El Agente de C.I.P.O.L.

Hace un par de semanas fui a ver The Man from U.N.C.L.E. con mi mamá. Yo nunca vi la serie de televisión (aunque he oído mucho de ella), pero mi mamá sí, según ella todos los capítulos.

Se aplican las de siempre.

The Man from U.N.C.L.E.

The Man from U.N.C.L.E.

Me encantó esta película. Está divertida, bien actuada, extraordinariamente bien ambientada en los sesentas, y la pareja principal tiene una química increíble. La pareja principal es por supuesto la que consiste de Superman y el Llanero Solitario, aunque Alicia Vikander también tiene buena química con Armie Hammer. La hermosísima sueca sólo la había visto en Ex Machina, donde se roba toda la película; pero aquí es increíblemente bella y simpática, funcionando muy bien como alemana del este trabajando para la inteligencia británica y mediando entre el par de espías ruso y gringo. La muchacha se equivocó de década; debió nacer de tal modo que fuera veinteañera en los sesentas.

Alicia Vikander

Alicia Vikander

La historia es una pendejada, por supuesto, casi por definición, pero está emocionante y divertida, y siempre es entretenido tener a nazis como malos malérrimos.

Otra cosa padre de la película es que es una cinta “modesta” de 75 millones de dólares; en general ya casi no están haciendo de esas películas. O bien son “independientes” de menos de 30 millones, o son monstruos colosales de más de 200 millones. Me gustaría que hicieran más películas como The Man from U.N.C.L.E.; no “indies”, pero tampoco que cuesten el producto interno bruto de varias naciones tercermundistas, y que consecuentemente tampoco tengan que ganar cientos de millones de dólares para ser consideradas exitosas.

A mí me divirtió mucho y espero hagan al menos otra (a ver si Illya por fin puede besar en paz a a Gaby sin que los interrumpan). La recomiendo ampliamente.

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Star Wars: The Force Unleashed

Después de obtener el platino en Bayonetta, mi siguiente platino fue Star Wars: The Force Unleashed.

Star Wars: The Force Unleashed

Star Wars: The Force Unleashed

Creo que compré este juego en California en mi estancia de 2011, pero no lo recuerdo con claridad. Lo que sí recuerdo es que lo compré por tres razones principalmente: 1. Star Wars, obviamente; 2. El actor que interpreta a Starkiller (y que provee su apariencia física al personaje) era Crash en Battlestar Galactica; y 3. George Lucas reconocía a la historia del juego como parte del canon de Star Wars.

Que por supuesto, después de que el ratón diabólico compró Star Wars, esto último queda ambiguo.

Como sea, Star Wars: The Force Unleashed es un juego terriblemente frustrante. La historia son la misma bola de mamadas que plagan Star Wars, entonces está super chida (además tiene romance, entonces yo encantado). Los gráficos no son de otro mundo, pero están suficientemente chidos. La música es la de John Williams, entonces nada de qué quejarse ahí. La actuación de los actores es más que pasable, y la dirección del juego me parece razonablemente buena.

Si estuviera describiendo una película, no sería una joya, pero sí un exitazo, especialmente porque es Star Wars y casi nada más importa. El problema es que no es una película, es un videojuego. Y el modo de juego es increíblemente frustrante.

Noten que no estoy diciendo que el modo de juego sea malo; estoy diciendo que es frustrante. Y lo digo porque justamente no es malo todo el tiempo; sólo la gran mayoría. La frustración nace de que durante pequeños destellos mientras uno juega, uno se siente casi un Jedi, similarmente a como en Batman: Arkham Asylum uno se siente Batman. Contrario al juego del Caballero de la Noche, en Force Unleashed esos momentos son cortos, y consecuentemente terriblemente frustrantes porque nos permiten ver lo maravilloso que hubiera podido ser el juego si así fuera siempre.

Uno puede empujar con la fuerza a Stormtroopers, atacar con rayos a AT-ATs, empalar a enemigos con el sable de luz, y utilizar el mismo para desviar rayos láser. Y cuando uno lo hace se siente dios (o Jedi, como quieran), y es asombroso. Pero al siguiente paso uno se tropieza porque el modo de juego no es ni fluido ni inteligente.

Es como estar ciego, pero que cada cierto tiempo recuperara uno la vista, y entonces se presentara un paisaje de belleza indescriptible, para inmediatamente después volver a quedar ciego. Y así hasta terminar el juego.

Terminé el juego porque eso hago yo, y porque quería ver la historia completa… y por Juno Eclipse. Pero de verdad es de los juegos más frustrantes a los que les he sacado platino en mi PS3.

De todas formas, como fan de Star Wars tenía que jugarlo. Y dicen que la segunda parte corrige muchos problemas del modo de juego; que espero sea cierto, porque ya lo compré.

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Ted 2

El día de su estreno fui a ver Ted 2, básicamente porque me arrepentí de no haber visto la primera en el cine.

Se aplican las de siempre.

Ted 2

Ted 2

Ted 2 es básicamente como Ted; una esquelética historia que sirve como débil pretexto para chistes groseros y políticamente incorrectos.

En ese sentido, la película funciona muy bien; a mí me encanta el humor de Seth MacFarlane, por ofensivo, infantil y pendejo que pueda ser. En gran medida porque trata de ser ofensivo, infantil y pendejo.

Yo estaba muerto de risa durante la película, como lo estuve durante la primera parte. Eso es lo que la película intenta, y al menos en mi caso lo consigue. No hay mucho más que decir al respecto.

La única crítica que le podría hacer es que quitaron a Mila Kunis… pero la reemplazaron con Amanda Seyfried, que me parece una mujer prácticamente perfecta: hermosa, simpática, con una voz para cantar impresionante, y que lamentablemente sólo brilla en películas muy, muy, muy malas.

Así que vayan y véanla si disfrutan el humor ofensivo, infantil y pendejo de Seth MacFarlane. Si no, probablemente no vayan a disfrutarla mucho.

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K-On!

Otro animé que vi, y del que no he terminado la segunda temporada (así que técnicamente sigo viéndolo), es K-On!.

K-On!

K-On!

K-On! es especial en mi lista de animé, porque es de un género al que se le conoce como slice of life. Esa es una forma rebuscada de decir que realmente la serie no trata de nada en específico.

Nominalmente, K-On! es acerca de unas chavitas en secundaria que forman una banda de Pop-Rock (o sea, Pop). En realidad, K-On! es acerca de cinco chavitas, y las cosas completamente normales que les ocurren mientras forman una banda de Pop-Rock (o sea, Pop).

Dejen hago énfasis en esto; no hay romance, no hay acción, para motivos prácticos no hay drama, y nada más de estar enumerando todas estas características me pregunto, una vez más, cómo pude echarme toda una temporada de un animé donde no pasa absolutamente nada nunca.

El programa está divertido, las protagonistas son agradables (la maestra asesora del grupo, una rockera de corazón enclosetada, es cagadísima), y el arte es más que pasable. Únicamente no pasa nada. Nunca.

Eso sí, tiene bastante J-Pop que, no me avergüenza admitirlo, disfruto bastante. Pero no creo que justifique ver la serie.

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Ciudades de Papel

Hace más de dos semanas fui a ver Paper Towns, en gran medida por Cara Delevingne. La inglesita interpreta a uno de los muchos locutores que existen en las estaciones de radio ficticias en Gran Theft Auto V, y a mí me parece encantadora ahí, nada más por su voz. Además va a aparecer en Suicide Squad, como Enchantress.

Total que hubiera pedido mi dinero, porque aperece como 20 minutos en total en la película, y hablando con acento gringo. Pero me gustó la película.

Se aplican las de siempre.

Paper Towns

Paper Towns

Quentin ha estado perdidamente enamorado de su vecina Margo desde que ella se mudó cuando era chiquita, pero nunca ocurrió nada entre ellos porque es un tetote. Hasta que una noche Margo entra por su ventana y le pide ayuda para cometer actos ilegales de venganza contra su ex-novio y sus dos mejores amigas porque el primero lo engañaba con una de ellas, y la segunda amiga no le dijo nada.

El tarado muchacho acepta, y comienza a hacerse ilusiones de que esa noche de aventuras abrirá la posibilidad de que algo ocurra entre ellos, pero todo se se va a la basura cuando Margo desaparece de la faz de la tierra.

Junto con sus dos igual de tetos amigos, Quentin comienza a descifrar el misterio de dónde fue Margo, y al poco rato se les une la segunda amiga, la que se supone no le dijo nada del novio infiel, porque dice que nunca supo nada. Todos terminan yendo en la camioneta de Quentin de Orlando a Nueva York (el estado, no la ciudad), siguiendo las pistas que el muchacho ha ido descifrando.

La película es una recolección de clichés, lugares comunes y viñetas que hemos visto en doscientas películas del estilo; pero funciona en gran medida por varias razones. Nat Wolf, el muchacho que interpreta a Quentin, es genuinamente encantador, a su manera torpe y poco decidida, como buen adolescente. Sus amigos, aunque nerds sin duda alguna, son bastante felices y uno de ellos hasta novia tiene. Y por último, Margo aparece (o se habla de ella) durante toda la película como si fuera un ser celestial sin ninguna imperfección, y al final se revela como una muchacha insegura que realmente no sabe qué hacer con su vida.

Pero más importante que todo eso, el viaje que “Q” hace con sus amiguitos lo que consigue es conectarlo con ellos, que eran con los que realmente tenía una relación sana y tangible. Margo termina al final siendo un pretexto. Y por supuesto no termina con Margo; porque era un espejismo lo que siempre vio en ella.

Aunque debió ser muy satisfactorio el besote que le pega antes de despedirse.

Paper Towns no es original; pero está bien hecha, muy bien actuada, con personajes adolescentes que se siente reales, no caricaturas, y la historia es satisfactoria y bonita.

Dicho todo lo anterior, véanla en Blu-ray; no tiene caso irla a ver al cine. Que de cualquier forma creo que ya la quitaron.

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