El Legado del Diablo

Ayer (vaya, esto de escribir de política me está poniendo al día con mis reseñas) fui a ver Hereditary.

Se aplican las advertencias de spoilers habituales; les recomiendo ampliamente no leer mi reseña si no han visto la película (y me parece que deben ver la película).

Hereditary

Hereditary

Fui a ver esta película porque vi la reseña que hizo Grace en Beyond the Trailer. Me cae bien Grace, pero la verdad es terriblemente limitada cuando las cosas son un poquito más intelectuales del promedio gringo (que ya es decir). Así que cuando básicamente acusó a la película de ser pretenciosa y sin trama, decidí que iría a verla.

En defensa de Grace, la película sí es muy pretenciosa… pero se lo gana.

La historia es de la familia Graham, donde la abuela acaba de fallecer. La familia consiste de Annie (Toni Collette), la mamá que acaba de perder a su madre; Steve (Gabriel Byrne), el marido más pusilánime de la historia; Peter (Alex Wolff), el hijo adolescente dolorosamente simple; y Charlie (Milly Shapiro), la hija de 13 años con “capacidades diferentes”. La película es perturbadora la mayor parte del tiempo, pero un elemento muy sutil es que, escudándose de manera magistral en la cultura de “políticamente correcto” que siguen muchos gringos educados, jamás nadie menciona qué carajo es lo que le pasa a la niña. Evidentemente es deforme, pero no parece ser enanismo ni síndrome de Down; y más claro aún es que está mal de la cabeza, pero de nuevo no parecer ser síndrome de Down ni retraso mental. La actriz es espectacular, por cierto.

Después del funeral de la abuela (que parecía ser particularmente cercana con Charlie), Annie confiesa en un grupo de ayuda que su madre era manipuladora y al final senil, y que su hermano se había suicidado en la recámara de su madre, acusándola de “querer meterle a alguien”. A Peter lo invitan a una fiesta, y como buen adolescente el muchacho quiere ligar, así que le pide al carro a su mamá que se lo da con la condición de que lleve a Charlie con él y que no beba. Peter cumple ambas cosas, porque no le gusta beber, le gusta la mota harto rete mucho.

En la fiesta, Peter abandona a su hermanita poniéndola a comer pastel (la niña parece tener una obsesión con el chocolate) para poder ir y seguir los comandos de su pene (primer error). Por supuesto, Charlie comienza a entrar en un choque anafiláctico, porque el pastel tenía cacahuates y ella es alérgica, y por motivos de la trama no llevaban su epinefrina (segundo error). El muchacho en modo de pánico sube a Charlie al carro sin ponerle el cinturón de seguridad (tercer error) y se lanza hecho la madre al hospital. En el camino Charlie va ahogándose, así que abre la ventana y saca la cabeza tratando de respirar, cuando justo en ese momento Peter ve el cadáver de un perro en el camino, da un volantazo y un poste en el camino procede a decapitar a Charlie.

Es una de las escenas más intensas, dramáticas y terribles que he visto en mi vida. No es exactamente terror lo que se siente en esa escena; es algo mucho más primordial y mucho peor que simple terror.

Completamente en shock Peter se va a su casa y se acuesta en su cama, para despertar al otro día con los alaridos de su madre al encontrar el cadáver decapitado de su hija. Y no ponen la escena, pero se deja a la imaginación la tarea de tener que ir a recoger la cabeza abandonada de la niña al lado de la carretera. La cabeza sí la muestran, medio podrida y siendo devorada por moscas, porque por qué no.

De aquí en adelante las cosas se van poniendo de mal en peor, pero todo podría atribuirse a nada más muy mala suerte y una familia con historial de problemas mentales; incluso el título (Hereditary) podría dar eso a entender, dado que cosas como la esquizofrenia tienen factores genéticos que se heredan. Pero no, siguiendo la pauta de películas como Roser Mary’s baby y The Exorcist, es el diablo el culpable de todo.

A mí me encantó la película; no abusa de los sustos de pegar brincos; las actuaciones son espectaculares (Wolff y Collette en particular); la música es perfecta para el ambiente de la película; y desde el punto de vista artesanal es una obra maestra, probablemente el mejor uso que he visto este año de las herramientas visuales del medio cinematográfico. Y la historia es excelente también; no sé si sea porque soy ateo (lo único malo de no creer en dios es que tampoco creo en el diablo), pero todas las películas de terror que utilizan la mitología cristiana para dar fundamento a su historia yo generalmente las encuentro entretenidísimas. Lo único es que sí es terriblemente incómoda de ver la película en muchas partes; yo lo sentí en la sala donde la vi, todo mundo estaba aterrado.

Junto con A quiet place, es la mejor película de terror que he visto este año y la recomiendo ampliamente. Sólo sí es de terror y sin duda habrá gente que encontrará varias porciones de la película posiblemente insoportablemente incómodas.

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