A finales de diciembre del año pasado fui a ver The Matrix: Resurrections [1], porque por supuesto que eso hice.
Se aplicarían las de siempre, pero creo que esta película no le importó a nadie.
Me encanta el universo de The Matrix. Más aún, soy de las personas que le gustaron las secuelas; de hecho hasta cierto punto me gustaron más que la película original. Por no hablar de Animatrix.
Esta secuela a las secuelas es… interesante.
Obviamente Lana Wachowski no quería hacerla; lo dijo a cualquier persona que prestó atención; el mensaje es básicamente gritado a los cuatro vientos en la misma película; y todo mundo que trabajó en ella lo confirma.
Bajo esa perspectiva, la película es impresionante que saliera tan bien.
Objetivamente es un accidente de trenes en cámara lenta; pero hay múltiples cosas que son maravillosas. Que lo especial fuera la relación entre Neo y Trinity, no nada más Neo (que además se deja entrever en la trilogía original); eso está muy padre. Neil Patrick Harris es espectacular como el Analista; y me parece que mejora al personaje del Arquitecto, cosa que no creía posible. Yahya Abdul-Mateen II es un ser humano tan hermoso, que a mí no me importa dónde salga o interpretando qué parte, nada más quiero verlo. En menor medida lo mismo con Priyanka Chopra y Jessica Henwick. Y todo el mensaje anti ejecutivos de Hollywood está cuando menos divertido (ese casi cameo de Christina Ricci en particular).
Pero pues la historia es contada a regañadientes, porque la directora la hizo a regañadientes.
Yo disfruté la película; pero entiendo perfectamente si a un montón de gente (fans originales y neófitos por igual) sencillamente no les importó la misma. Literalmente: en tomates podridos [3] tiene exactamente 63% en ambas categorías (críticos y audiencia), que me parece es de hecho más insultante que si fuera 43%.
La película ni siquiera vale la pena odiarla, en pocas palabras.
Todo se reduce, me parece, al hecho de que Warner Bros. es un pinche desmadre. No debieron ponerle una pistola a Lana en la cabeza forzándola a hacer la película bajo la amenaza de que la harían de cualquier forma. Y Lana misma no debió aceptar si lo iba a hacer sin echarle ganas.
WB está siendo, literalmente, desmantelada por David Zaslav, el nuevo CEO después de la compra por Discovery. El rumor es que están poniendo a dieta WB para poder venderla bara bara a alguien como Universal. Es un plan que lleva años en marcha y probablemente continuará durante varios años más.
Las propiedades intelectuales de WB, entonces, están en un limbo porque el futuro de la misma compañía está en el aire: nadie que trabaje ahí tiene idea de si seguirá teniendo trabajo a largo plazo. Y esto afecta un montón de mis franquicias favoritas: todo DC, por supuesto; pero también Mad Max; Harry Potter; Dune; y por supuesto Matrix.
No tengo idea de qué le deparé el futuro a Matrix. Una idea (siempre disponible) es sencillamente dejarla en paz y ya no tocarla. Pero me parece que es iluso pensar que pueda ocurrir: las compañías gringas están exprimiendo su IP a todo lo que da y explotando la nostalgia de los fans en todas las franquicias; y en algunas propiedades que de hecho ni siquiera eran franquicias originalmente.
Otra opción es reiniciar Matrix; pero como no creo que sea posible superar la primera película, yo estaría en contra. ¿Tal vez contar, con una película de acción viva (o más realista: una serie de películas), la guerra original entre máquinas y humanos?
No tengo idea. Vamos a ver qué pasa primero con WB; mientras tanto espero no toquen a Matrix, hasta que llegue alguien a hacerse cargo que tenga más de dos neuronas en la cabeza.
