Linux ya no es lo que era antes.
Isabel necesita escanear unas cosas y, por una serie de circunstancias que me niego a relatar, trajo un escáner de sus papás al departamento. Yo inmediatamente me puse a saltar como niño con juguete nuevo, pensando en toda la sana diversión que obtendría de estar tratando de echar a andar el (aparentemente) chafísima escáner USB.
Lo conecté, y funcionó de inmediato. Qué desilusión.
Cómo han cambiado las cosas en quince años; en 1997 tuve que recompilar mi kernel (por primera vez en mi vida) para que jalara mi tarjeta de sonido en Linux. Ni siquiera recuerdo para qué; dudo que yo supiera de la existencia de MP3s en ese entonces.
Ahora uno conecta las cosas, y funcionan. Qué aburrido.
