Pensando y escribiendo

Ya se va a cumplir un mes de que me Isabel y yo comenzamos a vivir juntos, pero el proceso de la mudanza no ha terminado por completo; a veces me pregunto si algún día terminará. Complica las cosas el hecho de que tengo una cantidad enorme de mamadas que debí haber tirado hace siglos, pero que como no me molestaban mucho cuando vivía solo (y tenía el espacio para arrinconarlas), nunca me tomé la molestia de hacerlo. Y no es de que sencillamente agarre todo y lo tire, porque lamentablemente están mezcladas con cosas que no quiero tirar (hey, miren; encontré mi cédula profesional).

Como sea; además del proceso interminable de reacomodar las cosas de ambos en nuestro nuevo departamento, he estado como loco escribiendo. Lo ideal sería que fuera ya mi tesis en sí, pero sigo terminando los artículos y versiones para congresos de los mismos; lo bueno es que al fin y al cabo eso será mi tesis. Sólo en español.

Y encima, Isabel se fue el jueves a Nueva Zelanda, y no la veré en tres semanas.

Esas son las razones por las que no he escrito últimamente, pienso corregir eso, al menos un poco, en los próximos días.

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