Fui a ver de rebote The Fountain, porque realmente quería ver The Good Shepherd pero me quedaba muy tarde (dura dos horas y veinte minutos). Se aplican etc.
Cuando acabó la película, lo primero que me vino a la mente fue “¿mande?”
No porque sea pretenciosa (que lo es), o deliberadamente ambigua (que también lo es), y definitivamente no porque no le “entendiera”. Fue un “¿mande?” justamente porque la película no dice mucho (de hecho no dice casi absolutamente nada), pero se las ingenia para hacerse muchísimas bolas y tomarse terriblemente en serio con dos temas bastantes comunes y corrientes: amor y muerte.
Me gustó la película: Hugh Jackman y Rachel Weisz están fabulosos (especialmente él; verse bonita y lucirse con un papel de muchacha moribunda es demasiado fácil para una actriz como Weisz), la fotografía es maravillosa y la música está muy chida. La historia está extremadamente revuelta, y yo digo que a lo puritito pendejo, porque bien podrían haber dicho mucho más y con más profundidad (y digo profundidad en serio, no “profundidad” de “oh, miren qué profundo soy”) sin menearle tanto a dos temas que cualquiera ha considerado en alguna noche de insomnio.
Pero está bonita, y ciertos elementos visuales hacen que valga la pena verla en el cine. Sólo que si no les gusta no se quejen conmigo.

Afortunadamente, a mi si me gusto, aunque coincido contigo, pudieron haberla echo mas sencilla, puesto que la historia lo es.
Saludos