Tarde

En la Facultad de Ciencias llega un punto donde los vigilantes lo corren a uno si trata de quedarse muy tarde. Siempre es posible esconderse claro (y me sé al menos una anécdota de ello muy cagada); pero tiene múltiples desventajas, como que no se puede prender la luz del cubículo (por fuerza uno tiene que quedarse en un cubículo) o que no se puede ir al baño (porque en Ciencias los baños están fuera de los departamentos).

En el IIMAS y el iMate uno se puede quedar toda la noche, sin problemas de baño y/o luz; y dependiendo del vigilante incluso se pueden intercambiar bromas si uno abandona el edificio a las tres de la mañana.

En Northridge tampoco hay problema para quedarse toda la noche… si uno carga una identificación todo el tiempo, si no se corre el riesgo de ser cacheado.

En el CIMAT he llegado a salir de las instalaciones a las tres de la madrugada sin problemas. Espero no tardar tanto hoy; tengo sueño. Y hambre; mi pizza ya se tardó.

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Gentoo developers

Como continuación de mi entrada de los problemas en Gentoo, vi este chiste que me pareció fabuloso:

How many gentoo developers does it take to change a light bulb?

Answer: Unknown. It was estimated that a five-member committee of lightbulb maintenance would be the right number. However two of the members resigned and were replaced with two others. After that other members resigned and were not replaced. The remaining group pondered which wattage should be chosen for the replacement lightbulb or if they should outsource lightbulb maintenance to an even bigger group of people who would probably have some knowledge of electric engineering and shopping among them. In the end, nobody bought a new lightbulb even though they promised the matter of darkness would be solved within a few days.

One member of committee justified this by him living on another continent where lightbulbs adhere to an incompatible standard. Half a year later when the lightbulb was still out most of the committee had went AWOL except for one resigned member who sincerely said he was sorry for his inability to fulfil or make any progress towards his grand plan for the lightbulb.

So five (or seven) was not it. Other numbers will be tried shortly after the committee of building maintenance comes to a decision.

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Cambio de sexo, fácilmente

Corrigiendo mi tesis: primero me hicieron cambiarle de sexo a mis matroides.

(El término viene de matriz, así que matroide debería ser femenino dado que matriz lo es; mis asesores están de acuerdo, pero es de esas cosas donde el primer güey que tradujo un concepto termina por definirlo y el resto de nostros tenemos que perpetuarlo.)

Después me hicieron que buscara las ocurrencias de “fácil”, “trivial”, “sencillo” y “claro” en mi tesis. Nada más para darles un ejemplo:

  • “…podemos construir fácilmente…”
  • “…esto es fácil de comprobar…”
  • “…es fácil entonces…”
  • “…es fácil ver…”
  • “…es muy fácil extender…”
  • “…es muy fácil comprobar…”
  • etc., etc.

Y eso en un solo capítulo.

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Guanajuato… de nuevo

Me voy a Gaunajuato… de nuevo. En los últimos trece meses he ido ahí cinco veces. Espero sinceramente que ésta sea la última, comienza a ser aburrido.

Voy a que mis asesores externos me den las últimas correcciones y ahí mismo hacerlas, para regresar ya con la versión 0.99 de la tesis.

(La versión 1.00, como todo mundo sabe, es cuando se agregan las últimas correcciones de todos los sinodales.)

Trataré de actualizar el blog, pero no prometo nada.

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“¿Qué era que era?”

Estaba escribiendo el voto aprobatorio de Jorge para mi tesis, lo cual es relativamente sencillo porque nos dan una conveniente forma que sólo hay que llenar. En una de las partes en blanco, sin embargo, dice;

Considero que dicha tesis satisface plenamente los requisitos necesarios para optar por el grado de Maestro(a) en _____________________ (Computación).

Me quedé dos minutos mirando estúpidamente la pantalla de la computadora y pensando, “¿qué era que era para lo que estaba estudiando?”

Por suerte la página de la maestría salió a mi rescate.

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Gtk+ program for downloading Apple Trailers

I like to watch the trailers in the Apple trailers site. I like it a lot, but I do not like to watch them in my browser (and with a 32 bit Firefox running in a 64 bit machine is tricky… not impossible, but tricky). So I wrote a little program in PyGtk to select and download to my desktop the latests Apple trailers. Once the trailers are selected the process is automatic, so I can go and watch them later with Totem or wathever player I prefer, and in fullscreen even.

The “program” (it has three Python files) was hastily written, without thinking in any kind of design, and really early in the moring (or really late at night); however it scratches a very particular itch of mine and I hope it’s useful for someone else. You can download it from here, and after decompress it you can run it with python appletrailers.py.

(It’s GPL-3, if somebody cares about it.)

If somebody with more Python experience than me could take a look and make it a little more pretty (that ain’t gonna be difficult), please send patches (or suggestions) to canek@ciencias.unam.mx.

Apple Trailers

Apple Trailers

(A mis lectores en español; una disculpa por la entrada en inglés, pero chicle y pega y el “programita” le interesa a alguien más, y en inglés es más fácil que me encuentren con Google).

(Update: fixed a crash with the Kung-Fu Panda trailer; the trailer fails to load, but it doesn’t crash.)

(Update: fixed so now it downloads all the trailers in the site… I think; I’m still downloading.)

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Salvavidas

Estaba viendo The Girls From Playboy Mansion (yo no veo reality shows… de verdad, sólo que estaba cambiando canales y al pasar por ahí vi que había algo relacionado con la Guerra de las Galaxias), y vi algo cagadísimo.

Las chavas van disfrazadas de personajes de la Guerra de las Galaxias a una convención de ídem (o algo así; les digo que no lo veo), y de repente llega alguien disfrazado de Darth Vader. Entonces una de las chavas le pregunta “where’s your lightsaber?”

Lo tradujeron como “¿dónde está tu salvavidas?”

Me estuve meando de la risa como diez minutos.

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El collar de Tigger

Hace como seis años, cuando Tigger llevaba ya unos meses viviendo en mi casa, le compré un collar.

Tigger sufriendo en mi cama

Tigger sufriendo en mi cama

En esa foto pueden ver el collar; lo que no se ve es su placa, donde dice su nombre (“Tigger”), y donde atrás está mi nombre, la dirección de la casa y el número de teléfono por si algún día se pierde. Afortunadamente, nunca se ha perdido.

Recuerdo que llegué de la veterinaria con el collar, y Tigger estaba durmiendo en el sofá. Me acerqué, le puse el collar, y creo que el huevón del gato ni se despertó. Cuando por fin se despertó, no parecía importarle el collar, y jamás se quejó de él o trató de quitárselo.

Ayer, por alguna razón (se aflojó, o Tigger se rascó o vayan a saber qué), se le cayó el collar. Lo más interesante del caso fue la reacción del gato; se puso a lamer el collar y a mirarme como lo hace cuando tiene hambre. Yo tomé el collar, y se lo volví a poner. El gato no se movió nada mientras le ponía el collar, y cuando terminé saltó del sofá y se puso a caminar con esos pasos como brinquitos que yo he terminado por asociar a cuando está contento.

Por supuesto puede ser mi imaginación; pero juro que parecía como si al gato lo pusiera triste que se le hubiera caído el collar, y contento que se lo pusiera de nuevo.

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Rendezvous with Rama

(Realmente debí hablar de Rendezvous with Rama antes de The Forever War, porque salió en 1972; pero se me confundió el orden).

Mi intento de leer todas las novelas que ganaran los premios Nebula y Hugo comenzó con Rendezvous with Rama, de Arthur C. Clarke.

Dios. Qué buena novela.

No sólo es de las historias más reales (en el sentido de usar ciencia de verdad) de ciencia ficción que yo haya leído; además es muy divertida y mostrando un futuro y ciertos avances tecnológicos que en verdad suenan posibles.

La novela trata de cómo los seres humanos descubren a un artefacto de obvia manufactura extraterrestre que va a pasar cerca del sol, y la apresurada misión que se organiza para poder investigar lo más posible acerca de él.

El artefacto (que llaman “Rama” porque los dioses grecoromanos se acabaron décadas antes) es un cilindro hueco de 50 kilómetros de largo y 16 de diámetro, que gira rapidísimo (lo que permite una cierta “gravedad” dentro de él), y que contiene lo que parecen ser los “planos” de una forma de vida extraterreste. Los científicos de la Tierra y otros planetas del sistema solar (que a esta altura están colonizados) no saben exactamente qué pensar del objeto, porque viaja a una velocidad lentísima para distancias cósmicas (parece que salió 200,000 años antes de una estrella “cercana”).

Más sorprendente es cuando de repente Rama cambia su dirección, y alegremente se acerca al sol para, aparentemente, tomar energía directamente de él, y seguir con su camino; lo que hace suponer que su paso por el sistema solar fue, básicamente, una ida a la gasolinería.

La novela es fabulosa, entre otras cosas, porque no contesta un montón de preguntas, y todo lo que presenta es posible en teoría (con la posible excepción de su motor interestelar, que aparece al final del libro cuando “carga gasolina” con el sol). Morgan Freeman lleva años queriendo hacer la película, y parece que ya está en producción con una tentativa fecha de estreno para el 2009. Yo espero que sí se haga, porque me parece que la novela es altamente cinematográfica.

Creo que puedo decir sin exagerar que Rendezvous with Rama es de las mejores novelas de ciencia ficción que he leído. Altamente recomendable.

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The Forever War

En California conseguí y leí The Forever War de Joe Haldeman. Muchos dicen que es una respuesta y crítica a Starship Troopers de Robert A. Heinlein, pero Haldeman ha dicho varias veces que no es cierto, y que realmente se basó en sus propias experiencias en Vietnam.

Como sea la novela es fabulosa, burlándose perpetuamente de los militares y la vida militar, y mostrando una muy interesante perspectiva de cómo podría evolucionar socialmente la raza humana. La característica más interesante de The Forever War es que los soldados viajan en naves interestelares que se mueven a velocidades cercanas a la de la luz, lo que causa que una campaña de algunas semanas para ellos se transformen en años, décadas o siglos en la Tierra.

La novela es de muchísima acción, lo cual es sorprendente al momento de compararla con Starship Troopers, porque aunque la segunda glorifica la vida militar, lo cierto es que no muestra muchas batallas. También es muy divertida, con un sentido del humor negro que se mantiene a lo largo de todo el libro (y que es particularmente interesante cuando el protagonista descubre que después de décadas la sociedad humana ha adoptado el homosexualismo como lo “normal” y el heterosexualismo como lo “anormal”).

Pero además a mí me gustó porque tiene un romance muy bonito entre el protagonista y una de sus compañeras en su compañía, que se ve seriamente amenazado cuando los mandan a misiones distintas… lo que significa que probablemente regresarán en siglos distintos de sus respectivas misiones.

Me sigue gustando más Starship Troopers; pero The Forever War es una novela de ciencia ficción muy buena, con much acción, divertida, e incluso con algo de romance para los que como yo prefieren eso. Además es una obra pacifista, y presenta ideas muy interesantes respecto a ciertos avances tecnológicos (sin perder nunca el sentido del humor; creo que es el relato de cómo alguien recibe una prótesis “artificial” más cagado que yo haya leído).

La novela la leí en parte porque empecé (nunca llegué muy lejos) con la idea de leer todas las novelas que hubieran ganado los premios Nebula y Hugo desde los setentas hasta la fecha. Pero The Forever War además de tener premios está bonita, y de verdad tiene mucha acción, así que yo la recomiendo ampliamente

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The Golden Compass

Como comenté en la entrada anterior, el viernes 21 de diciembre fui a ver The Golden Compass. Si quieren ver lo que tengo que decir de las novelas lean la página correspondiente.

Se aplican las advertencias de spoilers de siempre.

The Golden Compass

The Golden Compass

La película se me antojaba mucho desde antes de leer las novelas (sale un oso en armadura y además rugiendo en el avance); pero cuando terminé la primera novela se me antojó aún más.

Ya pude volver a ver la película después de haber leído las tres novelas, y mi comentario sigue siendo el mismo que cuando la vi por primera vez.

Es una película maravillosa.

No sólo adapta fiel y respetuosamente el libro (que de por sí es difícil de hacer); además tiene un reparto para motivos prácticos perfecto, tiene unos efectos especiales maravillosos (que como he dicho ya hace mucho, cada vez hay que dar más por sentado), y está actuada de forma impecable. La dirección me pareció también buenísima; la película es rapidísima y en ningún momento se siente lenta.

Quiero enfatizar el elenco: Daniel Craig es perfecto para el papel de Lord Asriel; guapo (sin ser bonito), fuerte, mamón y prepotente. Sir Ian McKellen es también perfecto para interpretar a Iorek Byrnison; y además el hecho de interpretar a un personaje animado por computadora le da la libertad al ancianito de encarnar a un guerrero sin tener que preocuparse de romperse la cadera. Sam Elliott es (lo siento, no hay otro término) perfecto en su papel de Lee Scoresby, con su bigotazo (mucho más espeso que como lo describen en las novelas), su voz profunda y con tono permanentemente divertido, y su acento encabronadamente tejano. Y aunque nada más dice dos líneas en toda la película, Kathy Bates como su dæmon Hester también es perfecta. Eva Green como Serafina Pekkala está muy bien (algo sobreactuada; pero no mucho), y ciertamente consigue transmitir esa belleza etérea y cachondez que parecen tener todas las brujas del mundo de Lyra.

Pero además está Dakota Blue Richards como Lyra… Oh. Dios. Mío.

La cabrona chamaquita es idéntica a la Lyra de las novelas; perfecta no alcanza a describir su actuación en la película. Es encantadora, y tiene una sonrisa preciosa sin en ningún momento ser una “niña bonita”… porque no es bonita. Sin embargo creo que será una mujer guapísima cuando crezca. Es tal cual imaginaba a Lyra, y sigue siendo traviesa, mentirosa, respondona y desobediente. Me encantó su actuación; no puedo imaginarme cómo podría haber sido mejor.

Dejé al final a Nicole Kidman porque es el único “pero” que le tengo a la seleción de elenco. Actúa muy bien y es hermosísima; además de que en verdad transmite la crueldad y jijez de la chingada de las que la Coulter es capaz. Sin embargo, en las novelas la única forma que tenemos de ver que la Coulter es mala es porque rapta a Tony Makarios en su primera aparición; si no fuera por eso queda claro que la Coulter es capaz de mostrarse al mundo como la mujer más hermosa, sexy, simpática, inteligente y encantadora que existe. En cambio nada más aparece la Kidman en la pantalla y se le ve que es más mala que la carne de cerdo en chile verde.

Me queda clarísimo que eso fue una decisión consciente, ya sea de la Kidman o del director, porque me consta que la actriz puede interpretar papeles que generen la simpatía del espectador. Sólo digo que hubiera sido posible (y más emocionante y abrumador) verla transformarse de la perfección hecha mujer a el diablo en persona.

El guión y la dirección también los quiero resaltar, porque el libro no es pequeño y sin embargo consiguieron meter toda la historia sin que en ningún momento se sienta apretada o aburrida (como las dos primeras películas de Harry Potter). Sólo quitan algo de la grilla de los gyptians e intercambian dos pasajes cerca del final.

Ah, y cortan el final.

Creo que sé por qué cortaron el final del libro. Es un final muy triste y algo fuerte, y dado que de por sí las novelas son altamente subversivas, los productores saben que la única forma de garantizar al menos una secuela, es que le vaya bien a la primera película. Y con el final tal cual de la novela se arriesgaban a que no.

Se arriesgaban aún más, quiero decir; como menciono en mi página de los libros, el autor dice que sus novelas son de matar a Dios; a me impresiona incluso que hayan hecho película de la primera. Y las otras dos son más cabronas todavía.

Espero de verdad que hagan las secuelas, porque me muero de ganas de ver a quién le dan el papel de Will y cómo interactúa con Dakota Blue Richards. Y quiero volver a ver a esa niña actuando como Lyra; es maravillosa.

La película me encantó como no tienen idea. Es un poquito más alivianada que las novelas (en ningún momento dice que el Magisterio es la Iglesia Católica, o que la Autoridad es “Dios”), pero captura (y por mucho) todo el espírito y belleza de la novela. Y de verdad vale la pena verla nada más por la actuación de Dakota Blue Richards; no me alcanzan las palabras para describir cómo actúa la niña.

Si son creyentes no se prejuicien porque es una película basada en una novela atea. Sería como si los ateos nos prejuiciáramos contra El Señor de los Anillos o Crónicas de Narnia sólo porque llevan un mensaje profundamente cristiano. Las novelas (ateas o no) hablan de la libertad y de la inocencia y de la lucha del bien contra el mal. Un montón de cristianos ha salido en defensa de ellas porque realmente transmiten un mensaje muy bonito.

Vayan a verla, y disfrútenla. Sale un oso en armadura y además rugiendo. Y sale Dakota Blue Richards, que como la Lyra de las novelas capturó mi corazón con nada más cinco minutos de andar dando brincos en la pantalla.

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La captura

Esta entrada es de cómo fue que, a pesar de estar enclaustrado por mi tesis, me leí los tres libros de la saga His Dark Materials y fui a ver la película The Golden Compass. Para leer mi opinión de la película vean la entrada que sigue a ésta, y para leer lo que tengo que decir acerca de la triología de novelas, vean la página que escribí para ello.

Unos días antes de navidad, fui a dejar mi carro al departamento. Porqué hice eso no viene al caso, pero el punto es que tenía que manejar a la Benito Juárez y regresarme a Xochimilco en el democrático metro. Eso significaba que iba a pasar entre una hora y hora y media en transporte público, lo que me obligaba durante una hora u hora y media a olvidarme de mi tesis. Y decidí aprovechar ese tiempo en algo que de verdad quisiera hacer.

Hace meses, cuando salió, vi el avance de The Golden Compass. Sale un oso polar, en armadura, rugiendo; era más que obvio que tendría que ver esa película en el cine. Ahora, siempre que veo una película de fantasía o ciencia ficción en el cine, me aseguro de haber leído la novela antes (si hay novela, claro). Me parece (y hasta ahora jamás me ha fallado) que es mucho más probable que la película me arruine la lectura, a que la lectura me arruine la película.

“No hay problema” me dije, “seguramente habré acabado la tesis para el 14 de diciembre” (la película se estrenó el 14 de diciembre), “y la novela la puedo leer en un par de días.”

Ja. Buen chiste.

Conforme a diciembre se le acababan los días yo tenía suficientes cosas en la cabeza como para preocuparme de una película, pero cuando llegaba a pensar en ello me decía: “no hay problema; seguro será un exitazo y estará semanas en cartelera… acabo la tesis, leo la novela y voy a verla al cine.”

El plan era bueno, en teoría, pero el día que fui a dejar mi carro al departamento decidí que de regreso comenzaría a leer la primera novela de la triología, Northern Lights; ya había conseguido la edición británica para ese momento (los gringos le pusieron The Golden Compass, porque son medio idiotas). Me dije que la seguiría leyendo cuando fuera al baño, cuando comiera, o en mis descansos de diez minutos cuando sentía que los ojos se me derretían de tanto ver al monitor.

Grave error.

Comencé a leer el libro, y no pude soltarlo. No es la primera vez que me ocurre esto; pero sí es la primera vez que me ocurre con esta intensidad. En la página de las novelas explico por qué.

Ese día dormí unas tres horas por leer la novela en la noche, y al otro día he de haber escrito a lo más una cuartilla de mi tesis; nada más lo suficiente para no sentirme tan culpable y poder seguir leyendo. En la noche acabé el libro, y por suerte no tenía los siguientes dos, porque si no me hubiera seguido. Al otro día, viernes 21 de diciembre, era la Tradicional Posada de Fin de Año de Enrique.

(Ya sé que es medio reiterativo decir “posada de fin de año”, pero suena más acá.)

Como Enrique me había dejado claro que si no iba me arriesgaba a ser castrado, decidí ir al cine a ver la película de la novela antes de ir a la posada. Fui a Cinépolis Perisur, y la única función subtitulada que me quedaba para llegar a una hora más o menos decente a la posada era en la sala VIP, así que entré ahí, razonando que no había casi gastado en cine este año y bien podía permitirme una función en la sala VIP.

No me arrepiento para nada haberla visto ahí. Y es sólo la segunda película que veo en sala VIP; la otra fue El Señor de los Anillos: El Regreso del Rey. Que tampoco me arrepiento, por cierto.

Después fui a la posada de Enrique (llegué a las 10:30; eso todavía es decente), me divertí un rato y regresé a mi casa a la 1:30 de la mañana. Un poco para apaciguar mi culpa trabajé una hora en mi tesis antes de dormir.

Al otro día conseguí las otras dos partes de la triología, y en la noche comencé a leer la segunda parte: The Subtle Knife.

Otra noche sin dormir. La segunda parte me gustó mucho más que la primera, y esa sí la leí de principio a fin sin detenerme para nada más. Terminando me dormí, y nada más despertarme (y comer), decidí dejar de hacerme güey y mandé a un tubo mi tesis para poder leer la tercera parte, The Amber Spyglass… que me gustó aún más que las otras dos.

No fue su culpa totalmente, pero sin duda la triología de His Dark Materials contribuyó bastante a que acabara mi tesis horas antes del fin de año.

Y esa es la triste historia de cómo leí His Dark Materials. Si quieren enterarse de por qué fue que me atraparon estas novelas, lean la página.

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Grilla

Esta entrada es de política. Sólo que no de política política; sino de las grillas que han afectado a Gentoo en el último año.

Esta entrada la inicié en la mañana porque vi un correo en la lista de correo de Gentoo donde un chavo preguntaba si la revista semanal de Gentoo (Gentoo Weekly Newsletter) estaba muerta porque no había salido desde octubre.

(A lo cual probablemente yo hubiera dicho “a preguntas idiotas…”)

Unos minutos después, mientras escribía la entrada, encontré en Slashdot la noticia de que Daniel Robbins “ofrece” regresar para liderear Gentoo de nuevo. Daniel Robbins, para los que no lo sepan, es el creador original de Gentoo.

Gentoo es estos momentos, básicamente, un desmadre.

Un montón (decenas) de desarrolladores han renunciado al proyecto, hay una desorganización enorme que ha causado que sólo hubiera un release en el 2007 (la 2007.0), la administración del proyecto es para motivos prácticos inexistente (tanto es así que, al parecer, Gentoo no existe legalmente), entre muchos de los desarrolladores que quedan hay harta mala leche, etc., etc.

La distribución no se ha vuelto inusable básicamente porque, mal que bien, el diseño de Gentoo es modular y ha permitido que la gente que se limita a mantener ebuilds lo siga haciendo, y porque la mayoría de los desarrolladores que se han quedado son los que de por sí se dedican a chambear en lugar de estar grillando.

¿Qué causó tan soberano desmadre? Como en todas las cosas donde un número no trivial de seres humanos estén involucrados (trivial siendo menor o igual a uno), la respuesta es compleja. En particular yo (que no he contribuido en el desarrollo de Gentoo más que con un par de ebuilds y un par de correos en la lista ayudando gente) percibo que en gran medida fue un problema de crecer mucho y muy rápido. Recuerdo hace poco más de un año, cuando diario en la lista de desarrolladores daban la bienvenida a tres o cuatro nuevos desarrolladores. Diario.

Toda esta gente nueva (que no dudo estaba ansiosa de contribuir) entró al proyecto sin que hubiera una infraestructura robusta o reglas claras de quién decide qué… o para motivos prácticos de cómo se deciden las cosas.

Y tampoco ayuda que muchos desarrolladores se portaran como adolescentes en las discusiones públicas. En -dev llegó un punto donde nadie podía decir nada sin que todo desencadenara en estúpidas flame wars.

¿Estoy preocupado, debería ir buscando una nueva distribución? No, por supuesto que no. En los proyectos Open Source siempre ha habido un montón de drama; sólo en el caso de Gentoo ha sido algo más espectacular, masivo y vergonzosamente público. Los ebuilds ahí están, y a pesar de todas las diferencias (y profundos odios) entre desarrolladores particulares, el EAPI ha ido avanzando, lo cual permite que incluso si el desarrollo de Portage muriese, entonces Pkgcore o Paludis puedan retomar la estafeta y continuar así el desarrollo de Gentoo. Con Software Libre en general ningún proyecto muere del todo.

Esto no quiere decir que Gentoo en este momento no esté plagado de problemas, técnicos y políticos, que deben resolverse. ¿Es la propuesta de Daniel lo que le conviene a Gentoo?

No lo sé. Por una parte creo que el que alguien (casi casi quien sea) tome el mando y se ponga a gritar órdenes (no importa si son buenas o malas) sería algo bueno, porque al menos podría evitarse que se siguiera perdiendo el tiempo en discusiones estériles y flame wars. Y ciertamente Daniel es el único que tiene la fama necesaria para poder hacerlo.

Por otra parte Daniel no me da muy buena espina. Hacer el prototipo de Portage en Python se me hace una idea bastante buena; el negarse a reescribirlo en un lenguaje más estricto (o rápido), o ni siquiera a reescribirlo en Python para reparar los errores de diseño que lo plagan (digo “diseño”, pero quiero decir realmente errores porque no hubo diseño) me parece bastante necio. Además hace unos meses Daniel había “regresado”, sólo para salir unos días después haciendo berrinche como niño chiquito porque no quisieron hacer las cosas exactamente como él quería. Además de que amenaza con sólo dedicarle tiempo parcial al proyecto.

Si Gentoo muriese (que lo dudo) es muy fácil continuarlo: es sencillamente tomar el último snapshot del árbol de Portage (los ebuilds) y construir una distribución encima de eso. E incluso podría usarse Pkgcore o Paludis como manejador de paquetes en lugar de Portage, gracias al EAPI. Así que no me preocupo ni siquiera de tener que reinstalar nada.

Pero además yo creo que Gentoo se recuperará. Eventualmente. Con o sin Daniel Robbins.

Y sí, hay grillas, hay discusiones y hay tensión; pero eso es medio inevitable, y aunque ahorita sí es excesivo, no dudo que regrese a la “normalidad” tarde o temprano. Yo seguiré cumpliendo mi deber como usuario; actualizando regularmente, llenando reportes de bugs, colaborando de vez en cuando en la lista de correo.

Esto es sólo un bache. Uno particularmente largo y profundo, pero sólo un bache. No dudo que en unos meses (tal vez años, esperemos que no) Gentoo habrá superado estos problemas. El otro día un desarrollador se disculpó con otro; eso ya para mí es un avance.

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Tips para Nautilus

Aunque varios de mis cuates utilizan GNOME, pocos de ellos usan Nautilus en su modo espacial.

Las razones son varias, pero me parece que una muy importante es que no conocen los distintos atajos disponibles, que hacen que utilizar Nautilus sea rapidísimo y óptimo.

Para su beneficio y el de cualquiera de mis lectores que use GNOME, aquí les van algunos tips para Nautilus:

  • Con Nautilus abierto en un directorio, Backspace abre el directorio padre.
  • Shift y alguna acción cierra el directorio actual (por ejemplo, Shift+Backspace abre el directorio padre y cierra el directorio actual).
  • Ctrl+L abre un diálogo donde se puede poner un directorio para que Nautilus abra; más aún, el diálogo tiene autocompleción.
  • Ctrl+S abre un diálogo para poner un patrón para seleccionar archivos; si uno pone *.txt, se seleccionarán todos los archivos con extensión .txt en el directorio.
  • Ctrl+1 y Ctrl+2 seleccionan la vista con iconos y la vista con lista, la cual además permite ir abriendo los subdirectorios usando un árbol; lo que es particularmente útil para directorios remotos.
    Vista con lista en Nautilus

    Vista con lista en Nautilus
  • Ctrl+Shift+w cierra todos los directorios ancestrales que estén abiertos; el padre, el abuelo, etc.
  • Ctrl-q cierra todos los directorios.

(Entre otras cosas también quería poner esta lista porque me gusta mucho cómo se ven las balas en mi nuevo tema.)

Con esos trucos es muy sencillo utilizar Nautilus a la misma velocidad (o mayor) que la línea de comandos. Siempre y cuando uno no necesite manejar archivos y/o directorios a los cuales un usuario normal no tiene acceso.

Que esperemos de eso se haga cargo PolicyKit cuando esté listo.

Actualización: Agregué Ctrl+Shift+w y Ctrl-q por recomendación de Omar.

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Aliens

El otro día pasaron Aliens en la tele. Lamentablemente la señal de Cablevisión tuvo a bien joderse justo al final, en la parte más emocionante de la película cuando Ripley va a rescatar a Newt.

Alien es una película fabulosa, pero Aliens es sin duda alguna mucho mejor. La primera película es al fin y al cabo la misma fórmula de “pocos güeyes encerrados con monstruo persiguiéndolos”; la segunda en cambio es una de las mejores películas de acción/ciencia ficción que existen.

En la película aparecen Michael Biehn y Lance Henriksen como Hicks y Bishop, en dos papeles chingonsísimos. Además Bishop rinde homenaje a Asimov diciendo que no puede dañar a un ser humano, o por inacción permitir que un ser humano sea dañado. Y tiene una línea muy cagada cuando se ofrece a llevar la terminal para llamar por control remoto a la segunda nave del Sulaco: “I might be synthetic, but I’m not stupid”.

A los actores de la película James Cameron los obligó a leer Starship Troopers, y la novela de Heinlein aparece en todos lados en la película; desde que el soldado interpretado por un jovencísimo Bill Paxton pregunta si la misión será otra “cacería de bichos” (bug hunt), las “bajadas” (drops), y en general toda la actitud de los marines.

También medio sutil, pero cuando están cayendo, el personaje de Bill Paxton dice “I’ve got a bad feeling about this drop”.

Toda la acción de la película es fabulosa (como suele ser en las películas de James Cameron), pero lo mejor de todo es sin duda la “batalla de las madres” entre Ripley y la Alien Queen. That monster’s a bitch.

Aliens3 no es una película mala, pero sí fue una mentada de madre que después de todo el desmadre por el que pasó Ripley para rescatar a Newt, se muriera incluso antes de empezar la película. Por no hablar de que Hicks ni siquiera aparece; o Bishop, que tiene una aparición como semicadáver.

Alien: Resurrection tampoco es mala película; exceptuando por el final con el humano-alien-híbrido (que es de las cosas más chafas que he visto), de hecho es una película de acción bastante divertida.

El problema con la tercera y cuarta partes es que mandaron al carajo una continuidad que Aliens cuidadosamente había construido siguiendo la premisa que Alien había dejado. Los comics que Dark Horse publicó continuaban la historia de forma mucho más inteligente, incluyendo a Newt enamorándose de un soldado que era parte de una compañía de puros androides que no sabían que lo eran.

Así que aunque por sí mismas Aliens3 y Alien: Resurrection pueden ser películas divertidas, para mí la serie terminó en su punto más alto, con Aliens.

Y no me hagan empezar con Alien vs. Predator.

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KDE 4.0

Hoy salió (después de un retraso de algunas semanas) KDE 4.0.

Yo nunca usé KDE. Bueno, muy al inicio de que comencé a usar Linux es posible que haya instalado una de las primeras versiones, al buscar una interfaz gráfica para el sistema.

Pero en general no usé KDE porque básicamente no había de otra: KDE usaba (y usa) Qt, que en ese entonces no era posible incluirlo en la mayoría de las distribuciones, y entonces casi cualquiera de las distribuciones que instalara no lo traía.

Para cuando Qt se cambió a la licencia dual GPL/QPL, yo ya usaba WindowMaker o algo por el estilo, y comenzaba a preferir las aplicaciones escritas con Gtk+. Cuando GNOME fue usable (que, dado que yo usaba casi para todo la línea de comandos, no debió tardar mucho), me pasé a él y jamás he vuelto a cambiar.

Cuando instalé Gentoo por primera vez en mi primera laptop, recuerdo que me maravilló lo sencillo que era instalar cosas y decidí probar KDE de nuevo. Me arrepentí muy rápido; compilar con C++ era órdenes de magnitud más lento que compilar C. Aún ahora sigue siendo más lento.

Esa es una de las razones por las que no volví a tratar KDE (y por las que en ninguna de las máquinas que yo mantengo hay rastro de KDE o Qt); pero en verdad la principal es que GNOME 2 me parece muy bien diseñado y pensado.

GNOME 2 tiene en este momento una desventaja clara con respecto a KDE: GNOME VFS fue un módulo que se trajeron de GNOME 1.2 y que sencillamente está descompuesto. Más allá de descompuesto; es irreparable, y debe ser reemplazado… que es justo la idea de gio y GVFS.

Pero exceptuando eso GNOME me parece ha tenido ideas mucho más innovadoras (y elegantes) que KDE. Además de que GNOME ha sacado sus versiones cada seis meses sin falta desde hace casi diez años. Y conservando compatibilidad binaria en las cosas más básicas; es por ello que Firefox, Thunderbird, VMware y un montón de otras aplicaciones usan Gtk+ y no Qt. Porque además no me hagan empezar con la compatibilidad de ABI en C++.

Pero claro, todo eso es como yo veo las cosas; habrá quien piense distinto. Yo no tengo nada en contra de KDE, sus desarrolladores o sus usuarios.

KDE 4.0 se retrasó unas semanas por razones que varían dependiendo de a quién le pregunten y cuándo lo hagan. Entre los cambios que trae por fin tiran a la basura aRts (que su mismo creador había sugerido hacía años), agregan un manejador de archivos propiamente, y no un sistema operativo completo como era Konqueror (aunque siguen incluyéndolo), y un montón de cosas más.

La verdad no sé cómo esté KDE 4.0… pero para ser sincero tampoco he sabido cómo está KDE 3.5… ó 3.4… etc. Sólo sé que desde un punto de vista externo, KDE 4.0 se puede percibir un poco como Windows Vista. Hay quejas del retraso que tuvo, de que aún así no está listo, que hay demasiados cambios y muchos de ellos innecesarios, etc.

Yo no estaba al pendiente de las cosas cuando GNOME cambió de 1.2 a 2.0 (estaba enclaustrado haciendo la tesis de licenciatura), pero muchos han dicho que se dijo exactamente lo mismo de él. Y GNOME 2 creo que ha sido terriblemente exitoso (dado que es la interfaz por omisión de casi todas las distribuciones importantes de Linux). Así que esperaría que KDE 4 terminara superando cualesquiera problemas que pudiera tener ahora en una versión punto cero.

Y claro, todo mi interés en esto es puramente académico; yo sigo usando GNOME y estoy muy contento (y cada vez más) con el sistema, muchas gracias. Sólo que en general espero que a KDE le vaya bien; la competencia amigable entre ambos escritorios ha hecho que ambos mejoren: gio y GVFS sin duda alguna toman muchas ideas de KIO y los IOslaves (aunque también del paquete java.io de Java y el equivalente en C#). Así como Dolphin evidentemente copia un poco de Nautilus en su modo de navegación (no espacial).

Así que le deseo suerte a KDE 4.0, y espero que resuelva los innegables y numerosos problemas que ya mucha gente ha reportado. Le conviene a Linux en general.

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Creacionismo

Acabo de ver el episodio de los Simpsons donde, de forma muy idiota, atacan al creacionismo (el episodio es el número 21 de la temporada 17: The Monkey Suit).

Digo que lo hacen de forma muy idiota porque los Simpsons en general son implacables cuando se burlan de algo o alguien, y resulta que con el creacionismo se burlan de forma muy cuidadosa; al grado del patetismo. Yo sé que un montón de tarados gringos son creacionistas (o algo que se le parece); y más importante, tienen una voz y una capacidad de movilización desproporcionados si los comparamos con casi cualquier otro país civilizado. Entonces podría entender el miedo de los escritores o productores de los Simpsons a la reacción que posiblemente provocaría un episodio que atacara implacablemente al creacionismo.

Y ante eso sólo puedo decir que qué cobardes los escritores (o productores) de los Simpsons son, porque si un grupo merece el escarnio, el ridículo y la burla son sin duda alguna los creacionistas.

Para los que no lo sepan, los creacionistas son aquellos que creen que Dios creó al mundo (de ahí su nombre). Pero además creen que ocurrió exactamente como se dice en el libro del Génesis de la Biblia: seis días, hágase la luz, Eva de una costilla, etc. Según ellos todo lo que dice la Biblia no son metáforas, o alegorías, o nada por el estilo: es la verdad única y absoluta, palabra por palabra.

Claro, existen matices: hay creacionistas “hard core” que dicen que el universo tiene más o menos seis mil años de edad (sumando las edades de los personajes de la Biblia), y hay creacionistas “soft core” que dicen que los “días” del Génesis pueden haber durado mucho porque no había sol o luna al inicio, y por lo tanto “permiten” la “posibilidad” de que el universo tenga millones de años. De cualquier forma, “hard core” o “soft core” todos los creacionistas dicen que el primer ser humano fue Adán y que eso de que descendemos de primates es mentira, pecado y blasfemia. Más o menos en ese orden.

Yo he estudiado bastante del tema porque tenía una novia cristiana que una vez me dijo que viéndome ella podría llegar a creer que sí era “posible” que los humanos descendiéramos de los monos (yo soy muy peludo… pero mucho). Recuerdo haber volteado a verla, completamente horrorizado, y preguntarle que qué carajo quería decir con “posible”. A partir de entonces estudié el tema más o menos a fondo.

Yo creo que cada quien tiene el inalienable derecho de creer lo que se le pegue la regalada gana. Yo, por principio y convicción no me meto en lo que cree la gente (en el sentido de decirle a la gente qué creer)… y por lo tanto espero que no se metan con mis creencias (en el mismo sentido). Así que si alguien decide creer que el primer ser humano fue Adán, que todas las evidencias existentes de la evolución son para “probar nuestra fe”, y que la Biblia es verdadera en todas y cada una de sus palabras (incluyendo las partes que contradicen a otras partes), yo respeto eso. Por supuesto, no comparto tales creencias; pero respeto el derecho de cada quien a tenerlas.

Para todo eso es tan ridículo como creer que el Mar Rojo se dividió, que una virgen dio a luz, o que a Juan Diego se le apareció dicha virgen para después hacerle una copia Xérox en su huipil. Eso es lo que yo creo, y espero que se respete mi derecho a creer eso.

Espero que quede claro, porque puede tal vez resultar confuso; sencillamente hay creencias que para mí son ridículas o idiotas, como que los negros o indios somos inferiores a los blancos, o que las mujeres no deben votar. Para esas ideas están al mismo nivel de la mayor parte de los mitos religiosos: los abrahímicos, los grecoromanos, los precolombinos y los budistas. Aunque son más entretenidos los mitos religiosos, debo admitir.

Y es mi derecho decir lo que pienso acerca de mis opiniones, por supuesto; así como alguien que cree en el Monstruo del Espagueti Volador tiene derecho a pregonar las virtudes de su apéndice en forma de tallarín; o como los cristianos tienen el derecho de sugerir que nos amemos los unos a los otros (que me gustaría oírlo más seguido que cuando vociferan los motivos por los cuales arderemos en el infierno).

Pero por idiota o ridículo que a mí me parezca, respeto que decidan creer lo que sea, porque es su derecho. Y además yo jamás le he dicho a nadie en qué debe creer; sólo digo en lo que yo creo, y por qué. Cada quien tendrá el derecho de estar de acuerdo o en desacuerdo conmigo.

En general la gente religiosa (al menos la mayoría que yo conozco) es razonable, es respetuosa. No comparten mis puntos de vista (como yo no comparto los suyos), pero nos respetamos mutuamente y nuestros respectivos derechos de creer lo que se nos venga en gana. Muchos de mis conocidos y amigos son creyentes, por supuesto (los ateos seguimos siendo en general minoría).

El problema con los creacionistas es que quieren que sus creencias las tengamos todos. No dicen “nosotros creemos esto y esa es nuestra fe y con ello somos mejores personas” (que cuando alguien me dice eso, por ridículas que me parezcan sus creencias, de verdad respeto que tengan una consecuencia positiva en su vida). Lo que dicen es “la nuestra es la única verdad, y lo que dicen los demás es mentira”.

Como eso en general no los lleva muy lejos, toman tácticas evasivas y tratan (por ejemplo) que las escuelas primarias enseñen al creacionismo como una “teoría alterna” de cómo se desarrolló la vida en el planeta Tierra. La mamada del “Diseño Inteligente”, pues.

Lo que nos lleva (de nuevo) a que México es un estado laico. Si quieren imponer en la educación pública cualquier enseñanza religiosa (ridícula o no), se las van a ver muy difícil. Pregúntele a los cristeros.

En la educación pública se enseña lo que la ciencia puede demostrar. Punto. Eso no es imponerle a nadie nada; es ser sinceros. Se le enseña a los niños lo que podemos estar seguros que es verdad; o esa es la intención al menos. La ciencia se equivoca, al fin y al cabo; es conducida por seres humanos.

Pero ese es el problema con el pensamiento religioso; parte de absolutos, y no permite el cuestionar un montón de cosas. Y el principio fundamental de la ciencia es cuestionar; a ella misma y cómo obtiene sus resultados en primer lugar. Esa es la razón por la que un estado laico debe enseñar lo que la ciencia puede demostrar; y nada más. No es intolerancia al pensamiento religioso; es sólo que casi todas las religiones tienen el ligero problema de que es sencillísimo demostrar que un montón de cosas que dicen sencillamente son falsas.

(Debo especificar que me queda clarísimo, porque lo he visto, que la religión puede tener un efecto súper chido en la vida de una persona, y ser un aspecto sin duda alguna positivo… lo cual no evita que la ciencia suela demostrar que varias cosas de dicha religión –cualquier religión– sean falsas.)

Si alguien quiere creer en la inmortalidad del cangrejo, y pregonarlo en la calle y enseñárselo a sus hijos antes de que duerman todas las noches, tiene todo el derecho de hacerlo. Pero si manda a sus hijos a una escuela pública, con la pena pero ahí les van a decir (les deben de decir), que los cangrejos son igual de mortales que las jaibas. No es faltarle el respeto a sus creencias o a su derecho de creer en lo que quieran; es sencillamente la labor del sistema de educación pública de un estado laico.

Y la necedad casi bestial por parte de los creacionistas de querer cambiar eso, además utilizando una sarta de mentiras, trucos y tácticas sucias cuando alguien trata de razonar con ellos, es lo que los hace merecedores de el escarnio, el ridículo y la burla. No sus creencias (que en particular yo encuentro ridículas), sino el hecho de querer imponerlas, y en los casos más descarados como “equivalentes” a la ciencia además.

Por eso me molestó el capítulo de los Simpsons. Los creacionistas utilizan una cantidad de tácticas deleznables para tratar de imponer sus creencias, y merecen ser expuestos y ridiculizados como lo que son: una bola de charlatanes. Y los escritores o productores de los Simpsons les faltaron los huevos para hacerlo.

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