Una el año pasado, otra éste

El año pasado (je) fui a ver una de las mejores películas que vi ese año; este año fui a ver una de las, supongo, peores que habrá éste. Se aplican las de siempre.

  • Baarìa.

    Baarìa

    Baarìa

    Para cerrar el año fuimos a ver una película maravillosa, de Giuseppe Tornatore, el mismo de Cinema Paradiso. Aunque no tan hermosa como esa, Baarìa es una muy buena película, y a mí me tuvo maravillado durante las dos horas y media que dura.

    La historia relata tres generaciones de una familia en el pueblo siciliano de Bagheria, que sus pobladores llaman Baarìa. Aunque cubre tres generaciones, la película se centra principalmente en Peppino, un recolector de aceitunas que después se hace lechero, y más adelante comunista y consejal del pueblo por el Partido Comunista Italiano. Es en general su vida, el romance con su esposa, sus hijos y su vida política lo que se relata en la película.

    La película es divertidísima y fascinante en cómo muestra un pueblito perdido de Sicilia (me di cuenta de que hablaban siciliano porque no les entendía nada, cuando en general varias cosas pesco de italiano), agobiado por la mafia, la corrupción del gobierno, y los fascistas antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Peppino medio inevitablemente se convierte en comunista, y durante toda su vida trata (con grandes dificultades y a veces poniendo en peligro su vida) de ayudar a la gente de su pueblo natal, fallando heróicamente la mayor parte de las veces.

    Es de verdad una película muy hermosa, y habiendo crecido con padres que fueron miembros del Partido Comunista Mexicano, es realmente fácil que me identificara y divirtiera con varias de las escenas de la misma. De las partes más divertidas es cuando Peppino le envía una carta a su novia (después su esposa), diciéndole que sí es comunista, pero que es mentira eso de que comen niños.

    Altamente recomendable; y además sugeriría que fueran rápido a verla, porque no creo que dure mucho en cartelera.

  • Tron Legacy (Tron: El Legado).

    Tron: Legacy

    Tron: Legacy

    No tienen idea de cómo me divirtió esta película. No sólo porque visualmente es espectacular, sino por todas las memorias que despertó en mí; de verdad me hizo sentir como niño de cinco años de nuevo: Tron es de las primeras películas que recuerdo haber visto en el cine, tenía cinco años cuando me llevaron a verla.

    Todos los aspectos técnicos de la película son casi perfectos, con la posible excepción de Clu, el Jeff Bridges rejuvenecido, que se ve francamente artificial en un par de escenas. Los efectos especiales, el sonido, la música de Daft Punk, el diseño del vestuario, los escenarios (reales y CGI). Me muero por tenerla en Blu-ray y verla en mi telesota.

    Lo demás de la película en cambio es bastante chafa: la historia, aunque entretenida, es completamente inverosímil; la tecnología adquiere proporciones casi mágicas en su irrealidad; las actuaciones de Jeff Bridges y Garrett Hedlund son en el mejor de los casos mediocres (aunque el primero se ve que se divirtió como enano todo el tiempo), la de Michael Sheen es francamente ridícula, y Olivia Wilde está tan hermosa que sencillamente distrae.

    Pero esas cosas no me importaron; de verdad me gustó mucho la película, y es un banquete visual. El mundo de the grid en su versión 2.0 es increíble, y está padre que ahora sí de verdad tengan lucecitas los trajes de los programas.

    Vayan a verla en el cine, es donde más vale la pena. Yo la vi en 2D (habiéndole ya perdido la fe a esta iteración de 3D), y la disfruté enormemente.

2 comentarios sobre “Una el año pasado, otra éste

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