Una de las razones por las cuales estuve escribiendo acerca de varias entidades del país, además de que sí es interesante ver lo que pasó en ellas, fue para dejar pasar un poco el tiempo y que terminaran los cómputos distritales para las elecciones a ambas cámaras del Congreso de la Unión.
Con el 100% de las casillas computadas, y ateniéndonos a impugnaciones y demás maniobras que podrían cambiar los resultados (que se puede anticipar que no cambiarán significativamente, si acaso), la Cámara de Diputados (también llamada cámara baja) quedaría repartida de la siguiente manera para escaños de mayoría relativa (los que la gente de hecho elige): 37 escaños para Morena; 219 para Morena y aliados; 3 para el PAN; 39 para el PAN y aliados; 1 para MC y 1 independiente.
Los escaños por representación proporcional, aunque ya se pueden calcular teniendo los cómputos distritales, no serán oficiales hasta dentro de unas semanas. Sin embargo, con casi toda certeza serán idénticos o extremadamente similares a una proyección que publicó el Peje hace unos días: Morena tendría 248 escaños; el PT 50; PVEM 75; PAN 68; PRI 33; PRD 1; MC 24 e independientes 1.
Morena y compañía se quedarían entonces con 373 diputados (o un número muy cercano); con lo que basta y sobra para la mayoría calificada, que requiere 334 escaños.
La Cámara de Senadores (también llamada cámara alta) es más compleja, porque tenemos senadores de mayoría relativa, de primera minoría y de representación proporcional, que es medio estúpido, porque se supone los senadores deberían representar entidades, pero el sistema político mexicano es un desmadre y entonces tenemos 4 senadores por entidad: dos que se eligen por mayoría simple; uno que se elige como primera minoría (básicamente quien quede en segundo lugar); y un cuarto de representación proporcional que nos inventamos.
Como sea, la Cámara de Senadores quedaría como sigue, o algo muy similar.
De nuevo, esto todavía no es oficial y podría haber algunos cambios, pero podemos suponer que la cámara quedará así, al menos respecto a Morena y sus aliados (me parece que el PRD ya no tendrá senadores, porque perdió el registro).
Morena y compañía se quedarían entonces con 82 senadores, 3 menos de los 85 necesarios para tener mayoría calificada. Obviamente entre los 46 senadores de la oposición habrá muchos más de tres que se pelearán a mordidas entre ellos para ver quién traiciona primero a la coalición del corazón partido (si acaso la misma sobrevive la inauguración de la próxima legislatura). Probablemente esas traiciones no vengan del PAN, que tendrá 22 senadores (aunque uno nunca sabe); pero entre los 24 senadores restantes no duden que habrá voluntarios de sobra.
Nadie que le sepa pone en duda eso.
En otras palabras, queridos lectores, el famoso Plan C que idearon los dirigentes de Morena y sus aliados fue un rotundo éxito. Vamos a poder aprobar reformas constitucionales como se nos dé la regalada gana; tengan por seguro que se reformará el poder judicial y los salarios millonarios de los ministros de la Suprema Corte; tengan por seguro que se eliminarán institutos inútiles como el INAI cuyos empleados usan la tarjeta de débito del instituto para ir a strip clubs; y tengan seguro que el INE se reformará para eliminar los excesos que existen, como consejeros con decenas de asesores cobrando sueldos millonarios.
La reforma electoral será más difícil, porque dependiendo qué versión se proponga, los minipartidos como el Verde y PT podrían literalmente firmar su sentencia de muerte (política) si se eliminan los plurinominales. No será trivial negociar eso con ellos; pero estoy seguro que a algún acuerdo se podrá llegar.
En lo personal los detalles finos de las reformas no me interesan demasiado: gente profesional y con más experiencia que yo se está haciendo cargo de eso. Me interesa más el espíritu de las reformas y las repercusiones que tendrán para la vida política nacional, en particular a lo que se refiere a la participación ciudadana. Pero de eso escribiré después, probablemente en un par de días.
Lo que quiero discutir es cómo llegamos aquí. Los motivos fundamentales por los cuales nos encontramos ahora en una situación donde la izquierda mexicana puede modificar nuestra constitución sin necesidad de ni siquiera preguntarle a la oposición.
Hay un diminuto sector que continúa diciendo las mismas estupideces que llevaron a la oposición a ser humillantemente derrotada; que hubo fraude (nadie sensato les hace caso) o que fue por la intervención del Peje en la campaña (que es ridículo; incluso suponiendo que sus mañaneras se pudieran considerar como intervención, es delirante suponer que eso causó que más del doble de los votantes prefirieran a Morena y sus aliados sobre el segundo lugar). Podemos trivialmente ignorar estos puntos de vista y buscar una explicación que de hecho tenga sentido.
Los que hallan estado leyendo mis entradas de política este año tal vez puedan inferir mi conclusión (según yo no es muy difícil).
La culpa es de los adversarios de la Transformación.
Fíjense el término que estoy usando: los adversarios de la Transformación, no nada más la oposición. Me refiero a ciertos sectores del poder judicial y de institutos como el INE e INAI y por supuesto múltiples comentaristas chayoteros; junto con la oposición, especialmente los legisladores y su entorpecimiento legislativo.
El año pasado (y un poco también de éste), la Transformación trató de negociar con estos actores para hacer cambios que obviamente son necesarios en estas instituciones; para evitar que el poder judicial descarrilara investigaciones como la de los 43, que dejara de perdonarle impuestos a multimillonarios como Salinas Pliego, o que protegiera a García Luna y sus asociados. Para evitar que el INE desperdiciara tanto dinero, especialmente en cargos sospechosamente vagos para asesores. Para desaparecer a organismos completamente inútiles como el INAI.
Estos actores se empecinaron: el poder judicial se puso necio escudándose en su “autonomía”; la oposición organizó mamadas como marchas con el eslogan de “el INE no se toca”, que debe ser de las cosas más imbéciles que he oído: el primero en tocar al INE fue el INE mismo; se llamaba IFE, pero la corrupción era tan inmanejable en los institutos estatales, que se centralizó en el INE perdiendo la federalización; y por supuesto el INAI siguió peleando por acceso a la información únicamente en los casos donde no se afectaban a sus dueños. Y sí, dije dueños, porque literalmente son unos vendidos. Y no podemos olvidar a los legisladores de la oposición y su “moratoria legislativa”.
Este empecinamiento fue un acto de soberbia y prepotencia: “es imposible” (pensaron estos tarados) “que la Transformación consiga mayoría calificada en ambas cámaras: vamos a mostrarles entonces quiénes somos los jefes no electos de este país”.
Y los muy imbéciles firmaron su sentencia de muerte (política).
Nos dieron el objetivo; nos dieron la motivación; e incluso nos dieron el eslogan: “plan C“. Nos dieron casus belli [4] (de forma pacífica, como siempre ha sido la Transformación).
En los días pasados han salido estos tarados a decir que están dispuestos a negociar, que están dispuestos a platicar. Ni madre; perdieron esa oportunidad cuando se empecinaron, cuando le apostaron a que la ciudadanía de este país no mostraría que nosotros (la ciudadanía) somos realmente los jefes.
Sí se harán foros y encuestas; se escuchará a todo mundo. Estos actores que se empecinaron antes de las elecciones para aferrarse a su poder mal habido y mal usado, ellos también podrán participar: pero serán una voz más entre muchas otras. No tendrán un peso especial; y de hecho es posible que cualquier cosa que digan, de inmediato desconfiemos de ella.
Y se lo ganaron ellos mismos: si no se hubieran empecinado, si hubieran negociado con la Transformación antes de las elecciones, es posible que la ciudadanía no hubiera estado tan motivada como para salir y masivamente darle su voto a la Transformación para que pueda realizar los cambios que estos actores estaban entorpeciendo.
Pudieron negociar cambios más moderados; pero como se pusieron de necios, ahora la ciudadanía para motivos prácticos le dio a la Transformación la oportunidad de establecer lo que en los hechos será un Congreso Constituyente, como lo fueron los de 1856 [5] y 1917 [6]. Y no sólo es una oportunidad: es una orden y mandato; en realidad la Transformación está obligada a llevar a cabo estos cambios en la constitución. Si no nos cumplen, quemamos las calles.
(Metafóricamente; todos los cambios realizados los hemos llevado a cabo sin romper un solo vidrio).
La ciudadanía de este país le dio todo ese poder a la Transformación. Y sí, eso incluye a todos los que no votaron y los que votaron en contra, por que así funciona una democracia: los que votaron en contra demostraron el poco interés que hay en detener estos cambios que para este momento son inevitables. Y los que no votaron, si realmente hubieran estado interesados en evitar este resultado, habrían ido a votar. Recuerden: no tomar una decisión es implícitamente estar tomando una decisión.
(Ya sé que hay un porcentaje de ciudadanos que no pudieron votar aunque lo intentaron; pero al parecer fue ínfimo. La mayor parte de los que no votaron fue porque no salieron a votar.)
Por soberbios y por necios, muchos adversarios de la Transformación se condenaron a sí mismos a sufrir la voluntad férrea de los ciudadanos: pacíficamente y dentro de la ley, salimos a votar y le dimos a la Transformación la orden de mandarlos al basurero de la historia, junto con el poder requerido para poder llevarlo a cabo.
Y se tienen nada más a ellos mismos como principales responsables.

4 Comments To "Las cámaras"
#1 Comment By LaJuanaPC On junio 19, 2024 @ 6:20 PM
Bienaventurados los que ayer fueron perseguidos por el poder y hoy tienen mayoría absoluta porque podrán demostrar en qué creían realmente
#2 Comment By Canek On junio 19, 2024 @ 6:46 PM
Exacto; estamos demostrando que nosotros no perseguimos a nadie. No hay presos políticos; no se ha reprimido ninguna manifestación; los medios pueden decir lo que quieran del Presidente y el gobierno (y de hecho lo hacen); no se expropian las empresas privadas; todo mundo puede tener la creencia religiosa que se le dé la gana…
Como bien dices, demostramos con los hechos en lo que creemos realmente.
En la democracia.
#3 Comment By Estela Pozo On junio 19, 2024 @ 7:04 PM
Y cuando se reprima, los voceros de la 4T van a negar que haya sucedido tal represion.
“Es de que los reprimidos violaron la ley y se les aplico la sancion. Los quejosos solo estan en contra de la transformacion”
Como en el caso de Rosario Robles y Murillo Karam. La 4T tenia una narrativa y les convenia encarcelarlos, pues los encarcelaron.
En el caso de Murillo Karam, como la solucion magica prometida al caso de los 43 nunca llego a ninguna parte tuvieron que buscar chivos expiatorios.
Claro, prefirieron eso en lugar de meterse con el ejercito
#4 Comment By Canek On junio 19, 2024 @ 7:28 PM
Y cuando se reprima, los voceros de la 4T van a negar que haya sucedido tal represion.
Cuando se reprima hablamos; ahorita sólo estás alucinando qué va a pasar en el futuro; como en el 2018 alucinaban que nos íbamos a convertir en Venezuela (aunque ahora [8] admite que eso no va a pasar).
Como en el caso de Rosario Robles y Murillo Karam.
Tu ignorancia es adorable. Los crímenes de Chayito comenzaron a salir a la luz [9].
Murillo Karam es tan culpable, que lo único que ha podido hacer el poder judicial es [10], cuando en múltiples otros casos relacionados con los 43 los han liberado de manera hartera para descarrilar el caso (que es de las razones por las que votamos para reformarlo). Tiene tan manchadas las manos que es imposible dejarlo en libertad.
Espero te des cuenta de lo ignorante y sesgada que suenas; es por creer esas alucinaciones que tienes que perdieron brutalmente hace 3 semanas.
Sigan así; sigan perdiendo.