Full Throttle

Hace años cuando compramos una máquina, venía con una tarjeta de sonido que era la neta en ese entonces. No recuerdo si era una SoundBlaster AWE64 o una SoundBlaster Pro o una SoundBlaster 16; pero era the state of the art en ese entonces.

Seguro era ISA; las tarjetas ISA eran un desmadre.

El punto es que con la tarjeta venían programas y manuales y un montón de cosas; y entre el montón de cosas venía un juego: Full Throttle. Cosas interesantes del juego: era de los primeros en tener un cast de verdad: la voz del villano es de Mark Hamill; eso era buen pretexto para mostrar en todo su esplendor la tarjeta de sonido. Pero además, venía completo; no era un demo.

El juego era divertidísimo; de las mejores aventuras gráficas que he jugado. Buenos personajes, chida historia, y una interfaz bastante usable. Además, era muy noble con el jugador; es básicamente imposible encontrarse en una situación sin salida, o matar al protagonista. Lo único tal vez que se le podría criticar, es que es un poco corto: dado que el protagonista no muere ni puede quedar atrapado sin posibilidades de terminar nunca el juego, hubiera sido chido que durara más la historia.

Hace poco instalé ScummVM en mi antigua máquina, y puse las versiones gratuitas de Beneath a Steel Sky y Broken Sword. Años antes, el primero lo jugué bastante, pero no lo acabé nunca (era un juego algo complejo); el segundo sólo lo llegué a instalar. Con ScummVM, que permite correr estos y muchos juegos más en una PC moderna, pensé que podría por fin terminarlos; pero lamentablemente cada vez tengo menos tiempo de jugar en mi compu (jugar juegos; porque a veces yo considero compilar un kernel un juego).

Ahora se conjugaron dos cosas: siguiendo con la interminable tarea de terminar de dejar mi máquina como estaba, moví los archivos de datos de Beneath a Steel Sky y Broken Sword a donde debían, y me acordé de ScummVM. Pero además, arreglando mi habitación recuperé mi viejo CD de Full Throttle, y no pude resistirme y lo corrí en el programa.

Full Throttle

Full Throttle

Buen Dios. El juego ha envejecido mucho. Pero sigue siendo igual de divertido, y la música está bastante chida. De verdad la capacidad del software libre no deja de sorprenderme; gracias a ScummVM, he podido revivir un pedacito de mi adolescencia una vez más.

Desfiladero

El viernes iba en mi carro sin hacerle daño a nadie (incluso tratando de mantener el nuevo límite de velocidad que los radares nos imponen), cuando oí en Hoy por hoy, en su versión dirigida por Ezra Shabot y su equipo de Poder y Dinero, la noticia de que, según la última encuesta de GEA/ISA, Felipe Calderón había alcanzado al Peje en las preferencias electorales.

Por supuesto lo primero que pensé fue “ah chingá…”

La cosa no es que le voy al Peje y que Felipillo cada vez me cae peor; la cosa es que, desde cualquier punto de vista que se vea, está muy raro. Dos encuestas independientes, justo antes de la de GEA/ISA, ponían al Peje con una cómoda ventaja sobre Calderón. Los actos del Peje (especialmente el último en Villahermosa), han sido calificados por casi todos los medios de masivos, mientras los de Calderón han sido justamente lo contrario (con lo que pasó en Iztapalapa, en el Toreo, y en la Merced resaltando particularmente como reveses para el abanderado blanquiazul), además del escándalo que se está gestando por los hijitos rateros de Marta y la secretaria piojito, que por supuesto le pega al PAN, independientemente de cuánto quieran despegarse Felipe y Espino.

Si hubieran sido dos o tres encuestas, en cada una de las cuales Felipe se acercaba cada vez más al Peje hasta alcanzarlo, lo creería (y me preocuparía) sin lugar a dudas. Sólo que así de golpe está muy raro.

No me creo del todo el comentario que hace Jaime Avilés en su columna del sábado; pero ciertamente hace observaciones interesantes. Le recomiendo a cualquiera que le interese la contienda de este año que le eche un ojo: tómenselo con un grano de sal (es La Jornada); pero sí vean lo que dice.

Quiero creer que no intentarán hacer fraude este año; que entenderán que 1988 fue hace 18 años, y que la gente ya no está dispuesta a aceptar esas cosas. Pero incluso si lo hacen, le tengo una fe muy grande a la gente de este país, y aunque creo que se armaría un desmadre donde hasta muertos habría, estoy seguro de que la gente no se dejaría, y lo lograríamos evitar.

Sólo espero que no nos quieran poner a prueba.

Munich

Fui el jueves a ver Munich; la perspectiva de que hizo enojar a ambos bandos (israelíes y palestinos), era muestra de que iba a ser buena. Se aplican las advertencias de spoilers de siempre.

Munich

Munich

La película es muy buena. También es muy lenta, y aún más larga.

Parece ser que el tipo que escribió el libro sobre el cual se basa la novela, es un charlatán. Independientemente de eso, creo que el mensaje que trató de enviar Spielberg (que no necesariamente es el mismo mensaje del autor del libro), es uno que grita impotente la pregunta “¿cómo acabará esto?”, si no es que incluso “¿cómo acabamos esto?”

La película, aunque critica duramente al gobierno israelí y (un poco menos) a Golda Meir, falla en decir el más grave error que cometió el Mossad en su inútil (si no es que contraproducente) venganza contra los planeadores de la masacre de Munich en la operación Ira de Dios; el asesinato de un mesero en Noruega que no tuvo nada que ver con el atentado o con Septiembre Negro, y todo porque un soplón los informó mal. También menciona sólo de pasada el porqué del atentado en Munich. Por supuesto fue una pinche salvajada el secuestrar, golpear y acribillar a atletas israelíes que iban a las Olimpiadas a representar a su país; pero el que ese acto sea imperdonable no quiere decir que ocurriera nomás porque los palestinos están locos.

Los gringos suelen poner a los terroristas así: una bola de locos que hacen salvajadas. Muchas veces tienen razón: los terroristas suelen ser una bola de locos que hacen salvajadas; pero existe una razón por la cual se volvieron locos, y por la cual llegan a la conclusión de que no tienen de otra sino hacer salvajadas. Esta razón no suele ni siquiera existir en la forma de pensar gringa; Spielberg al menos la roza: “Dime Alí; ¿de verdad extrañas los campos de olivo de tu padre?” Pero creo que no es suficiente.

La discusión de si las razones de los terroristas justifican sus acciones, es una muy complicada y que yo no sé exactamente cómo responder. En la Segunda Guerra Mundial, varias resistencias (en Francia, Yugoslavia, Polonia, etc.) cometieron acciones contra los nazis (y civiles que apoyaban a los nazis) que desde cualquier punto de vista que se vea, fueron actos terroristas. Y generalmente al final de la guerra fueron considerados héroes todos los que las planearon y ejecutaron. No estoy comparando al gobierno israelí con los nazis (aunque hay gente que sí lo hace); sólo estoy poniendo un caso extremo como ejemplo.

Independientemente de la ideología, lo que sin duda la película logra transmitir es una angustia horrible por el hecho de que, como van las cosas en la película, el conflicto sólo se va acentuando. En la película, que ocurre poco después de 1973. Hace más de treinta años.

La película termina con una escena donde se ven claramente (gracias a la tecnología digital) las torres gemelas. El mensaje es claro: de forma secundaria (o tal vez no tanto), la destrucción de las torres gemelas es consecuencia de este conflicto.

Sin duda alguna la película es excelente, y altamente recomendable. Y por supuesto que hará enojar a mucha gente: palestinos e israelíes. Pero es terrible en su mensaje: porque no sólo es el obvio de que la violencia sólo genera violencia; también es la pregunta abierta de “¿y cómo chingaos salimos de esto?”

Kingdom Come

En 1997, Mark Waid y Alex Ross crearon Kingdom Come, un elseworld de DC donde nos presentan un oscuro y temible futuro donde los hijos y nietos de los superhéroes “actuales” han crecido en número y poder y pelean entre ellos sin preocuparse por el bienestar de las personas “normales”.

En una de esas raras jugadas realmente buenas que hizo la Editorial Vid, ese mismo año la publicaron aquí en México, con una para variar muy buena traducción de Jesús Gil Holguín. La fecha de publicación de mi edición es 26 de septiembre de 1997.

Kingdom Come es uno de los comics más maravillosos que he leído, junto con Sin City y El Regreso del Caballero Nocturno. No sólo es épico en el mejor sentido de la palabra, increíblemente dibujado (o debería decir pintado) y muy bien escrito; también muestra un gran amor y un conocimiento profundo de la historia de los comics. No sólo de DC; de Marvel y otras editoriales también.

Y además, tiene unos diálogos fabulosos:

Superman: ¿Bruce? Bruce, sé que estás aquí abajo. No puedes ocultarte.
Batman: Me inclino ante tu sabiduría superior. Pues tú sabes muy bien cómo ocultarte. ¿Verdad Clark?
Superman: No me llames Clark. ¿Qué le pasó a la mansión?
Batman: Bane y Dos Caras, cuando mi identidad se descubrió. No importa. Aquí tengo todo lo que necesito. Además, nadie se mete conmigo. Casi nunca tengo intrusos aquí… Clark.

Vid, como solía hacer, publicó los cuatro números originales de Kingdom Come en una de sus “Publicaciones Especiales”, y nunca más volvimos a oír nada de ello aquí en México. Nada del epílogo ni de The Kingdom. Así que las “conseguí”, if you know what I mean.

El epílogo es la neta, por cierto.

No sé si mi condición de ateo sea un factor, pero toda la alegoría religiosa de Kingdom Come me encanta. De por sí todos los mythos abrahámicos me gustan; súmenle Superman y Batman y ya estuvo.

Supongo que Kingdom… puede resumirse como la búsqueda de Superman de su humanidad. Superman no puede ser el defensor de la humanidad si él mismo no es (antes que nada, y por encima de sus poderes) un humano. Creo que eso es lo más importante que aportó John Byrne al reboot que sufrió el personaje después de las Crisis en las Tierras Infinitas; Superman vuela, dobla el acero con las manos y es más rápido que las balas… pero es humano.

Y como tal, se equivoca.

La otra sería que su humanidad es parte de su educación. Superman es lo que es básicamente por el ambiente en el que se desarrolló: gente buena, sencilla, tolerante. Johnatan y Martha Kent tienen igual o más importancia que los superpoderes para que Superman exista. De hecho, probablemente más; sin ellos sería muy probable que Kal-El hubiera usado sus poderes para el mal.

En ese sentido me preocupa la nueva película de Superman; si va a ser una continuación de Superman II, entonces será el Superman de los setentas. Y ese da bastante hueva.

En segundo lugar en lo principal de Kingdom…, son los “aliados” de Superman en la historia: Batman y la Mujer Maravilla. El máximo representante de la raza humana, y la guerrera amazona con poderes de los dioses. Y cómo ambos retan a Superman a hacer las cosas de otro modo… aunque lo que Batman principalmente hace es mandarlo por un tubo. El duelo que tienen al final Batman y Marvila es, antes que nada, una discusión de principios. Cómo resolver las cosas.

Y Batman tiene la razón. Pero Batman siempre tiene la razón.

Cómo trata Waid a Batman en la serie es algo digno de mención: no sólo es el tipo rudo y oscuro que siempre ha sido; y no sólo es el detective de inteligencia y sagacidad enormes… también tiene un excelente sentido del humor, si bien algo oscuro.

No sé cuánta gente se haya dado cuenta de todo lo que ello implica, pero cuando la Legión de Acero desciende sobre el Gulag a tratar de detener la locura que se ha desatado entre la Legión de la Justicia y los prisioneros escapados, en el momento de más desesperación, Batman sonríe.

Batman sonríe.

Kingdom Come es una gran novela gráfica. Es un elseworld, así que no entra en la continuidad oficial del universo DC; pero nos muestra a los superhéroes como ningún otro comic de la continuidad oficial lo haría.

Y el epílogo es fabuloso. Consíganlo, if you know what I mean.

X-Men

Pasé a la Bodega Aurrerá a comprar rastrillos, y en la caja vi un número de X-Men. Hace casi cinco años que no compraba comics, así que lo agarré y lo compré.

Varias cosas: extrañaba mucho leer comics. Pero además, el número no está publicado por Editorial Vid, sino que dice “Producto Oficial Marvel”, y al final se lee “Publicaciones Televisa”. Y, el número es 9.

Llevo jugando desde hace unos días volver a comprar comics. No tratar de rellenar los huecos en mi colección todavía (son miles de pesos si intento hacerlo de golpe), pero tal vez sí empezar a comprar algunos. Supermán y X-Men serían opciones obvias.

Este número además me costó 15 pesos. Es muy buen precio; los comics que he visto de Vid últimamente están carísimos. Y si van en el número 9, probablemente sea sencillo conseguir los ocho anteriores. No es mala idea.

Cincuenta y ocho

Me mandaron un correo (yo lo pedí) con los resultados de la encuesta de enero de Parametría de la intención de voto en el DF para las elecciones de Jefe de Gobierno.

Encuesta Parametría

Encuesta Parametría

Para los que les da hueva leer: eso es 58% para Marcelo Ebrard, 16% para Demetrio Sodi, y 12% para la Beatriz Paredes.

Cincuenta y ocho por ciento. Contando a los indecisos. Hernández de La Jornada lo expone de mucha mejor manera de lo que podría yo decirlo:

El colmo

El colmo

A 80 Km por hora

Acaban de poner radares en puntos específicos de la Ciudad para andar checandito que la gente no sobrepase los 70 Km/h… lo cual se me hace raro porque en todo Periférico (al menos en las partes donde parece autopista), el límite en el carril de alta es de 80 Km/h.

Como sea, me dije a mí mismo “voy a tratar de no rebasar los 70 Km/h”; tenía que ir a la UAM Iztapalapa a configurar un PC en el cubículo de mi mamá, y Periférico es la ruta ideal para hacer un experimente de este estilo. Dos cosas:

  1. Es muy difícil mantener el carro a 80 Km/h (los 70 los dejé de intentarlos como a los dos minutos).
  2. Nadie va a 80 Km/h (mucho menos a 70).

No tengo idea de cómo va a funcionar la cosa con los radares. En general me parece que la gente de la Ciudad va rápido en las vías ídem; pero creo que la gran mayoría mantiene una velocidad decente. Nunca falta el degenerado que sobrepasa los 140 Km/h, pero de verdad son pocos, y se notan luego luego. Creo que el caso común es ir rápido donde se pueda, porque uno no sabe en qué momento lo agarra el tráfico.

Yo sí suelo agarrar 100 Km/h por hora en Periférico y en ciertas rutas, como el tramo que hay de Periférico a Rectoría sobre Insurgentes. Y se nota la diferencia entre 70 Km/h y 100 Km/h. Son 30 Km/h.

Espero que no me llegue en estos días una multa por correo con una foto mía en mi carro rompiendo la barrera del sonido.

Sony VAIO VGN-FS750F

Por razones tan complejas que me da hueva explicar, le pasé mi laptop a mi madre y ella me compró una Sony VAIO VGN-FS750FS.

En general, pondría fotos y describiría ad nauseam la máquina… pero no lo haré porque es básicamente idéntica a la laptop Toshiba que le pasé a mi madre.

Tan es así, que copié mi instalación de Linux de la Toshiba a la VAIO, y con un par de modificaciones ya estoy publicando una historia desde ella: X, el sonido, la red inalámbrica y casi todo lo demás ya funcionan. Incluso los monitores widescreen son idénticos.

No todo fue miel sobre hojuelas. X lo tengo corriendo sobre VESA, no usando el driver para la i915GM que lspci me jura que tengo. Y la tarjeta de sonido también es distinta; parece que es mejor… lo que significa que no está propiamente soportada en Linux. Pero funciona.

Estoy seguro que lo de VESA se arregla fácilmente dando unos cuantos googleazos… sólo no sé qué tanto valga la pena; jala sorprendentemente bien con VESA. La otra laptop nunca la usé para jugar Quake III, así que no sé qué necesidad tenga de usar un controlador de video algo más rápido: los videos se ven bien en MPlayer.

Por lo demás, esta máquina tiene un giga de memoria, y 100 GB de disco duro; un poco más que la otra. Pero ya; todo lo demás es idéntico.

Está más bonita, eso sí.