El próximo domingo son las elecciones. En todo el territorio nacional, todo ciudadano méxicano que esté dado de alta en el padrón electoral tiene el derecho de ir y ejercer su voto.
A estas alturas parece ser que el índice de participación va a ser bastante bueno, por arriba del 60%. En casi todas las democracias del mundo, un índice de participación por encima del 50% se considera bueno.
Pero hay que elevarlo todo lo que se pueda, digo yo. Sigan diciéndole a todo mundo que vaya a votar, y además vayan tomando algunas precauciones para que ustedes mismos puedan hacerlo sin problemas:
- Ubiquen su casilla: En esta página [1] pueden ubicar su casilla desde ahora, para que el día de las elecciones no los agarren las prisas.
- Cuiden su crendencial: Si no van a utilizar su credencial de elector, déjenla en casa. No tiene sentido el arriesgarse a perderla o que les roben la cartera.
- Aguas con la cruda: Si se van de reven el sábado 1 de julio en la noche, asegúrense de que se vayan a levantar a tiempo para llegar a la casilla antes de que cierren a las 6:00 PM.
El último punto es en serio.
El próximo domingo salgan y voten. Por quienes ustedes quieran, incluido el Dr. Simi, pero salgan y voten. Y después de votar, a cada canijo que vean sin los pulgares ennegrecidos denles un zape y díganles que vayan a votar.
Se están organizando además varios grupos de ciudadanos para asegurarse de que las casillas sean bien contabilizadas. Si no les interesa mucho, al menos pueden ir a su casilla cuando acaben de contar los votos, y ver en la manta los resultados. Esos mismos resultados serán consultables en la página de Internet del IFE.
Es la última semana antes de las elecciones (lo cual es bueno; ya estoy harto). Vamos a ejercer este derecho que tanto nos costó a los mexicanos el obtenerlo, y vamos a participar todos para legitimar el resultado. Es lo menos que podemos hacer.
