y la intriga y tragedia de Rogue One es muy buena; pero no le gana a la Orden 66 ni la masacre de niños en el templo Jedi.

Quitando eso de en medio, esta película es excelente; como parte de Star Wars (aunque no un episodio), y como obra de arte independiente. Y terriblemente trágica, en el sentido griego de la palabra: todos los personajes principales mueren… y un montón de secundarios también estirán la pata.

También, para una saga llamada Star Wars, la verdad no ha habido tanta guerra en las películas, si descontamos las batallas espaciales (las batallas de Geonosis y Hoth vienen a la mente); aquí se ve la guerra, en todo su terrible esplendor.

Por no decir (y no podía dejar de mencionarlo) lo increíblemente triste de ver a Jyn y Cassian ver su naciente romance completamente interrumpido por el ligero inconveniente de morir en el segundo disparo de la Estrella de la Muerte.

Para terminar, y aunque todos los personajes secundarios son muy buenos, quiero mencionar en particular a K2SO, interpretado de manera espectacular por Alan Tudyk; básicamente se roba la película el pinche robot autístico. Es de los personajes más divertidos y heróicos de toda la saga.

Vayan y vean esta película; que lo barato de Force no los desaliente. Espero que ciertas características de Rogue sean incorporadas a la saga principal.

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Sharing is caring

Este fin de semestre ha sido terriblemente agotador para mí. Casi no he leído libros (tengo dos o tres en distintos grados de avance), he ido al cine mucho menos de lo que me gustaría, y casi no he visto televisión (lo cual no es tan raro; hace mucho que dejé de ver televisión con la dedicación que antes le daba… y eso que ahora tengo Netflix).

Mis idas a congresos además me dejaron algo harto de salir de mi Ciudad, así que estas vacaciones (que empiezan el próximo sábado) espero poder quedarme encerrado en La Majestuosa y no hacer mucho. Excepto jugar videojuegos, que es lo único que he tenido oportunidad de hacer más o menos constantemente.

El último juego que terminé (y en verdad lo terminé) fue Bloodborne, que es el primer juego propiamente del PlayStation 4 que he jugado. Jugué también God of War III y Uncharted: Drake’s Fortune, las versiones remasterizadas para la nueva consola de Sony; pero pues son versiones mejoradas de juegos del PlayStation 3. Bloodborne en cambio no sólo fue creado para el PS4, es un juego exclusivo del mismo.

Escribiré del juego cuando algún día retome el relatar mis trofeos de platino; no es del juego propiamente de lo que quiero escribir. De lo que quiero escribir es del botón de “compartir” (share) que tiene el nuevo controlador Dualshock 4.

Share button

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Estaba destazando mostros eldritch en Bloodborne sin hacerle daño a nadie (excepto a los mostros), cuando sin querer apreté el famoso botón. Y pues entonces descubrí que podía compartir videos de mis aventuras como gamer para aburrir al resto del universo; el PlayStation 4 conserva los últimos 15 minutos (por omisión, se puede configurar) de juego en la consola como video.

Por supuesto yo ya sabía esto, a nivel intelectual; y por supuesto lo primero que pensé cuando supe de esta característica fue “Qué hueva, jamás voy a usar eso”. Así que por supuesto cuando sin querer presioné el botón, me puse a jugar con el compartir videos y con el simple pero poderoso editor de los mismos que viene incluido en el PS4. Como además tengo ligada mi cuenta de YouTube a mi consola, subir videos es trivial.

Está simpático. Después de cinco años jugando videojuegos de manera más o menos regular (aunque de repente pasan lagunas de meses donde no prendo mis consolas más que como media centers), me asumo de nuevo gamer, y me parece que es acertado decir que soy relativamente bueno. Dicho sea eso, mis aventuras matando monitos no creo que a nadie le importen ni mucho menos impresionen; y como además nunca compro juegos recién salidos (excepto Grand Theft Auto V, y he decidido que cuando salga también Red Dead Redemption 2), ni siquiera es que suba cosas novedosas.

Pero está divertido tener un registro histórico (en video) de algunas cosas que hago, como obtener trofeos de platino… lamentablemente eso no lo puedo hacer, porque el estúpido PS4 no graba la notificación del trofeo, únicamente el videojuego mismo. Pero de cualquier forma está divertido; además, el editor de video está padre de usar, y uno puede bajar “temas” de la PlayStation Store (gratis) que le permiten a uno hacer cosas bastante chidas de manera muy sencilla.

Así que sin más por el momento, les dejo el video donde obtuve mi trofeo de platino para Bloodborne… aunque no salga la notifiación del trofeo porque el PS4 es estúpido a veces.

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