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Green Day: Rock Band

Una de las razones por las que me puse a jugar videojuegos trophy bait fue porque estaba terminando con Green Day: Rock Band [1], y temía que no me fuera a alcanzar el tiempo para terminarlo. Que hice bien; me quedó faltando el último trofeo de GD:RB, que sólo pude obtener hasta el 1° de enero del año pasado.

Green Day: Rock Band [2]

Green Day: Rock Band

Green Day: Rock Band fue el epítome de videojuegos musicales de Rock Band, antes de que cometieran el error garrafal de tratar de cambiar las guitarras de plástico por una versión mucho más compleja con 102 botones, para Rock Band 3. Por eso (y otras razones) Rock Band 4 regresó al modelo original.

Como sea: GD:RB me encantó; no sólo por ser el epítome de videojuegos musicales de Rock Band, sino porque descubrí, con algo de sorpresa, que soy fan de Green Day. Hago énfasis de que también jugué Guitar Hero: Metallica, y aunque me dio una nueva apreciación de la banda epónimamente metalera, la verdad no me considero fan de Metallica.

Green Day sin embargo me di cuenta de que sí soy fan. La verdad no sabía; me alegra descubrir que a ésta edad, todavía puedo sorprenderme a mí mismo.

Como sea, ¿por qué me tardé un día de más en terminar GD:RB? Utilicé, como siempre, mi robot para tocar todas las rolas del juego de manera perfecta y obtener así los trofeos que no me salieran a mí, entonces ¿qué problema tuve para retrasarme un día?

Fue justamente el último trofeo que obtuve: Ability to Operate Machinery [3], que consiste en obtener el 100% del solo de guitarra en Jesus Of Suburbia, pero utilizando únicamente “finger tapping”. Esto se traduce en usar los botones pequeños cerca del cuerpo que las guitarras de Rock Band siempre traen.

Y ahí radicaba el problema: mi robot funciona con Green Day: Rock Band si emulo una guitarra de Guitar Hero, pero no funciona si emula una de Rock Band; por lo tanto no podía emular el “finger tapping”. Escribiré una entrada más adelante de por qué existe este problema y las cosas que he hecho para darle la vuelta (me da mucha flojera resolverlo como debe de ser).

El obtener (e implementar) cómo darle la vuelta me llevó varios días, hasta que por fin se me prendió el foco. Lo que hice fue quitar el microcontrolador de mi fiel Fender Stratocaster, la primera guitarra de Rock Band que compré y que utilizo todavía hoy en día. Al microcontrolador de mi guitarra le conecté un Raspberry Pi Pico vía nueve relés que abrían y cerraban los contactos correspondientes a los cinco botones de “finger tapping” de la guitarra (verde, rojo, amarillo, azul y naranja) y a los cuatro botones del hat pad (arriba, abajo, izquierda y derecha).

Microcontrolador y relés [4]

Microcontrolador y relés

Me preocupaba que los relés fueran a reaccionar demasiado lento para la velocidad en que hay que estar picando los botones en la guitarra, pero sorprendentemente funcionó de manera casi perfecta: pueden ver cómo funciona en el tubo [5]. Lo único que no fue perfecto fue que no implementé que el microcontrolador controlara la whammy bar; tendría que haber leído los datos que manda la whammy bar de la guitarra, y emular eso con el Pico. Pero pues esta nueva versión de mi robot sacó 100% no nada más en el solo de guitarra: sacó 100% en toda la canción sin ningún error (full combo, aunque todavía no se le llamaba así), y con eso el trofeo y el platino. Es el video que pongo al inicio de la entrada.

Esto me permitió comprobar que el diseño de mi robot es bueno, porque cambiar el backend para Pico en lugar de Teensy 2.0++ fue básicamente trivial. También ayuda que el Pico es muchísimo más fácil de programar y utilizar; por ejemplo, la comunicación vía serial está incluida dentro del mismo microcontrolador, y existe automáticamente vía USB si uno la activa en lo que sea que se programa.

Green Day: Rock Band fue el último juego musical del cual obtuve su platino: y dado el estado de este tipo de juegos, me imagino que será el último por un buen tiempo. Pero como siempre más importante que todo eso: me divertí como enano jugándolo y (poco sorprendente para mí) programando y alambrando la solución que le permitió a mi robot obtener los trofeos más difíciles.

Tanto fue así, que de hecho todavía le hice una cosa más a mi robot, aunque yo ya no necesitara ningún trofeo en ninguno de mis juegos. Pero de eso hablaré más adelante.

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