Mañana (técnicamente hoy) la UNAM abre de nuevo sus puertas. Eso no debería ser particularmente importante para mí; tengo llave de varios lugares en la UNAM, entonces puedo ir cuando sea, esté o no de vacaciones la universidad.
Sin embargo, en la práctica sí termina afectándome que CU esté “cerrada”. Ahora que no estoy trabajando (no en horario de oficina, al menos), la universidad tiende a ser una especie de ancla en mi rutina, sin la cual termino un poco a la deriva.
Así que me alegro que mañana por fin abra de nuevo sus puertas.
