Spider-Man: Sin Camino a Casa

A mediados de diciembre del año pasado fui a ver Spider-Man: No Way Home, porque por supuesto que eso hice.

Se aplican ya saben.

Spider-Man: No Way Home

Spider-Man: No Way Home

Dios mío, que película más idiota. Me encantó como no tienen idea.

La historia, que es de las cosas más serpentinas que he visto en el cine, tiene más hoyos que un colador y casi casi la misma profundidad. Para motivos prácticos todos los personajes actúan de forma que no tiene sentido, o contradice sus apariciones anteriores, o sencillamente como si no fueran capaces de pensar en las consecuencias de sus actos.

Además el hecho de que fue realizada durante la pandemia se nota, con muchas tomas convenientemente teniendo sólo a dos o tres personajes en la pantalla, para poder filmarlos tratando de seguir la sana distancia. Los efectos, aunque no terribles, ciertamente dejan algo qué desear.

Nada de eso importa, en lo más mínimo.

Lo único que importa es que salen las tres encarnaciones cinematográficas de mi personaje favorito de los cómics de todos los tiempos, trabajando como equipo e intercambiando bromas y experiencias. Nada más por eso se le puede disculpar casi absolutamente todo a esta película.

Spider-Men

Spider-Men

Además de eso, el hecho de que desmueran a hot young aunt May me pareció interesante; Spider-Man siempre pierde a un tío: es el catalizador en su travesía a convertirse en un héroe. Que en el MCU ese tío sea la tía May es, cuando menos, original.

También, supongo, debo mencionar la módica redención y desarrollo de personaje que le dan al Asombroso Hombre Araña (Andrew Garfield) al permitirle pagar su mayor falla: el no haber podido salvar a su Gwen Stacy.

Justicia para Gwen

Justicia para Gwen

Pero la película es basura, objetivamente. No le quita lo entretenida y (probablemente mucho más importante) el hecho de que es increíblemente satisfactoria para los fans de Spidey, por más que parezca una rutina (no particularmente buena) de Saturday Night Live.

Como sea, no importa mucho lo que yo diga de la película; la misma ganó todo el dinero del mundo y le gustó básicamente a todo mundo. Aunque hago énfasis en gustó; casi nadie ha dicho seriamente que sea una buena película… aunque Kevin Smith sugirió que la nominaran como mejor película de 2021. Adoro a Kevin Smith, pero eso es retrasado mental.

En resumen: me encantó este churro objetivamente malo, y al parecer es el consenso en casi todo el mundo. Así que véanla; aunque probablemente ya lo hicieron, múltiples veces.

Pegando y suavizando

Teniendo impresas (y en algunos casos reparadas) las piezas de asesino serial de mi Asuka, el siguiente paso fue pegar lo necesario antes de intentar suavizar las líneas de impresión de la figurilla, como paso anterior a pintarla.

Había dos tipos de pegaduras que tenía que hacer; en unas sencillamente tenía que fijar las dos piezas juntas, como en los interface headsets en el cabello; o la cabeza (técnicamente cuello) sobre el torso; o (si no me hubiera visto forzado a serrarlo) el cabello sobre la cabeza. En otras palabras; esas partes podía pintarlas de forma separada, pegarlas nada más fijándolas (usando Kola-Loka, por ejemplo) y todo estaría bien; no importaba que se notara la transición de una pieza a otra, porque tendrían colores distintos y son “partes” distintas de la figurilla.

El otro tipo de pegadura no bastaba fijar las piezas juntas; además había que sellar la inevitable línea de separación y probablemente lijar encima, para que no se notara que habían sido piezas distintas. En otras palabras, tenía que resanar esas uniones; que eran las que componen todo el cuerpo (o sea, descontando la cabeza) de Asuka: el torso con los brazos y piernas, y los pies con estas últimas.

Podría haber intentado usar Plasti-Loka para hacer este resane, pero es muy difícil de lijar (aunque se puede), así que decidí buscar un pegamento especializado.

Investigando en la red, me decidí por J-B Weld PlasticWeld, que está pensado justamente para esa tarea. Cuando por fin llegó el pegamento (que es realmente una plastilina epóxica que hay que amasar un rato antes de usarla), el manual de instrucciones me aterró un poco.

Decía que si olía el epoxi, me iba a morir; que si tocaba el epoxi, me iba a morir; que si tragaba el epoxi, me iba a morir; y que si por alguna razón mis ojos tocaban el epoxi, me iba a quedar ciego… y después me iba a morir.

En ningún momento al decidir embarcarme en este proyecto supuse que iba a estar arriesgando mi vida por el mismo.

Total que usé la protección para ojos que utilizo al usar mi taladro o mi sierra eléctrica; reusé las máscaras de Covid; compré guantes quirúrgicos y me puse a resanar el cuerpo ya pegado de Asuka.

La famosa plastilina epóxica me dejó sentimientos encontrados; es muy fácil de usar y moldar, pero es muy incómodo estarlo haciendo protegido como Bruce Willis al inicio de 12 Monkeys. Y es fácil de lijar, pero embota toda lija o lima de inmediato, además de que desprende polvo tóxico de a madres, lo que fuerza a usar de nuevo los lentes y la máscara (se supone ya no hay problema de contacto con la piel).

Como sea, creo que quedó bien.

Asuka pegada, recordándote que eres basura

Asuka pegada, recordándote que eres basura

Lo siguiente era eliminar las líneas de impresión. Para esto, habían múltiples estrategias; una era lijar todas las piezas hasta que las líneas ya no se notaran, pero eso (además de que es un chingo de chamba) cambia su dimensión notablemente; otra era embarrar todas las piezas con la plastilina epóxica y lijarla de nuevo, pero la idea me daba una hueva infinita. La otra era usar otro epoxi, pero ahora en resina, que dejara una capa ya suave encima del plástico impreso, que después pintaría encima.

Habiendo no disfrutado mucho con el famoso J-B Weld, me decidí por lo segundo. Así que compré resina epoxi especializada para ello, Alumilite Amazing Clear Cast, y no van a creer lo que decía el manual de instrucciones.

Decía que si olía el epoxi, me iba a morir; que si tocaba el epoxi, me iba a morir; que si tragaba el epoxi, me iba a morir; y que si por alguna razón mis ojos tocaban el epoxi, me iba a quedar ciego… y después me iba a morir.

Comencé a notar un patrón en estas cosas.

Como sea, me protegí como Bruce Willis al inicio de 12 Monkeys una vez más, y con unos pinceles comencé a poner una capa de epoxi sobre todas las piezas de mi figurilla. El proceso es ligeramente engorroso, porque uno tiene que poner la cantidad exacta de resina; si uno pone muy poco, las líneas de impresión siguen notándose; si uno pone demasiado, la resina se corre y se forman goteos bastante feos.

Siendo, como soy, carente de cualquier talento para estas cosas, en general puse o demasiado poco o demasiado mucho epoxi. De todas formas, no quedó mal.

Las piezas de Asuka con resina

Las piezas de Asuka con resina

El escudo de los Pumas fue un experimento de impresión que hice antes de Asuka y que usé para probar el epoxi. El cuerpo tampoco quedó mal, pero ahí tuve muchos más goteos.

El cuerpo de Asuka con resina

El cuerpo de Asuka con resina

Cuando el epoxi se curó por completo (toma unas 24 horas) todavía le di una repasada a algunas partes, o de plano corté corridas de goteos en varias otras, con un cutter literalmente, dejándolo curar una vez más. Al terminar, en algunos casos volví a limar varias partes donde puse demasiada resina. Ya no le tomé una foto (no estaba muy orgulloso de cómo se veía en ese momento).

Lo que debí hacer es fijar todas las piezas con Kola-Loka; y en lugar de estar arriesgando mi vida con epoxi tóxico, utilizar lo que las hojalaterías de todo el mundo llevan usando desde hace décadas: pasta (también conocida como bondo); se mezcla, se aplica, es muy fácil de lijar (está pensado para lijarse) y no es tan tóxico como el epoxi. Es lo que planeo utilizar en mi próximo proyecto.

¿Salió perfecto el pegado y suavizado? No; pero no tenía que serlo.

Para este punto ya todo estaba listo para proceder a pintar las piezas de la figurilla, que de eso hablaré en la siguiente entrada.

La impresión

Teniendo mi modelo de Asuka ya despedazado en piezas de asesino serial y rebanado en Cura para poder ser impreso, pocedí a hacer justamente eso.

La impresión me llevó múltiples días, más de una semana; comenzando por la cabeza. Anticipo de una vez: todas las fotos que pondré en esta entrada son todavía más sugerentes de un asesino serial, porque ya en el espacio de carne las piezas tienden a verse bastante macabras.

La cabeza salió sorprendentemente bien; me encantó cómo quedaron la nariz y los labios, particularmente porque en animé luego es muy común que la nariz (especialmente de mujeres) apenas sea una curvita y la boca una línea.

La cabeza de Asuka

La cabeza de Asuka

Los ojos por supuesto en el modelo 3D son una textura, que pues eso no se imprime en 3D: los iba a tener que dibujar yo, de alguna manera; pero para este momento ya tenía un plan para ellos. Lo que sí es que esos ojos blancos vacíos ciertamente están de meyo.

Siguió el cabello, que me parece fue el error más grave que cometí al imprimir las piezas. En el modelo 3D, la cabeza de Asuka era de estos “volúmenes” con volumen cero que comentaba: era, para que lo puedan visualizar, como una vasija con un hoyo en la parte de arriba y atrás, porque en el modelo eso es cubierto por el cabello. El cabello igual, por cierto: abajo y la parte de la nuca no tenían nada, porque eso lo cubre la cabeza. Así que “tapé” ambos volúmenes para que fueran topológicamente una esfera cada uno, y luego le “resté” al cabello la cabeza, para que se pudieran pegar “sin problemas”.

Pongo “sin problemas” entre comillas, porque soy un retrasado mental: el error que cometí, es que aunque dejé el espacio exacto en el cabello para que cupiera la cabeza, no se me ocurrió que tenía que pasar a través del fleco y los flequillos. No era posible meter la cabeza en el pelo sin romper las frágiles puntas del cabello de Asuka.

Me di cuenta de inmediato al tener tanto el cabello y la cabeza en mis manos. Ni siquiera le tomé una foto; no quería volver a imprimirlo (tardó mucho más tiempo en imprimirse el cabello que la cabeza), así que, a la mexicana, agarré una sierra y me puse a serrar… para inmediatamente notar que ese primer corte no fue en el lugar adecuado, así que tuve que hacer un segundo corte.

Y en el proceso de cualquier manera varias de las frágiles puntas del cabello se romprieron.

El pelo y cabeza de Asuka

El pelo y cabeza de Asuka

Nada de esto era el fin del mundo, porque planeaba pegar la figurilla de cualquier manera, pero sí fue el error más grave que cometí, sin duda alguna. De cualquier forma el pelo se veía muy bien por detrás.

El pelo de Asuka por atrás

El pelo de Asuka por atrás

Y haciendo un preview (con diurex para el cabello), de hecho se veía todo bastante bien.

Asuka con pelo

Asuka con pelo

Aunque esos ojos muertos siguen siendo bastante macabros. Siguió el torso, que tardó siglos en imprimirse pero me parece también quedó suficientemente bien.

El torso de Asuka

El torso de Asuka

Los únicos problemas que le vi fueron dos: el ancho del cuello del plugsuit es muy delgado en una parte, y la impresión de plano dejó ahí un hueco.

El hoyo en el cuello

El hoyo en el cuello

La segunda la mencionaré más adelante. El torso con la cabeza comenzaba a dejar ver que el proyecto tenía esperanzas de ser pasable.

Cabeza y torso de Asuka

Cabeza y torso de Asuka

Procedí a imprimir los brazos, que salieron casi bien.

Brazos de Asuka

Brazos de Asuka

El problema es con la mano de Asuka que tiene el dedo índice levantado: los soportes que debían sostener el dedo pulgar correspondiente se colapsaron; pude detectarlo más o menos a tiempo, así que pausé la impresión y puse algo de cinta de pintor como soporte, con lo cual el resto del pulgar se pudo terminar de imprimir; pero se quedó mocho como un falange y medio.

Pulgar mocho de Asuka

Pulgar mocho de Asuka

Lo reparé con un poquito de Plasti-Loka, que creo lo dejó medianamente bien. No se ve en la foto, pero también hubo un error con la muñeca de ese brazo; los plugsuits de los pilotos de Evas tienen algo parecido a brazaletes en las muñecas, y el de ese brazo de mi Asuka, por alguna razón, un pedacito salió volando en algún momento. No tengo idea de cómo salió mal ahí la impresión ni cómo salió volando; pero en lugar de pegarlo lo reconstruí también con Plasti-Loka.

Pulgar reparado de Asuka

Pulgar reparado de Asuka

Teniendo los brazos, la figurilla comenzaba a asomarse.

Media Asuka, recordándote que eres basura

Media Asuka, recordándote que eres basura

Siguieron las piernas, que no dieron absolutamente ningún problema.

Piernas de Asuka

Piernas de Asuka

Teniendo el torso y las piernas, pude verificar cómo se veían juntos.

Cuerpo de Asuka

Cuerpo de Asuka

En esa foto se ve cómo reparé el hoyo en el cuello con Plasti-Loka, así como el pulgar y la muñeca reparados de la misma manera. También se nota que tuve que rehacer el cuello; después de estar poniendo y quitando una y otra vez el cuello del torso, por fin se rompió. Pero fue muy fácil de reparar, de nuevo con Plasti-Loka.

Ya viendo todo junto, es que detecté el problema que mencionaba arriba. Además del tamaño masivo de la figurilla (pesaba la chingadera cuando lo agarraba con una mano), tardé como catorce segundos en darme cuenta de dos cosas: esa Asuka está demasiado chichona y demasiado nalgona.

Asuka más voluptuosa de lo que me gustaría

Asuka más voluptuosa de lo que me gustaría

Según yo así no es en el modelo 3D; publiqué las fotos hace unos días, díganme si me equivoco. Pero al tenerlo impreso en el espacio de carne, sí me pareció más pronunciado que en el monitor de la computadora.

Lo cual no debería extrañarme; saqué ese modelo de un juego pornográfico.

Como sea; imprimí los pies de Asuka, así como los interface headsets (que mucha gente cree que son clips para el cabello, pero no, es parte de lo que permite a los pilotos Eva comunicarse con el monstruo), y estaba tan emocionado que ni siquiera les tomé una foto individual, armé de nuevo toda la figurilla (con diurex para el pelo) y le tomé una foto en crudo.

Asuka en crudo, recordándote que eres basura

Asuka en crudo, recordándote que eres basura

Para mi sorpresa, la figurilla se equilibra en eso piecitos (que la verdad también salieron unas patotas ya impresas), a pesar de que el modelo se está inclinando al frente con una cabeza masiva gracias a la melena en un futuro peliroja de Asuka.

De todas maneras imprimí una base con guías que se acomodarían con hoyos en los pies de Asuka. La base fue sorprendentemente difícil de imprimir, porque se me deformaba al no tener suficiente adherencia mi placa de impresión.

Base de Asuka deformada

Base de Asuka deformada

Un poco de spray para cabello justo antes de imprimir resolvió eso, y por fin tuve mi base.

Base de Asuka

Base de Asuka

Fueron horas de estar imprimiendo, serrando el cabello, reconstruyendo el pulgar, y haciendo vistas adelantadas de la figurilla armada. Fue un proceso que tardó más de una semana, pero ciertamente el que menos actividad de mi parte requirió: en general dejé a la impresora hacer lo suyo mientras yo me iba a trabajar.

¿Salió perfecta la impresión? No; pero no tenía que serlo.

En la siguiente entrada platicaré cómo pegué las partes del cuerpo de la figurilla y cómo traté de eliminar las líneas de impresión de la misma.

Avatar el Camino del Agua

En diciembre del año pasado compré boletos para ir a ver Avatar: The Way of Water… e inmediatamente antes de la película me dio Covid. Semanas después, a finales de enero de este año, por fin fui a verla.

Avatar: The Way of Water

Avatar: The Way of Water

Esta película es ridícula, predecible, emocionalmente barata y además Jaimito Cameron se autoplagia a sí mismo múltiples veces: podemos ver trozos de The Abyss, Titanic, The Terminator y Aliens, en algunos casos casi toma por toma.

Me encantó la película; lo cual no es de extrañar: las cuatro películas autoplagiadas también me encantan.

Jaimito es muy bueno explotando la cursilería pseudoromántica y la baratez emocional de (por ejemplo) matar a un hijo del protagonista en el clímax de la película. Y por supuesto es el maestro de explotar nuevas tecnologías para ofrecer vistas que antes de él en general eran imposibles de encontrar en la pantalla grande.

La historia será ridícula y barata; pero el corazón lo tiene en el lugar correcto. Y aunque es más superficial que sincero, la película (como su predecesora) sí tiene un mensaje ecológico y anti militar y anti capitalista (aunque nunca hay que olvidar que el objetivo primordial de la misma es ganar harto dinero).

A mí me gustó mucho Avatar; y creo que sinceramente me gustó más Avatar 2: Now Many Much Wetter. No es una joya de la cinematografía, pero tecnológicamente es impresionante y la historia será cursi y barata, pero pues el mensaje no es malo, por más superficial que sea.

(Y Quaritch diciéndole todo el tiempo a Neytiri “señora Worthington” me pareció de las cosas más ofensivas que un villano jamás haya dicho, y por lo tanto de las más divertidas).

Así que sí la recomiendo; innecesariamente, porque probablemente ya todo mundo la vio múltiples veces.

El modelo

Habiendo decidido que imprimiría un modelo de Asuka en mi impresora 3D y después hacerle lo necesario para que al menos pasara como una figurilla, tuve que resolver el primer problema: conseguir el modelo a imprimir.

Debo enfatizar, por enésima vez, que yo no puedo hacer ese modelo. Quiero decir; podría intentarlo, pero mi experiencia me indica que por más esfuerzo que le echara, jamás quedaría de tal forma que me satisficiera.

Entonces comenzó mi calvario para encontrar un modelo satisfactorio de Asuka.

Resulta que no hay muchas opciones, realmente. Y, aparentemente, como 127% de las opciones disponibles son pervertidas. Que yo no critico (es un personaje ficticio y además dibujado; ningún ser humano es dañado si alguien dibuja a dicho personaje de manera pervertida); pero no es lo que yo buscaba.

La cosa es que necesitaba un modelo 3D de Asuka con las proporciones correctas (de nuevo, todo mundo pervierte a la pobre piloto de Eva), con el plugsuit y accesorios correctos, y además en un formato que yo pudiera de alguna manera importar en Blender y, si Marx lo permite, manipular aunque fuera un poco.

Un modelo así, tal cual, fue básicamente imposible de encontrar. Pero la idea que tuve (conseguir un modelo de un animé y de alguna manera pasarlo a Blender) no es realmente original; un montón de gente ha pensado en algo similar. No es una idea muy revolucionaria que digamos.

Lo que encontré fue un conjunto de plugins y scripts que, combinados con un juego para modelar personajes de animé, me permitió importar en Blender un modelo de Asuka que me pareció padre y (que sí era importante para mí) de buen gusto. Planeaba tener la figurilla en algún mueble de mi casa; tiene que ser presentable.

Todo bien; nada más el juego para modelar personajes de animé es (y no hay forma de suavizar esto) pornográfico; y como (repito) todo mundo pervierte a la pobre Asuka, encontré un modelo de ella para dicho juego. Que está hecho en Japón, por supuesto.

Nunca cambies, Japón.

No diré el nombre del juego, porque supongo no tiene mucho sentido hacerles publicidad; pero fue un desmadre hacer que corriera en Linux (parte del chiste de todo este proyecto fue hacer que todo fuera realizable desde mi sistema operativo). Pero al final pude modelar a Asuka de tal forma que a mí me resultara agradable y (repito) que dicho modelo fuera de buen gusto.

Asuka te está explicando por qué eres una basura

Asuka te está explicando por qué eres una basura

El siguiente desmadre fue hacer que se ejecutaran los plugins y scripts tanto en el juego como en Blender, porque además mucha gente lo que quiere es poder hacer sus propias animaciones en Blender usando los modelos importados del juego; esto genera un montón de información que era inútil para mis objetivos, como es texturas, o color, o texturas con color, o múltiples capas (layers), que al momento de convertir esto en algo que una impresora 3D pueda imprimir sencillamente no importan. Pero al final terminé con el modelo de Asuka en Blender.

Teniendo el modelo en Blender pude comenzar a limpiarlo; el modelo importado tiene un montón de características que potencialmente pueden arruinar una impresión 3D. Las más importantes son que la impresora se puede confundir si hay volúmenes que se intersecten entre sí; en una animación o teniendo el modelo sólo para verlo en la computadora, estas intersecciones no importan y de hecho pueden hacer que se vea mejor, pero la impresora al estar siguiendo cada capa de un volumen se puede hacer bolas si hay dos volúmenes intersectados.

La otra es que todo tiene que tener volumen mayor a cero; la mejor forma de simplificarlo es haciendo una analogía con una hoja de papel: la misma tiene volumen, tiene 3 dimensiones, el ancho y el alto por supuesto, pero también una profundidad aunque la misma sea extremadamente pequeña (una fracción de un milímetro). La impresora 3D sólo puede imprimir cosas de 3 dimensiones, con la dimensión más pequeña teniendo un límite inferior de más o menos medio milímetro, y eso ya es arriesgar a que la impresión se colapse.

En un modelo 3D como el que logré importar a Blender hay un montón de “volúmenes” con volumen cero, que son imposibles de imprimir por supuesto; estas cosas hay que limpiarlas. Me llevó un rato, pero Blender es sorprendentemente fácil de usar y la tarea no requiere talento, sólo paciencia, así que terminé con una versión “limpia” de Asuka.

Asuka continúa explicándote por qué eres una basura

Asuka continúa explicándote por qué eres una basura

Y esta es la parte donde aparezco como asesino serial: a menos que midiera 15 centímetros la figurilla, no podía imprimir todo eso de golpe. Pero además, no me convenía imprimirlo de golpe; no sólo por las complicaciones que con casi toda certeza ocurrirían al imprimir (que me forzarían a volver imprimir todo si algo salía mal); sino porque teniendo separadas las “piezas” me podía facilitar la vida al pintarlas.

Así que destacé el modelo en piezas… que fuera de contexto dichas piezas podrían hacer que me viera como un asesino serial.

Asuka destazada, pero aún explicando por qué eres basura

Asuka destazada, pero aún explicando por qué eres basura

Todas las piezas tienen guías para poder rearmar el modelo ya en el mundo real, y posicionadas para que la impresión saliera mejor en las partes más detalladas. Al final no imprimí las piezas exactamente como están en la imagen; para empezar, cada pieza la separé e imprimí por su propia cuenta: es el chiste de todo el destazadero. Pero además, cada que imprimía una parte descubría errores o mejoras que podía corregir o implementar en las subsecuentes partes. Pero el diseño general sí fue el que muestra la imagen.

¿Salió perfecto el modelo? No; pero no tenía que serlo.

Teniendo las piezas de asesino serial destazadas, las llevé a Cura y de ahí hice el rebanado que genera el G-code necesario para poder imprimir cada una.

Asuka decapitada, pero aún explicando que eres basura

Asuka decapitada, pero aún explicando que eres basura

He ahí que cometí mi error de cálculo que causó que Asuka terminara midiendo casi medio metro de altura; pero eso es material de la siguiente entrada, donde hablaré de cómo fue el proceso de imprimir mi medio metro de Asuka.

The Disappearance of Nagato Yuki-chan

Me parece que todavía en la pandemia vi The Disappearance of Nagato Yuki-chan.

The Disappearance of Nagato Yuki-chan

The Disappearance of Nagato Yuki-chan

En su momento (hace más de diez años), Haruhi Suzumiya fue el animé más exitoso en Japón; y no sólo el animé, sino también la película, las novelas ligeras, adaptaciones de manga, figurillas, ropa, accesorios, todo mundo quería un pedazo de Haruhi.

Casi tan rápido como Haruhi tomó posesión absoluto del interés colectivo de los otakus en todo el mundo, así fue su rápida caída y enorme (si no absoluto) olvido.

Hay muchas teorías de por qué pasó esto; mucha gente culpa el “ocho sin límite” (endless eight). En las novelas ligeras, el famoso inacabable ocho es una historia corta donde Haruhi se divierte tanto en las vacaciones de verano, que causa (sin darse cuenta, como suele ocurrir con la semidiosa) que toda la pandilla viva una y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra vez ese verano, todos sin darse cuenta. Como Groundhog Day, pero ninguno de los protagonistas nota el fenómeno (al menos inicialmente).

Todos menos Nagato Yuki, cuya naturaleza como inteligencia artificial le permite detectar lo que está ocurriendo; pero como su misión es únicamente observar a Haruhi, no hace nada en todas las iteraciones del ocho infinito, que entre líneas se adivina que la pandilla se la pasa reviviendo sus vacaciones de verano durante varios miles de años.

Esto por supuesto es lo que termina detonando el “mal funcionamiento” de Yuki (si le quieren llamar “mal funcionamiento” al enamorarse), lo que a su vez causa la desaparición de Haruhi y la correspondiente película.

Como sea; el ocho infinito, que pudo haberse adaptado en un capítulo del animé (y de hecho en medio), terminó adaptándose en ocho capítulos enteros. Ocho capítulos donde ocurre la misma historia una y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra y otra vez, excepto un poco al final. Algunos dicen que fue un riesgo artístico que tomaron los creadores; otros dicen que fue una descarada manera de aumentar el número de episodios.

Como fuera, después del ocho infinito todavía ocurrió la película, pero no hemos tenido nada más de Haruhi en animé desde entonces.

Otros hacen la razonable argumentación de que no fue culpa del ocho infinito; sencillamente ya no hay material qué adaptar de las novelas ligeras. No lo suficiente para una temporada de animé, al menos.

Y ya no hay material, en mi opinión, porque Tanigawa Nagaur, el autor de Haruhi, se pintó a sí mismo en una esquina; el chiste de las historias de Haruhi, es que cada vez son más imposibles. Me parece que llegó un punto en donde Tanigawa sencillamente ya no sabe qué hacer; además de que, exceptuando que Kyon y Haruhi por fin consumen su romance, no hay mucho más qué contar.

En la antes mencionada película, como su título deja adivinar, Haruhi desaparece y Kyon se encuentra en una realidad donde Yuki es una muchacha extremadamente tímida, pero fuera de eso normal. Y todo es obra de Yuki misma, por supuesto, porque no puede hacer su movida sobre Kyon (de quien está enamorada), con Haruhi de por medio. Sin embargo, Kyon recuerda la realidad primaria, porque también es cierto que es de ese Kyon de quien Yuki se enamoró.

Lo que nos lleva a The Disappearance of Nagato Yuki-chan, el animé que ahora reseño. La historia es una versión de ese universo donde Haruhi desaparece, Yuki es una muchacha extremadamente tímida, pero normal (nada de inteligencia artificial con manipulación del espacio de información que le permite tener básicamente superpoderes); pero Kyon no recuerda a Haruhi.

Y es desesperadamente aburrida.

Es lo último animado que hemos tenido de Haruhi, y para motivos prácticos no pasa nada en la historia, además de que termina de manera ambigua y sin resolver nada. La única parte interesante, es un par de capítulos donde Yuki por alguna razón regresa a su forma de ser fría y robótica, pero sin sus poderes.

Yo, como rabioso fan de Haruhi, acabé terriblemente desesperado con la serie. Que además, el estilo de dibujo y animación es bastante diferente del de la serie original, y en mi opinión mucho peor.

Así que no la recomiendo, realmente; no pasa nada. La qué sí recomiendo es la serie original de Haruhi, incluyendo el ocho infinito, porque por qué no.

No creo que Tanigawa termine nunca la historia (como el panzón de mierda de George R. R. Martin y sus estúpidos dragones), y por lo tanto no creo que tengamos nunca nada más de Haruhi. Y esta serie con Yuki como protagonista (que creo es mi carácter favorito) es una decepción absoluta y muy triste consuelo de este hecho.

La pueden ver en Crunchyroll, si deciden ignorar mi recomendación.

Las artes plásticas

Me parece adecuado dividir los pasatiempos que cada persona tiene en dos grandes categorías: pasatiempos que consisten en consumir algo (leer, ir al cine, escuchar música); y pasatiempos que consisten en producir algo (pintar, cocinar, plantar rosas).

Un poco arbitrariamente asigno ir a jugar futbol con los cuates los domingos algo similar a consumir algo (¿contacto social?), porque es similar a ir a jugar ajedrez; y de ahí es un brinco corto a jugar videojuegos. Y creo que nadie en su sano juicio diría que jugar videojuegos es en sí mismo productivo.

(El conjunto de personas en el mundo que crean contenido haciendo streaming de sus sesiones de juego por definición sí crean algo; y no es el hecho nada más de jugar lo que producen, muchas veces incluye su personalidad, su sentido del humor y lo que sea que estén platicando con sus seguidores en línea; además del talento técnico necesario para en muchas ocasiones editar y presentar esos videos de forma más asequible).

También me parece importante separar a la gente que produce cosas como pasatiempo, de los que crean como manera de ganarse la vida o complementar su ingreso. Mis clases me parecen que producen muchas cosas; pero eso es parte de lo que hago como mi trabajo.

Así definido (que, repito, es medio arbitrario), casi todos mis pasatiempos consisten en consumir cosas: películas, series de televisión, cómics, manga, animé, música, videos en YouTube de porqué nuestra desesperada y triste oposición cada vez se entierra a sí misma en un hoyo más profundo, etc.

Las únicas dos cosas que hago que producen algo concreto es escribir, ya sea en español o en código de computadora. Y está tan cercano a mi trabajo que creo que sería trampa que lo considerara pasatiempo; este blog sería entonces básicamente mi único pasatiempo que produce algo.

Lo chistoso es que sí me gusta crear cosas usando mis manitas; el problema es que generalmente no me gusta cómo queda el resultado final. Mis habilidades manuales, como ya he mencionado en otras ocasiones, son más bien mediocres.

Mi impresora 3D me permite entonces poder crear cosas, que es de las razones que me he estado divirtiendo como enano estos últimos meses. Pero casi todo lo que he creado es más bien técnico y sin duda alguna utilitario.

Y la verdad sí me gustaría crear algo que pudiera al menos pasar como arte.

No tengo el más mínimo talento para las artes plásticas; me encantaría poder dibujar como mangaka; o hacer ilustraciones en la computadora; o animaciones 3D; o esculpir o pintar. Absolutamente ninguna de esas cosas se me da; lo cual tengo perfectamente claro desde que llevé, como taller en la secundaria, justamente Artes Plásticas.

Si hubiera tenido dos dedos de frente (hey, tenía doce años), hubiera elegido el taller de electrónica o en su ausencia el de electricidad. Pero la decisión de cerebro-tamaño-de-galaxia hubiera sido llevar mecanografía; no sólo probablemente hubiera mejorado mi letra (que es, siendo generoso, espantosa), sino que me hubiera servido muchísimo por la velocidad que me hubiera permitido escribir en la computadora. Mi velocidad actual es bastante buena; pero estoy seguro de que sería mucho mejor si hubiera llevado mecanografía a los doce años.

Además, se metían puras chavas. Oh, cruel retrospectiva.

Como sea, ya habiéndole agarrado más o menos la onda a mi impresora 3D, después de mi cunita para el carro y mi estante para el buró y mi cajita para el receptor de control remoto de mi subwoofer, decidí que lo siguiente que imprimiría sería algo cercano a artístico. La cosa era decidir qué.

He sido fan del animé desde que era niño, con Robotech; y del manga desde que era adolescente, primero comprando traducciones al español que vendían en los puestos de periódico; evolucionando a “conseguir” las versiones en línea traducidas al inglés; y al final graduándome en comprar ediciones impresas (o digitales) vía Amazon. Generalmente en inglés; las traducciones al español las he encontrado, en general, más bien chafas (suelen ser traducidas al español de España; joder tío).

Como fan de estos géneros, una de las cosas que en general no he hecho es coleccionar figurillas de mis personajes favoritos de animé o manga, por una sencilla razón: es estúpidamente caro. En diciembre compré una figurilla de Komi Shōko, de Komi Can’t Communicate, porque me encanta y me parece tiernísima cuando pone sus ojos de mosca.

Komi con ojos de mosca

Komi con ojos de mosca

Adoro la figurilla; pero la chingadera costó casi dos mil pesos (tarifas de importación incluidas). Mide menos de 12 centímetros, con todo y plataforma; las figuras de 20 o más centímetros rápidamente se acercan o superan los diez mil pesos (tarifas de importación no incluidas). Eso es demasiado para mí; no critico a quien esté dispuesto a pagarlo, pero yo definitivamente no lo estoy.

Entonces, deseando satisfacer esta idea de crear algo que al menos pareciera arte y aprovechando que casi nunca compro figurillas de personajes de animé o manga por el desorbitante precio, decidí imprimir un personaje de animé, incluyendo todo lo necesario para que pareciera de verdad una figurilla, no nada más un impresión 3D. Esto implicaba con casi toda certeza que debería imprimirla en partes (la impresora es sorprendentemente pequeña); lijar las partes para eliminar las inevitables líneas de impresión; pegar las partes de la figura; pintarla; barnizarla y después ponerla encima de algún mueble para que acumule polvo de aquí al resto de la eternidad. Recordando todo el tiempo que mi talento artístico es básicamente inexistente.

El personaje realmente nunca estuvo en duda: tenía que ser Asuka, de Neon Genesis Evangelion.

Asuka

Asuka

Aunque sin duda alguna de mis personajes favoritos de todos los tiempos, la verdad es que también la elegí por consideraciones prácticas: algo como una figura de Sakura Kinomoto de Cardcaptor Sakura me encantaría (el animé creo que sigue siendo mi favorito de todos los tiempos), pero la niña suele usar vestiditos con holandes y moños y cintillas, que probablemente serían una pesadilla imprimir, no digamos lijar, pintar y demás.

Sakura Kinonomo

Sakura Kinonomo

Y también me gustaría algo como un veritech VF-1 Valkyrie, de Robotech:

VF-1 Valkyrie

VF-1 Valkyrie

Pero ese sería también muy complicado de imprimir, aunque ciertamente menos complicado que Sakura.

Como sea, Asuka usa básicamente un jumpsuit (llamado plugsuit en la serie), que es relativamente sencillo. Las únicas complicaciones que preví fueron su cabello; y ciertas dificultades para pintar de forma adecuada ciertas partes de la figurilla, porque repito, mi talento artístico es inexistente.

Lo más importante que me metí en la cabeza, es que no iba a quedar perfecta. Y está bien; no tenía que quedar perfecta; sólo debía ser pasable y además que yo me divirtiera con los distintos pasos del proceso, que puedo adelantar que así fue.

Es subsecuentes entradas iré relatando los múltiples pasos que llevé a cabo para crear mi figurilla de Asuka, revelando paulatinamente su progreso hasta mostrar al final cómo quedó. Sólo voy a adelantar una cosa: por una falla mía para calcular las escalas, particularmente al convertir del formato que usa Blender al que usa Cura para la rebanada del modelo 3D, la figura de Asuka quedó un poquito grande.

Mide medio metro.

Black Adam

En octubre del año pasado fui a ver Black Adam, porque por supuesto que eso hice.

Se aplican las de siempre.

Black Adam

Black Adam

Alrededor de inicios de este siglo el director Kevin Smith, famoso por la extraordinariamente divertida e imaginativa Clerks, después de que sus películas subsecuentes fueron generalmente mal recibidas, pivoteó su carrera a hacer justamente lo que sus personajes hacen en Clerks: platicar acerca de cultura popular geek y así hacer dinero. No es descabellado afirmar que Kevin es mucho más exitoso como comentarista del geekdom que como director, aunque este pivoteo paradójicamente le permitió construir una base de fans suficientemente grande como para volver a hacer películas, dirigidas casi exclusivamente a ellos (entre los que me cuento, por cierto).

El ejemplo emblemático de este pivoteo de Kevin Smith es su ahora legendaria plática a estudiantes de cine en una universidad gringa, donde a una pregunta expresa de un asistente, relata la historia de cómo escribió una primera versión de la película de Superman que Tim Burton estuvo por un segundo a punto de hacer a finales de los noventas del siglo pasado, con Nicholas Cage interpretando al kriptoniano. Pueden ver la plática en el tubo, y les recomiendo encarecidamente que lo hagan antes de continuar esta reseña mía.

¿Qué tiene que ver la historia de la fallida película de Superman con Nicholas Cage, relatada cagadísimamente por Kevin Smith, con Black Adam? Nada, en los hechos específicos; pero todo en explicar cómo una idea extraordinariamente buena (“vamos a hacer que Dwayne Johnson interprete a Black Adam”), resultó en un absoluto desastre de película, después de años de retrasos, una producción súper accidentada y los resultados de las peleas políticas internas dentro de Warner Bros.

Me parece que es importante conocer la historia de WB, resumida en un ejemplo pequeño pero representativo, contada de forma tan amena por Kevin Smith, para entender cómo un desastre como lo es Black Adam puede ocurrir. La compañía tiene décadas siendo un desastre desde el punto de vista de liderazgo, visión, planeación y ejecución de muchos (si no es que la mayoría) de sus proyectos. Es, en ese sentido, la antítesis de Marvel en particular y Disney en general, que en promedio han logrado producir proyectos mucho más exitosos.

No todo es malo, por supuesto; ese desmadre que es WB como compañía es lo que ha permitido que creadores individuales e ideas originales hayan logrado florecer cuando nunca lo hubieran conseguido en una compañía tan mercenaria como lo es Disney: WB es lo que produjo The Matrix; toda la saga original de Harry Potter; Mad Max: Fury Road y al menos Dune: Part One, que esperemos no apesten la segunda parte (el avance se ve muy padre).

En cómics además produjeron las películas originales de Superman con Christopher Reeve (que al menos las primeras dos son excelentes); la versión de Batman de Tim Burton; la trilogía del caballero de la noche con Chritopher Nolan; la primera película de Wonder Woman con Gal Gadot; etcétera. Todas esas son extraordinarias películas basadas en cómics, y aunque las demás incluyen sin duda alguna bazofias que rayan en lo ofensivo, muchas también no serán extraordinarias, pero son divertidas y pasables.

Que nos lleva de regreso a Black Adam. La película, por sí misma, no es terrible. Está entretenida; Dwayne Jonhson actúa como Dwayne Jonhson siempre actúa, pero esto de hecho funciona en gran medida con Black Adam; es espectacular ver a Hawkman en la pantalla grande; Pierce Brosnan es perfecto como la versión original de Dr. Fate; el chavito que la hace de Atom Smasher está muy cagado; y Quintessa Swindell como Cyclone es tan estupidizamente hermosa que yo podría ver lo que fuera nada más si ella apareciera. Mencionaría a la siempre bienvenida Viola Davis; pero su aparición es tan corta que ni siquiera le dan crédito.

No es una buena película, Black Adam, dejen ustedes extraordinaria; pero no es basura tampoco… por sí misma. Como parte de un universo cinematográfico, sin embargo, apesta con la intensidad de 10,000 soles; y ser la piedra angular de un nuevo universo cinematográfico era el plan que tenía Dwayne Jonhson, que realizó una jugada política muy arriesgada tratando de ganar control creativo del antes mal llamado DCEU, la cual culminó con conseguir que Henry Cavill tuviera un cameo como Superman en la escena post créditos de la película, brincándose a casi toda la jerarquía ejecutiva de Warner Bros. para conseguirlo.

Como la película fracasó por completo en la taquilla, dicha jugada resultó en básicamente la destrucción del ya de por sí magullado universo de Zack Snyder, establecido por Man of Steel y que ahora James Gunn haya tomado las riendas creativas del universo cinematográfico de DC.

Pero viendo las cosas todavía a más alto nivel, es posible que nada de eso importe: Warner Bros. ahora pertenece (o se ha mezclado) con Discovery, lo cual llevó a la cancelación de la película de Batichica de una manera brutal como casi nunca se había visto en Hollywood: la película estaba básicamente terminada y la enlataron. Lo mismo ocurrió con la versión de 1994 de los Cuatro Fantásticos; pero esa versión la hicieron nada más para no perder los derechos de los personajes, nunca esperaron realmente estrenarla en cines. Esta última película de Batichica básicamente les restingieron el acceso a los archivos digitales a todos los que estaban trabajando en ella, para evitar que la pudieran contrabandear y que acabara en YouTube.

Como sea, el futuro de Warner Bros. es incierto, más aún con la huelga de escritores y actores en Hollywood, que le pusieron un alto casi completo al desarrollo de la nueva entrega de Superman (Superman Legacy) que Gunn estaba preparando. Tienen años los rumores de que David Zaslav (CEO de Warner Bros. Discovery) quiere vender WB al mejor postor, con Universal y Paramount rumoreados como posibles compradores: y está el escenario más aterrador, donde el ratón diabólico termina la adquisición de nuestras almas inmortales y compra DC, de tal forma que Disney termine siendo dueña de Superman además del Capitán América.

(Sony nunca va a soltar a Spider-Man, lo cual está padre porque le salen mejor los videojuegos).

Ya llegué a las 1,000 palabras en esta entrada, de las cuales más o menos la décima parte de ellas las dediqué a hablar de la película que supuestamente estoy reseñando. Pero sí me frustra mucho el estado del universo cinematográfico de DC y sencillamente no se ve que vaya a mejorar; y la única manera de explicar esto (me parece) es entender justamente que WB es un pinche desmadre, y así ha sido desde hace décadas, cuando comisionaron a Kevin Smith para escribir un fallido guión de una fallida película de Superman que ejemplifica todos los fallidos fallos de esta fallida compañía que ha sido vendida y comprada como cuatro veces en el último cuarto de siglo.

Viene Blue Beetle en agosto, y los avances se ven espectaculares, Jaime Reyes es un personaje encantador (todavía leía cómics cuando lo introdujeron) y además sería el primer superhéroe mexicano (gringo, pero qué le vamos a hacer) en el ámbito de superhéroes cinematográficos. Y toda la prensa jolivudense le está augurando un prematuro fracaso todavía más espectacular que el de Flash, de la cual escribiré en su momento.

En conclusión; me gustó bastante Black Adam, estaba yo muy divertido en el cine. Tiene un montón de problemas de cualquier manera, pero ninguno como para tirar la película al basurero de la historia, donde lamentablemente me parece va a terminar. Me imagino que no la han visto; está gratis en HBO Max, que ahora se va a llamar Max nada más porque WB se empeña en arrancar el fracaso de las garras del éxito. Véanla si tienen el servicio; vale la pena nada más por Quintessa Swindell y el cameo de Henry Cavill, que causó en mi sala que todos aguantáramos la respiración justo antes de que apareciera el kriptoniano en la pantalla.

Monster Girl Doctor

Todavía en la pandemia vi Monster Musume no Oishasan, o en inglés Monster Girl Doctor.

Monster Girl Doctor

Monster Girl Doctor

La serie relata las vicisitudes de Glenn Litbeit, un doctor humano que junto a su enfermera Saphentite Neikes (que es una chica serpiente o lamia, además de amiga de la infancia), atienden a un montón de chicas monstruo, en un mundo donde después de años de conflicto los humanos y los monstruos están tratando de aprender a convivir en paz.

La premisa es de hecho interesante, porque la principal motivación de Glenn es justamente estrechar los lazos de confianza entre humanos y monstruos, tomando parte de la enorme responsabilidad que conlleva en atender las necesidades de salud de una población que hasta poco tiempo lo hubiera visto en automático como enemigo.

En justicia de la serie, algo de esa premisa es atendida en los misericordiosamente pocos episodios que tiene (12); pero en realidad la serie trata de cómo todas las chicas monstruo que Glenn atiende se enamoran de él y van formando poco a poco un harén (la unidad familiar básica del animé), para angustia de la sufrida Saphentite, que por supuesto también está enamorada del joven doctor.

En la animación japonesa el cliché del harén (la unidad familiar básica del animé) está tan choteado, que tienen que recurrir a este tipo de mamadas para tratar de hacerlo medianamente interesante. Esta serie lo intenta, pero realmente no lo consigue.

Sin embargo sí está divertida y Glenn tiene la decencia de batear a todas sus chicas monstruo escudándose en los problemas éticos de un doctor enrollándose con sus pacientes; y a Saphentite porque es su colega (que por cierto con ella podría enrollarse literalmente).

La serie es apenas pasable, entonces no la recomiendo realmente; pero además, estoy 94% seguro de que la historia es en gran medida un pretexto del escritor japonés para satisfacer su fetiche bestialista, cosa que a mí jamás me ha llamado la atención de ninguna manera… excepto por catgirls, por supuesto, de lo cual culpo (como deben hacer la mitad de los hombres de mi generación) a Cheetara:

Cheetara

Cheetara

Por todo lo anterior, no se pierden de mucho si no la ven; pero si les interesa está en Crunchyroll.

Bullet Train

A inicios de agosto del año pasado fui a ver Bullet Train. Se aplican las de siempre.

Bullet Train

Bullet Train

Bullet Train es, objetivamente hablando, un churro. Pero también es increíblemente entretenida; yo salí de bastante buen humor del cine. Es de las películas que más disfruté el año pasado.

Pero sí es bastante mala; o siendo más justo, intrascendente. Está divertida, el elenco es espectacular (incluyendo los cameos) y las escenas de acción son muy entretenidas. Pero la historia no tiene el menor sentido.

Como sea, yo sigo siendo fan de Brad Pitt; sale Sandra Bullock como catorce segundos; Aaron Taylor-Johnson y Brian Tyree Henry son adorables como Mandarina y Limón (¿o Lima?); Zazie Beetz es espectacular en el medio minuto que sale; y Joey King es todas las fantasías de uniforme de colegiala que jamás hayan existido.

Pero es objetivamente un churro. Altamente disfrutable, pero churro al fin y al cabo.

La recomiendo ampliamente.

Aho-Girl

Todavía en la pandemia vi Aho-Girl.

Aho-Girl

Aho-Girl

Esta serie es, como su protagonista, muy idiota. Esa es la historia: Yoshiko Hanabatake es estúpida; y no en un sentido figurativo, la muchacha es para motivos prácticos medio retrasada mental, tanto en lo académico como en lo social.

Esto causa muchos dolores de cabeza a Akuru Akutsu, su vecino y amigo de la infancia, que la mamá de Yoshiko quiere que se case con ella. Él en cambio generalmente sólo se desespera de la estúpida muchacha, al grado de que en múltiples ocasiones la agarra literalmente a puñetazos, cosa que la muchacha acepta con bastante buen humor (es medio indestructible, al parecer).

La serie para motivos prácticos no trata de nada; son escenas de la vida común y corriente de Yoshiko y Akuru, a los cuales se les unen algunas otras muchachas (que inevitablemente se enamorande él). Lo único es que la estupidez inacabable de Yoshiko suele resultar en situaciones que sí son muy divertidas.

No puedo recordar una sola trama que fuera medianamente interesante de la serie; pero sí recuerdo estarme orinando de la risa en múltiples ocasiones, porque las estupideces que hace y dice Yoshiko sí son divertidas.

Está en Crunchyroll, pero la verdad pueden ver las escenas más divertidas en YouTube sin ningún problema.

Thor: Amor y Trueno

A inicios de julio del año pasado fui a ver Thor: Lover and Thunder, obviamente. Se aplican ya saben.

Thor: Lover and Thunder

Thor: Lover and Thunder

La última película de Thor antes de ésta la califiqué de basura, porque es basura, pero también es de mis películas favoritas del eMeCeU. Esta nueva entrega es, de alguna manera, peor; y la disfruté enormemente.

La trama no tiene sentido y más hoyos que una red de pescar; la Natalie Portman me encanta, pero sencillamente no funciona como Jane Foster; y varios puntos de la historia rayan en lo ofensivo: en general, niños forzados a combatir es medio imposible no relacionarlo a las tragedias que muchos menores han sufrido (y sufren) en este mundo, pero la película lo presenta de forma tan ridícula y divertida que la verdad yo no tengo problemas con eso.

De hecho, tengo pocos problemas con la película; me cae bien Taika Waititi; Chris Hemsworth es sencillamente glorioso y adorable; Christian Bale mastica el escenario de forma (paradójicamente) divina; y la escena con Russell Crowe básicamente vale por sí misma el precio del boleto, con su ligeramente racista intento de acento griego. Y las putas cabras me tenían meando de la risa en básicamente todas las escenas en las que aparecían.

¿Es basura? No lo duden; es pésima y en sí misma contradice un montón de cosas que el eMeCeU había establecido antes (¿no era más fácil para Thanos buscar a Eternidad, en lugar de desvivirse con las piedras esas?), pero está divertida y la escena final, por poco sentido que tenga, es bastante satisfactoria (y una muestra más del nepotismo joligüdense).

Así que yo sí la recomiendo; porque para mí el eMeCeU nunca ha sido acerca de calidad cinematográfica, sino de que sean divertidas y de que continúen adaptando material de cómics a la pantalla grande.

Pero no se confundan: es de lo peor que ha hecho Marvel.

Rent-a-girlfriend

Durante la pandemia vi Kanojo, Okarishimasu, mejor conocida como Rent-a-girlfriend.

Rent-a-girlfriend

Rent-a-girlfriend

Kazuya es un perdedor estudiante universitario que de alguna manera consigue ligarse a una novia, Mami, que adecuadamente está bien ídem. Sin embargo, la muchacha lo manda al carajo porque, y no puedo ser lo suficientemente enfático al respecto, Kazuya es un patético perdedor.

Con el corazón rompido, Kazuya (después de masturbarse furiosamente pensando en su ex múltiples veces), decide contratar los servicios de la epónima rent-a-girlfriend. Debo hacer notar que una rent-a-girlfriend no es una prostituta: no se espera (y me parece tienen prohibido) que la novia rentada se acueste con su cliente. Las rentan para salir a pasear y que les hagan compañía siendo dulces y tiernas todo el tiempo, porque los perdedores que las rentan son, repito por enésima ocasión, unos patéticos perdedores que no pueden conseguir quien los acompañe ni siquiera al cine.

Varias cosas complican la pendeja trama: Chizuru, la novia rentada, resulta ser compañera de Kazuya en la misma universidad y su vecina de literalmente al lado. Además, las abuelas de ambos terminan creyendo que de verdad son novios y entonces los muchachos tienen que seguir haciéndola de novios. Por último, pero no por ello menos importante, Mami se pone celosa de que Kazuya consiga una nueva novia tan rápido, y además una discutiblemente más bonita.

La historia es (espero sea obvio) estupidísima, y Kazuya no sólo es un perdedor; ni siquiera tiene el buen gusto de ser uno entrañable, como Kazuma en KonoSuba. El tipo es patético, inseguro, idiota, egoísta, malintencionado y encima de todo bastante desagradable. Por qué cualquiera de las muy hermosas muchachitas que terminan involucrándose con él le harían caso escapa mi comprensión completamente.

Eso es lo mejor de la serie: las muy hermosas muchachitas que casi todas son adorables en todos los sentidos, excepto tal vez por Mami, que es sin duda una perra y probablemente mi personaje preferido.

Las muchachitas

Las muchachitas

No recomiendo mucho la serie: Kazuya es de verdad insoportable. Ya acabó la segunda temporada y yo ni siquiera he tenido ganas de ver el primer capítulo de la misma. Está en Crunchyroll, si les interesa.

Top Gun: Maverick

A finales de junio del año pasado fui a ver Top Gun: Maverick, porque por supuesto que eso hice.

Se aplican las de siempre, para lo que importa, porque todo mundo ya vio la película, me imagino.

Top Gun: Maverick

Top Gun: Maverick

Top Gun: Maverick es, con toda certeza, la mejor película que vi el año pasado… lo cual no es una vara de medir muy alta, la verdad. Pero independientemente de las bazofias que vi en el cine el año pasado, esta secuela a una historia que tiene casi cuarenta años es una muy buena por sí misma.

El mensaje de la película es confusísimo, porque además de que la misión que planean es obviamente un crimen internacional y de que no sabemos quiénes son los enemigos, porque no queremos que nadie se ofenda (vean la crítica que hace Bill Maher, es buenísima), pero eso no quita que la película sea muy buena: está increíblemente bien hecha y Tom Cruise será el líder de un culto pseudoreligioso criminal, pero es un extraordinario actor además de innegablemente profesional.

Y la historia, con todo y un mensaje más ambiguo que otra cosa (excepto en ser propaganda del complejo corporativo militar gringo), está excelentemente contada y es, de forma paradójicamente increíble, creíble. Si suponemos que Maverick es el piloto de combate equivalente a Michael Jordan en básquetbol: sencillamente el mejor que ha existido en toda la historia.

Las tramas secundarias están simpáticas; es adorable cómo Tom Cruise y la hermosísima Jennifer Connelly se esconden de la hija adolescente, cuando lo normal sería lo contrario; y es emocionalmente barato, pero efectivo, el incluir a Val Kilmer como el ahora jefe de Maverick y agregar los malestares físicos del actor en el personaje de Iceman.

Incluso los enemigos sin cara, nacionalidad o ideología son representados con cierto respeto: uno de los pilotos que Maverick y Rooster combaten hace una maniobra espectacular que deja a ambos gringos preguntándose qué carajos acaban de ver. Venga: incluso cuando la trama se convierte en un episodio de los Looney Tunes, con Maverick y Rooster escabulléndose en la base enemiga para robarse un jet de combate, yo la verdad estaba más divertido que otra cosa.

Así que sí me gustó; y evidentemente no soy el único: a todo mundo nos gustó, porque es muy buena película. Será propaganda y pro gringa (igual que la primera), pero eso no le quita lo bien hecha que está; ni mucho menos que sea extraordinariamente divertida.

Y por eso la recomiendo… que repito, no creo que sea necesario, porque probablemente ya la vieron.

Oresuki

Después de Gleipnir (o al mismo tiempo; o tal vez incluso antes: las fechas se me confunden) vi Are you the only one who loves me?, que todos le decimos Oresuki porque ese título está muy largo.

Oresuki

Oresuki

Jouro es un chavo preparatoriano (obviamente) que ha cultivado cuidadosamente una imagen de muchacho agradable y buena onda, pero en el fondo es un adolescente normal calenturiento que quiere más que nada una novia.

Un día, dos de sus amigas más cercanas (la presidenta del concejo, Cosmos y su amiga de la infancia, Himawari) lo invitan a salir de manera independiente una de la otra. Él acepta salir con ambas, porque como ya establecimos es un adolescente calenturiento en busca de novia, y sospecha que alguna de ellas se le va a declarar, entonces quiere tener ambas posibilidades disponibles.

Por supuesto ambas muchachas lo que le dicen (de nuevo, de forma independiente) es que quieren que les eche la mano a cada una para ligarse al mejor amigo de Jouro, Sun-chan. El muchacho, elucubrando que se puede quedar con la que sea rechazada por su amigo, decide ayudarlas; sólo para que se le confiense de verdad la (aparentemente) nerdcita Pansy. Que por supuesto es de quien está enamorado Sun-chan.

La historia raya en lo retrasado mental; y se puede discutir que no es realmente romántica, sino una comedia de enredos con una capa de pintura de comedia romántica para destantear. A mí me gustó mucho: es muy divertida, para nada dramática, y todos los personajes son unas muy entrañables basuras de seres humanos.

El chiste tal vez más idiota y divertido de la serie, es que cada vez que alguien se le va a “confesar” a Jouro (que normalmente resulta en cualquier cosa menos que se le confiensen), aparece una banca de parque público para que se sienten los dos muchachos y ocurra la “confesión” de manera estereotípica. No importa donde ocurra: un parque, la azotea de la escuela o la biblioteca, el ominoso banco siempre aparece para que Jouro pueda decepcionarse de que una vez más no se le va a declarar nadie, excepto la muchacha que no le gusta. Que eventualmente resulta ser una belleza apabullante, por supuesto.

La banca magica

La banca magica

La serie es, previsiblemente, arrecha; pero lo que la caracteriza realmente es el humor absurdo y el comportamiento deleznable (y entrañable) de todos y cada uno de los personajes. Es además misericordiosamente corta (12 episodios), así que yo sí la recomiendo ampliamente: es bruta como un saco de ladrillos y tan sutil como ser golpeado en la cabeza con uno, pero es sinceramente hilarante. La pueden ver en Crunchyroll.

Dr. Strange en el Multiverso

El día de mi cumpleaños el año pasado fui a ver Doctor Strange in the Multiverse of Madness, porque por supuesto que eso hice.

Se aplican las de siempre, si acaso no la han visto.

Doctor Strange in the Multiverse of Madness

Doctor Strange in the Multiverse of Madness

Hay dos cosas con esta nueva entrega del universo cinematográfico de Marvel: en primer lugar, la disfruté bastante; estaba muy divertido yo en el cine. En segundo lugar, la película es objetivamene mala. Quiero decir, normalmente las películas de Marvel son malas; ésta es peor que el promedio.

Para empezar, el “multiverso” consiste al parecer de 3 universos, si descontamos la secuencia donde Strange y América Chávez pasan por varios universos, permaneciendo en cada uno de ellos un tiempo total como de medio segundo.

Luego está el asesinato (literal) del pobre personaje de la Bruja Escarlata, predeciblemente dado que Raimi y Michael Waldron (el guionista) admitieron no haber visto WandaVision.

Y por último todos los gújeros en la rebuscada trama, como el hecho de que al parecer no hay universos donde vivan los hijos de Wanda pero no ella; o que si la Bruja Escarlata está atravesando puertas blindadas sin problmeas persiguiendo a nuestros muy estúpidos héroes, no habría motivo para detenerse en otra puerta blindada que es idéntica a las anteriores, pero pues el director famoso por sus sustos inesperados quería poner otro susto inesperado.

Dicho todo eso, yo estaba muy entretenido en el cine, disfrutanto el churrito. Y cuando sale John Krasinski como Reed Richards y Patrick Stewart como Charles Xavier, la verdad me vine un poquito. No mucho, pero sí un poquito. Después se escabechan a los Illuminati de la forma más patética posible, pero qué esperábamos de una selección de elenco que es básicamente fan service.

También me gustó mucho la pelea musical entre Dr. Strange y Dr. Strange; no tiene el menor sentido, realmente: pero está visualmente interesante.

Toda esta última fase del universo Marvel sufrió bastante por el hecho de no tener un hilo conductor como lo fueron las piedras del infinito; como que todas las películas de dicha fase balbucean tratando de contar una historia coherente. Pero la verdad no me importa mucho; yo las sigo disfrutando y continuaré yéndolas a ver al cine.

Al menos hasta que la calidad de las mismas llegue a grados como al que han llegado las películas de Harry Potter.

Gleipnir

En la pandemia me chuté Gleipnir.

Gleipnir

Gleipnir

Esta serie es otra de las que no son como las que normalmente veo. Es una combinación de terror (especialmente terror corporal), acción y misterio. Ténicamente, si entrecierran los ojos, podría parecer que hay un romance entre Shuichi y Kurea; pero creo que es tan lejano realmente (y medio imposible dentro de las circunstancias en las que se encuentran), que igual y nada más soy yo esperando algo alegre dentro de todas las desgracias que ocurren.

No voy a resumir al historia, porque púdranse; pero Shuichi se convierte en una botarga con forma de perro antropomorfo y una pistolota; con un cierre en la espina dorsal que se abre para revelar un interior que básicamente es una vagina gigante, donde hermosas muchachas se pueden meter y tomar control de la botarga. Kurea suele ser la “piloto”, y suele entrar en Shuichi en traje de baño o ropa interior, porque la analogía a una vagina no es gratuita: es muy húmedo ahí dentro y no quiere ensuciarse la ropa.

El dúo combate otros usuarios de poderes igual o más extraños; por qué combaten y qué los lleva a unirse para hacerlo en equipo es parte de la ridícula y enredada historia, que involucra extraterrestres, monedas mágicas (que son extraterrestres) y una máquina extraterrestre expendidora de refrescos extraterrestres que otorga poderes. Poderes extraterrestres.

No tiene mucho sentido; pero es muy entretenida la relación entre Shuichi y Kurea; y la acción es espectacular con grados inverosímiles de violencia. No tengo idea de para dónde vaya la historia; pero en este caso creo que no importa mucho.

La recomiendo tibiamente; Kurea está linda y abusa verbalmente del pobre Shuichi; los monstruos son bastante originales, comenzando con Shuichi y su pseudovagina dorsal; y la acción por sí misma haría que valiera la pena verla. Está en Crunchyroll, si les interesa.

Los secretos de Dumbledore

En abril de este año que rápidamente termina fui a ver The Secrets of Dumbledore; me niego a poner el título completo, porque es ridículamente largo y porque esta saga nunca fue de lo que dijeron que iba a ser.

The Secrets of Dumbledore

The Secrets of Dumbledore

Fui a ver esta película porque adoro el universo de Harry Potter, a pesar de todo el esfuerzo que hace su autora para que lo abandonemos. Y a pesar de lo que hace WB para destruir una saga cinematográfica que en algún momento alardeaba haber superado a la de James Bond en ganancias.

La película me gustó, pero es objetivamente mala. Quiero decir; la historia está llena de hoyos y los personajes actúan de manera esquizofrénica la mayor parte del tiempo. En el aspecto técnico está bien hecha y los fabulosos actores hacen lo mejor que pueden dadas las circunstancias, pero la historia es un desastre.

De cualquier forma la película tiene un montón de cosas increíbles, comenzando con Mads Mikkelsen, que es tan sedoso, seductor y peligroso como Gellert Grindelwald, que no sólo entiendo que Dumbledore se enamoró de él: yo ya me estaba enamorando de él; Dan Fogler sigue siendo entrañable como el muggle metido con calzador en el mundo mágico; me siguen encantando Eddie Redmayne y Katherine Waterston, aunque al primero básicamente le raptaron el papel protagónico y a la segunda la relegaron a un casi cameo al final; y Jude Law sigue siendo de mis actores favoritos y su interpretación de Dumbledore (aunque demasiado seductora respecto a lo que yo esperaba) sigue siendo de lo mejor que tuvo toda esta saga.

Por último, aunque Ezra Miller al parecer está certificadamente demente y que su personaje fue completamente despedazado para esta tercera entrega, la verdad es que con lo poco que le dan qué hacer el muchacho da una excelente interpretación de un muchacho perdido y sin rumbo.

Pero todas esas cosas buenas son insuficientes para rescatar el accidente de trenes que termina siendo la película; que por una vez el problema no es (me parece) resultado del desmadre que existe dentro de Warner Bros.

Por más que me duela admitirlo, creo que el problema es la Rowling; sencillamente no sabe escribir guiones cinematográficos. Yo defendí (y defiendo) las primeras dos películas; pero esta tercera sí es ya indefendible. Y eso que Steve Kloves se supone le echó la mano a la Rowling con la historia.

Si me pidieran mi opinión (que no veo por qué lo harían, pero bueno), yo sugeriría darle toneladas de dinero a la Rowling para decirle que al César lo que es del César, y adiós que te vaya bien: pagarle para retirarla del proceso creativo dejando la posiblidad de consultarle de vez en cuando. Y después ir a las casas de Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint con dos o tres camiones llenos de dinero y ofrecerles el cielo y el infierno para que regresen a hacer una secuela a la serie original. Podría ser Cursed Child; pero incluso alguna otra sería suficiente (si lo hacen bien) para recuperar a los fans.

Lo que sí es que WB de ninguna manera va a dejar en paz al universo de Harry Potter; como ya he mencionado, todas las compañías dueñas de propiedades intelectuales están ordeñando la nostalgia a grados básicamente criminales: todo el mundo mágico es demasido apetitoso como para que sencillamente lo abandonen.

Vamos a ver; pero sí fue doloroso para mí ir a ver esta película en el cine: me encanta el universo; me encantan los personajes y los actores interpretándolos; y en los aspectos técnicos sigue estando increíble. Pero ver a un venado mágico como oráculo para elegir al líder mágico en el Tibet nadie en su sano juicio puede defenderlo, me parece.

My Teen Romantic Comedy SNAFU

En la pandemia vi My Teen Romantic Comedy SNAFU, también conocida como My youth romantic comedy is wrong as I expected; y mejor aún conocida como Oregairu.

Oregairu

Oregairu

Hachiman es un estudiante preparatoriano (por supuesto) altamente inteligente que tiene un carácter cínico y (aparentemente) desinteresado; desde su punto de vista las relaciones sociales (amistades y romances) son una farsa. Cuando su profesora del salón les pide un ensayo al respecto y Hachiman entrega una burla del tema, la profesora lo obliga a unirse al club de ayuda de la escuela, donde los miembros ayudan a los estudiantes que los busquen con sus múltiples problemas.

La única otra miembro del club es la diosa de hielo Yukino, que como el estereotipo indica, es fría y desapasionada; y poco después se les une la alegre y vibrante (si bien comparativamente algo mensa) Yui.

La serie es una comedia, sí; pero tiene una parte telenovelesca que se va convirtiendo en un culebrón de proporciones bíblicas, aunque sin nunca dejar de ser increíblemente entretenida. En el núcleo del mismo está el hecho de que parte de la razón por la cual Hachiman es tan cínico es que sufre un accidente al inicio de la prepa, que causa que tarde varias semanas más en comenzar a ir a clases, lo que a su vez causa que ya no entre en los grupos de amigos que se forman naturalmente entre los estudiantes que sí fueron a clases desde el inicio.

El accidente es resultado de que Hachiman salva a un perro de ser atropellado por una limusina; la limusina es de la familia de Yukino (y se sospecha pero nunca se confirma que ella iba dentro cuando ocurre el accidente); y el perro es de Yui, que se le escapa cuando lo estaba caminando. Esto causa que ambas muchachas se sientan responsables de la forma de ser de Hachiman, lo que hace que pasen tiempo con él en el club famoso y que la forma que tiene el muchacho de resolver los problemas de sus compañeros (muchas veces sin tomar en cuenta cómo puede afectarlo la solución que se le ocurre), inevitablemente (dado el tipo de serie) ocasiona que se enamoren de él. Y él de ellas, por supuesto.

La serie duró 3 temporadas, con la tercera saliendo casi cinco años después de las primeras dos, para que terminaran las novelas ligeras en las que se basaba, y aunque pasan muchas cosas muy cagadas (incluyendo más muchachas –y un muchacho– que invariablemente se enamoran de Hachiman o él de ellas/él, aparentemente incluyendo a la profesora que lo mete en el club), el núcleo de la serie es realmente a quién va a elegir Hachiman como su novia, entre Yukino y Yui; al grado de que en algún momento el muchacho admite que la relación entre los tres es un triángulo amoroso (cosa en general impensable para el protagonista principal en este tipo de series).

A-A Love triangle or something?

A-A Love triangle or something?

El drama asociado con que Hachiman escoja es que esto tendrá la inevitable consecuencia de despedazarle el corazón a la que sea que no elija, porque encima de todo, siendo la serie del tipo que es, Yukino y Yui terminan siendo mejores amigas entr ellas. En otras palabras, para los que me conozcan, esta serie fue como crack para mí; me encantan este tipo de historias estúpidas.

Al final (spoilers), Hachiman elige a Yukino, por supuesto; y tiene todo el sentido del mundo, en particular para mí. Yukino es demoledoramente inteligente y elegante; es bellísima pero recatada; y es de las pocas personas con las que Hachiman puede tener una conversación entre iguales intelectualmente.

Yukino enamorada

Yukino enamorada

Yui es más alegre (muchísimo más alegre) que Yukino y es, indudablemente, más divertida y voluptuosa; pero su personalidad con chispa y encanto suelen desesperar un poco a Hachiman y, aunque de ninguna manera retrasada mental, sí es más mensita que Yukino, no en menor medida por todas las oportunidades que la segunda ha tenido a lo largo de su vida.

Yui enamorada

Yui enamorada

Así que me parece que la decisión de Hachiman tiene sentido… y aún así me encabronó a un nivel casi visceral. Sabiéndose en desventaja, Yui en verdad le echa ganas tratando de hacer que Hachiman la elija a ella, mientras Yukino sólo espera que las cosas le caigan del cielo… como siempre ha sido en la vida de la niña rica.

Yui echándole ganas

Yui echándole ganas

La serie me encantó, pero esa decisión de Hachiman al final de verdad impidió que la tuviera en mejor estima. No soy el único, y al parecer muchos fans de la serie esperan un nuevo volumen de las novelas ligeras (con el correspondiente OVA del animé) donde Hachiman la elija a ella; ya sea una historia alternativa o algo por el estilo. Yo lo dudo, pero no me molestaría en lo más mínimo; Yui merece un final más feliz.

Mi dolor no tiene fin

Mi dolor no tiene fin

El animé es divertidísimo y genuinamente original en múltiples aspectos; por ejemplo, en la tercera temporada Hachiman y Yui tienen una reunión con representantes de otra escuela, para discutir una propuesta. Y de buenas a primeras Hachiman y su contraparte de la otra escuela tienen una batalla de rap. Es surreal, completamente inesperado y objetivamente hilarante; no en menor medida porque después nadie dice nada nunca al respecto, como si fuera perfectamente normal lanzarse a declamar rap para argumentar y contra argumentar una propuesta.

Yo encuentro a la serie entretenidísima; pero si el romance les resulta soporífero evítenla como la peste. Para la gente con buen gusto, la pueden ver en Cruchyroll.

Batman

En marzo de este año, después de una pausa de tres meses, fui al cine a ver The Batman.

The Batman

The Batman

Aunque esta película me gustó bastante, no es ni de lejos mi película favorita de Batman (esa sería The Dark Knight) ni mucho menos mi Batman favorito (ese sería Batfleck, seguido probablemente de Christian Bale). Aunque el resto del elenco sí es espectacular: un Alfred medio rudo interpretado por Andi Serkis; una Gatúbela al mismo tiempo sensual y peligrosa interpretada por Zoë Kravitz; y un teniente (todavía no comisionado) James Gordon encarnado perfectamente por Jeffrey Wright. Colin Farrell está en un nivel completamente distinto como el Pingüino.

(Soy fan casi incondicional de Paul Dano; pero su interpretación del Acertijo es completamente diferente a como normalmente es el personaje: me parece que nadie le avisó que no estaba interpretando al Espantapájaros).

La película abandona el tono realista del Nolanverse y el tono deprimente del Snyderverse. Es, como la música de Nirvana lo deja ver de manera explícita durante casi toda la película, un universo emo con un Batman emo. Que no es lo mismo que deprimente, por cierto.

No me molesta Battinson como Batman emo; de hecho está bastante bien, dados los antecedentes del muchacho. Nada más prefiero a Batfleck; y definitivamente prefiero al Snyderverse: más aún después de su corte de la Liga de la Justicia; y todavía más después de haber visto Black Adam, por mal que le haya ido.

De nuevo (ya sé que no dejo de mencionarlo) todo se reduce a que Warner Bros. es un pinche desmadre y no hay liderazgo (mucho menos efectivo) en la compañía. Tenemos un Joker espectacular de Joaquin Phoenix, pero eso es como que una versión de Taxi Driver pintada color cómics de DC; tenemos este nuevo Battinson, que está bien, pero que su existencia básicamente nulifica al Snyderverse, que por muchos problemas que tuviera era un universo en forma; y tenemos al Snyderverse, con el mejor Superman de todos los tiempos (con todo el respeto que se merecece Christopher Reeve); la mejor Mujer Maravilla; el mejor Batman; el mejor Aquaman; aparentemente el mejor Flash (aunque su actor esté demente); el mejor Shazam (por vacuidad); el mejor Black Adam; pero que por grillas y el desmadre que es WB nada más no pueden coordinar un universo coherente y tres películas buenas seguidas.

Y justo por los días que escribía esta entrada, se anunció que ahora James Gunn se hará cargo de los estudios DC (antes DC films), junto con Peter Safran. Eso suena como una movida en contra de Dwayne Johnson, que básicamente se brincó a los anteriores jefes de DC films para poder tener el cameo en su película que todos queríamos que tuviera (lo discutiré cuando escriba de Black Adam). Y por lo tanto no tenemos idea de qué carajo siga, pero la verdad no estoy muy optimista al respecto.

Me gustó The Batman, aunque Batman emo nunca ha sido lo mío; pero no quiero invertir mi sufrido corazoncito en un nuevo universo cuando no tengo idea de qué carajo le depare el futuro al mismo. Además, la película es demasiado larga y no tengo idea para qué carajos agregaron el último acto; debió terminar cuando agarra al Acertijo.

Así que la recomiendo, pero con reservas. Sin embargo, sigue siendo El Caballero de la Noche y sin duda alguna merecía ser vista en el cine.