En mi departamento suena el teléfono:
Yo: ¿Bueno?
Extraño: Bueno; Cristo vive.
Yo: No, aquí no vive.

Porque a veces tienes tantos pensamientos, que te gustaría sacarte algunos de la cabeza.
En mi departamento suena el teléfono:
Yo: ¿Bueno?
Extraño: Bueno; Cristo vive.
Yo: No, aquí no vive.