Invictus

Con la muerte de mi abuela y mi ida a Guanajuato no pude ir al cine en dos semanas, así que ayer desconté. Decidí, para variar, ver una buena película; y no creo haber podido haber elegido mejor: vi Invictus.

Se aplican las de siempre.

Invictus

Invictus

Morgan Freeman, en el papel de su vida, interpreta a Nelson Mandela cuando recién fue elegido para presidir Sudáfrica. Viendo al equipo nacional de rugby (que es como el futbol americano, pero para hombres de verdad) como una forma de ganarse a la (poderosa) minoría blanca del país, aplica todo su peso político para impedir que la mayoría negra cambie el nombre y colores del equipo (que era odiado y visto como símbolo del apartheid por casi todos los negros), y motiva al capitán del equipo François Pienaar (Matt Damon, bien en su papel; pero se lo come vivo Freeman) para que al final ganen la copa mundial de rugby que se celebró en Sudáfrica en 1995.

La película es barata y cursi, pero no importa, porque Freeman da una actuación tan encabronadamente buena que Mandela aparece como un dios entre los hombres, dando unas muestras de elegancia, inteligencia política y tacto social que hacen que a uno le den ganas de llorar por los patéticos líderes políticos que tenemos los mexicanos. Y me refiero a todos.

Mandela, que fue acusado de terrorista y que recurrió a las armas cuando así lo creyó necesario, y que luego pasó 27 años como preso político del sistema racista del apartheid, consiguió utilizar algo tan trivial como es el rugby para arengar a su nación en torno a una única causa.

Dos escenas en particular me gustaron, porque muestran la endiablada inteligencia política que tuvo Mandela; durante el primer partido de rugby al que asiste como presidente, al llegar al estadio lo reciben con varios abucheos, e incluso le lanzan un vaso de refresco (que no lo alcanza). En cambio, al partido de la final entre Sudáfrica y Nueva Zelanda, después de todo el apoyo que ha mostrado al equipo y de las varias y sutiles manipulaciones políticas que ha hecho con ello, lo reciben con una ovación que por poco tumba al estadio.

La película es maravillosa, en gran (si no es que única) medida por la portentosa presencia de Morgan Freeman, que si no le dan el Oscar los gringos yo digo que se merecen más avionazos a rascacielos. Es maravilloso el tipo.

I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.

Vayan y vean esta película; yo ya había leído que Freeman se moría por interpretar a Nelson Mandela, y de verdad, repito, creo que es el papel de su vida. No se la pueden perder.

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Un comentario sobre “Invictus

  1. Sin duda, cursi y barata. Sobre todo cursi. Creo que a muchos sólo nos interesó la temática. Basta con ver los cortos que pusieron para agarrar la bolsa y salir corriendo antes de ver la película, todos sobre superación personal y un remake de Un Milagro para Lorenzo. Dear Lord! Por lo menos espero que por medio de la película muchos conozcan a Mandela y se interesen un poco por saber un poco más sobre su vida.

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