Salgo de Salamanca rumbo a Barcelona en estos momentos. Me gustó el pueblote; está bonito, la comida es espectacular (aunque es lo común en España), y está lleno de gente joven y hermosa. Además hice buenos amigos, lo cual siempre es un tesoro por sí mismo.
En casi cualquier otra ocasión hasta podría lamentar el irme… pero no esta vez.
Porque voy rumbo a Barcelona.
Elaboraré al respecto más adelante; por ahora voy a tratar de dormir lo más que pueda. Estoy agotado.
