Oaxaca

Después de un taller de investigación aquí en el DF (en el cual no pude hacer tanto como me hubiera gustado, dados los acontecimientos de esta semana), la siguiente semana habrá otro en Oaxaca, Oaxaca.

Varios vamos a irnos desde mañana sábado para poder turistear un poco; lo cual está chido por mí, porque no he ido a Oaxaca en años. Me voy a ir en el Tsurito, y es una autopista que no conozco, así que eso estará interesante también.

Las entradas en el blog estarán algo más pequeñas que de costumbre por lo mismo, pero espero poder seguir actualizándolo diariamente.

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Sad Mac

Supongo que todo mundo conoce los Blue Screens of Death de Windows; la pantalla azul que aparece cuando (muy común) Windows se muere.

El equivalente en Mac es el Sad Mac, que (como suele ser común con Apple) es mucho más simpático, con una Mac antropomorfizada que parece “triste” (de ahí el nombre). Como para casi todo, pueden leer al respecto en la Wikipedia.

Bueno; ¿ven el Sad Mac en el screenshot? Right now, that’s, like, me.

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Chrome

Google acaba de anunciar su nuevo navegador suyo de ellos propio de sus personas: Chrome.

No lo voy a probar todavía porque sólo está para Windows en estos momentos; pero el cómic revela un diseño técnico bastante innovador e interesante. En otras palabras: en papel suena fabuloso. Falta ver cómo funciona en la vida real.

En particular, me gusta mucho cómo quieren enfatizar que si algo sale mal con un plugin, el problema es de quienes escribieron dicho plugin.

Y en general tiendo a confiar en Google, así que estoy algo emocionado. Espero que salga pronto el navegador para Linux.

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Primero de septiembre

Hoy debía ser un día intenso, pero agradable. Comenzó un taller aquí en la Ciudad (de hecho en el iMate) donde se discutirán diversos problemas muy interesantes, y al que acudirán diversos investigadores aún más interesantes.

Con mis clases se me complicaba un poco el día, pero di por hecho que podría manejarlo. Eso fue hasta el cuarto para las doce, cuando me llamaron para avisarme que el hermano de uno de mis mejores amigos había muerto en un accidente absurdo de tráfico. Inmediatamente salí de CU para estar con mi amigo, en una de esas situaciones espantosas para las que sencillamente no hay forma de estar preparado.

Para completar el día de sorpresas, alrededor de las nueve de la noche me llamó mi hermano; que mi papá estaba en el hospital porque en un examen de rutina (para un malestar que no tenía nada que ver) le habían detectado una presión arterial altísima.

Me despedí de mi cuate en cuanto pude, pidiéndole que me llamara por cualquier cosa que pudiera ocurrir, y fui al hospital a pasar varias horas aburridísimas mientras revisaban y arreglaban a mi papá. Él se veía bien; la presión alta ni siquiera le molestaba, y lo desagradable más que nada fue el hartazgo de estar esperando con él y mi hermano.

Pero después de lo que había pasado en la mañana, me sentí afortunado de poder pasar tiempo con mi familia, aunque ciertamente no fueran las mejores circunstancias.

Muy tarde salimos del hospital; mi hermano se llevó a papá a su casa (ya mucho mejor y con instrucciones exactas de qué tiene que hacer y cómo; va a estar bien), y yo fui a ver a mi cuate una vez más.

Definitivamente no quiero otro día como hoy nunca. Y no puedo ni siquiera comenzar a imaginarme la situación en que está mi cuate; la sola idea de perder a mi hermano me resulta espantosa.

Espero que él y su familia puedan sobreponerse en no mucho tiempo. Pero sé que nada que diga o haga puede mitigar el dolor por el que están pasando; y eso me hace sentir triste e inútil.

Cuando me enteré al medio día, y luego de hacer algunas llamadas avisándoles a otros conocidos, le llamé a mi hermano y le dije que lo quería. Sé que no nos llevamos siempre de la mejor de las maneras, y que tenemos más características discordantes que en común. Pero eso no evita que de verdad nos queramos, y yo sí quería decírselo explícitamente.

Por si las dudas. Nadie sabe qué va a pasar la próxima vez que trate de cruzar la calle.

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Una Guerra de Película

Tenía pensado ver dos películas, pero por fuerzas de causa mayor sólo pude ver Tropic Thunder. Se aplican las de siempre.

Tropic Thunder

Tropic Thunder

Yo no quería ver esta película; pero era la única que me quedaba si quería ver otra película además de la que quería ver. Así que cuando no pude ir a ver la que quería ver, y me tuve que contentar con únicamente ver esta, iba sólo deseando que no apestara demasiado.

Cuando a los veinte segundos de haber comenzado yo ya me estaba meando de la risa, supe que me iba a encantar.

Ben Stiller, Robert Downey Jr. y Jack Black interpretan a estereotípicas divas hollywoodenses, en una película de la guerra en Vietnam que se va encaminando al desastre tras sólo cinco días de haber comenzado la filmación. El director, queriendo darles una lección, los lleva a la jungla para que aprendan lo que en realidad era ser soldado en esa época, pero inadvertidamente pisa una mina terrestre y muere instantáneamente. Los actores, idiotas como ellos solos, piensan que es parte de la lección y siguen actuando como si estuvieran, bueno, actuando.

Ante una premisa tan estúpida, uno esperaría un churro infumable; más todavía cuando Robert Downey Jr. interpreta a un actor australiano que se somete a una cirugía para poder “volverse” negro (e interpretar a un negro), y cuando nos enteramos que toda la película fue co-escrita y dirigida por Ben Stiller.

Entonces fue realmente sorpresivo lo divertida que resultó la película. Más aún: lo buena que resultó la película.

Como muchas veces (he de admitirlo) mis gustos son bastante fáciles de aplacar, me metí a consultar las reacciones a la película, y con gusto veo que no soy el único: en general la película ha sido muy bien recibida, y la mayor crítica que le hacen es ciertos grupos tarados (je) que se empeñan en criticar lo que sea políticamente incorrecto.

La película es muy buena; de lo mejor que he visto en últimas fechas. Es inteligente, cáustica, crítica hasta morir de Hollywood, y muy, muy divertida. Sorprendentemente resulta que Ben Stiller sabe dirigir, y más aún, que lo hace bien. La película está bien contada.

Robert Downey Jr. en su papel de actor interpretando a un negro es fabuloso; el tipo se vuelve negro. La voz, el lenguaje, los gestos: incluso el lenguaje corporal que tiene durante casi toda la película son los de un negro. Además es hilarante todo el tiempo.

Un irreconocible Tom Cruise tiene un papel maravilloso como un agresivo productor de cine, y se roba todas y cada una de las escenas donde aparece. Venga, incluso Matthew McConaughey actúa bien, que creo que deben alinearse los planetas para que eso ocurra.

De verdad yo no podía creer lo buena que resultó la película, y además estuve todo el tiempo al borde de las lágrimas de lo fuerte que me estaba riendo.

Es fabulosa; de verdad no pueden perdérsela. Es de lo mejor que he visto en mucho tiempo, y con la hermosa cualidad de no tomarse en serio en ningún momento. Vayan y véanla. Dos veces.

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El triunfo de la razón

(En general no he escrito de política porque sigo esperando algo que no creo que pueda tardar mucho más en ocurrir, pero que no ha ocurrido… pero esto es suficientemente importante, e independiente de lo que estoy esperando que ocurra.)

Hoy la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por ocho votos contra tres, dictaminó que la ley de despenalización del aborto en el DF es constitucional.

Yo dije esto hace año y medio:

“La despenalización del aborto es una victoria enorme sobre los sectores más retrógradas y bestiales de nuestra sociedad, que aprovechando la usurpación que hizo la derecha de la silla presidencial ha querido imponer su forma de pensar, demoliendo lo que con sangre nos ha costado a los mexicanos construir, desde los tiempos de Juárez.

Tratarán de echarla para atrás, sin duda; pero lo bueno con este tipo de conquistas es que es muy difícil que lo logren. Habrá que estar al pendiente, porque esta derecha histérica de verdad está enrachada queriendo imponer sus posiciones; pero dudo mucho que logren nada.”

Por suerte tuve razón. El idiota presidente de la SCJN, Guillermo Ortiz Mayagoitia, fue de los tres que votaron a favor del proyecto de inconstitucionalidad; pero sencillamente no podían echar para atrás la ley de despenalización del aborto en el DF. No sólo legalmente (como los ministros que votaron en contra del proyecto y muchos otros más han venido justificando desde hace meses), sino políticamente y como simple y sencilla cuestión de progreso y racionalismo.

Hoy triunfó la razón en un derecho fundamental de las mujeres, triunfó el estado laico, y triunfó la equidad de género. Estoy seguro de que después de esto seguirán muchos estados de la República en aprobar leyes semejantes de despenalización del aborto, y aquí en el DF podemos comenzar a pensar en incluso aumentar el número de semanas en que las mujeres podrán decidir libremente si terminan o no un embarazo. Y a futuro hay que ir planeando en que se reconozca a nivel federal el derecho de la mujer a decidir lo que ocurre con su cuerpo.

Pero por mientras, aquí al DF pueden venir todas las mujeres de la República que quieran terminar de forma legal su embarazo, y con el conocimiento de que el procedimiento lo realizarán doctores preparados en las condiciones sanitarias necesarias.

Y a todos los idiotas que quieren imponer su moral sobre los demás, que no les importa los derechos de las mujeres y que se escudan en una patética pancarta de “el derecho a vivir”, cuando lo que realmente les importa es su hipócrita moral, sólo les digo esto:

Se chingan.

Viven en un estado laico; sus creencias morales y religiosas no nos importan un comino al momento de decidir las leyes que nos gobiernan a todos. Si no quieren abortar, no lo hagan; pero no se metan con el derecho (ahora) legal de las mujeres en la Ciudad de México a hacerlo.

Es por este tipo de cosas que gente como yo vota por gobiernos de izquierda. Por patéticos e idiotas que puedan ser a veces los partidos políticos de izquierda en México, para mí es obvia y fundamental la diferencia que tienen con los demás.

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La ardilla

Las ardillas de Ciudad Universitaria suelen estar feas como escupirle a dios. En general son negras y tienen la cola que parece de esos cepillos que usaba en secundaria para lavar tubos de ensayo.

Hoy comiendo con una amiga en el Posgrado de Odontología, salió una ardilla que hasta eso se veía simpática:

La ardilla

La ardilla

No sólo no era horrible; además resultó amigable. Se acercó a pedir comida de forma bastante cagada:

La ardilla

La ardilla

Y ya que le dimos pan se subió a un árbol a comerlo, mirándonos desde ahí:

La ardilla

La ardilla

No recuerdo que una ardilla se me acercara en Ciudad Universitaria a pedir comida. Había una en el IIMAS que (decían) se aventaba desde los árboles a las ventanas del tercer piso, pero no puedo corroborarlo.

Cagada esta ardilla.

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Como los niños en el pediatra

Total que la alarma de mi carro de repente dejó de funcionar. Parecía prender y apagar sin problemas, pero no podía activarla a mano y no se activaba automágicamente cuando cerraba las puertas.

La cosa me preocupó, porque la mayor parte del tiempo fuera de mi casa, mi carro se cuida solito, así que en cuanto pude (dícese: ayer) lo llevé al taller todo preocupado. Además voy a salir de la Ciudad en poco más de una semana, y quiero irme con el carro bien.

En el taller llamaron al eléctrico, se sentó tras el volante, y le estaba yo explicando cómo prender y apagar la alarma, cuando de repente todo empezó a funcionar de nuevo sin ningún problema. Extrañado le pregunté al eléctrico si había hecho algo, y él me dijo que no, que nada.

Supongo que fue como los niños con el pediatra, que cuando uno los lleva dejan de toser.

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Podría ser peor

Hice el test El director que filmaría tu vida, y el resultado fue este:

Your result for The Director Who Films Your Life Test… Kevin Smith

Kevin will take your slacker life and turn it into the cult classic it deserves to be — like Mallrats (just kidding). If you can handle the menacing presence of Jay and Silent Bob all throughout your film, then Kevin is willing to oblige. Basically, he can take the lives of people who don’t have much of a life and make it entertaining, so you’re in good hands. Go watch your copy of Clerks, now.

Take The Director Who Films Your Life Test at HelloQuizzy

Ciertamente me parece que se refiere al Kevin Smith de Clerks, y no el de Jersey Girl (y sí, son la misma persona, pero no el mismo director).

No sé si me de gusto el ser tan honesto que admito sin ningún problema que mi vida es bastante simple… o si me entristece estar consciente de que mi vida es bastante simple.

Pero bueno; al menos no me salió Rob Reiner… oh, a quién engaño… me hubiera encantado Rob Reiner, especialmente si es el Rob Reiner de When Harry Met Sally…

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Superman Reboots

Después del fiasco que resultó Superman Returns (por más que hiciera sentir bien a algunos desadaptados que no han podido superar su niñez), y de los impresionantes éxitos de Iron Man y The Dark Knight, el rumor ahora es que Warner Brothers va a rebootear a Superman.

Mientras que se puede (o no) discutir qué tan inteligente es la idea de WB de hacer más “oscuros” a sus personajes (es obvio que para Batman eso funciona; con Superman podría salir muy mal), lo que a mí me alegra es que la estúpida película de Bryan Singer será tirada a la basura y la siguiente comenzará de cero.

Que por supuesto es lo que debieron hacer desde un principio, pero bueno.

WB y DC han estado cometiendo errores (y varios de ellos graves) desde hace como cinco años, si no es que más. Entonces es probable que de cualquier forma la siguiente película de Superman apeste, pero ciertamente después de ver The Dark Knight me da esperanzas de que eso no ocurra.

Pero dado que ya no tratará de continuar las películas de Christopher Reeve, aplacando así las chaquetas mentales de alguien que no pudo entender que 1978 no es lo mismo que el 2008, voy a permitirme tener algo de esperanza.

De cualquier forma yo sigo diciendo que hay que castrar a Bryan Singer.

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Seductor de lujo

Después de andar del tingo al tango todo el día de hoy, me fui a ver Quatre Ètoiles. Se aplican las de siempre.

Quatre Ètoiles

Quatre Ètoiles

Una hermosa francesita (Isabelle Carré) recibe 50,000 euros de herencia de una tía abuela que acaba de morir, y manda al carajo a su novio, su trabajo y casi todo lo demás para irse a Cannes a un hotel de lujo.

Ahí conoce a un zotaco barrigón (José Garcia) que se dedica a estafar gente, y de forma completamente inexplicable se enamora de él. Cuando el tipo le pide 30,000 euros para pagar una deuda de juego, ella se los da con la condición de a) estar con él hasta que le pague, y b) que le pague 60,000 euros.

Al final acaban juntos y felices, y dispuestos a estafar juntos a más inocentes.

La película es una estupidez monumental, como lo son casi todas las comedias románticas, pero ésta sencillamente me fue imposible disfrutarla porque el tipo es insoportable. No sólo es zotaco, barrigón y feo; además es de esa gente que trata de hacerse la simpática y de caerle bien a todo mundo todo el tiempo, que yo no puedo tragar bajo ninguna circunstancia.

Sí hay varias escenas divertidas, y la francesita tiene una sonrisa bellísima (ya la había visto en otra película todavía más decepcionante, Cœurs), además de que hay buenos chistes que lo estúpidamente “políticamente correcto” de los gringos hace que sean casi tabú en sus películas, como el abofetear a una mujer.

Pero lo intragable del actor principal hizo incomprensible esta película para mí; sencillamente no hay razón alguna para que una chava tan guapa y simpática se sienta tan atraída a alguien tan despreciable.

Yo no la recomiendo, pero igual y habrá a quien le guste.

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Definitivamente

Yo: Si no te conociera, diría que te estás haciendo güey y buscando pretextos.
Omar: Sí, ya sé. Estás tratando de convencerme que la decisión no es importante y yo estoy tratando de decirte que justamente porque no es importante, hay varias opciones que parecen igualmente buenas y por eso me cuesta trabajo.
Yo:
Yo: OK, creo que el párrafo anterior es el que menos sentido tiene de todos los que te he oído/leído.

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Una rara, otra buena

Fui al cine a ver una película rara y otra buena. Se aplican.

  • Sex and Death 101 (Cazando al Seductor).
    Sex and Death 101

    Sex and Death 101

    Me metí a ver esta película básicamente porque sale Winona Ryder, a quien no le veía una película en años.

    Damn.

    La historia es de un chavo que lleva una vida “perfecta” y está a punto de casarse, cuando recibe un correo electrónico con la lista de todas las chavas con las que se ha acostado… y todas con las que se acostará en el futuro.

    (Cómo es que llegó a existir la lista y quién la envía es parte del “damn” en mi comentario.)

    Además Winona Ryder interpreta a una “asesina” en serie (entre comillas porque no los mata, sólo los deja en coma), y por supuesto resulta que la última chava de la lista es ella.

    En medio ocurren varias cosas; algunas divertidas, otras incómodas y absolutamente todas rarísimas.

    No me queda muy claro cuál era la idea de los que realizaron esta película, pero sí me queda claro que les quedó un churro que de repente es entretenido, pero que en la gran mayoría de los casos es sólo extraño. No me la pasé mal durante la función, pero ciertamente creo que pude haber seguido viviendo sin tener que verla.

  • Taken (Búsqueda Implacable).
    Taken

    Taken

    Qué buena película de acción y suspenso. Me sorprendió agradablemente, porque yo no esperaba mucho de ella.

    Liam Neeson interpreta a un ex agente de la CIA tratando de reestablecer una relación con su hija (interpretada por Maggie Grace, la chava que la hacía de Shannon en Lost, pero que aquí está irreconocible… e interpretando a una chava de 17 años), cuando la hija le pide que la deje ir a París con una amiga a quedarse con unos primos de ella.

    El papá reluctantemente acepta, y todos sus miedos se ven confirmados cuando unos tratantes de blancas raptan a la amiga y a la hija. El tipo por supuesto se lanza él solito a París para rescatar a su hija.

    Se sigue una hora de inverosimilitudes donde aprendemos que el papá es el mejor asesino del mundo, invencible, medio invulnerable, y además un conductor extraordinario, mientras va dejando cadáveres por París tratando de encontrar a su hija.

    La película es predecible como ella sola y además increíble en casi todas sus secuencias; pero las escenas de acción son maravillosas y Liam Neeson convence (sin ningún problema) como el súper papá al rescate de su bebita (que ocurre que está sabrosísima, claro). También es una crítica o burla muy cabrona o divertida a la policía de París; no me queda claro cuál, porque el escritor es el francés Luc Besson.

    A mí me gustó mucho la película, con todas las fallas que tiene, porque está muy bien hecha y de verdad Liam Neeson actúa muy chido. Así que vayan y véanla.

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Model-View-Controller

En ingeniería de software hay un patrón de desarrollo que se llama MVC, por Model-View-Controller. La idea es que tenemos cierta información (el modelo), y que tenemos cierta forma de representarla (la vista), y que son independientes y, hasta cierto punto, ortogonales: de hecho en teoría debemos ser capaces de “conectar” distintas vistas al mismo modelo, y todo debe ser transparente y bonito.

¿Para qué sirve esto? Básicamente para que no se nos haga bolas el engrudo respecto a los datos que estamos trabajando y cómo se los presentamos al usuario. En el momento en que en el mismo camino de código estamos lidiando con información y con cómo la representamos, no estamos lejos de meternos en problemas.

Tal vez la parte más importante del patrón MVC es la famosa C; el controlador. Cómo hacemos para que (de forma inmediata, y automágica) la vista se actualice cuando los datos en el modelo son modificados, o que si el usuario cambia algo en su vista, los datos en el modelo cambien también. Si estamos utilizando encapsulamiento de datos la cosa puede complicarse porque la vista tiene que hablarle al modelo, y el modelo a la vista, y aunque no es raro que la vista cargue una referencia al modelo, sí es horrible que el modelo cargue una referencia a la vista… especialmente si ya dijimos que en teoría deberíamos poder conectarle distintos tipos de vistas.

Cómo solucionamos este pequeño problema depende de muchas cosas: el lenguaje de programación, la biblioteca que estemos utilizando para hacer la interfaz gráfica, el paradigma que estemos usando (en C o Scheme podemos usar Orientación a Objetos, por ejemplo), etc., etc. Yo de lo que quiero hablar es de cómo suele solucionarse en C utilizando Gtk+.

Como muchos usuarios únicamente esporádicos de Gtk+, no había querido meterme a aprender a usar el TreeView; cuando los mismos desarrolladores de Gtk+ dicen que es complejo, a uno no le dan muchas ganas de meterse en problemas usándolo. Pero para una nueva versión de mi programita en PyGtk que muestra y baja los últimos trailers en la página de Apple, decidí que lo que tenía que usar era el TreeView, y me puse a estudiar para aprender a usarlo.

Está bien bonito; de verdad no entiendo por qué tantos dicen que es complejo: está bien fácil de usar. Claro, a lo mejor está relacionado con que yo estoy familiarizado con el patrón MVC: el TreeView es un ejemplo de libro de texto de aplicación de dicho patrón. Pero lo que me sorprendió aún más fue cómo resolvieron el problema de la comunicación entre la vista y el modelo; no sólo por lo elegante y bonito de dicha solución, sino además porque era rete obvio y a mí nunca se me había ocurrido.

GObject (y por tanto, Gtk+) ofrece un marco de trabajo orientado a objetos en C; incluyendo herencia, despacho dinámico, interfaces, etc. Pero además también ofrece un sistema de señales: cada objeto en GObject puede emitir señales en determinadas circunstancias, y uno puede conectar funciones (llamadas generalmente callbacks) a cada señal que se emita.

Esto se usa en la mayoría de los casos para manejar los eventos generados por la interfaz gráfica: cuando uno hace clic en un botón en Gtk+, el objeto del botón emite la señal “clicked”, y entonces uno puede conectarle una función a dicha señal para que haga lo que sea que haya que hacer cuando el usuario haga clic en dicho botón.

Pero las señales están disponibles a todos los objetos de GObject; entonces el TreeView lo que hace es que los modelos que utiliza implementan la interfaz TreeModel, que define ciertas señales a las cuales se conecta el TreeView. La idea es que cuando el modelo modifique sus datos se dispare una señal, a la cual el TreeView se habrá conectado, y entonces sabrá cuándo (y cómo) modificar la vista.

Y ya está; se preserva el encapsulamiento de datos, y se cumple al pie de la letra el patrón MVC.

La verdad no sé cómo no había pensado yo en eso; en Geom se me hizo un montón de bolas el engrudo, y terminé dejando en la misma clase todo lo relacionado con el modelo (la información geométrica) y la vista (cómo dibujarlo en mi lienzo). No tengo que explicar que eso hizo que todo se me hiciera un relajo después de un tiempo.

Para mi programita que baja los trailers del sitio de Apple hice eso; puse en clases independientes (que heredan de PyGObject) todo el código que va a la página y se conecta y baja la información, y señales para cada paso del camino: una señal cuando baja el poster, otra señal cuando obtiene el URL del video, etc. Y entonces la interfaz gráfica sólo se conectaba a esas señales y sabía cuándo tenía que hacer algo. Quedó bastante padre.

Con este nuevo truco me están dando ganas de volver a programar en Geom. Lástima que esté tan ocupado ahorita.

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