Cuando Barak Obama ganó la asamblea (en gringolandia le dicen caucus, y nadie excepto ellos sabe qué significa eso) en Iowa, yo dije: “los gringos pueden estar listos para elegir a una mujer presidente, pero ni de chiste eligen a un negro”.
Para por una vez variar con ellos, los gringos me probaron equivocado.
Por supuesto no es nada más que Obama haya sido un excelente candidato, y además manejando siempre un mensaje consistente y sencillo que es radicalmente opuesto al de Bush 2. Tampoco es sólo que los gringos (cuatro años más tarde que el resto del mundo) se hubieran hartado completamente de Bush II.
Al fin y al cabo, como suele ser siempre en política, resultó ser la culminación de una serie de circunstancias. Y yo creo (y no es un análisis que se me haya ocurrido a mí) que lo más importante fue la debacle financiera en la que cayó Estados Unidos, después de años de promover el libre mercado como un fin, en lugar de entender (como lo hace cualquiera con dos dedos de frente) que es un medio.
El hubiera, por supuesto, es el pretérito pluscuamperfecto de los pendejos, pero sí me animo a creer que hubiera sido más difícil para Obama el ganar las elecciones si no hubiera ocurrido la crisis. Nunca sabremos, claro está, pero me parece que sí es un elemento fundamental en la victoria del negro.
Ahora; normalmente (como lo saben mis lectores regulares) los gringos son gente de la cual desconfío (y no necesitan sino ver cuatro años atrás para entender por qué): por simple viveza en los políticos gringos confío todavía menos. Es de entender que, por principio y convicción, no confío en Obama.
No lo haría de nadie que los gringos eligieran. Repito; vean la historia del siglo pasado para entender por qué.
Pero hay matices. No es lo mismo Richard Nixon que Franklin Roosevelt. A muchos se les olvida, pero Cárdenas pudo en gran medida nacionalizar la industria petrolera mexicana porque Roosevelt estaba siguiendo una política exterior que de hecho lo permitía. Eso no minimiza el logro de Cárdenas; sólo ayuda un poco a entenderlo.
Y en ese sentido que los gringos hayan elegido a Obama es, dentro de lo que cabe, de lo menos peor que podríamos haber esperado los mexicanos y el resto del mundo. Que por supuesto me importan más que los gringos, obviamente.
No va a pasar nada sorprendentemente novedoso durante la presidencia de Obama; probablemente invadirá y bombardeará inocentes como lo han hecho todos los presidentes gringos desde Truman (aunque esperemos que en mucho menor medida que Bush Dos: La Venganza), utilizará el poder económico de su país (que por suerte cada vez es menor) para joder a otros países que no quieren seguir su línea, y apoyará, o al menos no condenará, atrocidades como la que Israel hizo estas semanas en el inexistente estado de Palestina (aunque los israelíes se fueron por la segura y atacaron mientras Bush Segundo: El Monstruo Vive de Nuevo seguía al frente del gobierno gringo). Obama probablemente hará todo eso; y todo en el nombre de la democracia, y la justicia, y la chingada.
Me pueden probar equivocado los gringos de nuevo; pero realmente lo dudo. No confío en ellos.
Pero a pesar de todo eso, repito, hay matices; incluso con todas las desgracias que (casi sin duda) causarán los gringos mientras Obama los preside, lo cierto es que es un cambio refrescantemente nuevo. El tipo incluso me cae bien.
Es un académico, para empezar. Fue profesor en Harvard, y sus orígenes como alguien que viene de la academia son obvios; no sólo su forma de hablar y de expresarse, sino en cosas más importantes como a quién ha elegido para su gabinete. La mayor parte de sus secretarios tienen maestría y/o doctorado, y muchos de ellos vienen directamente del mundo académico, pero con experiencia política. Lo cual es algo que yo sólo puedo aplaudir: no sé quién fue el retrasado mental que se le ocurrió que dirigir una nación es como dirigir una empresa; una y otra y otra y otra vez esa idea estúpida ha sido contradicha por la historia.
Pero además Obama no es (o no parece ser) un neo liberal a ultranza. Andy Tanenbaum resumió así una parte del segundo debate entre McCain y Obama:
In general, Obama attacked McCain on deregulation. He said that deregulators believed that by letting the market run wild “prosperity would rain down on all of us.” Then he noted: “It hasn’t worked out that way.”
Por supuesto, eso es sentido común (repito) para cualquiera que tenga dos dedos de frente; pero oírlo de un gringo es realmente alentador. Creo que desde antes de Reagan nadie en el espectro político gringo decía en voz alta que el libre mercado no es la solución a todos y cada uno de los problemas del universo.
Porque, obviamente, no lo es. El libre mercado es un medio; no un fin en sí mismo. ¿Y medio para qué es? Pues para elevar la calidad de vida de la gente; si el libre mercado no funciona para elevar la calidad de vida de la gente, entonces no hay que usarlo. Así de simple.
Y esa es otra razón por la que la educación y los servicios de salud deben ser públicos, gratuitos y universales. Y por la cual privatizar los medios de producción energéticos es una pendejada enorme.
El plan político económico de Obama parece ir por ahí; al parecer quiere (o eso dice) conseguir salud pública para todos los gringos, y mejorar el estado de la educación pública. También quiere invertir hartos miles de millones de dólares en mejorar la infraestructura gringa (carreteras, puentes, hospitales, etc.); no sólo porque causa menos problemas económicos a largo plazo, sino también porque además genera miles (si no es que millones) de empleos. Por si a alguien se le ha olvidado, es parecido en partes al plan del Peje.
Estamos teniendo una regresión a lo que ocurrió poco después de la Gran Depresión de los 30s, cuando Roosevelt salió con su New Deal, que la gente estúpida que cree que el libre mercado es infalible le llama “populismo”. Nunca he podido entender por qué cuando se le da recursos (y muchas veces ni son tantos) a la gente es “populismo”, pero cuando se le dan miles de millones de dólares a las empresas son “rescates” (vean el Fobaproa y lo que acaba de pasar en gringolandia).
El plan de Obama (al menos aparentemente) se asemeja al New Deal de Roosevelt, y la idea es la misma; dejar de creer estúpidamente que el libre mercado solucionará todo, y hacer que el gobierno intervenga cuando debe para evitar tragedias como la que le pasó a los gringos hace unos meses, y a nosotros hace casi quince años.
Que por supuesto; chido por los gringos, pero no creo que directamente eso nos ayude a los mexicanos, excepto por el hecho de que la economía mexicana depende enormemente de la gringa. Pero indirectamente creo que sí habrá oportunidad de que cambien ciertas cosas aquí, y en el resto del mundo.
Una de las razones entonces, y yo creo que de las más poderosas, para que Obama ganara fue la crisis económica; causó que muchos gringos (la clase trabajadora, que como en todos lados sigue siendo mayoría) reaccionara con terror a la idea de otro presidente que confiara ciegamente en el libre mercado. No fue la única razón, obviamente; pero creo que sí pudo ganarle al racismo (al menos al latente) de muchos votantes.
No estoy muy esperanzado respecto al futuro porque (repito) no confío en los gringos, pero ciertamente no estoy tan seguro de la tragedia como lo estaba cuando “ganó” Bush Secundus Brutus, y mucho menos en su segunda victoria, que esa sí culpo directamente a los gringos mismos.
O, en otras palabras; cabe la posibilidad de que los siguientes cuatro años sean una mejoría sobre los últimos respecto a lo que el gobierno gringo hace. Yo espero que así sea; que los gringos me prueben de nuevo equivocado respecto a los múltiples prejuicios que tengo contra ellos.
El cuatro de noviembre del año pasado los gringos me hicieron ver que tal vez sí soy demasiado parcial contra ellos, y que hay esperanzas de que, después de haber nacido como una nación que constitucionalmente equiparaba a tres blancos con cinco negros (y eso sólo para que pagaran impuestos también), por fin (casi ciento cincuenta años después de su guerra civil, y cuarenta después de las grandes movilizaciones por los derechos civiles) estén llegando al nivel de nación civilizada. Con desconfianza y cautela, pero tengo que admitir que me siento optimista.
Vamos a ver. Espero equivocarme en mi desconfianza.

2 Comments To "Obama"
#1 Comment By =) On febrero 3, 2009 @ 3:40 AM
Hola, he notado que han disminuido considerablemente los comentarios en tu blog, bueno, quizas es porque escribes demasiado, no se, anteriormene visitaba tu blog con cierta frecuencia, y deje de hacerlo, lo hacía porque generalmente discurro con tus ideas, pero siempre he pensado que es importante que haya encuentro de opiniones. Me he dado cuenta de que eres perredista, pejista e izquierdista, que tus ideales se inclinan de cierta manera hacia el socialismo, y que defiendes la reparticion justa de los bienes entre los mexicanos, y compartes el sueño de todo mexicano de un trabajo, un salario decente, y un goce de servicios gratuitos proporcionados por el estado, tales como educacion y salud, quizas unos cuantos mas. Me pregunto si has leido la tragedia de los comunes, si estas conciente de que no todos somos honrados, de la cantidad de gente que paga impuestos y del destino de los mismos, ¿sabias que el metro en el DF esta subsidiado por los impuestos de toda la republica? Supongo que en nuestro país, hay mucha gente desempleada, mucha gente sin educación, mucha gente sin actitud, y sin cultura que le caería muy bien un buen subsidio. ¿Cuantas veces al año tomará un habitante de Chiapas, o de Nayarit un metro? El precio es una ganga al parecer, pero no si te es descontado junto con otros impuestos que van a los bolsillos de gente incompetente que le pagan por sentarse en un curul a gritar tonterías implantadas por su avaricia, por gente que le paga el pueblo por protegerlos y le paga el sicario del pueblo al mismo tiempo, gente que propone que el seguro social sea para todos los nacidos en este sexenio, paguen o no paguen este servicio, es decir, la gente que trabaja y paga impuestos se jode, para que los pobres, que no producen, porque no hay empresas que les den empleo, porque no hay capital, para que ellos coman primero. El problema como tu bien sabes, es mas fuerte de lo que parece, pues esta es una república positivamente centralizada cuyas entidades son teóricamente soberanas, me parece que, personalemente, el problema es tradicional, es histórico, no es nuevo, y es nuestra dificultad de aprender, de abrir los ojos, está en nuestra educación, no somos gringos, no somos soviéticos, ni somos extraterrestres, somos mexicanos acostumbrados a poner la otra mejilla y cerrar los ojos, a aceptar sin preguntar, somos un pueblo dogmatizado. Creo que una persona como el peje no podria cambiar esto, ni calderon, ni superman, ni las empresas transnacionales ni ninguna pendeja reforma, es nuestra actitud como nación la que posteriormente definirá nuestra aptitud para un futuro mejor. Saludos, sigue escribiendo.
#2 Comment By Canek On febrero 3, 2009 @ 1:31 PM
Me parece (podría equivocarme) que le echas la culpa a “nuestra actitud”, lo que sea que es eso. Estoy completamente en desacuerdo; la actitud del pueblo mexicano es de las más admirables del mundo. No sólo por las guerras de Independencia y la Revolución, sino por la Reforma, la resistencia a los gringos y el apoyo (hasta la llegada de los gobiernos neoliberales) hacia los gobiernos democráticos en Latinoamérica.
Tampoco entiendo tu analogía del metro; sí, está subsidiado por todo el país… pero se te olvida que la Ciudad de México genera un porcentaje enorme del Producto Interno Bruto: no tengo la figura a la mano, pero me parece recordar que era cercano al 30%. Y el metro es de las cosas que ayuda a eso.
No das ni figuras ni ligas para sustentar lo que dices; si nos atenemos a las opiniones subjetivas de cada quien, hay una opinión por cada persona. Lo objetivo es que la educación y la salud son derechos, no productos, y que el Estado se encargue (eficientemente) de ellos no es un “sueño” o una utopía; es sencillamente lo más eficiente, y eso es de sentido común.
Y eso no es socialismo, por cierto; no me interesa en lo más mínimo que el estado se encargue de producir carros, chamarras o zapatos.
No entiendo exactamente qué quieres decir, pero si tú dices que somos un pueblo “dogmatizado” (sin dar un solo argumento concreto de por qué es así), yo sólo puedo decirte que pienso justo lo contrario. Y los ejemplos abundan; no sólo los que ya mencioné, sino también por ejemplo la actitud de la gente de la Ciudad de México durante los terremotos de 1985. Un pueblo “dogmatizado” no reacciona como reaccionamos nosotros.