Zonas Húmedas

El fin de semana pasado (no éste que acaba, el anterior) fui a ver Feuchtgebiete. La verdad tenía más ganas de ver otra, pero sabía que ésta no iba a durar mucho en cartelera y sí se me antojaba, así que me metí a verla.

No me arrepiento en lo más mínimo; se aplican las advertencias de spoilers de siempre.

Feuchtgebiete

Feuchtgebiete

Feuchtgebiete es una película difícil de digerir. En la sala donde la fui a ver, varias personas se levantaron y se fueron a menos de 30 minutos de que iniciara la proyección.

Si me preguntaran a mí, yo diría que lo que ocurre es que los mexicanos somos, en gran medida, un pueblo muy limpio. No como muchos europeos (especialmente del norte de Europa), que a veces parece que quisieran poder identificarse mutuamente únicamente a través del sentido del olfato.

Carla Juri interpreta a Helen, una hermosa y perturbadoramente asquerosa alemanita de 18 años, que es inmensamente feliz experimentando con su sexualidad, los fluidos corporales de ella misma y otras personas, y a qué tantos microbios puede exponer a su vagina antes de que se le infecte.

Después de una sesión increíblemente intensa, si bien platónica, con un árabe que la rasura casi por completo, Helen adquiere la costumbre de rasurarse tdo; pero siendo como es, lo hace sin mucho cuidado, lo que causa que rebane su ano poblado de hemorroides mientras se rasura el mismo.

Detesto cuando eso ocurre.

Como suele ocurrir en este tipo de circunstancias, Helen termina en el hospital, donde procede a coquetear con y sacar muchísimo de onda a el guapo enfermero que le toca cuidarla.

No hay mucha más trama que esto; Helen relata su historia familiar mientras está internada (sus padres están divorciados y ella quiere que vuelvan a juntarse), y varios episodios de sus experimentaciones sexuales, con drogas, y en general con no ser muy higiénica que digamos.

Varias partes de la película son estridentes en su asquerosidad; hay semen en pizza, tampones hechos en casa, incontinencia anal, baños públicos con siglos sin ser limpiados, desgarres anales, etc., etc., etc. No es exactamente escatológica la película (de hecho poco gira alrededor de la mierda); es más bien una larga colección de episodios diseñados a ver cuál causa más shock al espectador.

Extraordinariamente, la película funciona por dos razones; al final hay una muy satisfactoria resolución a varios de los traumas de Helen (resulta que su mamá trató de suicidarse y matar al mismo tiempo a su hermanito menor cuando era un bebé con el gas del horno, y Helen fue la que la descubrió y evitó que ocurriera), y por la encantadora, natural, desenfrenada y maravillosa actuación de Carla Juri, que no puedo creer que una muchacha tan asquerosa consiguiera que me medio enamorara de ella.

La película me parece buena, y ciertamente un muy interesante experimento con una protagonista que se aleja de la obsesión que muchas muchachas (en mi experiencia) tienen con renegar de tan siquiera mencionar varios de sus fluidos corporales (también exagera y se va al otro extremo, creo yo); pero de verdad creo que muchísima gente no tendrá el estómago para soportarla completa. A mí me costo, y me considero bastante tolerante, especialmente con casi todo lo que está relacionado con la sexualidad.

De cualquier manera la recomiendo. Sólo sí prepárense a lidiar con varias escenas que uno no acostumbra a ver en ningún lado. Ni siquiera, paradójicamente, en lo más extremo de la pornografía alemana.

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