Después de leer un artículo que compartió Omar bajé y hojeé un estudio sobre la violencia en el país.
Lo primero que me viene a la mente por supuesto es el estado de crisis en el que está sumido el país, consecuencia directa del fraude del 2006 y la bola de incompetentes que han estado “gobernando” (entre comillas porque realmente no hay forma de que podamos describir como “gobernar” lo que han estado haciendo) desde que se robaron la presidencia hace tres años.
La segunda es la bola de bestias y animales que durante años han estado diciendo que mi hermosa Ciudad de México es la más insegura del país. En el estudio del CIDAC, la Ciudad aparece en quinto lugar, con un índice de violencia “Media Alta”, debajo de Chihuaha, Baja California, el Estado de México y Sinaloa.
Pero si lo analizan bien, en los peores tipos de violencia la Ciudad de México está todavía más abajo: homicidios por cada 100,000 habitantes Chihuahua tiene 15, Baja California tiene 10, el Edomex tiene 14.3 y Sinaloa tiene 12. Mi Ciudad tiene 4.4.
En ejecuciones, Chihuahua tiene 32.1 por cada 100,000 habitantes, Baja California tiene 10.5, el Edomex tiene 2.5, y Sinaloa tiene 17.5. Mi Ciudad tiene 1.6.
Al parecer aquí se roban más carros que en Sinaloa; 5.8 por cada 1,000, contra 5.0 del estado norteño. Chihuahua, Baja California y Edomex andan arriba de 13.
Homicidios, ejecuciones y robos de auto siempre se reportan al Ministerio Público; no son crímenes como robos de bolsa o cartera, que muchas veces no se reportan porque la gente prefiere dar sus posesiones por perdidas que tener que lidiar con el MP.
Estos criminales que se robaron las elecciones han llevado al país no sólo al borde de la quiebra (lean lo que dice hoy CNN al respecto), sino al borde de que estallemos socialmente por la combinación de crisis económica, el cierre (en algunos casos violento) de espacios a la oposición, y la violencia del narcotráfico que estos imbéciles desataron cuando decidieron lanzarse a atacarlo de la peor manera posible; es obvio que el echarles el ejército encima no funciona. No le funcionó a Bush, y no le va a funcionar a nadie; las drogas son un problema social (falta de oportunidades, falta de educación) y de salud: no es un problema policiaco. Nunca ha sido un problema policiaco, y no se va a resolver ni con la policía ni con el ejército. Se va a resolver cuando cambie la política económica y los jóvenes jodidos de este país de verdad tengan mejores opciones para salir adelante que unirse a los narcotraficantes.
Y en gran medida este plan imbécil, mal planeado y peor ejecutado de enfrentarse al narco fue porque estos idiotas querían legitimarse después del fraude del 2006. Por supuesto, no lo lograron, y ahorita estamos como estamos.
Por eso es importante que la gente conozca estudios como los del CIDAC; la Ciudad de México, a pesar de que lleva siendo atacada desde hace doce años que fue conquistada democrática y legítimamente por la izquierda (nos cortan el agua, nos quitan presupuesto, nos señalan falsamente como la más violenta del país), y a pesar de la inmensa crisis que afecta a todo el país (y por lo tanto también a la Ciudad), estamos muy lejos de los niveles de violencia más altos del país, y económicamente más o menos ahí la llevamos. Y eso es en primer lugar por la indiscutible legitimidad de su Jefatura de Gobierno, y en segundo por tener un plan económico que toma en cuenta las necesidades de los estratos sociales más desprotegidos.
Por el bien de todos, primero los pobres.
No es demagogia, no es populismo. Es sentido común; la gente más jodida es la que termina integrándose al narcotráfico porque no se les están dando opciones. No es mi análisis; cualquiera con dos dedos de frente llega a esa conclusión, incluidos varios gringos:
But most of Mexico’s wealthy and powerful families can still find solace in their foreign bank accounts, their well-appointed homes north of the border, their bodyguards and multigenerational business empires.
Perhaps to them, the continuing crackdown on the cartels seems like the most effective way to react to the threats made to legitimate business-owners and affluent families via extortion and kidnapping.
However, the Mexican government, the Mexican ruling class and the United States must also generate legitimate opportunities for Mexican citizens to advance in life, alternatives to achieving financial success without breaking the law.
Por el bien de todos, primero los pobres.
No me vengan con que no se puede, no me vengan con que es “un sueño de idealistas”. Casi casi fue el tema del discurso de posesión a la presidencia gringa de Barak Obama.
A mí nunca me ha caído bien el Peje; lo he dicho una y otra vez: es un tipo en muchas cosas ignorante, y que de verdad se cree la salvación encarnada de los mexicanos pobres. Pero el plan económico (y político) que ha defendido consistentemente desde hace más de una década es el correcto (o al menos el mejor disponible), y el movimiento social que encabeza es con el que mejor me puedo identificar. Cómo me caiga personalmente es irrelevante.
Las cosas están de la chingada… y se van a poner peores, especialmente porque estos animales en el “gobierno” no tienen ya ninguna capacidad de movilidad; el “sexenio” de Calderón se acabó el 5 de julio, casi todos los analistas políticos concuerdan en eso. El tipo hasta físicamente da mala suerte; los Pumas lo fueron a ver y desde entonces no ganan un partido.
Si en tres años el PRI vuelve a la presidencia (que es probable), las cosas no van a mejorar. Si permanece el PAN (que es bastante difícil), de seguro van a empeorar.
No sé si el PRD pueda reconstituirse (y de verdad reconstituirse) para dentro de tres años, o si los que estamos en la izquierda (o que al menos apoyan el liberalismo con responsabilidad social) tendremos que buscar, construir o inventar un nuevo espacio para poder hacernos del poder pacíficamente, pero nos estamos tardando en ver las opciones disponibles, porque la cosa no puede seguir así.
Mientras tanto, los dejo con el reporte del CIDAC, que vi gracias al artículo que Omar compartió. Aquí se concentra una parte enorme de la población del país, y también de sus riquezas. Y aquí la izquierda gobierna y lo hace bien… la mayor parte del tiempo (luego salen con mamadas como querer privatizar parte del sistema de aguas de la Ciudad, pero bueno). No es demagogia, no es populismo.
Por el bien de todos, primero los pobres.
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