El viernes fui con mi papá y mi hermano a ver Clash of the Titans [1]. Se aplican las de siempre.
Furia de Titanes, la original, fue una película que en casa de mis padres mi familia y yo debimos haber visto unas doce millones de veces. Varias escenas me las sé de memoria, y por siempre estará ligada a mi niñez.
Dicho eso, la película original es ridícula. Era ridícula hace casi treinta años, cuando se estrenó, y sigue siendo ridícula ahora. Digo, nada más recuerden a Bubo, el búho mecánico, que al final acaba con una muleta.
Era entonces de esperarse que esta nueva versión del drama griego fuera también ridícula, y la película no decepciona para nada en ese aspecto: es inmensamente ridícula. Ahora no tenemos a Bubo (más que un homenaje de unos cuantos segundos), pero sí tenemos a los dioses del panteón griego vestidos como los Caballeros del Zodiaco (los mismos creadores de la película admiten haberse basado en ellos para las armaduras de los dioses).
Todos los actores se toman terriblemente en serio sus papeles, como si el bienestar mundial dependiera de qué tan fuerte pueden apretar las mandíbulas. Las únicas excepciones son un par de cazadores y el fanático de Hades, que aparecen la verdad muy poquito. La historia está ligeramente basada en la historia de la película original, que a su vez está ligeramente basada en los mitos griegos, que posiblemente estén basados en los viajes que tenían los antiguos griegos por fumar tanta mota (o lo que sea que fumaran en el Mediterráneo hace 2,500 años).
Dicho eso, a mí la película me encantó; me volví a sentir de nuevo de 6 ó 7 años, como siempre me ha hecho sentir la película original. Sam Worthington, alumno absoluto de la escuela de Russell Crowe, me cayó muy bien como Perseo; como él mismo dijo en una entrevista, se tomó terriblemente en serio su papel, justo para que la audiencia no tuviera que hacerlo. El Perseo de esta versión me cayó mucho mejor que el de la película original, que siempre me pareció medio bobo; y su determinación a elegir ser humano y considerar como sus padres a la pareja humana que lo crió me recordó a los mitos (modernos) de Supermán. Gemma Arterton se me hizo maravillosa como Io, y que al final Perseo decida ser pescador en lugar de rey y quedarse con la nena que lo ayudó y acompañó en lugar de con la (literalmente) reina se me hizo fabuloso. Y que el Pegaso sea negro me pareció una puntada genial.
Los actores pesados (Liam Neeson y Ralph Fiennes) están terriblemente sobreactuados; pero se ve que era justamente lo que querían hacer, y más importante, que se divirtieron como enanos filmando el churrito. Y sí, salió en el avance y era obvio cuándo iba a pasar, pero cuando Zeus dice “release the Kraken!”, yo sí me emocioné.
Por último, debería ser obvio, pero los efectos especiales son unas catorce mil frullones de veces superiores a los de la película original. En particular el Kraken ahora sí da miedo, no risa.
Clash of the Titans es un churro, como sin duda lo era el original. A mí me gustó, como me gustó el original. Y sin duda alguna lo que vale la pena es verla en el cine (yo la vi en 2D, y todo mundo dice que la versión 3D apesta, pero háganle como quieran), así que vayan y véanla.
Yo ya quiero verla de nuevo.

1 Comment To "Furia de Titanes"
#1 Comment By Emilio Martínez On abril 25, 2010 @ 10:57 PM
Ya pude ver esta pelicula dos veces en 2D y 3D, respectivamente y la verdad me quedo con 2D, no hay gran diferencia. Al igual que tu, esta peli, esta muy ligada a mi infancia y también me senti niño al verla.
Ya la segunda vez, le empeze a encontrar defectos y pues la emoción se perdio un poco. Me da la impresión de que pudieron mejorarla y mucho.
Creo que tendremos segunda parte, porque darle vida a los mitos griegos, puede ser un negocio muy rentable y con la nueva tecnología las posibilidades son infinitas.