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In Time

El domingo fui a ver In Time [1]. Se aplican las de siempre.

In Time [2]

In Time

In Time tiene problemas, pero la verdad son pocos. La historia tiene algunas fallas, partes donde algunas cosas no tienen mucho sentido o su consistencia es pobre. Sin embargo, si uno está dispuesto a perdonar esos (en algunos casos medianos) problemas, la película es fabulosa.

La premisa es una buena para ciencia ficción: un futuro donde los seres humanos han sido genéticamente modificados para dejar de envejecer a los 25 años, y donde entonces la moneda de cambio para todo es tiempo. Cada ser humano tiene integrado un reloj en el brazo izquierdo que le dice cuánto tiempo tiene de vida, y que disminuye al comprar cosas y aumenta al vender algo (digamos, fuerza laboral). Consecuentemente, la prole vive (literalmente) día a día, trabajando para poder vivir un día más, y los ricos viven (potencialmente) para siempre. “Para que unos pocos sean inmortales, muchos deben de morir”.

Justin Timberlake interpreta a Will Salas, un prole que de repente se ve dueño de cien años (una fortuna), después de que un rico desencantado de su larga vida se los regala y se deja morir (time out). El muchacho, después de que su sabrosa madre (la hermosísima Olivia Wilde, que no consigue convencer a nadie de tener 50 años) se le acaba el tiempo antes de que él pueda pasarle algo de su nueva fortuna, decide ir a donde vive la gente dueña de todo el tiempo del mundo para “quitarles todo”.

Por supuesto, la policía de esta sociedad futurista (los timekeepers) no pueden permitir que un vil prole se cuele con los riquillos, y lo detienen y le quitan todo su tiempo, pero él escapa raptando a la hija (la increíblemente bella Amanda Seyfried) de un magnate dueño de “eones”.

La historia es medio idiota a veces; pero a mí me gustó (mucho, de hecho), porque en el fondo es muy subversiva y altamente anticapitalista. Podría haberlo sido de forma sutil, pero termina siendo muy burda al respecto; como sea, el mensaje a mí me gustó. La frase de “para que algunos vivan por siempre muchos tienen que morir” se puede trivialmente entender por “para que algunos tenga todo muchos no deben de tener nada”.

Todo el aspecto visual de la película es fabuloso, con un futuro donde los carros son versiones futuristas de modelos de los 60s y 70s (con un par de persecuciones excelentes), y la moda más o menos sigue esa idea también. Y es interesante que, dado que se presenta un futuro donde todos se ven de 25 años, todos los actores son chavos y (tal vez innecesariamente) medio hermosos.

Lo mejor para mí sin embargo fueron los jóvenes actores. Justin Timberlake me convence cada vez más de que de hecho sabe actuar, y aquí ofrece una interpretación convincente como alguien salido de la prole más pobre que se le presenta la oportunidad de tratar de cambiar las cosas. Cillian Murphy es (como suele ser siempre) excelente, y es de hecho el único de los jóvenes actores que interpreta a un “anciano” de 70 años y que me convenció de ser alguien maduro y con experiencia en un cuerpo eternamente joven. Su papel además sigue la tradición del inspector Javert: un policía casi obsesionado por atrapar a su presa, no sólo porque ese es su trabajo, sino porque en el fondo de su alma está convencido de que debe hacerlo para que la sociedad funcione. Y por último, Amanda Seyfried aparece de nuevo hermosa como siempre (ya he dicho que cuando sonríe y pela sus ojotes azules uno sabe que el mundo está bien y que hay razones para seguir viviendo), pero además tiene las líneas más coquetas de toda la película (cuando ella y Will aparecen como buscados por los timekeepers, con sus fotos juntas en la televisión, su primera reacción es decir “we look cute together”). Lo único que no me gustó es que no saliera güera (cuando es de las pocas actrices que de hecho se ve bien güera), y de que le pusieran catorce toneladas de maquillaje alrededor de los ojos.

La película está entretenida, tiene acción y romance, y el mensaje, aunque burdo y medio idiotamente contado, está interesante. Así que vayan y véanla; a mí me divirtió mucho.