El volante

En 2014 compré un volante de carreras Logitech Driving Force GT, junto con Gran Turismo 5. El volante era compatible con el PlayStation 3 y en particular con GT5 (de hecho lo hizo Logitech en colaboración con Polyphony Digital, la compañía que hace el videojuego), que fueron las principales razones por las cuales lo compré.

Es en pocas palabras el modelo más básico para volantes de carreras buenos; tiene retroalimentación de fuerza (force feedback) y es bastante durable; pero no tiene amortiguador ni hay forma de agregarle palanca de velocidades. Más grave, sólo tiene dos prensas para sujetarse a una superficie (generalmente un escritorio); y eso el volante, los pedales sólo tienen unos dientecitos abajo para que no se deslice mucho en una alfombra.

Cuando lo compré el PlayStation 4 acababa de salir y yo ni siquiera planeaba todavía comprarlo; sin embargo, sí recuerdo haber leído que se esperaba que el PS4 fuera compatible con “la mayoría de los volantes de carreras” en existencia a través de software (el volante se conecta a través de USB, al fin y al cabo).

Me encanta ese volante, pero es sin duda alguna más bien limitado. Acabé GT5 y Need for Speed: Hot Pursuit con el mismo, pero no lo usé mucho más porque es incomodísimo estarlo poniendo y quitando.

A mí me gusta jugar en mi sala, enfrente de mi televisor grandote y con el sistema de sonido Harman/Kardon que tengo desde hace años. En una sala normal no hay donde sujetar un volante de ese estilo, así que tenía que mover mi mesa (que en ese momento era una mesa más bien chafa de plástico y metal tubular); y además poner mis mancuernas más pesadas en los extremos, porque el motor de retroalimentación del volante sí hace fuerza, que uno compensa haciendo fuerza con los brazos, y que si el volante no está bien sujeto a una superficie pesada, hace que todo se tambalee.

Derramé muchos vasos descubriendo este hecho de manera empírica.

Así que eventualmente también compré un soporte para el volante, un Stand Rennsport Wheel P, que no puedo encontrar una imagen en internet, pero curiosamente sí un video en el tubo.

Esa cosa es patética; la idea para mantenerlo seguro es estar presionando la base de los pedales con los pies, lo cual se vuelve cansado rápidamente. Además, no es como que hubiera salido baratísimo; aunque ciertamente fue como la tercera parte de lo que cuestan los asientos con soportes para volantes y pedales. No usé mucho el estúpido soporte.

Ahora que me compré el PlayStation 5 y me inscribí a PlayStation+ Extra, decidí que sí quería usar de nuevo mi volante, pero no quería lidiar con estar moviendo mi mesa (que además ahora es de madera y mucho más pesada; yo no puedo cargarla solo) o el estúpido soporte; así que me compré un asiento Dshot Racing Wheel Stand que estaba de oferta en Amazon. De todas formas salió bastante caro; pero hey, una ventaja de no tener hijos.

Cuando llegó el asiento lo armé (de manera relativamente sencilla) y coloqué mi volante; tuve que idear un soporte extra de madera, porque las prensas del volante no se agarraban bien de otra forma, pero fuera de eso quedó bien; aunque los pedales se deslizan un poco porque esos dientecitos que tiene no sirven de mucho, la gravedad hace casi todo el trabajo.

Como sea lo instalé, cargué Gran Turismo 6 (que lo había comprado usado hace siglos) y me divertí como enano en mi PlayStation 3 como si fuera 2013.

Y después decidí probar F1 2016, que viene gratis con PlayStation+ Extra para PS4 y PS5. Y el volante no sirve en PS4 y PS5.

El modelo de mi volante es de 2007 originalmente; ya casi puede votar. No debería extrañarme en lo más mínimo.

No dispuesto a dejarme desanimar, agarré e investigué en la red qué volante era el más compatible para PS4 y PS5, y compré el HORI Apex Racing Wheel, que estaba sorprendentemente barato en Amazon. Y es oficialmente licenciado por Sony, así que supuse no tendría ningún problema.

Y no, no hubo ningún problema: el volante funciona perfectamente tanto en el PlayStation 4 como en el PlayStation 5. El problema es que apesta con la intensidad de diez mil soles.

El volante es “sorprendentemente” barato, porque no tiene retroalimentación de fueza; tiene un estúpido resorte. Cuando por fin comencé a correr en F1 2016, nada más agarrar la primera curva descubrí el terrible error que había cometido; es (y sé lo irónico que va a sonar esto) como si fuera un volante de juguete.

En ese momento estaba contemplando todas las malas decisiones que había cometido en mi vida, cuando recordé que compré el volante en Amazon y que soy cliente consentido porque tengo Prime y además las compras que realizo en la plataforma deben ser equiparables al presupuesto anual de un país chiquito, así que metí el volante otra vez en su caja y procedí a regresarlo. Gratis, por supuesto.

Y por fin me compré un Logitech G29, que salió casi en el doble del HORI, pero que es una maravilla: además de retroalimentación de fuerza tiene amortiguador; y también compré la palanca de 6 velocidades y reversa (que se le puede conectar) porque, de nuevo, alguna ventaja debe haber en que no tenga hijos.

El volante además tiene orificios especiales para sujetarlo al asiento con pernos; y también los pedales. Todo queda absolutamente fijo de manera perfecta.

Volví a jugar F1 2016, y la diferencia con el volante HORI es la que existe entre el día y la noche; es espectacular el nivel de control que da el recibir retroalimentación por parte del volante. También jugué un poco Assetto Corsa Competizione, que usa supercarros, no monoplazas como F1; y los adelantos que ha habido en los juegos de carrera son espectaculares: si me salgo de la pista (cosa que ocurre todo el tiempo) y termino en suelo de grava, se sienten a través del volante los golpes que dan las piedritas individuales en el chasis del carro.

Por último, el volante es compatible con PlayStation 5, PlayStation 4 y PlayStation 3, así que no tengo que cambiar nada. Sólo muevo mi mesita de centro, pongo el asiento enfrente de mi sofá, lo conecto a la consola que vaya a usar, y todo funciona de manera perfecta.

Y no que tenga nada que ver con el volante, pero con mi sistema de sonido 5.1, si un carro se me acerca por detrás a la izquierda, lo escucho por detrás a la izquierda.

Literalmente me dolieron los hombros de todo lo que jugué durante las vacaciones.

Eso sí, éste es el límite para mí. Porque la gente clavada hace cosas todavía más elaboradas; como motores hidráulicos para mover el asiento de forma que corresponda a las curvas o al frenar y acelarar; múltiples monitores para tener un campo de visión más amplio; o realidad virtual para poder ver a los contrincantes nada más girando la cabeza.

Yo me quedo con mi asiento y mi G29; ya gasté demasiado dinero en esto. Aunque a lo mejor compró el VR de PlayStation; pero sería en navidad o en mi próximo cumpleaños y además sería para jugar más cosas que juegos de carreras.

Como sea: valió la pena. Es estupidizantemente divertido; como cuando uno rebasa a dos carros en una curva pasando entre ellos, sin tocarlos en lo más mínimo. Lo recomiendo ampliamente, si lo pueden experimentar alguna vez.

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