Cuando estaba en Sevilla en julio, el sol se ponía casi a las diez de la noche. Ahora aquí, en Los Ángeles, se pone poco después de las cinco de la tarde.
Ya quiero irme a mi casa, donde el sol se pone a una hora decente.

Porque a veces tienes tantos pensamientos, que te gustaría sacarte algunos de la cabeza.
Cuando estaba en Sevilla en julio, el sol se ponía casi a las diez de la noche. Ahora aquí, en Los Ángeles, se pone poco después de las cinco de la tarde.
Ya quiero irme a mi casa, donde el sol se pone a una hora decente.