Por esas cosas que me ocurren cuando yo no las planeo, el sábado terminé viendo El Inspector V.01 Los Impecables [1] en el Teatro de la Ciudad en una única función gratuita.
Tengo una relación extraña con el teatro. Los musicales y las comedias suelen encantarme; pero el teatro dramático en general me resulta vomitivo, por pretencioso y porque me parece que lo normal es que la gente involucrada en la obra esté más interesada en cómo se sienten ellos respecto a la misma, que en lo que el público pueda llegar a sentir.
Como sea, Los Impecables (que, como su título anuncia a grito pelado, cumple el requerimiento de ser increíblemente pretenciosa) me gustó bastante por las actuaciones de Teté Espinoza y Roldán Ramírez, y por la coreografía, que a pesar de ser terriblemente distractora, está original y ciertamente bien hecha.
La historia está bien, si bien el pegoste de las desaparecidas y feminicidios se nota a leguas que es eso, un pegoste, y como está pensada para ser “educativa” y presentarse en preparatorias, me imagino que está bien.
La puesta tiene varios momentos muy buenos, en general encabezados por Teté o Roldán (los personajes se llaman como los actores, por supuesto), y tiene el buen gusto de ser relativamente corta. Me parece que se va a presentar en otros lugares, pero no verigüé tanto.
Yo sí la recomiendo, aunque existe una probabilidad distinta de cero de que la encuentren insoportable.
