Prince of Persia: The Two Thrones

Dos semanas después de sacar mi platino de Dead Space 2, terminé la trilogía del Príncipe de Persia al sacar el platino de Two Thrones.

Prince of Persia Trilogy

Prince of Persia Trilogy

Dejé pasar un tiempo después de Warrior Within antes de empezar The Two Thrones, porque como dije en mi reseña no me gustó tanto. Por fortuna, todo el mal sabor de boca que me había dejado la segunda entrada de la trilogía es completamente lavado por esta última entrega.

Muchas de las críticas que se le hicieron a Warrior Within se basaban en el hecho de que el príncipe era un personaje completamente distinto (y mucho más desagradable) que el del primer juego. Ubisoft escuchó a sus fans y resolvió la dicotomía de una manera elegante y fabulosa.

Era su hermano gemelo malvado.

Bueno, no exactamente; pero resulta que la exposición a las arenas del tiempo fue lo que desarrolló la personalidad desagradable (y violenta) del príncipe del segundo juego, ocultando al simpático y gentil príncipe del primer juego. En esta segunda parte el príncipe regresa a Babilonia junto con Kaileena (por razones) y la descubre bajo sitio por las fuerzas del malvado visir del primer juego. Kaileena es prontamente secuestrada y luego sacrificada con la daga del tiempo, lo que convierte al visir en un ser superior y termina de liberar la personalidad oscura del príncipe, por lo que el mismo alterna control entre las dos personalidades todo el juego, lo cual está increíble porque ambos príncipes tiene habilidades y poderes diferentes.

Prince of Persia: The Two Thrones

Prince of Persia: The Two Thrones

Este juego es el pináculo de los juegos del Príncipe de Persia, me parece. Es endiabladamente divertido (especialmente con la nueva mecánica del príncipe malévolo), con una historia increíble que ata los cabos de los dos primeros juegos, y encima de todo regresa Farah, la princesa del primer juego, y tienen la decencia de vestirla de manera inteligente y hacerla de nuevo la compañera e igual del príncipe.

Farah

Farah

Me encantó este juego y mucho de ello tiene que ver con lo bien que culmina la historia del príncipe. Me gustó mucho el respeto que le dieron a los personajes; por ejemplo, el príncipe se gana el respaldo de su pueblo cuando ven cómo pelea en contra de los invasores y cómo libera a los ciudadanos. Además, como Farah no recuerda al príncipe (en esta línea temporal nunca se conocieron, porque se destruyeron las arenas del tiempo), él tiene que ligársela de nuevo desde cero, lo cual es hilarante.

Al final (una vez derrotado el visir) el príncipe se enfrenta a su lado malévolo; esto refleja (je) lo que el juego original hacía hace décadas. Pero en este juego la que salva al príncipe es Farah, y lo hace sin violencia. Y cuando por fin termina la aventura, Farah le pregunta quién es él, y el príncipe comienza a relatarle la historia usando el monólogo con el que comienza el primer juego.

Es un final perfecto.

En trofeos la verdad ni siquiera los recuerdo; estaba muy ocupado disfrutando el juego, pero esto probablemente quiere decir que no son muy difíciles.

La trilogía del Príncipe de Persia son tres muy buenos juegos (incluyendo el segundo, en el peor de los casos para poder disfrutar completamente el tercero), y sin duda alguna de mis favoritos. Hay otros dos juegos del príncipe para el PS3, y uno de ellos llegué a jugarlo, pero hablaré de ello luego.

Y probablemente pasarán años antes de que veamos una nueva entrega del príncipe; las razones son fabulosas, y con gusto las relataré en otra entrada.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *