Una de grilla, otra de un hermoso crimen

El miércoles fui a ver Green Zone. El viernes fui a ver Man on Wire. Hoy fui al Museo Universitario de Arte Contemporáneo. No había escrito al respecto porque ahora resulta que al parecer tengo algo que se le puede llamar vida.

De mi visita al MUAC hablaré en otra entrada; para las películas se aplican las de siempre.

  • Green Zone (La Ciudad de las Tormentas).
    Green Zone

    Green Zone

    Green Zone tiene todos los elementos para una película que debería fascinarme: una historia decentemente contada, mucha acción, buenas actuaciones, un elenco que me cae bien, una crítica mordaz a los gringos y al imperialismo… y sin embargo no pude disfrutarla por un simple hecho.

    Es muy estúpida.

    Mientras que el resto del mundo siempre supimos que Irak no tenía (ni tuvo nunca, ni planeó en tener) Armas de Destrucción Masiva (Weapons of Mass Destruction, o WMD en inglés), los imbéciles gringos estuvieron debatiendo acerca de eso por más de seis años. Esta película entonces trata de explicar con (literalmente) palos y bolitas a (repito) los imbéciles gringos que se fueron a la guerra por razones falsas y por qué eso importa.

    En Estados Unidos la película ha desatado mucha polémica, y la crítica debate entre si es una maravilla la película o si es “antigringa”. Para los que siempre supimos que los gringos nunca tuvieron ninguna razón válida para atacar a una nación soberana, la película sencillamente es muy estúpida, tratando de simplificar las cosas al grado de que parecería que sólo hay un puñado de “villanos” que planeó el engaño. Y las cosas, lamentablemente, nunca son así de fáciles.

    Como churrito de acción está divertido, y la crítica a los gringos siempre es bienvenida; pero a nadie le va a decir nada que no supiéramos antes… excepto, al parecer, a los imbéciles gringos. Como sea, vayan y véanla.

  • Man on Wire (La Hazaña del Siglo).
    Man on Wire

    Man on Wire

    Esta debe ser la película que más he disfrutado en mucho tiempo; contando la odisea que fue verla, porque parecía que no llegábamos al cine (que además fuimos después de que resultó que la obra de teatro que queríamos ver no se estrenó ese día), después cancelaron la función, y al final nos la abrieron de nuevo cuarenta minutos después.

    El documental relata la fabulosa historia de Philippe Petit y su demencial hazaña de haber cruzado en cuerda floja las Torres Gemelas, y lo hace como si fuera una historia de un crimen (que técnicamente así fue). Un hermoso crimen.

    Realmente no hay mucho que comentar de la película; es divertidísima, emocionante, muy bonita y además muy bien hecha. Vayan y véanla, porque de verdad es maravillosa.

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