El mundo invisible de René Magritte

El martes (antes de ir a la Cineteca) fuimos a ver El mundo invisible de René Magritte en el Palacio de Bellas Artes. Siempre es divertido ir al pastelazo de quince años, y la exposición estuvo simpática, a pesar de que me pareció algo pequeña y poco después de que llegamos comenzó a llenarse rápidamente (semana santa o no).

Estuvo simpático; y después fuimos a comer a Los Girasoles, que es de mis restaurantes favoritos cerca del Centro.

Me encanta mi Ciudad; especialmente cuando me la dejan casi para mí solo.

Recuérdame

El lunes fui al cine, a ver Remember Me, una película que no escogí. No estuvo tan mal, pero sí sigo con ganas de ver Cómo entrenar a tu dragón. Y luego el martes fui a ver LOL@, a la Cineteca; y de nuevo me quedé con ganas de ver Cómo entrenar a tu dragón.

Se aplican las de siempre.

  • Remember Me (Recuérdame).
    Remember Me

    Remember Me

    Me gustó cómo una crítica de cine resumió esta película: tragedias que le ocurren a gente bonita. O como decía un cuate mío hace años: historias de niños blancos con problemas.

    En general estaría bien; me gusta el drama. Sólo el final es tan barato y tan emocionalmente chantajista, que de verdad le roba la poca seriedad que podría tener la película. También desconcierta ver a tantos actores británicos intentar (miserablemente a veces) hablar con acento neoyorkino.

    Quitando el final, la película está bien hecha, bien actuada, y bien contada. Y ciertamente yo nunca me voy a quejar de ir al cine a ver gente bonita sufriendo; y sin duda Emilie de Ravin está suficientemente chula.

    Sólo no sé si recomendarla; pero lo que sí es que se puede ver en DVD sin ningún problema.

  • LOL@ (LOL – Laughing Out Loud).
    LOL@

    LOL@

    Básicamente una comedia adolescente, con la particularidad de que ocurre en París, Francia. Me divirtió, y ciertamente es refrescante ver una comedia con adolescentes que de verdad son adolescentes (no como las gringas, con veinteañeros), y donde además se rompe el idiota molde gringo de la noche de graduación y la chingada.

    Probablemente la historia es igual de pendeja que la de mi novelita, pero está divertida, y ciertamente es original cómo muestran el papel que juegan actualmente las tecnologías de la comunicación en las relaciones de los chavos de este siglo.

    Pero es completamente posible no verla en el cine; aunque sí la recomiendo por divertida

Alicia en el País de las Maravillas

El martes por fin fui a ver Alice in Wonderland. Supongo que ya todo mundo y sus hermanos fueron a verla, pero de cualquier forma la voy a comentar.

Alice in Wonderland

Alice in Wonderland

Primero que nada, déjenme decirles que, a pesar de que las novelas de Carroll me parecen divertidas, no creo que tengan la mejor narrativa del mundo. Todo lo contrario; es mi opinión que es el equivalente de la Inglaterra victoriana a un viaje con hongos de Huautla. Y por lo tanto hacer una película siguiendo la historia al pie de la letra sería no sólo absurdo, sino ligeramente estúpido. En ese sentido la película clásica de Disney me parece bastante pasable, por cierto.

Tim Burton sencillamente manda al carajo la historia original, y hace una especie de secuela; pero más bien me parece que la mejor interpretación es que Burton sencillamente quiso filmar su interpretación de la novela de Carroll.

A mí me fascinó; me parece surreal (sin perder por ello una narrativa más o menos coherente), divertidísima, muy bien hecha en la animación por computadora, y maravillosamente actuada. Además, lo mejor de la novela (varias líneas que los personajes tienen, en mi opinión) es más o menos preservada.

Súmenle a ello que Johnny Depp y Helena Bonham Carter se roban todas sus escenas (como suelen hacer), que Anne Hathaway es fabulosa como la etérea y ligeramente sicótica Reina Blanca, y que Mia Wasikowska está muy chula, y la película es realmente buena. Como pilón, por si fuera poco, las inconfundibles voces de Alan Rickman, Christopher Lee y otros varios actores británicos le dan vida a varios de los fumados personajes en la historia.

Yo me divertí horrores viéndola; y aunque sigo creyendo que la pendejada esta 3D es más farol que sustancia, al menos no me resultó de hecho molesta, como me ha sucedido en otras ocasiones.

Váyanla a ver.

Y ahora son seis

Total que por fin decidieron los del Instituto Clay que Gregori Perelman se merecía uno de los premios del milenio por haber resuelto la conjetura de Poincaré.

De eso no es esta entrada.

La entrada es de que decidí leer el artículo de la Wikipedia que más o menos platica, sin entrar en muchos detalles técnicos matemáticos, la prueba de Perelman para la conjetura. El artículo me parece fabuloso, y me estaba meando de la risa al leer cómo concluye:

Then he rebuilds the original manifold by connecting the spheres together with three-dimensional cylinders, morphs them into a round shape and sees that, despite all the initial confusion, the manifold was in fact diffeomorphic to a sphere.

Después de toda la confusión inicial. Altamente recomendable; léanlo.

Higinio

Hace unos días me encontré en la Facultad de Ciencias a uno de mis antiguos camaradas de la huelga de 1999, y me preguntó si ya sabía. Le dije que no, y me comenzó a contar que Higinio estaba hospitalizado después de que le había dado meningitis, que ya lo habían desahuciado dos veces pero que seguía luchando.

El viernes sin embargo, Higinio falleció. La Jornada tiene una cobertura más o menos decente de los logros que tuvo Higinio.

Durante la huelga, la enorme mayoría de estudiantes que al inicio apoyó el movimiento se dividió en dos bloques: los pusilánimes que se espantaron de cuánto estaba durando la huelga, y quisieron levantarla aunque no se hubiera conseguido realmente nada; y los dementes que querían (por diversos motivos) que durara indefinidamente… y me queda perfectamente claro que en ambos grupos había infiltrados cuyo objetivo principal era sencillamente darle en la madre a la UNAM, porque ambas alternativas dañaban a la Universidad.

Yo no podía en buena conciencia apoyar a ninguna de esas dos facciones; no podíamos levantar la huelga mientras Barnés siguiera siendo rector y las cuotas siguieran ahí; y era pendejísimo el pensar que había que mantenernos en huelga de forma aferrada sin buscar modos inteligentes de forzar a la Rectoría a sentarse a dialogar.

Ahí fue cuando yo conocí a Higinio (aunque ya habíamos coincidido cuando fui a Chiapas en 1994), y casi de inmediato comencé a trabajar en su grupo. Dentro de la bola de personajes que fluctuaban entre la demencia y la estupidez, Higinio (y en gran medida su grupo) siempre fue alguien que mantuvo la lucidez de entender que no podíamos levantar la huelga al menos hasta que se garantizara que las cuotas se echarían para atrás, pero que eso mismo debía forzarnos a buscar maneras de destrabar el conflicto. Además de eso, Higinio siempre fue alguien que se caracterizó por su congruencia, por su honradez, y (algo nada despreciable en ese mundo lleno de divas) por su humildad.

Yo creo (realmente nunca podré saberlo con certeza) que yo terminé en la cárcel justo porque durante los últimos meses de la huelga yo siempre estuve con Higinio. Parecía, toda proporción guardada, que actuaba como su guardaespaldas.

Al término de la huelga, y cuando por fin logramos sacarlo del bote, Higinio me invitó (junto con otro par de compañeros) a que siguiera trabajando con él. Yo ahí fue que terminé tomando una decisión fundamental en mi vida, aunque no caí en cuenta sino hasta mucho después: le dije que no, gracias. Mi vida no era (ni es) la política; yo iba a terminar mi carrera, trabajaría o haría un posgrado, y daría clases y otras cosas académicas. Siempre seguiría participando en las movilizaciones sociales a las que yo considerara importantes, pero mi vida principal no sería eso.

Y así ha sido desde entonces.

A partir de ese momento dejé de ver a Higinio, aunque seguí oyendo de las cosas a las que se dedicaba. Todavía hace pocos meses me lo encontré en mi Facultad; como generalmente era con él, estaba en chinga.

La muerte de Higinio me duele por muchas razones; no sólo perdimos a un líder de los que hacen falta: decente, honesto, con una visión clara y trabajador como pocos. También yo en particular perdí a un amigo, a alguien a quien siempre admiraré y respetaré.

Me queda el consuelo de que Higinio alcanzó a ver que todo lo que hicimos durante la huelga en gran medida valió la pena, y que la Universidad sigue siendo (y no hay visos de que pueda cambiar dentro de poco) pública, gratuita, laica. Y bien chida.

Porque el color de la sangre jamás se olvida
Los masacrados serán vengados
Vestido de verde olivo
Políticamente vivo
No has muerto, no has muerto, no has muerto camarada
Tu sangre, tu sangre, tu sangre será vengada

Sangre y Pachuca

Hoy doné sangre. De nuevo. Eso fue cansado, pero no realmente mucho.

Luego fui en camión y regresé en carro de Pachuca. Eso fue cansado también, pero tampoco mucho.

Y ya luego me cansé. Me duele todo.

No comment

Y ahora que de verdad tengo suficientes cosas de qué hablar, me encuentro (y ustedes, queridos lectores, sabrán bastante bien es algo muy raro) literalmente sin palabras.

De regreso

A punto de salir de regreso para la Ciudad, pondero acerca de este coloquio, el segundo al que atiendo. Fue una semana particularmente interesante; fabulosa en casi todos los aspectos, algo dolorosa en algunas.

Pero antes que nada, me alegro de que al fin y al cabo yo estoy en control de mi vida… o al menos tanto como puede estarlo alguien normal.

I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.