Debo explicar algo; ya casi no voy al cine, porque la mayor parte de las películas que quiero ver, las quiero ver con mi novia. Eso significa entonces que Mina y yo nos desquitamos de no ir al cine cuando voy a verla o cuando ella viene a verne.
Así que el fin de semana pasada vimos también We’re the Millers [1]. Se aplican las advertencias de spoilers de siempre.
Yo tenía ganas de ver está película porque Jennifer Anniston me sigue cayendo muy bien, y porque me gustó mucho Horrible Bosses [3]. Y me estaba orinando de la risa al verla.
No me arrepiento en lo más mínimo de haberla visto; pero debo admitir que es terriblemente mala. Superficialmente podría comparársele con Kick-Ass 2; es grosera, escatológica, y políticamente incorrecta (aunque no violenta… realmente); la diferencia es que en We’re the Millers la historia no tiene ni pies ni cabeza, y sólo sirve para contar una serie de chistes (groseros, escatológicos, y políticamente incorrectos), además de una moraleja bastante superficial (y ligeramente incoherente) acerca de lo chido que es ser parte de una familila.
Yo no me quejo; la serie de chistes groseros, escatológicos, y políticamente incorrectos me tenían muerto de la risa. Hay una escena donde Jennifer Anniston y Emma Roberts le enseñan a besar a Will Poulter (cuyo personaje es, por supuesto, virgen), y es tan hilarantemente incómoda que yo por poco me ahogo de la risa. Nada más por esa escena yo recomiendo ver esa película; pero que no les quede la menor duda: es mala hasta decir basta.
