Cenicienta

El fin de semana anterior fui a ver Cinderella. Se aplican las de siempre.

Cinderella

Cinderella

No me esperaba mucho de esta película (no fue realmente mi idea ir a verla). Salí inesperada y agradablemente sorprendido; de hecho lo más malo que tiene la película (además de que volverá a inspirar a millones de niñas a tener ideas pendejas en sus cabezas), es que la vi en español, y el doblaje es más que pasable, siendo honesto.

Lo mejor de la película, sin duda alguna, es Cate Blanchett; es espectacular interpretando a la madrastra malvada. Lo segundo mejor es la Helena Bonham Carter, que me parece nació para interpretar al hada madrina. Lo tercero es Richard Madden, a.k.a. Robb Stark, porque puta madre qué guapo muchacho. La pobre niña que la hace de la Cenicienta la verdad no me llamó demasiado la atención; a lo mejor en inglés es más interesante. Eso sí, su cintura es casi perturbadoramente delgada.

Además del elenco, la historia pendeja de Cenicienta ha sido moderadamente actualizada. Nada revolucionario; de hecho sigue siendo igual de misógina que antes, sólo un poco menos descarada en su desprecio por el genéro femenino.

Pero en el contexto de los cuentos de hadas (que suelen ser asquerosos), está simpática la película. En particular, me gustó bastante el estúpido vestido, lo cual me sorprendió; generalmente lo único que me interesa de un vestido es qué tan corto es, y qué tan fácil es de quitar. El vestido azul de Cenicienta no califica muy alto en ninguno de esos dos puntos, pero se ve divino cuando baila con el estúpidamente guapo príncipe.

OK, necesito cambiar mi tampón, probablemente.

Está entretenida la película, aunque el mensaje siga siendo la misma estupidez que al final termina causándoles innumerables problemas emocionales a muchas niñas (junto con sus sufridos novios) que se tragan que así debe ser la vida. Yo sí la recomiendo.

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