En algún momento hace algunos años comencé a ver Tensei Shitara Slime Datta Ken [1], así que hoy le toca a esta serie.
La serie del moco gigante (slime) es un Isekai; que tal vez para este punto debería ser mi pretexto simple para explicar por qué vi una serie.
Está divertida: nuestro protagonista es asesinado (al parecer de manera medio aleatoria) al proteger a su subordinado de la oficina y su novia de un asaltante; antes de morir consigue pedirle a su subordinado que por favor destruya el disco duro de su computadora (para que no descubran su colección de pornografía, uno supone; y un saludo al subordinado, por cierto, que lo hace aventando toda la computadora a la tina del baño llena de agua); y es reencarnado como un moco gigante en un mundo de fantasía.
Es entretenido cómo el moco gigante comienza a acumular poder, hasta que se hace amigo de un dragón enjaulado mágicamente en la caverna donde reencarnó, lo que lo hace todavía más poderoso. Eventualmente el moco sale de la caverna y comienza a reclutar monstruos como aliados, evolucionándolos en el proceso, volviéndolos a su vez más poderosos; lo que al final resulta en que él mismo se haga más poderoso.
Total que Rimuru (el moco) termina fundando la nación de mounstruos de Jura y viéndose involucrado en las grillas y peleas entre distintos grupos de monstruos, humanos y semihumanos, así como otros expatriados de nuestro mundo (normalmente de Japón) que también terminan en el mismo universo.
Así como lo estoy describiendo, las Aventuras del Moco Más Poderoso podría parecer la cosa más genérica del universo… que lo es. Pero es sinceramente divertida; el sistema de magia y poderes tiene sentido; Rimuru explota sus conocimientos de ciencia y tecnología humana de nuestro mundo para combinarlos con magia y crear cosas bastante imaginativas; y salen monstruas sexys todas enamoradas de Rimuru.
Rimuru, al convertirse en moco gigante, básicamente pierde su humanidad; pero contrario al protagonista de Overlord esto no lo hace inhumano, y de hecho tiene cierto apego a los humanos por haber sido uno en su vida anterior. Sin embargo, eso no le impide asesinar 10,000 tarados para poder ascender a ser rey demonio.
Eventualmente Rimuru puede tomar una forma humana (lo que le permite volver a disfrutar la comida para humanos); pero sigue siendo un moco gigante (por ejemplo, que le amputen un brazo le hace lo que el viento a Juárez), además de básicamente en los hechos asexual.
Con tres temporadas ya concluidas la historia está bastante embrollada, así que no se me da la gana seguir resumiendo cosas de ella; pero repito que está divertida, que la animación está muy chida (junto con el diseño de personajes: véase a las monstruas sexys), y pues yo la encuentro interesante.
Con la posible excepción de la tercera temporada, que tuve que hacer un esfuerzo por terminarla: es el primer animé que veo donde más o menos los seis primeros episodios de una temporada fueron básicamente reuniones entre múltiples personajes donde se sentaban a platicar. A veces había múltiples reuniones por episodio; a veces había reuniones para poder planear otra reunión subsecuente.
Se puso medio ridículo; pero por fin eventualmente dejaron de reunirse para poder darse de patadas. ¿Y saben que hicieron después? Una nueva reunión, por supuesto, para discutir el desenlace del haberse dado de patadas. Y luego más reuniones, porque por qué no.
A pesar de mis quejas yo sí la recomiendo; de la tonelada de Isekais que han salido en la última década, las Aventuras del Moco Gigante es sin duda alguna de las mejores y más entretenidas que yo he visto.
Está en Crunchyroll [4], si les interesa.
