Travelers

Como comentaba hace un par de entradas, ya casi no veo televisión. Pero este año nuevo mi hermano me recomendó ver Travelers (es original de Netflix) y quedé prendido desde el primer episodio.

Travelers

Travelers

La serie gira en torno a cinco personas que justo antes de morir en el “registro histórico”, sus consciencias son reemplazadas por las de cinco viajeros (los famosos travelers) del futuro. Queda claro rápidamente que el reemplazo de consciencia es equivalente a asesinar al ser humano “original”, el dueño del cuerpo huésped donde se recibe la consciencia del viajero del futuro. La justificación ética es que el huésped iba a morir de cualquier manera; los viajeros sólo aprovechan eso para continuar la vida del huésped y tratar de evitar el futuro horrible del que vienen, aunque esto tal vez resulte en que nunca existan en primer lugar.

La premisa de la serie es fascinante, en particular porque resulta que los viajeros en el tiempo en nuestra época no son nada más los cinco protagonistas; son miles, de los cuales nuestros cinco protagonistas son sólo un equipo que se comporta en los hechos como una célula terrorista. Toda la labor de las distintas células es coordinada por un enigmático director, que cerca del final de la primera temporada resulta que es una inteligencia artificial que se ejecuta sobre una súper computadora cuántica en el futuro. Y se nota que es una computadora porque es implacable; los viajeros cometen un montón de actos éticamente reprobables y permiten que ocurran desgracias de las que saben por el “registro histórico”, todo bajo la suposición que el director sabe lo que hace y que su Gran Plan evitará que el futuro de donde vienen ocurra.

Hay bastante acción muy emocionante y harto drama porque los viajeros deben continuar la vida de sus huéspedes, así que se convierten en esposos, hijos y padres de completos extraños con los cuales tienen que comenzar a llevar relaciones bastante íntimas. Además la serie es increíblemente respetuosa de la ciencia en general y de las ciencias de la computación en particular; creo que nunca había visto una serie que tratara asuntos de computación de manera tan real y respetuosa (dentro de lo que cabe). Y en el futuro los programadores son los que llevan el mando, lo cual por supuesto me encanta.

Todo lo anterior bastaría para que me hubiera prendado de la serie, pero encima de todo eso, la misma cuenta con MacKenzie Porter.

MacKenzie Porter

MacKenzie Porter

MacKenzie Porter es bellísima, por supuesto; pero además es muy buena actriz. Por el detalle de la transmisión de consciencias y de vicisitudes en la trama, su huésped termina actuando con unas cuatro personalidades distintas, y la chava es muy buena en hacerlas realmente diferentes y reconocibles (una de ellas es, como lo dice otro de los personajes, a little bitchy blonde). Yo estoy perdidamente enamorado de ella, y prontamente comenzaré a escribirle extensas cartas donde explico a gran detalle por qué debería casarse conmigo.

But wait, there’s more! Además de todo lo anterior, la serie tiene un montón de romance. Y romance bien hecho con personajes entrañables que uno de verdad quiere que se puedan frotar sus partes íntimas en paz. Y de hecho el mejor romance de toda la serie justamente involucra al personaje de MacKenzie Porter.

MacKenzie Porter

MacKenzie Porter

El antepenúltimo capítulo de la segunda temporada es la cosa más romántica que he visto en muchísimo tiempo, y en gran medida sigo la serie porque quiero ver a dónde puede llegar ese romance entre una viajera del futuro y el personaje masculino más entrañable en la historia del mundo mundial, interpretado por Patrick Gilmore.

Patrick Gilmore

Patrick Gilmore

Al inicio de la serie me enamoré de MacKenzie Porter, pero creo que de hecho ahorita estoy más enamorado de Patrick Gilmore, porque interpreta al hombre más amable, gentil, generoso y simpático del universo. E increíblemente torpe; generalmente el personaje de MacKenzie Porter tiene que estar salvando su pobre trasero todo el tiempo.

La serie tiene de todo: acción, intriga (hay varias facciones del futuro luchando entre sí en el presente), drama, ciencia, romance y un humor bastante bueno para una historia que es seria la mayor parte del tiempo. Y debe costar como trece dólares hacer cada episodio; los efectos especiales son casi inexistentes y todo lo filman en Vancouver sin especificar nunca dónde transcurre la serie. Así que espero dure bastante.

Si tienen Netflix, se las recomiendo ampliamente. La única bronca es que ya vi las únicas dos temporadas y aunque es casi seguro que hagan una tercera (al parecer está teniendo bastante éxito), la misma no estaría disponible hasta finales de este año en el mejor de los casos. Así que una vez más, es como si no estuviera viendo nada en televisión en este momento.

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